1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 Le echáis una ojeadita a vosotros en casa y cualquier duda ya sabéis que me escribís y os puedo contestar en cualquier momentito, porque si no luego no nos cuadra. Vi más importante la semana pasada meternos con el tema del comentario para que vieseis más o menos cómo se hace, el tema de los criterios, el tema de los múltiples modelos que hay. De acuerdo, os di el modelo este estándar más o menos, unos cuantos ya resueltos. Y para dos epígrafes se nos quedaban, le echáis una ojeadita a vosotros en casa y marchando. De acuerdo, bien, cositas antes de arrancar. Vamos bien de tiempo, ¿eh? De temario vamos bastante bien. Nos quedaría en teoría 2, 4, 6... 6 epígrafes. Sí, 6 epígrafes creo que nos quedan. O sea, vamos bastante bien de tiempo. Más cositas, tema de la PEC. Tenéis, os queda poquito tiempo, la tenéis para entregar hasta el día, a ver, mes de diciembre, el PEC de medievales, hasta el día 16. O sea, nos quedan aún 12 días. No os esperéis al último momento porque ha habido algún caso ahora en literatura del 18 y 19 que ha habido problemitas que no han llegado a tiempo. De acuerdo, no os esperéis al último día. Lo mandáis con tiempo, mejor antes os las corregiré cuando el equipo docente las reparta. ¿Vale? Bueno, sin más dilación, vamos a meternos ya en el apartado de hoy, que es la primera parte de prosa del siglo XV. ¿De acuerdo? Vamos a tener... Primer slide, será la primera diapositiva. Que, como siempre sabéis, es el esquemita de lo que vamos a hablar hoy. Voy a hablar de la prosa histórica de la... La historiografía a partir de Alfonso X el Sabio, crónicas reales del siglo XV y luego ya las crónicas de cada uno de los reyes. Juan II, Enrique IV, Reyes Católicos... Luego nos meteremos en el apartado 3, que son las biografías caballerescas, el victorial, carne de examen, yo digo yo, los libros de viajes, carne de examen... Y luego el Tratado de las Andanzas, que si no recuerdo mal salió el año pasado. Y las semblanzas o retratos. De todo lo que vamos a ver hoy, el puntito del victorial, el Tratado de las Andanzas y alguno de un rey tiene que salir seguro. Ahí ya no me la atrevería a jugar, pero el victorial sale casi todos los años, si no en febrero o en enero. ¿Vale? Pues arranquemos. Vamos a poner la paginita 3. Que sería la historiografía a partir de Alfonso X el Sabio. Historiografía en cuanto a historia castellana medieval. No confundir la historiografía con la agiografía, que me lo preguntó el otro día, no recuerdo quién, en el correo electrónico. La agiografía son las vidas de los santos. La historiografía sería la prosa historiada o la historia prosificada. ¿Vale? Ahí os he puesto unas cuantas características que vamos a traducir ahora, poner en lenguaje, que podamos entender un poquito mejor. Dice, la mayoría solo se atiende a hechos de la historia nacional peninsular. Tema islas, poquita cosa. Tenga en cuenta que Baleares hasta... A mediados del XIII no se vuelve a conquistar y Canarias, si no recuerdo mal, es 1490 cuando se somete definitivamente el pueblo guanche, si no recuerdo mal. ¿Vale? Se debilita o desaparece la perspectiva crítica con lo que los autores admiten muchos materiales dudosos, incluso en contradicción con fuentes más ordenantes. Traducido. Pero, muchísima de la historiografía que veréis es mera justificación de los actos de los reyes y de las reinas. Vais a ver como hay una especie de difuminación de lo malo y exaltación de lo bueno. Exactamente ahora, igual que tenemos con los medios afines a cada uno de los gobiernos o a cada uno de los partidos, eliminan lo malo y se dejan lo bueno, ¿verdad? Pues aquí en la historiografía del XV pasaba exactamente lo mismo. Las cosas malas que hizo Alfonso X, que alguna haría, no las ponían. ¿Qué cosas hizo mal Alfonso X? Pues así de primeras a bote pronto no sabría deciros ninguna porque no es famoso por cosas negativas en la corona. En cambio, es famoso o lo estudiamos como... Como uno de los miembros más importantes de nuestra literatura, el padre de la literatura en lengua no romance, por fin. Uno de los primeros en meternos el espíritu nacional, uno de los primeros en intentar eliminar o deslatinizar todo lo que sería la administración, la cancillería, las leyes e incluso, como más adelante se conseguirá, la literatura. Un país, un reino... Una lengua. Vamos a desprendernos ya del latín, pero sin eliminarlo del todo, podemos dejar cultismos, podemos dejar incluso del árabe. Es que si eres más rey, tu biografía la escribían los que le sacaron del trono. Exactamente. Pasa lo mismo, estuve escuchando de un podcast de una chica esta, Cos Cortina, creo que se llama. Tiene un apellido así bastante curioso, es una historiadora muy buena y estaba hablando de José Bonaparte. El maravillísimo Pepe Botella. Cualquier libro de historia nos lo pone a caer de un burro desde la perspectiva española, la verdad. Y fue uno de los primeros que metió a la mujer en los colegios, que construyó más liceos, que construyó más centros educativos. Es decir, culturalmente no se le valoró por ser hermano de quien era y por ser enviado de donde era. Siempre lo tenemos ahí en el cajón de el malo Pepe. Creo que yo también, creo que yo también. Bueno, contradicción con fuentes más solventes. Había incluso gente o había incluso escritos que decían totalmente lo contrario a lo que se proponía en la historiografía de ciertos reyes. La oposición, vamos a llamarle oposición. ¿Qué fuentes empleaban? Pues fuentes épicas, legendarias y hasta de ficción caballeresca. Vamos a ponernos siempre a los monarcas como personas, no voy a decir divinas, pero pseudo divinas, providencialistas enviadas por Dios para solucionar los problemas del reino. Muy inteligentes, muy valientes, que estaban en primera fila de las batallas contra el enemigo musulmán, bla, bla, bla, bla, bla. Poco fiables incluso muchas fuentes. Yo creo que el soldado más inteligente no es el que gana todas las batallas, es el que no pierde ninguna de ellas. Dudo mucho que los reyes en aquella época estuvieran en primera fila. Igual que están ahora, detrás de un botón, detrás de un despacho. ¿Vale? Novelización de la historia. Bien apoyándose en otras fuentes o por el medio del desarrollo imaginativo del propio autor. Bien, por ejemplo, en torno a la Revolución francesa 1789, antes y después, hay incluso ficción novelizada. Hay novelas góticas en torno a eso que ya nos hablan de licantropía, de alquimia. Es decir, hay una especie de ciencia ficción muy apasionante. Si te gusta la ciencia ficción y si te gustan las series, Edu, tienes una en Netflix que se llama Revolución, ¿vale? Que tiene una temporada solo, no sé si creo que la han cancelado, pero es súper bonita, súper chula el tema de cómo consiguen que un tema político aburrido, como es la revolución, que en este caso es un poquito más agradable por el tema de la velocidad, de las acciones, etcétera, etcétera. Lo convierte en algo místico, en algo gótico. Pues mira, es digna de sci-fi, es digna de sci-fi. ¿Vale? Míratela. Tienes una temporada y te vas a quedar con ganas de más porque la han cancelado hace poco, pero es muy buena novelizando la historia. En este caso sí, creo que no soy yo muy muy letrado en francés, no he estudiado francés nunca, pero creo que es revolución con T, ¿vale? Es rollo inglés, pero bueno, revolución. Por eso esa novelización de la historia lo que hace es coger hechos reales y novelizarlos desde el punto de vista que más le convenga al autor. ¿Vale? Acrescentar las batallas, modificar escenarios, modificar acciones de una manera que siempre el bueno sea el nuestro y el malo sea más malo. Cuanto mejor es el malo, pero cuanto peor es el malo, mejor es la historia. Siempre te he dicho eso también. ¿Vale? Puede introducir diálogos o potenciar la intriga. El hecho de que tú incluyas diálogos en una novela, lo que le das verosimilitud, te da credibilidad como diciendo, ostras, esta persona que está escribiendo sabe lo que pasó porque me está reproduciendo textualmente un diálogo. Es un copia y pega, no es él dijo que comillas, no. Es directamente de forma dialogada. Inclusión de digresiones moralizantes o didácticas en alguna de ellas. Recuerda que lo de las digresiones era como los flashbacks, los saltos en el tiempo moralizantes o didácticas, pues te pueden comentar cómo se había preparado para la batalla o cómo se había preparado para el discurso o cómo se había formado. Educativamente siempre te dejan la moral de que con el fruto del esfuerzo que has hecho en el pasado, estás ahora mismo en esta situación. O sea, todo lo que has hecho te va a sentar bien o va a ser bueno para tu combate. Y el último puntito os dice que hay un empleo de sistemas de ordenación de la materia diferentes de los anales empleados por Alfonso X, sustituido por la carencia de un principio de ordenación cronológica, eliminando la propia materia de historia universal. Traducido que Alfonso X utilizaba su propio método de ordenar la materia e incluso ahí te dice que elimina la propia historia universal para centrarse más en el espíritu nacional, para formarse más en... Para centrarse más, perdón, en la difusión de la hispanidad o de la castellanidad en este caso. Vale? A ver si nos pasa. Y empezamos con el primer ejemplo, que son las crónicas reales del siglo XV. Esas serían características comunes a cada uno de los reyes que vamos a ver poco a poco. Ahí te pone que hay dos etapas, primera mitad y segunda mitad del siglo y una especie de transformación. Vamos a la primera de ellas en la que dependía de materiales documentales. Estas crónicas tienten hacia el registro de hechos basándose en la documentación, por lo que representan cierto esquematismo. Muchas de ellas estaban basadas ya en textos ya escritos o en documentos ya escritos, ya clasificados. Ejemplo, obviamente si te estás estudiando no sé, los cinco tipos de amor que salen en Ausia Smart en literatura valenciana, no vas a osar tú, iluso. Estudiante como yo no voy a usar, osar a dividirlo en tres partes. No, si los libros, los manuales de historia de la literatura valenciana me han dicho que Ausias siempre tiene cinco tipos de amor, no voy a clasificarlo yo en tres porque me dé la gana. Vale, pues si estos esquemas, perdón, estos dos textos ya estaban esquematizados de una manera, las personas que lo novelicen, digamos, van a seguir ese mismo. En esa época, la crónica se concibe como un producto de cancillería, así que el autor no tiene relevancia y no hace su figura, no hace figurar su nombre en el trabajo. Aquí hay unos conceptos como cancillería. Cancillería ahora mismo no tenemos. Tenemos una cosa más moderna que se llama administración. De moderno tiene el nombre porque sigue siendo igual de lento, igual de burocrático que no burocrático. Pues generalmente los trabajadores que trabajan, que trabajaban en la cancillería y relevancia literaria cero. Prácticamente ninguno firmaba su trabajo, prácticamente ninguno ponía su nombre porque eran meros funcionarios. De acuerdo, sólo habían hecho. Bueno, más que funcionarios mercenarios de la lengua, en este caso, no aparecer un nombre, me parece. No sé, de falta de personalidad, aunque no sea, aunque sea ponerlo de manera acrónima o en un pseudónimo ahí entre un par de líneas, no sé, siempre he pensado que con un poquito de imaginación siempre podemos firmarlo todo. De acuerdo, si sale bien, puedes decir que eres tú y si sale mal, dices que es una casualidad que ha aparecido. Vale, lo hacía Cervantes, no lo puedo hacer yo. Bueno, y la segunda mitad, la segunda mitad. Los cronistas no son meros funcionarios, sino letrados conocidos. Vale. Estos letrados, estos escritores, lo que hacen es firmar ya sus obras, emplearlas de una manera privada, dándole su punto de vista e incluso dándole su toque personal, manipulando, difuminando y decorando, como quieras llamarle, la realidad. Ahí te hablo de que hay una transformación. Aproximadamente en 1444. Sabes que no te pido nunca que memorices tantas fechas. Si lo pones a mitad de siglo, a mitad del siglo XV, a Juan de Mena, que ya lo hemos visto, se le nombra cronista oficial. Vale, se le nombra cronista oficial. Y a partir de ahí se, digamos, popularizará el oficio de cronista y recibirán un estatus superior al de un mero funcionario. Es decir, es un artista realmente de la palabra. ¿Está trabajando a sueldo para Crona? Sí. Pero es un artista y ya va a firmarlo todo. Va a gozar de prestigio. Su estatus social va a crecer, etcétera, etcétera, etcétera. Ok. Vamos a la paginita cinco con el reinado de Juan II, que es uno de los que vas a tener junto con el de los reyes católicos, que creo que es el más importante. Más que nada por la relevancia que tuvieron Isabel y Fernando. El cronista oficial de Juan II desde 1426 Ángel García, perdón, Álvaro García de Santa María. Ahí tienes las fechas. Un poco hace falta que te desmemorices. Autor de la crónica. Como los últimos años del reinado de Enrique III no habían sido terminados por Pero López de Ayala. Álvaro García de Santa María, consciente de la tarea de continuidad, empieza su trabajo con un resumen de ese periodo, o sea, el pobre Pero López de Ayala no acaba la crónica de Enrique III. Y lo que decide es empezar la suya con un resumen de lo que había sido el reinado de Enrique III. Es como cuando os pido ya vosotros que hableis un poquito históricamente de antes y un poquito después, pues ¿de dónde venimos y a dónde vamos? ¿De dónde venimos? Del reinado de Enrique III. Un pequeño resumen y luego ya arranco con el resto de los libros. El reinado de Juan II. Sigue también a López de Ayala en lo que el método histórico se refiere. ¿Cuál es su método histórico? El siguiente, que es el segundo párrafo. ¿Vale, Edu? Sería el uso de la documentación oficial. Obviamente, como buen historiador, como buen historiógrafo, debes utilizar documentación oficial. ¿Vale? Pretenderás o intentarás ser objetivo. Veraz a través de la propia experiencia y a través de los conocimientos y la división de la materia por años y dentro de cada año, por capítulos. Va aproximadamente de 1406 a 1434. Pones el primer tercio del siglo XV y no te complicas la vida. ¿Vale? Objetividad, veracidad, verosimilitud. Acabas de aterrizar en este cargo, vas a tener el difícil objetivo de que la gente te conozca y te respete por tu palabra, por tu velocidad. Si empiezas difuminando excesivamente la realidad o hablando en plata, mintiendo, poco futuro vas a tener en esto. ¿De acuerdo? Aquí tienes otra crónica, que es la crónica del halconero. 1420-1470. Escrita por Pedro Carrillo de Huete. Era el halconero mayor de Juan II. El halconero es el que le llevaba el halcón para ir a cazar. Lo que se llamaba cetrería. No teníamos escopetas, ¿vale? Se cazaba con perro, se cazaba con halcón y debíamos entrenarlo. Pues el trabajo de halconero era muy, muy, muy respetado y muy bien considerado. No se puede considerar una crónica oficial. Debido a su cargo, el autor conoció muy de cerca al monarca. Tuvo acceso a documentación y participó en misiones delicadas, con lo que su relato es muy fiable y contiene detalles que no figuran en otras crónicas. Por si una persona que iba a cazar con el rey, en teoría es cuando está más suelto, más campechano, como decían de aquel, más a gusto, más contento. Poquita cosa más tenían que hacer en aquella época. Pues lo que se supone es que se saca más información estando tranquilo y relajado que estando en palacio. Pues si he salido fuera con mis perros, mis lacayos de confianza, mi halconero, pues nada, me voy a llevar lo que dices tú. Un par de botellitas de vino, nos vamos a relajar cazando. Van a hacerme una fogata y voy a comer. Voy a estar a cuerpo de rey, obviamente no voy a mancharme las manos, pero sí que digamos puede sacar información diferente a la que se dedicaría un mero archivero. De acuerdo, o sea, esa crónica del halconero de Carrillo es bastante más cercana. Ok. Vamos a la página siguiente, que sería las del reinado de Enrique IV. Dicéis que hay muchísimos enfrentamientos en el reinado de Enrique IV y vais a ver una historiografía bastante enfrentada. El propio rey nombró a varios cronistas oficiales que actuaban de forma paralela. Ahí vas a tener a Valencia, Ávila del Castillo. Sin embargo, eso no aseguró la defensa de su actuación en sus obras. Se pueden así dividir las crónicas entre sus partidarios y detractores. O sea, dentro del propio o con el propio monarca, incluso había a favor y en contra dentro de los propios cronistas. Aquí tenéis la de Enrique del Castillo, que aparte de ser cronista era capellán, o sea, es una persona bastante culta. Hay una fecha que es 1468 en el que que es detenido y pierde los originales de su trabajo. Ahí reconstruye de memoria lo perdido. Es más de hablar, de comentario que de hechos. De ese año en adelante, digamos que su historiografía es mucho más completa, mucho más compleja. La anterior sería más ¿cómo decirlo? de oídas, más de carácter oral. No me salía talona, de carácter oral. Su obra defiende a Enrique IV, aunque haya alguno que otro, no muchos elementos en contra de él, pero con muy poquita cosa. El tema de impuestos, como siempre, dinero, recaudación... Dinero, como siempre. La de Alfonso de Palencia, ahí tienes escritor que que elaboró las décadas. Están escritas en latín. Aquí hay una técnica muy humanística, muy estilística, muy, muy clásica, imitando bastante a uno de los grandes cronistas que es Tito Livio. Desde su perspectiva, es obligación del historiador descubrir todos los resultes de la realidad. Aunque eso le acarreé críticas. Le supuso que la reina, todo esto le supuso que la reina le destituyera, que es un desprecio enorme. Es una mancha también en tu currículum. En cuanto a narraciones sí, destaca por desplegar los acontecimientos de modo dramático, creando una tensión mediante arengas, discursos, grandes escenas. Lo que podemos deducir de ahí es que era un gran orador, un gran locutor. ¿Vale? Y finalmente, el tercer cronista importante de Enrique IV fue Diego de Valera. Es muy extenso, una obra bastante, bastante larga. ¿Vale? Y aquí tenéis tres obras mayores. La crónica abreviada, el memorial de diversas hazañas y la crónica de los Reyes Católicos. En ninguna de ellas hay datos de primera mano. Pues es un recopilador de fuentes. No es un, es un investigador, para que lo entendáis. No es un creador de fuentes de primera mano, sino que recopila, sintetiza. Es como un doctorando. ¿Vale? No es un doctor en la materia, es un doctorando. Es una persona que está buscando mucha información, la encuentra, pero no ha elaborado realmente nada. ¿Vale? Muy copietega, que os digo yo bastante, muy copy-paste. ¿De acuerdo? Ahí tenéis la más importante, es la crónica abreviada, que es el resumen de la historia de España más divulgado en la imprenta. ¿De acuerdo? Ese sería el más importante. Vamos a la paginita 7. Un segundo, por favor. Perdonad, Edu. Vale, vamos a meternos ya con las crónicas en el reinado de los Reyes Católicos, que ya te he dicho que esta te la marques bien marcadita, que tengo yo el feeling de que puede entrar. Ahí tienes la de Fernando del Pulgar, que es el autor hasta 1490 que no cierra la conquista de Granada, pero prácticamente, ¿vale? Quedan dos añitos hasta que la cierren. Ideológicamente, ya hemos señalado su sometimiento a las correcciones y orientaciones de la reina. Aquí, Isabel, digamos que es la que toma las riendas en el tema de las crónicas. Esa es la que más se involucra en la elaboración de la crónica, ¿vale? La estructura tiene una organización tradicional, pero en ella inserta elementos imitados de los historiadores clásicos. Lo que te he puesto anteriormente es en Enrique IV hay arengas, bueno, teniendo arenga como un discurso motivacional, epístolas o cartas para dar más verisimilitud, discursos en la que la voz de los personajes es un discurso para integrar la realidad, ¿de acuerdo? Es muy creíble porque ahí maneja información de primera mano. ¿Vale? Vamos a la ocho. Biografías caballerescas. Esta también, si no recuerdo mal, o salió en la PEC o salió en uno de los exámenes del año pasado, míratela también, ¿vale? Míratela también. Ahí tienes que, siguiendo a Rafael Beltrán, estas son las características que definen lo que sería una biografía caballeresca. Se narran la vida de un gran noble o capitán, una persona de alto rango, ya sea nobiliario, ya sea militar. No voy a hacerla de un soldadorazo porque eso sería demasiado común aunque nadie lo hizo, ¿vale? Sería demasiado miserable contar las miserias de un soldado raso. Imagínate la bazofia que comería, escenas alcohólicas, burdeles, hambre, lluvia, frío, calamidades... No quedaría muy pro rey, ¿verdad? Muy pro monárquico. Lo que voy a defender, lo que voy a contar, pues imagínate cuando va un gran noble o un gran capitán o alguien de alto rango, tenían sus propias jaimas, sus propios campamentos propios, ensuciarse, se ensuciaría lo mínimo, es decir, con el tablero y moviendo las tropas. O poca cosa más, porque manchas en las manos, malodeo. Dice que están escritas por alguien cercano al biografiado, que puede dar testimonio de lo narrado. Obviamente es difícil coger a alguien muy, muy, muy cercano, porque se jugaría la vida también. Una emboscada puede caer cualquiera, pero intentaba recopilar la información de gente muy cercana a estos, a estos alboscarios. Se relatan hechos con puntualidad y fidelidad histórica. El gran número de datos compilados fechas, lugares, colinas, ríos, cuevas, afluentes. Todo eso va a hacer que que quede muy creíble, quede bastante verosímil. Vas a decir, ostras, pues esto es verdad. Mira, esta cueva sí que está realmente en aquella montaña o en aquella colina sí que había una cruz hace no sé cuántos años. Vas a ver como diciendo, ostras, es verdad, es verdad lo que me está contando. La narración está entretejida de episodios colaterales, incisos y reflexiones. Mientras mientras estamos atacando a tal enemigo en la colina del frente están construyendo una ermita a la Virgen María porque hace un par de semanas la liberamos del enemigo musulmán y ahora desde aquí, desde la lejanía, en la colina, podemos ver cómo la están construyendo. Hay incisos, hay explicaciones y reflexiones. Hay historias incluso paralelas. La obra se compone a petición del protagonista en la vida del mismo o por encargo de sus descendientes a poco de su muerte. Me dicen que el mejor homenaje se debe hacer en vida, ¿verdad? Pues el auto homenaje se lo hacen los protagonistas que contratan a alguien para que les escriba su vida. Pueden llevarlo consigo o pueden directamente decidir a tus soldados de confianza que sentaos ahí a hablar con esta persona y luego ya hablaré yo y daré información de primera mano. Encargo de los descendientes. Ostras, ha muerto el capitán, no sé qué, no sé cuántos, o ha muerto el teniente o ha muerto lo que sea y queremos que pase a la historia y que no caiga en el olvido. Pues los familiares contratan o se hacen valer de los servicios de estos escritores para universalizar o para hacer eterno, para hacer trascendente al susodicho. El encargo se hace para guardar la memoria de los hechos casi siempre de armas cuyo mérito permite convertirlos en ejemplo. Ostras, recordad al capitán García que en la batalla de Guadalajara contra los musulmanes en el año 1313 dio su vida dignamente por el reino y por nuestro rey en el día 14 de diciembre. ¿Vale? Contáis cómo fue de épico peleando con hasta 30 enemigos. Le amputaron una mano y estuvo luchando. O sea, vamos a ensalzarlo al máximo para que no caiga en el olvido. De acuerdo, un autobombo. Exactamente. Vamos al victorial este te lo pintas este tú que va a salir. Vamos, me cubriré un café contigo. ¿De quién es? De Pero Niño, conde de Huelma, escita por Gutiérrez Díaz de Gámez por encargo de este propio conde, el conde de Huelma. El argumento narrativo comienza por el linaje, por sus antepasados, porque es una sociedad que tiene una concepción inmutable del universo. Un protagonista solo es noble si procede de un linaje noble. Es decir, si sus cualidades están predeterminadas. Con lo que sus hechos serán manifestación de esa naturaleza. Vienes predestinado. Eres fruto de la providencia. Eres el elegido. Te han marcado a ti y a tus padres y a tus abuelos, etcétera, etcétera. La narración sigue con el nacimiento y educación. Para pasar luego a los hechos de armas, que serán los que ocupen la mayor parte de la obra. Con épocas minuciosamente descritas y con otras casi ausentes. O sea, voy a contar desde que es niño, desde que es pequeñito, la educación que ha recibido, luego la formación en armas y cómo va a ganar ciertas batallas. Va a ganar la batalla 1, la batalla 2, la batalla 6, la batalla 9. Oye, ¿y las de en medio? ¿Qué ha pasado? No tenemos mucha información. Quizá casualidades de la vida sea justo cuando esas batallas fue derrotado. ¿Verdad? Vamos a dejarlo así, en que no hay información sobre esas batallas. Termina el año 1446 con la muerte de la segunda esposa de Pero Niño, con D de vuelta, que había dicho. ¿De acuerdo? te pueden preguntar, suelto el estilo. Es una prosa expresiva, vivaz, clara y hasta elegante en ocasiones. Bueno, pues sí, vamos a llamarle clara en ocasiones, elegante en ocasiones. Lo de vivaz y clara más que nada por el tema de la credibilidad sin formación de primera mano. El autor conocía conocimientos retóricos propios de la formación escolar y echa de mano, echa mano de ellos cuando necesita. Hay una narración directa y expresiva con mucha versatilidad de recursos. Pues, por ejemplo, hay un gran número de oraciones coordinadas y subordinadas. Hay un léxico mucho más abiertado. Hay muchos adjetivos epítetos o epítetos éticos. Hay metáforas, hay anáforas y catáforas al principio y a final de verso. Eh, hay una información bastante esquematizada. Es decir, usa el paralelismo bimembre hecho en dos partes. ¿De acuerdo? Pues todos esos recursos son fruto de la formación de Díaz de Gámez como una de las personas que más recursos había aprendido en su formación educativa. ¿De acuerdo? Vamos a la 10 con los libros de viajes que éste sí que salió y suele salir bastante también. ¿De qué son los libros de viajes? Pues son libros, como se lo indica, de viajes. Hay itinerarios, rutas que están tan de moda ahora, las rutitas de las montañas. Antes del COVID teníamos cachos de piedra que no le hacíamos ni puñetero caso y ahora las rutitas por la montaña es, vamos, lo más pro y lo más instagramer del mundo. ¿Verdad? Hecho en la rutita de no sé dónde tal. Pues eso ya existía. ¿Vale? Guías de peregrinación. Por ejemplo, el Camino de Santiago. Enciclopedias geográficas y un largo etcétera hasta llegar a las narraciones de viajes propiamente dichas, ya sea reales o ficticios. Enciclopedias geográficas que describen la geografía, como su nombre indica, propia del país. Expediciones geográficas que nos muestren territorios conquistados. Recuerda tener en cuenta que estamos ya a punto de terminar la reconquista del país. Y después, viajes propiamente dichos con hechos reales o hechos ficticios. Puedo coger un texto base, puedo coger un viaje base y meterle mi propia imaginación. Ahí tienes, por ejemplo, de obras la Embajada Tamorlán, el Tratado de las Andanzas y Viajes de Pedro Tafur, el Libro del Infante Pedro de Portugal y los Misterios de Jerusalén. Bastante denso. Vamos a dejarlo ahí, ¿vale? No voy a hurgar mucho más, bastante denso. Y de cómo ha sido establecido el libro de Sofía Carrizo, mientras que las crónicas, que en las crónicas o en las obras de ficción incluyen viaje, lo que importa es el relato con su desarrollo y desvelaje. En los libros de viaje lo importante, es lo que mueve el interés, es sobre todo el espectáculo de escrito. No voy a contarte mi viaje a Jerusalén de manera aburrida, no. Te voy a contar todo el paisaje, voy a meter historietas, voy a rescatar a gente, voy a pasar una tormenta, mi barco que va a partir... Sí. Excesivamente descriptivo para mi gusto. A mí me gustan los libros de acción, las novelas de acción, incluso la poesía de acción. ¿Vale? Tan, tan, tan, tan, tan descriptivo. No, no me acaba de convencer personalmente. Hay gente que sí, pero... Estas descripciones se articulan siguiendo un orden que viene marcado por el itinerario. Pues de aquí a aquí, ¿qué ha pasado? Muy, muy, muy... En el primer día o en la primera jornada amanecimos a las cinco de la mañana, hora de nuestro señor, en la cual tal, tal, tal. ¿Vale? Para estas descripciones, el autor selecciona los aspectos que guardan relación con las preocupaciones de la sociedad a la que pertenece. ¿Cuáles son las preocupaciones? Pues como siempre, la religión, obviously es lo más importante. Las relaciones diplomáticas que ya había diplomacia o se presumía que había diplomacia en aquella época. El dinero, ¿cómo movíamos dinero? Con el comercio y también la guerra. Obviamente otra vez evitable con la diplomacia. ¿De acuerdo? Vamos a la penúltima. Ahí tenéis el tratado de las andanzas de Perotafur, que creo que voy a obviarlo porque no te ha hecho mucha gracia y vamos a terminar ya con las semblanzas o retratos. Aquí tienes de Fernán Pérez de Guzmán generaciones y semblanzas. ¿Vale? Y es que todos los... Te lo he puesto con barritas, ¿vale? Separando a Fernán Pérez de Guzmán por aquí y a Fernando del Pulgar con los claros balones de Castilla, que suele salir bastante. ¿De acuerdo? Mira, vale, los claros balones de Castilla. Sí, y con estas características te sobra. Es decir, si tú eres capaz de poner esta esquemita, el punto de los claros, de los claros balones de Castilla lo tienes prácticamente seguro. Unos, todos los personajes están muertos y en otros personajes hay muertos y vivos. El de Guzmán es muy verista. Muy verosímil, sacando rasgos positivos y negativos. Y en el de los claros balones de Castilla hay poquitos aspectos negativos. El de Guzmán hay pocas anécdotas. En el de Pulgar hay muchas anécdotas. En el primero hay fuentes orales y en el segundo hay una omisión presumiblemente voluntaria de muchas fuentes para evitar posibles consecuencias. Las semblanzas son estáticas contadas en tercera persona, mientras que el diálogo y la variedad estilística predominan en los claros balones de Castilla. Traducido, o para que nos entendamos tú y yo, los claros balones sería más legible, más agradable, más digestible. O digerible, perdón, a la hora de leer que las semblanzas. Semblanzas serían más estáticas. Vienen más aburrido, más descriptivo. Yo creo que entre comillas disfrutaríamos más leyendo los claros balones de Castilla, que es uno de los sí examinables. Vale, vamos a dejarlo marcadito. Y es más, creo que te lo voy a poner aquí. Para qué? Uy! He puesto en rojo. Perdona. Vale, ahí lo tienes. Sale fijo. Ahí tienes mi apuesta. Vamos a hacer la pausita y nos vemos ahora en el siglo que viene. Qué dices tú? En la época siguiente. Si no tienes ninguna preguntita o si tienes alguna preguntita, dime. Sí vi el tráiler ayer. Es posible. La verdad es que no. No lo he leído. Ya creo que te he dicho alguna vez que no suelo leer nadie de nada que esté vivo. Nada de nadie que esté vivo. Alguna excepción he hecho, pero muy poquito, muy poquito. No es una cosa que me llama más lo visual en este tipo de libros. De acuerdo, soy más de ciencia ficción. Pero he comentado por la máquina del tiempo, el hombre invisible, Drácula, 20.000 leguas. ¿De acuerdo? Exactamente, exactamente. Bueno, vamos a hacer una paradita y coger una botella de agua. Que ya la garganta, después de las 8 de la mañana que viene, no va esto más. Vale, venga, hasta ahora.