En principio deberíamos, si no salta algún error, dice que correctamente, bueno, para los que estáis aquí y sobre todo para los que nos podáis ver en sucesivas reproducciones, la tutoría de hoy tiene que ver con el segundo bloque que comentamos en tutorías anteriores, que vincula un poco la evolución de las formas de prestar servicios. Desde el punto de vista fundamentalmente de las personas, porque al final no estamos hablando del diseño organizativo, que lo veremos en el tema 10, de los recursos humanos, sino de las posiciones que ocupan las personas. Generalmente cuando hablamos de profesionales, cuando hablamos de directivos profesionales y gerentes, estamos hablando de un nivel de organización que tiene que ver con aquello que Henry Mintzberg llamaba el lápiz estratégico de la tecnostructura. Es decir, una... Administración pública, una estructura organizativa en general. Tenemos a las personas que son los autoresponsables políticos, ¿no? También existen autoresponsables políticos en las empresas privadas, que están vinculados a los equipos de los consejos de administración y a los órganos de asesoramiento directos. Pero tenemos el personal político y tenemos luego un personal directivo, que ha sido regulado en las leyes españolas. Desde el alozaje en el 97 hasta la ley 15, pasando por el EBEP y los ofensivos desarrollos que se han hecho en diferentes intentos autonómicos, como es el caso de Eustadio o es el caso de Andalucía ahora, por ejemplo. ¿Y qué tenemos? Pues personas desarrollando puestos de un nivel que obviamente están en la parte, en la cúpula, en el parque superior, si vemos una cúpula o una pirámide, y que ejercen funciones directivas. Y ahí tienen muchos nombres. Este bloque... Por lo tanto, se circunscribe a aquellas personas que tienen una acción relevante y directa sobre la prestación del servicio. Relevante y directa en el sentido del diseño, del impulso, de la evaluación, porque obviamente todas las personas que están delante de los mostradores, ¿no? Delante de las oficinas, delante del usuario, pues también lo son. Pero hablamos de responsabilidad, hablamos de la capacidad para decidir, hablamos de la capacidad para evaluar y para seguir. Y aquí tenemos lo que vimos la semana pasada. El primer enfoque de directivos clásicos, desde la óptica aleriana, teniendo en cuenta organizaciones centradas en una forma de actuar un poco pasiva o clásica, ¿no? Una administración que era monopolizadora porque no tenía competidores y que además no necesitaba legitimarse mucho desde el punto de vista democrático y por tanto tenía directivos centrados en un rendimiento que no estaba basado tanto en el impacto como en el proceso, ¿vale? Y esto se articula a través de un sistema jerárquico. El segundo que vamos a ver hoy tiene que ver con lo que Salvador Parrado define como los profesionales, ¿no? Y aquí vamos a ver cómo hay diferentes tipos de profesionales, desde los profesionales más clásicos, ocupacionales, hasta los profesionales híbridos e incluso los gerentes. Por eso digo que este tema 7 va a estar un poco caballo entre los profesionales y los gerentes, ¿no? Este tipo de profesionales tienen una relación directa con lo que antes se llamaba la confianza, lo vamos a ver. Ahora, ¿no? Y los servicios se prestan de una manera directa, pero eso ha ido evolucionando también por la complejidad de las organizaciones, por la complejidad obviamente del entorno social y de las prestaciones de servicios y de políticas que se prestan. Claro, cuando se introduce la figura de gerente ya la introducimos en un modelo absolutamente abierto y lo veremos la semana que viene, ¿no? Donde hay más opciones de prestación de servicios y donde obviamente se recurre incluso a lo que se conoce genéricamente como partenariados, alianzas, ¿no? Asociaciones. Este último bloque, que va del 6 al 9, acaba con los ciudadanos formando parte de la prestación de servicios. No un ciudadano, no un usuario, no un administrado pasivo, sino alguien que incluso comparte y codiseña en algunos casos o cogestiona el servicio y que está vinculado a la voz. Como veis, cada uno de estos, directivos vinculados a jerarquía, profesionales vinculados a confianza, gerentes vinculados a elección y ciudadanos vinculados a la voz. La voz que tiene que ver con el crecimiento. Que significa acción, ¿no? O propuesta. Bueno, cuando hablamos de profesionales, que a día de hoy sigue siendo un mantra tremendamente rico y perseguido. Se me ocurre que hace unas semanas se reunieron los gerentes de todas las universidades de España en Santiago, tuvieron su reunión anual y bueno, pues el título era profesionalizar la gerencia. Claro. Bueno, nosotros vemos cómo después de tantos años de gerencia, en el caso de gerencia pública en España, que entró un poco más tarde que el resto de los países en nuestro entorno europeo, pues algunas décadas después, como casi siempre, pues un par de décadas, hablamos del modelo de gerencia que en España entra a finales de los 80, principios de los 90, ¿no? Cuando había ya modelos gerenciales, sobre todo en salud, en el ámbito sanitario, porque era lo más profesional. Fiscalizado, es a lo que primero llegó, pero luego vimos gerentes en ayuntamientos, ¿no? Gerentes en universidades, gerentes en espacios que eran más clásicos, ¿no? Gerentes de urbanismo, ¿no? Bueno, pues hablábamos de la profesionalización como un elemento vinculado a la gerencia, a la gerencia pública, a la figura del gerente, más que a la gerencia pública. Y eso se produjo, pues en los años finales de los 80, principios de los 90, y rompió a los 90 y se consolidó, ¿no? Hasta el punto de que también, como todos los grandes procesos de consolidación, pues llegó a tener un punto de virtualización y obviamente por los gerentes, pues perdieron peso porque hubo una lucha entre el modelo directivo, el modelo gerencial y el modelo profesional, que lo vamos a ver aquí. De manera que incluso en este capítulo vamos a ver cómo el profesor Parrado plantea a los profesionales como algo diferente, los profesionales asistenciales, ocupacionales, como un modelo diferente a los gerentes. Al modelo gerencial. No es contradictorio, es así, quiero decir, cada uno de ellos representa una forma de entender la prestación de servicios. Y cada uno de ellos es deudor de una serie de prácticas que reproducen y que en nuestras organizaciones acaban determinando espacios propios de poder, relaciones con otros, por ejemplo, un centro de salud. Las posiciones de gerencia no tienen mucho que ver con las posiciones asistenciales, incluso se complementan o se deberían complementar. pero muchos otros compiten en las universidades pasa igual los modelos gerenciales en las universidades tienen sus problemas porque pues en muchos casos representan el el trabajo con el personal de administración y servicios pero no como el personal docente investigador con los académicos con lo cual por un lado hay docentes e investigadores que serían como los médicos en los ámbitos de salud pública de sanidad pública y porque están las líneas gerenciales que se ocupan de las cuestiones que tienen que ver con la economía de eficacia de eficiencia los rendimientos esto no quiere decir que los médicos no tengan en cuenta los rendimientos y la economía y la eficacia o que los profesores tampoco sean ajenos a ellos sin embargo pues son elementos que los definen de manera que incluso algunas ocasiones pueden llegar a ser competitivos o en lucha por definir un modelo de organización y sobre todo el modelo de prestación de servicios el planteamiento que nos hacen salvador en esta en este tema 7 gira en torno a profesionales y confianza como veis en el en el título los profesionales tienen casi todos una racionalidad burocrática por tanto están conectados al modelo de jerarquía vemos una primera definición de la profesionalización una ética de la responsabilidad bueno pues vinculada a los modelos beberianos el modelo beberiano definía espacios que deseaba que fueran espacios profesionalizados y espacios ajenos a la intuición en espacios ajenos a la arbitrariedad a la discrecionalidad espacios que estuvieran bien definidos que estuviera una relación entre lo que deben hacer y lo que hacen el deber y el deber y el hacer que estuvieran absolutamente bien armados que fueran bien supervisados que corrieran a lo largo de la cadena de transmisión de arriba abajo en esos modelos clásicos de implementación total cuando se definen algo desde la cúpula que se preste en cualquiera de los puestos de atención en en un ministerio o la delegación del ministerio o un consello un ayuntamiento en sus distintas áreas por tanto está vinculada a una racionalidad burocrática que ocurre que la democracia también creció en función de la capacidad que tenía de prestar servicios a un estado y cuando tenemos burocracia muy simples pues tenemos ahora ayuntamientos pequeños no tenemos ministerios que en su momento de 19 pues prestaban pocos servicios o no había comunidades autónomas porque no existían ese poder centralizaciones pero claro eran sistemas simples luego como se va digamos ensanchando este espacio de gestión de organización porque las burocracias se vuelven maquinar cada vez se requieren más utilidades cada vez al quiebra de coordinación transversal tanto horizontal como vertical lo que encarga el programa se llama divisionalización por divisiones es decir un ministerio de transición ecológica un ministerio de igualdad un ministerio de industria un ayuntamiento que se ocupa de la gerencia de urbanismo también el mismo ayuntamiento tiene una parte de administración general tiene otra parte de tributos tiene otra parte de juventud eso es una división organizaciones modelo de divisiones y luego su modelo de jerarquización cada una de estas divisiones debe tener una estructura que va de arriba abajo que va desenvolviendo las distintas tareas y funciones que se le asignan claro y luego falta la transversalidad que todas estas divisiones estén conectadas por tanto la burocracia se hace maquinar se vuelve una máquina esto tiene que ver con el modelo terrorista y sobre todo el modelo Fordista modelo maquinal para que se pueda hacer incluso con tareas complejas con tareas de producción en masa viene de la idea de la máquina de la industria pero que se lleva al sector servicios también y por tanto la burocracia esto que supone pues supone que en un momento tienes que prestar mayores servicios tienes necesitas la mayor organización mayores capacidades de gestión y cuando además esos servicios se generalizan y siempre están en un territorio muy amplio y se además se reconocen como derechos como uno de bienestar todavía más todavía más cuando esas burocracias maquinales están al servicio de una democracia y están al servicio de nuestra bienestar eso también produce una onda de democratización no en forma de que mejores servicios profundizan en los sistemas democráticos a la calidad democrática y eso también produce por ejemplo sanidad salud educación pero dejan de ser administrados dejan de ser casi casi súbditos como eran al principio un siglo en el siglo XIX no y de esa manera los usuarios empiezan a tener también un espacio un espacio no solo de uso o de intercambio sino un espacio también de bueno pues de comparación de percepción de acompañamiento incluso de evaluación esto supone que esta complejidad que estamos de la que estamos hablando pues introduce elementos de gestión de gerencia que que intentan buscar que pues como se buscaba en el fordismo del terrorismo medir pues haga lo mismo las unidades de administración claro y ya empezamos a ver que los profesionales que trabajaban en una administración que daba servicios por ejemplo directamente en un hospital o en un colegio en una universidad pues tenían que dar directamente el trato con el usuario los el profesorado con el alumnado el médico los médicos con los pacientes y no tenía mucha digamos interlocución con los aparatos credenciales porque pobres eran bajos en intensidad y en capacidades y por tanto tenían ese margen que es lo que llama salvador parrador de confianza se asumía que una buena médico un buen médico atesoraba una profesionalidad todo el conocimiento y además tenía toda la confianza de la organización lo mismo ocurría con los profesores y las profesoras en la enseñanza primaria secundaria y por supuesto también en la universidad pero está cambiado mucho y os habla os habla un profesor de universidad que ha visto ese cambio en los últimos 25 años y que además a mí me toca ahora pues hacer una labor también de gerencia porque me toca liderar un decanato pero también he sido director de departamento he tocado estudios como como profesor por tanto cuando uno es médico no y tiene que atender pacientes y luego le toca la parte de gerencia porque de repente pues tiene que llevar una división de salud o tiene que llevar una un departamento o un centro una facultad pues las necesidades y las capacidades ya no son las mismas no siempre digo que un médico no tiene por qué ser un buen gerente igual que un gerente bueno no tiene por qué ser médico de hecho hay gerentes que no son médicos y hay gerentes en la universidad que no son profesores a la contra pues un profesor no tiene por qué ser un buen profesor una profesora sabe o debe saber de aquello a lo que le obligan que sea dar la docencia en relación con materias o en relación con un área de conocimiento y sin embargo esto pasa ocurre que se mezclan esos ámbitos profesionales y ámbitos directivos y se distorsionan los papeles y además se producen incluso enfrentamientos entre ellos porque cuando uno ocupa un puesto de profesor y luego ocupa un puesto de gerente o un puesto de decano o cuando uno ocupa un puesto de profesor y de repente pues tiene que gerenciar las responsabilidades totalmente distintas mientras que tú tienes que atender directamente a un paciente tú a un usuario de un servicio de un centro de salud tu labor es directa con ese usuario cuando te incorporas a labores de gerencia tú ya no puedes trabajar directamente con el usuario tienes que trabajar directamente con el usuario tienes que trabajar con los elementos de organización que tienes a tu alrededor entre otros con los equipos humanos que dan las clases lo que tú ya no eres profesor puede ser profesor pero ya no eres fundamentalmente un profesor es responsable de un equipo y responsable de unas líneas de trabajo y responsable de un centro con todos los elementos como bien sabéis de los recursos humanos de los recursos del presupuesto de herramientas tecnológicas que implica gestionar que ya no sólo dar clases y lo mismo ocurre con el personal médico o el personal de enfermería ya no se trata sólo de atender de diagnosticar de acompañar se trata de gestionar equipos y ahí es donde cambia todo radicalmente cuando de repente empezamos a ver que bueno pues que la confianza es una cosa como usuario tú te la tienes que ganar pero tú eres el que tienes en la autoridad para eso pero la confianza en el momento que tú dejas de ser médico no y atiendes directamente o el profesor le tienes directamente y tienes labor de gerencia pues agota en sí misma y ya lo tienes ese papel salvador en este capítulo que a mí me parece bastante bien organizado y sobre todo muy claro no nos habla de distintos tipos de profesionales cuando llegáis a hablar de profesionales en el sector público en españa en general pero sobre todo en españa que es un debate como digo yo muy muy actual no porque sea reciente porque hace décadas se viene hablando de esto tenéis que analizar la luz de esta especie de pequeña taxonomía que nos crea salvador que habla de profesiones ocupacionales de profesionales organizativos y de profesionales híbridos los profesionales ocupacionales los tenéis ahí los hemos definido bien son los que ya conocemos cuando uno empezaba de médica o de médico de enfermero enfermera pues acá el enfermero de médico no había una especie de permeabilidad no había una transferencia de experiencia y de conocimiento a otros campos uno empezaba así y se jubilaba así mucho que ver con que se movían en entornos más estables de prestación de servicios, con lo cual estaban menos expuestos. Y porque además la administración tenía una gran legitimidad per se, una legitimidad institucional. No tenía legitimidad por rendimientos, no importaba si tenía muchos o pocos rendimientos. En la administración, un área de secretaría, un decanato, un centro de salud y su administración eran incuestionables. Había personas que se quejaban, pero era o irrelevante o pocas. Ahora tenemos un sistema de quejas, de sugerencias, tenemos un sistema de percepción de calidad que es muy potente y presiona mucho a los equipos de gestión. Por lo tanto, hay muchos equipos de gestión que se agotan en menos tiempo o que abandonan por muchos problemas de estrés físicos, incluso de incompatibilidad con colegios. Fácil, ¿no? Y entonces, claro, se crean perfiles específicos de gerencia. Perfiles específicos de gerencia que también tienen sus problemas. Porque imaginaos en un ayuntamiento. En un ayuntamiento, estos son casos que se cuentan ya desde los años 90, pues un gerente que venga del ámbito privado a un ayuntamiento, ¿no? A gestionar la transversalidad política, las distintas divisiones, las distintas concejalías, las distintas áreas de organización, de las políticas y servicios públicos y que venga, bueno, pues como ya se han dado casos, pues de un ámbito privado industrial o de servicios, de un banco, de una cooperativa o de una empresa industrial. ¿Por qué? Porque tiene capacidades. Tiene capacidades de gestión. Y antes, hace unas décadas, se suponía que esas capacidades de gestión, pues donde estaban eran en el ámbito privado, ¿no? Sobre todo en el ámbito industrial y de servicios, pero en el privado. No había todavía una conciencia de gerencia pública como tal. Al menos en España. Tardó tiempo el postulaje. Y entonces, bueno, pues venían con unas ideas obviamente muy disruptivas para el ámbito público, que era más estable, ¿no? Más incremental. Y además tenía unas bases de objetivos diferentes y tenía una estabilidad de personal y de presupuesto incremental diferente también. Pero venían con esas ínfulas, con esas ganas de trasladar los mecanismos privados a los públicos y se producían choques. Se producían choques porque el gerente, por ejemplo, chocaba o la gerente chocaba con el secretario, con el habilitado nacional, que era el jefe de administración. Permanente, estable y por oposición de un ayuntamiento. Y había choques entre los directivos. Por cierto, a los habilitados nacionales no les gustaba mucho hace unos años que los llamaran directivos y ellos se consideraban habilitados, que eran una suerte de notarios de cada ayuntamiento. Pero no eran directivos, mientras que los gerentes sí eran considerados directivos. Y entonces chocaba una legitimidad de gestión pura y dura, incluso del ámbito privado, y una legitimidad burocrática, racional y estable. Y eso chocaba, porque los dos tenían que convivir. Ha habido problemas en gestión de ayuntamientos muy grandes porque los gerentes no se han adaptado, como hay momentos en los que los secretarios y secretarías de habilitación nacional no se adaptan por su relación de conflicto. Con un alcalde o una alcaldesa. Eso ocurre también, ya ocurría antes. Pero claro, ahora es una racionalidad compartida nueva, una burocrática y una gerencial. Y luego, pues obviamente esto ocurre también en las universidades. Pensad en las gerencias en las universidades que son espacios muy complicados, ¿no? Muy complicados porque por un lado están los del profesorado y por otro está el personal de administración y servicios. Profesorado tiene una lógica académica, se supone que sabe de esa parte. Y el personal de administración y servicios tiene otra. Pero cuando hay que gestionar, pues un título, o hay que gestionar un grado, hay que gestionar como éste ¿no? Hay que gestionar un centro, o hay que gestionar un departamento. Hay elementos que no sólo son académicos. Es más. Que los académicos son los menos. Tiene que haber una lógica de creación de equipo. Tiene que ver la lógica de rendimiento de equipo, de evaluación. Tiene caber una lógica de presupuesto, de gestión de los gastos corrientes, del presupuesto que se recibe por investigación. Tiene que haber una lógica. De.. de creación de nuevos productos, de nuevos títulos. Es decir, son elementos dinámicos en los cuales un profesor que no ha estado nunca, que no ha sido formado para eso, pues no tiene experiencia ni capacidad. Yo siempre digo, y se lo digo a los colegas, un profesor o una profesora no tiene por qué ser un buen gerente. Tampoco tiene por qué ser un buen decano o decana, tampoco tiene por qué ser un buen rector o rectora. Quiero decir, cuando se elige un claustro de profesores, de un claustro de profesores, un gerente o elige el rector. Puede ser entre el profesorado, se supone que puede ser el profesorado formado, pero tú puedes ser catedrático titular en Biología Molecular y ser ascendido a gerente. O puedes ser ascendido a decano de una facultad, nombrado, elegido, entre tus colegas. No tienes capacidades de gestión. Y siempre lo estás gestionando. Estás gestionando recursos, equipos, innovación, productos de grado, de posgrado, de tercer ciclo, de doctorado. Todo esto hace que sea muy complicado. De manera que las lógicas inicialmente burocráticas, racionales y gerenciales, perdón, y jerárquicas por un lado, que había, las nuevas gerenciales especializadas en cumplimiento de objetivos, en rendimientos, en impactos, en economía, eficacia y eficiencia, también incorporadas, chocan entre ellas. Pero en sí mismas también se agotan. Hay un tercer grupo, que es lo que llamamos grupo, que es lo que denomina profesionales híbridos. Los profesionales híbridos que tienen que ver con aquellos que tienen esas dos visiones, esas dos patas, que determina un poco cómo son las nuevas realidades. Son realidades complejas. Si queréis nos podemos ir al propio texto, que lo tenéis recogido aquí, cuando nos habla de la base de la autonomía de los profesionales y luego nos habla de la crisis de confianza nos habla de la desprofesionalización y de los gerentes profesionales. Desprofesionalización, ¿por qué? Porque los gerentes lo que introducen son lógicas que van contra la profesionalización anterior basada en la confianza. Crisis de confianza, ¿a qué se refiere la confianza? Se refiere a la confianza que tenían los pacientes entre los médicos, los alumnos entre los profesores. Por poner los dos grandes grupos de profesionales clásicos, ¿no? Claro, la gerencia introduce nuevos elementos. Un alumno tiene que evaluar a un profesor. Antes no se evaluaba. O un usuario tiene que hacer una encuesta de calidad para un centro o incluso tiene que cogestionar su lista de espera, porque puede acceder a través de un sistema de cita electrónica o de llamada. Mientras que antes era directamente con el médico, con la secretaria o el secretario del médico, ¿no? Pero ahora todo eso, los secretarios de administración, los responsables de administración, pues están un poco ajenos, porque muchas veces las citas salen fuera de su ámbito. Es decir, tú estás para tener un ámbito telefónico, como lo llaman los burócratas de nivel de calle, los street level burócratas están enfrente, pero tú ahora no tienes por qué ir físicamente ni por teléfono. Puedes hacerlo a través de una aplicación, de un app, ¿no? Con lo cual estás fuera de ese ámbito clásico de profesionalidad. ¿Por qué? Porque tú antes conocías a quien te daba la cita, conocías al médico. Pues ahora no, ahora con la telemedicina, pues puede ser uno o puede ser otro. Puedes hacer la solicitud de una cita médica solo para recetas. Pues hay un montón de elementos de complejidad que hace que estos sistemas tradicionales impacten en los sistemas tradicionales de confinamiento. Y esto hace que se, obviamente que se complejice y que se erosionen los modelos clásicos, ¿no? ¿Cómo se define? Y lo trabaja aquí Salvador en la página 153, el profesional híbrido. Y fijaos que lo centra en los dos grandes bloques de prestación de servicios de un estado de bienestar. No son los únicos, pero son los mayoritarios, que son la práctica docente y sanitaria. Ahí tenéis tres ejemplos de hibridación profesional, ¿no? Y un ejemplo de profesionales híbridos en cuanto a educación y la sanidad. Procesos en los centros escolares públicos suecos, un sistema educativo sueco considerado a los maestros y directores del centro como una sola profesión. ¿Por qué? Porque son maestros y son directivos. Yo, por ejemplo, soy profesor y soy decano. ¿Tengo algún tipo de esquizofrenia? Pues no, porque tengo que tener claro cuáles son las bases de la política de la universidad, por un lado, y de lo que supone la atención al alumno, al alumnado, por otro. ¿Puedo entrar en conflicto? Sí, puedo entrar en conflicto. Y son conflictos normales. Quiero decir esto de que no es que tenga dos sombreros. A veces tengo que llevar un sombrero que es el de decano y otro que es el de profesor. Cuando estoy en el aula soy profesor, pero cuando estoy en el decanato soy decano. Por lo mismo ocurre con un responsable de un centro de salud o un centro educativo en secundaria. Hay unas prioridades que dan función de los momentos en los cuales estás tomando decisiones. Y esto no produce ninguna esquizofrenia. Es la de gestión, ¿ok? las reformas gerenciales propiciaron que los directores se involucraran más en la planificación, por supuesto, en la presupuestación, en la graduación de equipos. Hasta el punto de que, y ocurrió en las universidades y ocurrió también en los sistemas gerenciales sanitarios, los gerentes dijeron, aquellos que venían del mundo de la salud, del mundo de la sanidad, eran médicos y médicas. no quiero seguir siendo profesor de universidad en el sentido de solo docencia. Yo quiero ser gerente. Y entonces, bueno, pues esto es un estudio en su propio lobby, en su propio grupo. Porque solo querían ser gerentes. Es como cuando en la universidad nos encontráis con gente que solo quiere ser investigadora. Me parece muy bien, me parece muy loable, ¿no? Pero en el sistema universitario español, pues, solo hay un centro estatal para ser investigador, que es el Centro Superior de Investigaciones Científicas, que es fantástico. Es un centro mundial de referencia. Si tú estás en la universidad pública, no te queda otra que ser docente e investigador. No hay ninguna tampoco contradicción. No hay ningún lío, porque al final tienes que llevar tus agendas equilibradas entre la docencia e la investigación y no digamos si además tienes un cargo y no digamos si además te gusta la transferencia de conocimiento. Pero es lo que hay, ¿no? Entonces, bueno, pues quien quiere ser solo gerente evidentemente tiene que buscar ese camino, mientras que quien quiere ser solo docente tiene la opción de serlo, que nadie obliga a tener un cargo de responsabilidad, a no ser que, por ejemplo, pues tengas un, digamos, una imposición o porque seas el más antiguo y no haya trabajos o porque de nombre rector o porque el consellero o el ministro o la ministra te diga, bueno, pues tenemos que crear un sistema gerencial y necesitamos a médicos que conozcan el sistema, vamos a nombrarlos. Bueno, digamos que lo que hay es una hibridación que es fruto de la complejidad. La primera palabra que define todo este cambio de profesión basado en eficacia es la hibridación que viene de la complejidad, la complejidad del mundo y de los servicios, ¿no? Y ahí es cuando tenemos que decidir qué camino seguir. A mí me pasa y supongo que le pasará a los gerentes que en un momento determinado tendrás que dejar de ser decano o gerente si quieres seguir siendo lo que tú eras, pues un médico o enfermero o profesor de universidad o investigador, ¿no? Esto tiene que ver con lo que se llama o lo que llama la hibridación o el profesional híbrido. Y tenéis ahí, hay varios tipos de integración de estas cuestiones que tienen que ver con la asistencial, ocupacional y lo profesional vinculado a eficacia, eficiencia, control, ¿no?, integrado, es decir, sistemas de control híbrido donde tienes gente que hace con dos funciones un director clínico dentro de las especialidades jefes de servicio por especialidad. Hay una suerte de organizaciones matriciales que están mezcladas. Hay modelos fragmentados donde los médicos tienen un considerado poder en la definición y gestión de la calidad. Le pasa a los profesores y al profesorado cuando tiene que decidir hacer un sistema de gestión de garantía de calidad en un centro o en un centro asociado de la Hay cuestiones que tienen que, digamos, que favorecer o que promocionar o que comunicar, pues son parte de ese sistema de garantía de calidad. Por lo tanto, esta hibridación no tiene que ver con una desustanciación, tiene que ver con una respuesta que la propia organización, que las personas que tienen niveles de responsabilidad, tanto ocupacionales como de gestión, tienen que dar, tienen que dar. Es muy importante porque, claro, ahí va a haber una lucha, ¿no? La gente me puede llamar y decir, mira, no te doy presupuesto, te doy menos presupuesto. Entonces yo tengo que decirle, bueno, ¿entonces cómo atendemos a los alumnos? Y esto le pasa a un centro de salud. Tenemos alumnos mayores y resulta que el presupuesto que llevamos usando desde hace diez años, pues era un presupuesto para personas de edad media entre 30 y 50 años. Pero tenemos personas de entre 60 y 70 y las necesidades son diferentes. Pues la gerencia te dicen que no hay más presupuesto y que es el mismo cuando has cambiado tu usuario, pues todos estos elementos tienen que ver un poco con cómo gestionas estos conflictos, ¿no? Atiende, dice Salvador Parrado, dos tipos de presiones. La presión derivada de la escasez de recursos, que es habitual, y la presión derivada del reto profesional, ¿no? Dar una buena asistencia sanitaria, educación. Eso lo tienes que hacer. Y ahora sumamos una más que no viene, pero que yo os la comento, ¿no? Los sanitarios, los médicos y las médicos lo que reclaman son tiempo para atención de los pacientes, un tiempo de calidad, ¿no? Las huelgas que hemos visto en estos últimos años tienen que ver con que se han reducido los ratios de atención, en el sentido de que se pide que se atienda a un paciente, pues en 5 o 6 minutos, cuando lo que te dicen, digamos que los umbrales mínimos de calidad de atención sanitaria son de 10, hay una diferencia entre 4 y 5 minutos. ¿Por qué? Pues porque se necesita atender a mucha gente y no hay más médicos. Además de que no hay más médicos y no hay más profesores, porque en los últimos años, como bien sabéis, se han vivido unas crisis potentes. La primera de ellas tuvo que ver básicamente con la crisis de la austeridad que empezó en el 8 o 9 de este siglo y que supuso que la tasa de reposición en España se ponía prácticamente a cero, no se reponían las bajas, pero es que no se reponían las jubilaciones. Con lo cual lo que ha ido produciéndose a lo largo de la última década ha sido un incremento de la edad media de los profesionales en la sanidad y de la educación. ¿Y esto qué supone? Pues que estamos en una media de entre 52 y 54 años. Esa media que implica que uno cuando empieza, aparte de que puede tener menos responsabilidades familiares, pues tiene más energía, tiene más capacidades y tiene más ganas de aprender y está en un ciclo vital diferente. Los ciclos vitales aquí hay que vincularlos siempre a los ciclos organizativos institucionales. De manera que uno ha pasado por muchas experiencias y si tenéis una edad determinada sabréis lo que es, como le llama Carlos Ramio, el enamoramiento. Al principio un trabajo, el tipo que sea, si le gusta, lo da todo. A medida que van pasando los años, por las circunstancias como digo vitales, pues hay menos energía y hay que repartirla. Y al final lo que hay es más experiencia que energía. Lo que él llama un enamoramiento, un amor tropical al principio y después simplemente un cariño. El cariño es lo que se sigue manteniendo, pero la energía no es la misma. Y cuando un médico o una médico tiene que atender en cinco minutos cuando antes podía, ahora no puede. O cuando un profesor tiene que atender a cien que antes podía, pues ahora ya puede menos. Si además a esto le añades que el usuario es diferente, las generaciones también van introduciendo complejidad. Van pidiendo otro tipo de servicios, van pidiendo ejemplos diferentes, van pidiendo soportes diferentes, van diciendo bueno, pues póngame usted un vídeo de YouTube o no me cante lo mismo, no me diga lo mismo que viene en el libro o por favor. Que yo he visto en Internet que mi dolencia del brazo se debe a tal. Hablo en este caso con las consultas médicas. Pues entonces todo esto va complicando todo mucho. Y se producen elementos que tienen que ver con cómo interpreta el profesional él de servicio público, cómo lo interpreta y qué, digamos, capacidades tiene para recuperarse, para reformarse, para formarse o para decaer. Y esto ocurre. Hay, digamos, elementos que tienen que ver con la confianza que nunca se deberían perder. Si uno es profesional o ocupacional, desde luego lo tiene que tener porque es una de sus características. Pero si no es gerente también debería tener ese espacio de confianza. No obviamente con el usuario final, pero sí con los equipos de trabajo. Un gerente de una universidad tiene que tener un espacio de confianza claro. ¿Con quién? Con sus usuarios. ¿Quiénes son los usuarios de un gerente de un hospital o de una gente de un hospital o de una gente de una universidad? El personal de administración, por un lado. El personal que tiene todas las claves económicas, todas las claves tecnológicas y el personal asistencial por otro. Médicos, enfermeros, profesores, universidad y personal de administración en la universidad. Esa confianza no se debería perder. ¿Qué le ha ocurrido a la gerencia pública? Bueno, pues que la ha perdido porque se ha creído aquel mantra de la economía, eficacia y eficiencia, pero ha dejado otros fuera. En muchos casos, a lo mejor nunca los ha tenido, pero en otros los ha tenido, pero los ha perdido porque han sido muchos años de insistencia en torno a los criterios eficientistas, a los criterios de rendimiento economicista, porque el rendimiento puede ser un rendimiento social, puede tener un impacto social. El impacto no tiene por qué ser un impacto económico, tiene que ser un impacto social también. Y esto hace que tengamos dificultades en definir cómo actuar. Cómo actuar, nos dice aquí, sobre todo los agentes de frontera. ¿No? Cómo actuar hacia el cliente, cómo actuar en contra del cliente, cómo uno se aleja. Bueno, pues no hay ninguna regla mágica. Una de las primeras cuestiones que nos plantea y nos lo dice aquí, el profesionalismo sustituye la racionalización burocrática. La complejidad de los servicios es una razón esgrimida para sustituir a los burócratas que aman la estandarización. Que por otro lado, yo os dije en el capítulo anterior, no es nada malo estandarizar. Pero claro, ¿qué hace un profesional? Pues ir más al caso. Claro, en organizaciones que tú quieres estandarizar porque son un enorme potencial de prestación de servicios, pues tú puedes pretender protocolizar la atención a a los usuarios de un centro de salud. Pero claro, si esos usuarios cambian generacionalmente y los tenías en un entorno urbano o rural urbano y esa población que era inicialmente joven o una o de clase media y ahora es mayor o ha pasado una fase de desindustrialización y de repente ha habido una migración y hay una incorporación de nuevas, de nuevos pacientes, de nuevas familias, de nuevos tipos de familias. Todo eso, todo eso hace que sea muy difícil estandarizar. Fijaos un ejemplo. La estandarización es buena porque supone también seguridad. Igual que la estandarización legal por un lado, la estandarización de gestión es buena. Hubo estandarización, digamos, con un buen como buen recurso en la época de la pandemia, en la primera, digamos, fase de la pandemia y del cierre de fronteras y del estado de alarma, pues no. Ahí es donde realmente nos dimos cuenta de que a pesar de que hay una alta profesionalización del sector sanitario, sobre todo en los hospitales más que en los centros de salud, porque tenemos un modelo que se llama hospital auténtico, que está muy centrado en los servicios, en los servicios de de hospitalarios, de especialidades. A pesar de eso, no existían protocolos tan claros como para salir de un elemento tan disruptivo como era una pandemia que acaba de llegar, por supuesto, tampoco en los centros de salud. Esto ha salido en distintos informes que se han hecho a lo largo de los últimos años, del 20 en adelante, y demuestra que a pesar de que existía una estructura profesional, una estructura divisional, una estructura matricial donde había parte gerencial, parte asistencial, una estructura nacional, a pesar de toda esa hiperespecialización, no hemos encontrado un punto medio para poder asumir un reto tan distópico como es una pandemia. Bueno, eso también nos demuestra una cosa y voy acabando. Nos demuestra que los modelos de especialización en los cuales hemos ido creciendo como profesionales, como usuarios del servicio, que también lo somos, pues tienen su límite. Quiero decir, un modelo de alta especialización gerencial puede llegar un momento que pierda de vista el sentido real de su misión y los criterios de costes sean tan hegemónicos que abandonen otros criterios, como decía antes, de impacto social. Los criterios asistenciales pueden ser muy, muy válidos, pero si tú no tienes un criterio de rendimiento mínimo económico, pues incurres en un déficit continuo y en problemas de caja o en problemas de financiación. Todo tiene que tener un equilibrio, pero lo que no cabe duda es que la hiperespecialización de los puestos, es decir, gerentes que sólo hacen gerencia y médicos que sólo hacen medicina y profesores que sólo hacen docencia, bueno, pues cada vez es no menos real, sino menos, digamos, efectivo desde el punto de vista de la complejidad actual. ¿Qué sería deseable? Bueno, lo deseable sería que el usuario, que pensáramos en el usuario, lo deseable sería que las organizaciones basadas en directivos, en directivos que tienen un nivel de jerarquía desarrollado y de rendimiento adecuado, modelo burocrático, profesionales que tienen un sistema desarrollado, asistencial, ocupacional y que conviven con gerentes. Todos ellos, que todos ellos pensaran en usuarios, que todos ellos se centraran, tuvieran una visión de diseño humano, como se llama el Human Centered Design, es decir, pensar en aquellos a los que se va a prestar el servicio. Vosotros hacer la prueba. Aquí, ahora. Si a vosotros os dijeran cómo prestar este servicio en el que estáis ahora, que es una clase, una clase online, una clase en directo con sus límites, porque es síncrona, pero tenéis una interlocución limitada a través de un chat. ¿No? ¿Cómo lo haríais? Si la UNED os preguntara ¿Lo haríais igual que esta hora o haríais otra cosa? A ver, un comentario de cada uno de vosotros, breve. Si os preguntara cómo hacer esta clase, la UNED N os dice, bueno, vamos a hacer un rediseño de los sistemas de prestación de las clases en la UNED y vamos a preguntar al usuario. Centrarnos, el Human Centered Design dice, vamos a centrarnos en el usuario. En mi caso sería una visión estudiantado-céntrica. ¿Vale? ¿Cómo lo haríais? ¿Qué sería lo primero que decidiríais? ¿O qué diríais que es relevante? Ni idea. ¿Para ti qué sería relevante? ¿Esto en qué sentido? Bueno, siempre me pueden convertir en un avatar, en un chabut. Porque tenéis claro que yo soy una persona real o no. ¿Soy una persona real o soy un modelo de inteligencia artificial? ¿Sería posible que esta clase lo diera un chabut? Ya, pero eso sería una idea privada, como bien dices, Javier. Quiero decir, estamos hablando de una educación pública. Resulta que eso existe ya. Quiero decir, pues hay un modelo privado, un modelo público. Como los sistemas en España no son absolutamente excluyentes, que en otros países del mundo pues también pueden serlo, ¿no? Pues hay competencia. Sí, si os preguntan la UNED a vosotros como alumnos, claro, ¿qué querríais como docencia ideal? ¿Qué queríais recibir como docencia ideal en cuanto al formato, no en cuanto al contenido? Obviamente no hablo del contenido acá. Hablo del formato. Del formato y del proceso de enseñanza-aprendizaje, ¿no? Los exámenes, las tutorías, las PEG. ¿Habría algo que cambiaríais? ¿Me cambiaríais a mí por un robot? Pues no sé cómo entender eso, Javier. A ver, hay momentos entre las clases y los temas que pueden ser perfectamente, digamos, merecidos, ¿no? Bueno, hay robots muy sofisticados, incluso con ironía. Claro, pero fijaos que nosotros estamos intercambiando ahora una clase entre tres y yo. Si fuéramos 100 no podríamos, ¿no? Entonces pues podría decir, bueno, pues una parte que fuera una lección magistral o un tema explicativo de 10 minutos y luego una actividad, ¿no? Un ejercicio. O que ese ejercicio contara para nota. O que me corrigiera un chat de autoevaluación, ¿no? O me corrigiera un test de autoevaluación. Todos estos elementos tienen que ver con las preguntas que un gerente, o una gerente, o un rector, o un centro pueden hacerle al usuario. Pueden hacerle, en mi caso, a vosotros como alumnos, ¿no? Es decir, ¿cómo? Yo le podría preguntar a mis alumnos, no como profesor, sino como decano, ¿no? A los alumnos que están en el grado y en el máster, le podría preguntar, ¿cómo queréis vosotros que se hagan las clases? Sí, todo va a tener grises, todo va a tener obviamente elementos positivos y negativos. Pero no cabe duda que estamos en un momento en el que tenemos que pensar cómo van a ser los futuros momentos de prestación de servicios, porque no va a haber muchas más personas de las que estamos ahora y va a haber un recambio generacional importante. Con lo cual, bueno, también va a haber otro tipo de tecnologías. Esto que estamos haciendo nosotros ahora, por ejemplo, hace 15 años hubiera sido imposible porque no existía como tal el sistema, ¿vale? El INTECA y los sistemas de web conferencias llevan eso, 15 años. Existían otras cosas, existía intercambio de correspondencia, que la había. Las clases se daban por correspondencia. Me diréis ¿cómo? Pues por correspondencia con test, con exámenes enviados, con pruebas o el acceso directamente a un centro asociado donde no tendríais que desplazar, que eso existe todavía a día de hoy. Lo que os quiero decir con esto es que esto, por ejemplo, que yo estoy desarrollando como un profesor, que sería un profesional ocupacional, según lo define el Salvador Parrado, tiene algo que no se puede hacer desde un punto de vista gerencial, que es hacer esto para mil, para mil personas. ¿Por qué? Pues porque no podría. ¿Con vosotros existe eso que se llama la confianza? Yo os pregunto, me respondéis, me decís ni loco, os reís. Tenéis obviamente cierta confianza conmigo. Eso lo da también la herramienta, ¿no? Lo da la interacción, ¿no? Lo da la empatía. ¿Lo veis? Si yo tuviera que optimizar esto desde el punto de vista del rendimiento, diría, no, es que lo que se hace en esta clase quiero que se haga para mil. Pues entonces no puedes tener un profesional asistencial o ocupacional. Tienes que tener una lógica gerencial y tienes que estandarizar, tienes que medir, tienes que decir, bueno, es que no compensa hacer un curso con tres personas asistiendo. Lo anulamos un curso con tres personas. ¿Os dais cuenta de cómo es la lógica gerencial y cómo es la lógica, cómo es la lógica ocupacional? Bueno, pues esta es la cuestión en la que estamos ahora debatiéndonos, ¿no? Que ha llegado un punto y con esto a cabo de máximo desarrollo de la administración burocrática y de los profesionales ocupacionales, sobre todo en el siglo XX, ha llegado un punto de máximo desarrollo del modelo gerencial, sobre todo en la primera década. Se parte de la segunda del siglo XXI y nos hemos dado cuenta de que las dos tienen que convivir. Tienen que convivir un modelo híbrido. No pueden ser hegemónicas o excluyentes ninguna de las dos. Y ese es el momento en el que estamos. Cómo hacer compatible que vosotros tres estéis conmigo, que sea absolutamente eficiente porque nos podamos, digamos, complementar en la enseñanza y el aprendizaje que podáis aprender, que podéis evaluar y que podéis aprobar con otras clases que puedan estar, digamos, diseñadas para mil y donde la interacción de este tipo, pues obviamente no puede ser, pero serán otro tipo de interacciones más asíncronas, más en diferido, más autoaprendizaje. Eso ya ocurre y va a ocurrir de manera generalizada, obviamente, por la falta, sobre todo, de mano de obra cualificada. Así que nada, lo voy a dejar aquí con esto. Espero que estas pinceladas os hayan servido para... Yo os diría que os miréis también la síntesis que se hace al final en la página 160 para ver un poco estas cuestiones que plantea, que plantea Salvador de manera resumida. Y que le deis un repaso a lo que él denomina los profesionales de frontera. En relación con cómo esos profesionales van a tener que trabajar las cuestiones de confianza en modelos de alta complejidad y modelos cívicos, pues yo lo dejaría aquí. ¿Alguna duda? Ok, Javier, yo... Me viene bien porque voy a tener que entrar ahí cinco. Vale, te lo digo porque estoy justo en otra cosa y a las siete en punto no puedo ir. ¿Dónde están? Entonces no, no os vayáis, ¿vale? A las cinco estoy, pero no os vayáis. Bueno, pues muchas gracias a los tres. Un abrazo. Chao.