Buenas tardes a todos y a todas. Comenzamos un cuatrimestre de una materia transversal que se titula, de esta forma tan genérica como gestión pública. Es una materia que a mi entender requiere de una conceptualización necesaria, como todas las materias, pero en este caso, y al ser transversal a muchos campos, a muchos sectores de actividad, incluso al estar confundido en medio de esta especie de marasmo que vivimos entre definición de lo que es público, privado o propio de un tercer sector o incluso eventualmente de algo que está por definir, que son los servicios comunes, requiere de esta parte introductoria. Me presento, soy Enrique Varela, soy profesor doctor de la Universidad de Vigo. Hago las veces de tutor virtual en esta materia para el campus noroeste, es un formato nuevo, a mí es un formato que especialmente me resulta atractivo, me gusta, bien es cierto que tiene sus limitaciones y por tanto lo que hay que entender es que es nada más que un apoyo, es una estructura que permite sobre todo dar facilidades para el aprendizaje. De esto que llamamos gestión pública en el contexto de una titulación, pero que efectivamente como apoyo que es, pues no es nada más que un auxilio a lo central, que son los textos que proponen los tutores, en este caso los profesores Parrado y Colino, y que yo únicamente me voy a encargar de orientar, guiar para aquellos alumnos que tengáis interés en la materia, en profundizar un poco más. En los textos o en las dudas que os puedan surgir y en las respuestas o preguntas que yo pueda plantear, que de todo hay. Yo creo que lo más importante es comenzar ubicando estos temas que vamos a seguir en este cuatrimestre. Para ello vamos a comenzar este primero dando un marco general de evolución de la administración a la gestión y finalmente a la gobernanza. Hay tres elementos aquí que son elementos evolutivos, son elementos administrativos pero que están enmarcados en un contexto sin duda político. Todo lo es política con mayúsculas, no partidocracia y en este sentido lo importante es considerarlo como un elemento clave para el desarrollo de nuestra sociedad pero como una parte efectivamente más. La evolución de administración, gestión y gobernanza la tenéis recogida a lo largo del texto que propone el profesor Parrado en este capítulo 1 y que yo me voy a encargar de comentar. Por tanto, os tenéis que ceñir obviamente para las cuestiones que tienen que ver con la evaluación a este texto y yo lo único que voy a hacer es analizarlo y intentar darle un enfoque propio y que espero que os sea de utilidad. En primer lugar, lo que es más importante es identificar el concepto de gestión pública con el de servicios públicos. Bien es cierto que esto nos va a limitar un poco después a la hora de ver sus problemas y su evolución, pero no cabe duda que lo importante es vincular qué es la gestión y para qué sirve y esto sí que es una cuestión puramente instrumental. La gestión y los servicios públicos se plantean para resolver problemas. Para resolver problemas sociales. Por tanto, esos primeros elementos de valor que la sociedad le puede dar están relacionados con la eficacia y la eficiencia, que son instrumentales. Pero también es verdad que ahí podemos introducir elementos que refuerzan el sistema político. No solo el sistema administrativo. Saberemos después por qué, por qué ahora se considera importante y no hace 30 años, 40 años, pero es así. Es decir, hemos pasado en muy poco tiempo, desde el punto de vista de la historia, desde el punto de vista tecnológico, de una ubicación dentro de la caja de producción de servicios de la administración pública de súbditos. Hemos pasado a otros denominados administrados. Más recientemente hemos estado en otro donde se nos ha considerado clientes, yo creo que mal llamados clientes. O por lo menos en la mayor parte de los casos. Y finalmente hay algunos que ya consideran que lo que somos es ciudadanos. Yo creo que en cualquiera de los casos, menos en el de súbditos, podemos estar identificando nuestra interacción con la administración y podemos en algunos casos ser administración o ser administrados. en otros casos ser gestión y participar en esa cogestión, ser usuarios de servicios públicos, clientes en algunos casos, en los casos en los que el mercado ofrezca una solución público-privada, pero yo creo que son los menos. Y finalmente, la de ciudadanos requiere una posición por nuestra parte, como lógicamente administrados, como usuarios, clientes, pero una posición más proactiva. Un ciudadano no sólo tiene, como sabéis, derechos, sino que también tiene deberes y cuando se trata de servicios públicos no sólo se puede poner encima de la mesa en el intercambio entre lo colectivo que gestiona la administración y lo individual, que es lo que esperamos y lo que ayudamos a cogestionar, sino que hay que poner encima de la mesa esta cuestión común, difusa, pero que tiene que ver con... ...la parte que todos entendemos que es necesaria, un procedimiento... que nos supera y en el cual dejamos una parte de nosotros para que nos ayude y ayuda a los demás a solucionar problemas. Por lo tanto, la posición ciudadano es una posición proactiva, es una posición compleja de lo que habitualmente parece que entendemos en una sociedad como la española, en una sociedad como la de los estados del sur de Europa y esto es lo que hay que empezar a matizar cuando hablamos de gestión pública. El objetivo, nos lo señala el profesor Parrado en su texto, no es hacer una BC, no es establecer un elenco de definiciones ni un abanico de opciones. Yo ya subí a la plataforma el plan tutorial y ahí aparece una serie de, a veces, una serie de nube de tags de conceptos marcados como si estuvieran en la nube, en la cloud, que es muy fácil verlo ahora, así como... como destellos. Esto tiene que ver con lo que llaman algunos las modas del management y no es nuevo, esto tiene ya... Pues casi tres décadas. Hace años, sobre todo desde los años 80, que empezamos con la moda de la excelencia, excelencia que por cierto todavía seguimos sacralizando a día de hoy, sobre todo en las universidades, y así nos va, en las universidades públicas, se extiende la concepción en algunos ámbitos de la gestión pública, que por falta de recursos, por falta de convicción o por falta de imaginación empiezan a asumir que los paradigmas que son los que nos pueden salvar a los administradores públicos, después gestores públicos y a día de hoy a veces directivos públicos, es la de asumir esa especie de modas del management. Técnicas, modelos, que en algunos casos funcionan, en otros no, no son por tanto principios universales ni valen para cualquier realidad política administrativa ni cualquier nivel del gobierno. Pero asumimos como un mantra las tres, eficiencia, por ejemplo, que no hay eficacia y eficiencia, que no hay que hablar de la excelencia, que no hay que hablar de la calidad. tantos y tantos elementos que de una forma bastante acrítica, simbólica y poco razonada en la realidad se cruzan en los debates mediáticos de mayor o menor calado pero sin rascar, sin ir un poco más a la profundidad ni siquiera de las técnicas pero eso es lo de menos ni siquiera al sentido que esas técnicas deben cumplir en sociedad pues puesto ese paso ya no llegamos y no si es útil para resolver un problema social y no convertirla por tanto en un fin en sí mismo, que es lo que se ha convertido en uno de los temas de las modas del mainstream por tanto el propio Salvador Parrado nos dice que no va a ser un ABC no va a ser una colección de definiciones hay que hacer un análisis crítico, hay que urdir uniformismo, estamos en una realidad organizativa cuando hablamos de administraciones públicas muy fragmentadas Lejos del uniformismo nos encontramos asimetrías tremendas entre lo local, lo autonómico en España, lo estatal, lo comunitario. Nos encontramos con tremendas asimetrías entre lo que hay que hacer en un ámbito rural, en un ámbito urbano. Nos encontramos con muchas asimetrías entre lo que hacen los grandes cuerpos del Estado y lo que hacen los cuerpos especiales. Nos encontramos con muchas asimetrías de conocimiento, de bagaje, de experiencia. Por tanto, todos son asimetrías, nada es uniforme. Y esto es lo que nos quiere dejar claro, y yo coincido absolutamente con él, a la hora de abordar una materia como la de gestión pública. Parral identifica... ...de una forma oportuna el ciclo de políticas, es decir, mezcla políticas públicas con gestión pública. Y yo creo que lo importante, lo vamos a ver al final, es preguntarnos por qué. Y empezamos con la primera de las discusiones. ¿Qué es más importante? ¿O qué fue primero, el huevo o la gallina? ¿Qué es más importante, la gestión o la política? Bueno, yo titulo esta webconferencia como es gestión pública, estúpidos, y no de forma casual. Ni siquiera de forma provocativa o provocadora, que también no soy nada original. Esto ya lo proclamó un asesor de los gobiernos demócratas en los Estados Unidos en los años 90. Lo ha hecho famoso para el ámbito de la cooperación Charles Littwitter. En España lo hizo famoso, o lo está haciendo famoso, un colega nuestro, también catedrático de ciencia política, que habla precisamente de la política y aplica este concepto, este adjetivo de estúpidos a la política. Lo titula así, titula su último libro, escrito en catalán, Es política, estúpidos. Y yo últimamente... no antes y después, últimamente, saldrá publicado recientemente, lo he aplicado al análisis de la cooperación transfronteriza, titulándolo también así. Transfronteriza, estúpidos. No es con ánimo, por tanto, de insultar, sino de provocar esta reflexión crítica y ver que es primero, según la gallina, ver qué antecede a qué o qué relación al menos tienen de prevalencia la política y la gestión. El propio Salvador Parrado ya nos dice que, efectivamente, aquí lo importante es centrarnos en la gestión, en los servicios públicos, pero dentro de un proceso de políticas públicas, dentro de un ciclo de políticas y, por tanto, en un contexto político y en un contexto de solución de problemas colectivos. Y esta es la primera de las grandes diferencias. Estamos hablando de gestión pública. No de gestión. No de gestión privada. De gestión pública. Él nos dice que hay tres grandes elementos, nos señala en uno de los primeros cuadros que introduce en su texto, uno que tiene que ver con las entradas. Nos centramos dentro del proceso de producción de políticas públicas en lo que podemos llamar la caja negra, es decir, la parte interna, lo que es la gestión puramente administrativa, sin perder de vista la parte de decisión política y también sin perder de vista la parte final de impactos en la ciudadanía. Y nos centramos en la caja negra. En la caja negra tenemos claramente entradas y salidas, tenemos inputs y outputs, tenemos entradas y salidas de energía en forma de información, gestión de la información y resolución a través de expedientes de políticas públicas. Vamos a hablar de productos, vamos a hablar de recursos, vamos a hablar de actividades y vamos a hablar de procesos que son los elementos centrales internos, pero centrales, de la gestión pública y de los servicios públicos. Tanto actividades, recursos, procesos y productos. Y finalmente vamos a hablar de impactos y de resultados. ¿Por qué? Pues porque ya lo dice la teoría general de sistemas, ya lo decían autores como... replicando y adaptando a autores que lo trabajaron para el ámbito de las ciencias naturales. Es no sólo necesario sino insoslayable, ya lo era para las administraciones privadas, industriales, pero ahora para las administraciones públicas y de servicios, considerar que esta caja negra no se justifica en sí mismo ni tiene por tanto un fin administrativo en sí mismo, sino que está absolutamente conectada con las decisiones políticas, por supuesto, pero más allá incluso de las decisiones políticas, lo que antecede al binomio política-administración, al binomio políticas públicas, gestión pública, servicios públicos, es, y aquí viene el verdadero proceso democrático, la ruptura con el modelo actual, por eso tenemos que hablar de ruptura y no de reforma, cambio, modernización, no hay cambio, reforma y modernización, el inicio es siempre la delegación de un voto, un principio de votación. El principio de representación, pero sobre todo la voluntad popular, el deseo de los ciudadanos de que tanto los representantes políticos, a través de su instrumento, el instrumento... que nosotros validamos al menos hasta la fecha como el óptimo para gestionar asuntos públicos, que son los partidos, se encarguen de organizar y por tanto de dirigir a una estructura más o menos permanente, obviamente en época de crisis, menos permanente, menos estable, una cantidad ingente, ahora finita, antes se consideraba que infinita, de recursos para convertir problemas públicos en soluciones públicas. Y esta es la clave, empezamos hablando, fijaos, de gestión pública, de servicios públicos, pero en el momento en que el propio profesor Parrado lo vincula a políticas públicas, ya lo vinculamos a políticas, vamos a la política, y yo voy un paso más allá y digo, hay que vincularlo al proceso democrático, a la génesis, al origen del proceso democrático, que es la voluntad de delegar la resolución. ...de problemas públicos en una estructura o varias estructuras, múltiples estructuras... Que se organizan, se establecen, se reúnen en sedes parlamentarias, el poder legislativo da legitimidad a un sistema político, a un poder ejecutivo y el poder ejecutivo organiza los recursos que son convertidos en políticas para resolver problemas colectivos. Esta es la clave. Si solo vemos el concepto de gestión pública, si solo vemos una G muy grande y una P muy grande y esto lo diferenciamos de una C enorme que es la ciudadanía, estamos cometiendo un gran error. Bueno, espero que me permitáis estos garabatos. Gracias. pero el puntero no es el adecuado para hacer estas pruebas pero bueno, nos sirve lo ideal es ubicar correctamente esta escenificación y pensar primero en ciudadanos y después en política finalmente y no al revés y esto nos sitúa ante una realidad instrumental importantísima pero instrumental entre las distintas fases que el profesor Parrado señala en esta evolución de la importancia de la gestión de su origen, evolución y situación actual pues obviamente nos encontramos en los momentos iniciales donde las administraciones básicamente se centraban en los inputs en las entradas de recursos Para dar soluciones públicas, posteriormente ya cuando nos ubicamos en un estado más complejo, que es el estado de bienestar, hablamos de soluciones más complejas también y la estructura, el instrumental, la tecnología administrativa tiene que ser más compleja y para ello hablamos de gestión pública, hablamos de productos. En nuestro caso no hablamos de productos, hablamos de servicios. Por eso cuando hablamos de producción, de producción de servicios. Y finalmente desde esta administración a la gestión llegamos a la gobernanza que es la última fase, el último estadio, el más reciente, el más novedoso, el más difuso pero ya hay suficiente bagaje técnico, tecnológico. El puesto teórico. En la última década, ya en las últimas dos décadas pero en España prácticamente el debate se suscita y se sitúa en el eje. de la teoría de la gestión pública en la última década para hablar de gobernanza en todo su esplendor, en todo su amplio sentido, en el amplio sentido de la palabra y por supuesto huyendo de la definición límite. Hay un bagaje importante ya que nos permite situar el paradigma de la gobernanza como un paradigma más dentro de la evolución de la administración a la gestión y de la gestión a la gobernanza. Algo sobre lo que han escrito muchos autores, todos yo creo que tenemos escrito algo sobre esto y publicado y bueno yo citaría entre otros a Joan Prats, a colega que precisamente escribió un libro que se titulaba así en el año 2005. Por lo tanto... Yo recomiendo que ya dejemos de lado la parte final de las dudas en torno al concepto y nos centremos más en la... Querido profesor Luis Fernando Aguilar Villanueva, que nos centremos más en los procesos y sobre todo en los impactos. La posibilidad mayor o menor de definir algo que en la práctica se hace, es verdad que algunas sociedades de una forma más sofisticada y otras menos, porque eso tiene que ver con la gobernanza, pero que se llama gobernanza y tiene que ver con la gestión de problemas colectivos de una forma, no sé si más compleja, pero más lógica, que es la fórmula de las redes, de la gestión de las redes. Bueno, continuamos situando el inicio muy brevemente. Yo creo que podéis recoger cualquier idea de las que ahora vamos a señalar de una forma rápida en cualquiera de los manuales de la materia. Hay muchos en materia de gestión pública, el propio profesor Parrado tiene uno enorme, un compendio de gestión pública y luego pues hay estudios más cortos, más segmentados. Que sobre gestión pública y sobre teoría de organización nos pueden ayudar. Tenemos unas buenas colecciones de textos editados por el INAP en el año 93 y en el año 96. Bueno, hay manuales de ciencia de administración sobre los que se trabaja este tema. El profesor Carlos Ramiro tiene un manual específico de teoría de organización y los profesores Parra y Colino acaban de publicar también algo reciente. Un manual específico de administraciones públicas con insistencia sobre el tema de las estructuras. Son enfoques que devienen de un paradigma estructuralista y ahora también consolidados en torno al nuevo institucionalismo. Pero bueno, podéis encontraros ahí un sinfín de abordajes a lo que llamamos administración pública tradicional. Wilson, Taylor, Weber, como si fueran los tres cantantes de un grupo de los años 70. Música sur o del oeste de Estados Unidos y Crosby, Steele, Nash y Young. Os puede dar una idea de que no son cantantes. Son auténticos creadores de un paradigma y Wilson, Taylor y Weber lo fueron y lo siguen siendo porque es difícil superar, sobre todo por evolución nada más, no por innovación sino por evolución, algo que sigue funcionando y que sigue manejando ingentes cantidades de recursos humanos y de presupuestos públicos y privados. Miles de millones, cientos de miles de personas, millones de personas que conforman los presupuestos que todos nosotros dejamos a la capacidad del poder político y a la gestión del poder administrativo y entre medias a la capacidad para gestionar la dirección pública profesional que es lo que está por llegar. Pero bueno, en todo caso, Wilson, Taylor y Weber, nuestros... ...nos hablan y nos siguen hablando con fuerza porque las administraciones no cambian tan rápido y algunas es necesario que sigan así por una cuestión de garantía. de los hechos y de un refuerzo del principio de equidad y de justicia social, nos hablan de imperio de la ley, de jerarquía, de separación de política y administración, de énfasis en recursos y procesos, de acceso meritocrático al empleo, de garantía del trabajo, de promoción basada en la antigüedad. En realidad, aquí hay que tener mucho cuidado, tenemos que tener cuidado, porque Wilson, Taylor y Weber establecen sus propias conclusiones o realidades privadas y públicas en contextos sociopolíticos, en contextos político-administrativos muy diferentes de nuestras realidades actuales. La democracia como organización privada y pública diseñada a principios del siglo XX nos sirve, a día de hoy, en algunas realidades y para algunas funciones sigue teniendo validez, para otras no. Y va a depender también del sistema institucional y de la cultura política el que le demos su valía y que nos sirva más allá de una mera definición teórica o de un mero... montaje paradigmático de una escuela de conocimiento, de pensamiento pensar que si no hay un sistema institucional potente es difícil que la burocracia funcione porque los sistemas de quiebro de esa burocracia no vienen por la buena o mala gestión sino por una mala definición de lo que la sociedad decide que es común y esto es previa a lo que es el modelo de gestión pública la definición de un modelo de gestiones públicas se recoge un modelo de instituciones y un modelo de sociedad por tanto los modelos, los sistemas político-administrativos, los modelos institucionales son antes que los sistemas de gestión pública, que vuelvo a repetir son instrumentales todos estos principios hay que analizarlos a la luz ¿problemas en las administraciones? pues obviamente claro, cuando hablamos de administraciones públicas tradicionales, aunque solo sea por evolución por tiempo pasado por... grandes transformaciones en el ámbito social, de producción podemos hablar de administraciones públicas tradicionales hay quien intenta hablar de enfrentamientos entre el imperio de la ley y la eficacia de la acción pública, pero bueno esto es viejo también porque esto es lo que algunos llamaban el muro de la norma desde el ámbito de la gestión privada se decía que en la administración pública no se podía trabajar porque la reglamentación de la norma el excesivo normativismo bueno pues para algunos es un límite y para otros es una garantía hay quien habla de que efectivamente no se ha separado la política de administración y yo estoy de acuerdo y además creo que es bueno y antes hablábamos de que la acción pública es una parte pequeñita, fijaos aquí en este texto expuesto es una parte pequeñita de algo que llamamos política No se puede entender, si no entendemos que antes de la política hay una cosa que es la sociedad, pues no sabemos que la política y la administración forman parte de un todo. El problema ahí está en que ya lo intentó Wilson, pero ya le dijo Kettel décadas más tarde que no. Intentó separar política y administración, pero el propio Gareth Morgan dijo, pero si es que las organizaciones, incluso las privadas, son política. ¿Cuál es nuestro problema? Que vemos la política como algo malo. Recogemos 500 años después del nacimiento de Maquiavelo un enfoque perverso de la política, muy instrumental y muy negativo. Un enfoque no de la política sino del poder. Y sobre todo lo identificamos de una forma más negativa, con una carga de valor negativa, política con burocracia y política sobre todo con partidos políticos. Y aquí es donde se produce el error. Cualquier política pública. De tipo que sea, tiene carga de valor, tiene carga ideológica. Y tiene un modelo de gestión. Pero eso no es malo. Lo malo es que se haga en beneficio de unos pocos, sobre todo con los recursos públicos. Y hay consensos y medidas que respetar. Pero que las políticas públicas estén cargadas de ideología, no solo no es malo, sino que es necesario, porque los seres humanos somos ideología. Yo no coincido con Fukuyama, ni coincido con los teóricos de la escuela austriaca, ni coincido con Díez del Corral en cuestiones de la historia o en los casos de las ideologías. Los seres humanos somos, y esto tiene que ver con la metáfora, más de dos mil años, somos básicamente ideas. Y todo lo que hacemos tiene que ver con eso. Otra cosa es que permitamos el concepto de ideas y lo convirtamos en algo negativo, algo utilitarista y sobre todo algo individual. Y las ideas, al menos en las sociedades organizadas... Son patrimonio individual, pero se convierten o tienen valor cuando en un entorno de confianza, ya lo decía Mark Moore, se genera algo colectivo. Estas son las cosas que no son liberales y aquellos que no lo son. No puedo decir socialistas o socialdemócratas porque a día de hoy no tenemos muy claro ni qué son los unos ni qué son los otros. Lo que es muy claro es que hay gente que opina que las instituciones sociales van más allá de la dirección izquierda-derecha y que en la actualidad puede haber un nuevo eje, en la área más politológica, que desborda los clásicos cleavage centro-periferia izquierda y derecha y que yo considero que puede estar en torno a lo que está por venir, que es la definición de lo público y lo privado. El nuevo eje en ciencia política... ...de la ciencia de la administración y en gestión pública desde mi punto de vista... no tiene que ver con izquierdas y derechas, no tiene que ver con centro-periferia, sino con público-privado. De ahí que sea tan difícil a día de hoy determinar qué es público y qué es privado, como qué es blanco, qué es negro, qué es izquierdas o derechas, y el reto no está en eso, sino en integrar una buena solución de público y privado para hacer aquello que todos los ciudadanos desean, que es resolver problemas públicos. Por tanto, los problemas que se consideran, o que algunos consideran que tienen las administraciones públicas tradicionales, para algunos son ventajas, y para otros, además de ventajas, son garantías de ciudadanía. Después de las administraciones públicas, como os dije antes, en la secuencia Administraciones, Gestión Pública, Gobernanza, viene la gestión pública. La gestión pública no es nueva gestión pública. Y aquí empezamos con algunas diferencias semánticas que son necesarias, porque de la nueva gestión pública, de los enfoques que Carlos Ramiro llama empresariales, a los cuales yo me manifiesto, yo me declaro como... Siguiendo a él como neoinstitucional, con enfoques neoinstitucionales, él decía neopúblicos, ahora se dice neoinstitucionales, yo también creo que es mejor neopúblicos, por no seguir una cosqueta y sí situarlo en un ámbito que todavía está por definir, que es este eje público-privado. Repito, la escuela de gestión pública navega entre los fallos del Estado y los fallos del mercado. Ahí hay mucho caladero en el que pescar. Y efectivamente ahí pescaron unos cuantos que consideraron que el Estado no daba ya suficientes recursos y sobre todo no resolvía de forma óptima los problemas, habrá que definir qué es óptimo para algunos. Y a partir de ahí, a partir de una definición racional... Escuelas tenemos y entre ellas está la Public Choice, se decide que las cosas deben ser más baratas, más eficientes que... Esto solo puede pasar por una nueva reasignación de responsabilidades entre la política y la administración. Lo vemos otra vez como en su momento hizo Wilson a intentar separar política y administración. Y en la época de la crisis fiscal de los años 70 y de los inicios de la crisis del bienestar, que en España no hemos sufrido porque no hemos tenido nunca una crisis, porque no hemos tenido nunca un estado de bienestar, yo ahí sigo el movimiento maximalista que desarrolla Vicente Navarro, no hemos tenido estado de bienestar. No hace falta nada más que echarlo en mi mano. A la estructura social de los últimos 30 años, de las últimas tres décadas para ver que hay cosas que no cambian. Y el modelo corporativo es uno de ellos. Por lo tanto, no puede haber desarrollo de estado social, desarrollo de bienestar si no hemos derrumbado otros modelos que han estado sotoboche, han seguido gestionando. Lo que algunos creían consagrado en la constitución y que ahora nos damos cuenta de que efectivamente no era nada más que un marco en el cual se han movido, pues un poco los de siempre. Este índice de Gini nuevo que tenemos que gestionar, ahora nos damos cuenta de que no éramos todos, no éramos la mayoría, ni mucho menos las clases medias. Por lo tanto, repito el argumento, volvemos otra vez a intentar separar política de administración en estas décadas, pero es que aquí nunca hubo ni parada ni mezclada, simplemente porque solo hubo un incremento de élites por una de las partes. Siempre hubo tecnócratas y con la entrada de la política democrática, por lo que hubo es aluvión de hijos de políticos y de políticos de nuevo cuño. Que acabaron ocupando un espacio institucional, no solo de las estructuras administrativas, sino del resto de estructuras corporativas. Pero esto es una opinión. Características de la gestión pública, que tanto éxito han tenido y que a día de hoy dan para... Muchos programas de debate los viernes y los sábados por la noche y muchos debates y entrevistas más o menos caústicas en programas como Salvados. ¿Qué es público y qué es privado? ¿Qué es gestión pública y gestión privada? Hay dos buenos programas, a mí me gustan, yo creo que sirven para situar el debate de enero de Jordi Évole en esta última temporada que nos dan una idea de por dónde se puede ir para intentar conseguir centrar el debate. Pero no lo centran, porque el hecho de que nos centremos el debate en educación y sanidad no quiere decir que resolvamos qué es público o qué es gestión pública, qué es privado o qué es gestión privada. Pero sí nos sirve al menos... Para tener alguna visión segmentada, sectorial, de políticas públicas de tremendo peso específico en nuestro estado de bienestar, como son las educativas y las sanitarias, las de sanidad, y poder empezar a desbrozar en este mundo de la gestión público-privada. que para algunos siempre ha sido confuso, para otros yo creo que no, que es bastante simple de determinar, huyendo de maniqueísmos y de simbolismos, pero lo que en el fondo hay es un interés por no dilucidar a fin de tener el resultado que tenemos, que es que la mayor parte de los servicios públicos de este país o bien se prestan de forma concertada o bien directamente se prestan de forma contratada, privatizada, externalizada, podemos llamarle de la forma que queramos. Lo que es evidente es que el ámbito público siempre ha tenido necesidades de llegar a acuerdos para gestionar realidades sociales complejas y esto es lo que ha ocurrido en sanidad y educación. A día de hoy, si hay que establecer un ganador y un vencedor y hay que establecer en el fiel de la balanza una inclinación hacia un lado u otro, está claro que quien ha ganado en la gestión de servicios públicos ...de las grandes empresas privadas. Y no tenemos nada de aguas, de residuos, de limpieza, de seguridad pública, de transportes. Es fácil ponerle nombres y siglas a esos titulares, nuevos titulares de servicios públicos. Lo hagan como lo hagan, a través de una concesión, a través de una subcontratación, a través de una privatización o a través de un concierto. Por tanto, la gestión pública no ha avanzado más desde la administración pública tradicional. Yo creo que realmente porque a nadie le ha interesado. A los propios administradores públicos, antes llamados gestores, y ahora en algunos de los niveles de la administración, sobre todo en el ápice estratégico, en la tecnología de los servicios públicos, tampoco. Y la prueba está en que si nos quedamos ahora y salimos en mareas a la calle, Cuando vemos que efectivamente la decisión ya está tomada y es dilapidar un sistema público. Pero esto se nos podía haber ocurrido hace 20 años. Millones de empleados públicos son también 3 millones de ciudadanos de este país. Y el caso es que no nos hemos preocupado por ellos, ni los hemos valorado. En los años 80 se hacían encuestas sobre la percepción de los servicios públicos, algo que se ha retomado en los últimos años con bastante éxito y bastante buena finura metodológica por parte de la Agencia Social de Evaluación de la Calidad de los Servicios Públicos. Hay estudios realmente buenos de percepción de servicios públicos en los últimos años, pero ya en los años 80 se hacían algunos estudios sobre empleados públicos. Y la imagen que ellos tenían era terriblemente negativa. Lo que lo hizo Adelpino en su tesis doctoral publicada por el INAP y en los distintos proyectos que avanzó para la EVAL, viene a decir lo mismo que decía Beltrán en los años 80 y es no solo que los españoles tenemos muy mala imagen de la administración pública en general bien, son españoles y al revés, sino que tenemos muy mala imagen difusa pero tenemos buena imagen de aquellos servicios con los que solemos actuar de forma individual es decir, existe una serie de buropatologías que hemos ayudado a reforzar, que no eran generalizadas, pero hemos ayudado a reforzar tanto los empleados del sector público como los ciudadanos y los empleados del sector privado que trabajaban con y para las administraciones públicas. A día de hoy hay burófobos y hay burófilos los burófobos somos casi todos los españoles cuando hablamos en general de la administración pública y los burófilos somos aquellos que cuando nos preguntamos sobre esa situación, más que bien ¿qué es? Más que bien, ¿estaríamos dispuestos a cambiarlos? ¿Estaríamos dispuestos a cambiarlos, a sustituirlos? Y a día de hoy, esto que veníamos diciendo, solo en foros, en reflexiones, en seminarios, pues a día de hoy es algo que ya todo el mundo dice y lo dice en la calle. No lo digo yo, sino el CIS. No lo dicen las mareas y los índices de participación y movilización, sino la percepción de los ciudadanos españoles. Tanto la gestión pública tiene una serie de características. Han sido aquellos que han seguido su paradigma, sobre todo los que han seguido el paradigma de la nueva gestión pública, enfoques en la empresaria, les repito, los que se han llevado el gato al agua. Y... Y todo esto que hoy tenemos sobre contractualización, competencia, externalización, control del coste, fragmentación, enfoque de cliente... Todo esto lo hemos conseguido situar en el centro de la agenda pública en relación con la modernización administrativa. Eso claro, es fácil hablar de economía, eficacia y eficiencia, pero es muy difícil hablar de efectividad y de equidad. Es fácil hablar de público y privado, pero es difícil hablar de lo común. Es fácil hablar de partenariado público-privado, y la propia universidad tiene una definición, pero es muy difícil hablar de gobernanza y de gestión de redes. Hay quien dice, como Polit, como bien señala Parrado, que la gestión pública es verdad que ha traído beneficios y ha introducido elementos positivos de racionalización, de optimización y de mejora. Habrá que determinar, como dicen Kaiden y Kicker, si efectivamente todos los esfuerzos que se llevan a cabo o que se han llevado a cabo en las últimas dos décadas en materia de modernización administrativa a lo largo y ancho del mundo, Han merecido la pena. Esto es como si nos planteamos el debate sobre el rescate a la banca. ¿Merece la pena pagar 80.000 millones para rescatar a la banca? Bueno, pues hay ciudadanos que dicen que es demasiado el coste y que permitirnos ese coste con un 26% de tasa de paro y un 55% de tasa de paro es inasumible. Yo estoy de acuerdo. Creo que para un viaje como el que ha hecho la modernización y la reforma administrativa en estas últimas dos décadas en el mundo, en España llevamos haciendo reformas administrativas desde los años 50, en España teníamos tecnócratas de lo que hoy hablamos de los tecnócratas en Italia con Monti que son aprendices, ya los teníamos desde los años 50, llevamos haciendo reformas administrativas en España desde hace mucho tiempo y en el mundo llevamos grandes reformas administrativas y grandes modernizaciones. ¿Ha merecido la pena tanta reforma? ¿Tanta inversión en reformas administrativas? Continuamos y nos vamos a la gobernanza y yo creo que lo podríamos dejar enmarcado para tratar el siguiente capítulo la semana que viene y para conectar con la lógica de los comunes. A mí me interesa mucho, creo que nos puede dar una transición importante en materia de análisis de gestión pública y de servicios públicos y si os parece pues lo centramos y lo continuamos la semana que viene. Gobernanza pública. Aquí situamos ya no sólo a las administraciones y a los operadores privados, ni siquiera a los cuangos, a las organizaciones no gubernamentales, sino también a los individuos. ¿Organizados o no organizados? ¿Por qué? Porque hablamos de redes, hablamos de heterarquía, hablamos... de cooperación hablamos de colaboración nos subimos, nos escapamos rápidamente de las definiciones jerárquicas de las definiciones normativas de las definiciones economicistas no quiere decir que yo esté en contra de las reglamentaciones ni de las definiciones jurídicas fue el propio Joan Prats quien publicó un artículo excelente sobre la necesaria articulación de intereses entre el derecho y el management hace ya 20 años pero si creo que vivimos un mundo hiperjuridificado y donde la calidad de la gestión económica y la calidad de la gestión normativa deja mucho que desear y no nos hemos preocupado de mejorar la gestión en la calidad de la política por tanto centremos nuestra visión en individuos, sumémoslos a la producción de servicios incorporémoslos como un operador más junto con empresas y con administraciones y digamos esto es la gobernanza Todos estamos trabajando en común. Y aquí viene lo difícil, que es articular intereses, decidir cómo se resuelven problemas y llevar a cabo compromisos para resolverlos de forma cooperativa. Él nos dice que efectivamente hay un debate previo de gobernanza. Sobre gobernanza, ya os digo, hay muchísimo escrito. Os puedo dar videos, recursos mil. Habla de gobernanza corporativa, de gobernanza multinivel, de buena gobernanza, pero él se centra en lo que llama gobernanza pública, que es en el fondo el enfoque de redes. Aquí quiero llamaros la atención sobre lo que tiene que ver con algo que los americanos, por su forma de entender la política y la sociedad, denominan tacto. Es la base del federalismo. Y esto tiene que ver con las redes y tiene que ver con cómo se toman decisiones. Esto forma parte de la cultura política, de las bases de entendimiento de lo que es la gestión pública. ¿Y cuál es esa base? Bueno, pues algunos la definen como las relaciones entre gobiernos, como las relaciones intergubernamentales. Las redes, que nos cuesta tanto entender en la cultura española, en la cultura administrativa española, porque los principios siempre eran principios jurídicos de cooperación, mejor dicho, de coordinación y colaboración, las redes se basan en principios que tienen que ver con la cooperación. Yo creo que ahí lo importante es el concepto y el modelo, el concepto y el modelo de relaciones intergubernamentales. Ahí no. No hay nada nuevo. Ya hace también 20 años, en España, mucho antes, desde los años 60 en Estados Unidos, con Anderson, tenemos el paradigma de las relaciones y de la gestión intergubernamental. Que nos pueden ayudar perfectamente a entender la dinámica interna, la dinámica política externa y la dinámica interna del proceso o de los procesos de pacto, de acuerdo, de gestión de redes. Y ahí tenemos autores como Wright, como Magranoff, como Maguire, gente que trabaja en los Policy Networks y gente que trabaja en las redes, básicamente en la gestión intergubernamental. Esto es muy importante porque podemos entender la teoría de la gobernanza, pero si no entendemos de dónde viene, por qué viene y cuáles son sus instrumentos, nos quedamos en una definición formal, jurídico-formal y en una práctica vía convenio administrativo o vía creación de un ente supra, puede ser local, una mancomunidad y ya vemos qué resultado tiene eso. Unos casos desastrosos. En otros, la inacción. Y en algunos, buenas experiencias de trabajo en común de gobiernos y de equipos de trabajo. Por tanto, la gobernanza es un marco, la buena gobernanza es el deseo y la dinámica de las redes es el método. Pero hay que aprenderlo. No es nada fácil. Las lógicas de gestión dentro de la administración públicas son modificadas por lógicas jurídicas y económicas. No por lógicas de política. Es una competencia más, es una habilidad más. Bien, esta selección no se enseña. No enseñamos ni se enseña habilidades directivas. Y luego vienen los problemas. No se sabe. Este es el centro del debate. Hasta aquí llegamos. ¿Por qué hay que trabajar en común? Y esto nos sitúa ante el debate. de los comunes, ante el debate de los commons Alinor Armstrong economista autóloga de la Universidad indiana, nos hablaba efectivamente de la necesidad de entender más allá de la tragedia de los comunes lógicas nuevas para resolver problemas públicos yo ahora lo contaré pero a mi me da la impresión de que lo que hace Armstrong analiza incluso casos en España en el levante, en la gestión de aguas es algo que aquí en España ya está inventado ya lo habíamos hecho ya lo hacíamos, ya lo hacemos pero no lo hacemos en el ámbito urbano lo hacemos en el ámbito rural es en el ámbito urbano donde la crisis de la gestión pública se nota más en el ámbito rural como nunca hubo o al menos en el ámbito rural español pues digamos que las soluciones a los problemas comunes han sido siempre tradicionalmente Cooperativas comunes, por tanto. Sin intervención de un tercero. Más allá de la comunidad. Los individuos forman la comunidad. Y esto es lo importante. Hay que ser también el sitio específico, el espacio, la ubicación de la gestión pública. Si no, es muy difícil entender. No solo la gobernanza en el ámbito puramente administrativo o político-administrativo, sino que hay un nuevo enfoque que nos recorre como una brisa de aire fresco que se llama los Commons y que los economistas llaman bienes comunes y yo llamo gestión de servicios comunes. Pero lo vamos a dejar aquí, dándoles las gracias por atender esta sesión. Pequeña disertación y deseando que al menos os ayude a entender la primera parte o el primer tema de esta materia de gestión pública, enviando un saludo a todos los alumnos del Campus de Noroeste de la UNED. Buenas tardes.