Muy buenas tardes, bienvenidos a otra sesión más de la asignatura. Esta semana os comenté la semana pasada que os pasaría unos powers, que es un resumen muy básico de lo que tenéis que estudiar de diplomática. Ahora los comentaremos, ya que estamos, y luego seguiremos con estos documentos que tenéis aquí tan entretenidos, que ya seguro que los vais haciendo mucho mejor. Empezaremos con las partes del documento. Como vimos... Está parada. Espero que no se apague, que lo he vuelto a dar. Bueno, ya detrás ya tenemos luz. Bien. Las partes del documento. Lo que os he puesto aquí es una imagen que corresponde a la validación del documento. Tenemos, al final del documento de pergamino, siempre le daban esta vuelta, le hacían un pliegue, la aplica, y era simplemente porque era más resistente para colgar todos los sellos de todos los que participaban. El documento necesitaba un sello. Podía ser de plomo, aquí, por ejemplo, en el archivo de la Catedral de Palma, los que sois de aquí de Mallorca, podéis ir a ver el museo y en el museo hay una bula cuyo sello es de oro. Se la mandó el emperador, la mandó el emperador aquí a Mallorca y mandó un sello de oro, que para eso era el emperador, ¿no?, de Bizancio. Es esto. Pues simplemente esto es lo que veríamos en el documento. En un pergamino tendríamos en la parte de aquí abajo todas las fórmulas con la fecha y demás. Y luego por aquí estarían las firmas y aquí en la aplica, si la abrimos, estaría la firma del canciller que habría dicho esto es correcto. Habría puesto su firma para demás, ¿no? Bueno, pues aquí tenéis una de distintos sellos colgados para que veáis una idea de cómo puede ser esto. Bien, vamos a empezar. Las partes. Como os dije, tenemos tres partes. Como una obra de teatro. Introducción, nudo y desenlace. Si lo recordamos como el teatro, más fácil no puede ser. La introducción ha de cumplir una serie de requisitos. Y veremos los puntos principales y os diré los que tenéis que fijaros porque es básicamente, siempre hay alguna cosita más, pero básicamente para que podamos reconozcar la documentación con la que vais a tener que trabajar. Las partes. Empezamos con el protocolo de introducción, el cuerpo o centro del documento y el protocolo final o escatocolo. La parte final del documento, es decir, la salida del documento. Como siempre, todos los powers que abro aquí os quedan marcados como documentos utilizados cuando veis la grabación, ya los podéis descargar. Antes lo subía en el foro, pero si lo podéis descargar es lo mismo. Muy bien. Básicamente, el protocolo, el inicio, viene a ser. En primer lugar, estamos en el mundo medieval y tiene que haber una invocación a Dios. Esta invocación puede ser mediante un dibujo, que sería la simbólica, o mediante una expresión verbu, palabra, de palabra. Luego vendría la intitulatio. El título. ¿Quién hace el documento? Nos, yo qué sé, don Jaimes, rey de no sé qué. O nos, Fernando, rey de Castilla, de León, o lo que sea. El rey de Francia, en fin, el que sea. Siempre hará lo mismo. La intitulación. Luego la directiva. Es decir, a quién va dirigido. Y ahí ya tienes quién y a quién. Las dos preguntas. De lo que es el regesto que tenéis que hacer. Acordaros qué es quién, qué, a quién, y luego por qué, para qué, cómo, lo que sea. Todo eso. Aquí tendríais ya dos datos. Estamos hablando de un documento ideal. Vayan así. Luego después de la directiva viene, hay que ser educado en esta vida, y viene la salutatio. La salud. Saludar. Salud e gracia. Es decir, que estés bien y tienes mi apoyo. Gracia, que sería tener gracia. La gracia divina es estar amparado por. Salud e gracia. Aquí hay un documento del tutor de, bueno, Alfonso XII era un niño pequeño. Y el tutor de Infante Pedro le mandó un documento al tío de Alfonso XI que era Jaime II de Mallorca. Porque todos eran familia. Es una especie de familia así. Eso ocurre en la época moderna, ¿no? El zar de Rusia es primo del rey de Inglaterra y del no sé dónde. Pues era lo mismo. Y la salutatio son cuatro líneas. No para de hacerle la pelota y desearle que esté bien y sano y no sé qué y que viva muchos años. En fin. No tiene por qué ser una sola frase. Puede ser una expresión. Pero salud y demás. Muy bien. Con esto ya os digo. Tenemos de los apartados del comentario diplomático tenemos ya dos partes. Quién y a quién. Después, una vez visto esto, tenemos el protocolo. Lo veremos. Os he puesto un poco de texto. Las fórmulas legales para que tenga perfección jurídica. Y las partes que no es necesario que estén todas presentes. ¿No? ¿De acuerdo? O sea, estas cuatro partes no tienen por qué estar así. Porque luego veréis que hay documentos que se salta una cosa, se salta la otra. ¿Cuándo es un mandato? ¿Cuándo es una cosa de estas? ¿Cuándo tal? Vas a ponerle hola. No. Yo, el rey. Tú, mi oficial de no sé dónde. Haz esto. Punto. Ya está. ¿Para qué voy a decirle salud? ¿Cómo estás? ¿Todo bien? ¿En casa todo bien? ¿No? No. Es una orden que te doy. Es algo directo. Es un mensaje directo. Bueno, pues estas fórmulas legales. Como os digo. La invocación. La tenéis aquí desarrollado. Carácter religioso y devoto. Puede ser la simbólica. En el nombre de Cristo. El crismón. Que es más o menos la equis. Lo que hemos visto. San Pedro. San Pablo. O Jesucristo. Una fe con adornos y demás. ¿Qué ocurre? Se generaliza en los últimos siglos de la Edad Media. Por lo tanto, según qué documento, lo veríais. Y sobre todo, en algunos incluso de los documentos que vamos a hacer de cortesana, aparece una pequeña cruz por el documento. Esto sería la invocación. Esa cruz sería Dios. Tenéis aquí algunos ejemplos de crismones. Tenéis el alfa y omega. SP. Esto sería San Pedro y San Pablo. El principio y el fin. Todo esto representa a Cristo. Cristos. Sería el acrónimo de todo esto. Yesus. La I y la S. Yesus. Jesucristos. Jesús el uncido. Pues todo esto son algunos de los muchos modelos que podemos encontrar de invocación simbólica. Después tenemos la verbal. Breves y suelen ser, más o menos los conocemos todos. Sie es en nombre de Dios Padre, in nomine Domini. En el nombre del Señor. Si es Jesucristo, in nomine Christi. Amén. En el nombre de Cristo. Amén. Y si es la Santísima Trinidad, o te pone Santísima Trinidad o te los cita los tres. In nomine Sante et individuae Trinitatis. La santa e individual Trinidad. Cosa que sólo entiende el cristianismo porque ni musulmanes ni judíos saben todavía cómo explicar la Trinidad. Eso viene de la filosofía clásica. O con las personas. In nomine del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. Es lo más usual. Si os acordáis de esto seguramente en algún documento os saliese, pues ya lo tendríais, ¿no? Es en documentos anteriores y en el siglo XIV ya desaparece como tal. Por eso os lo digo que dudo que os salga algo así, pero en fin. Lo tenemos. La intitulatio. Lo que me interesa que os acordéis es esto. Varía su posición según los documentos. Lo lógico es que vaya después del orden que os he puesto, pero a veces no necesariamente tiene que ir ahí. Puede cambiar el orden. Pero siempre habrá, encontraréis en algún lugar, el nombre de los que van a hacer el documento de la persona. Jurídica o individual que va a dar lugar a ese documento. La dirección. ¿Qué características tiene? Esto es un resumen de lo que tenéis en el libro. Ya os lo digo, pero más o menos los puntos principales que os pueden interesar. Comprende nombres, títulos y condiciones. Naturaleza y forma epistolar. Tres grupos. A una o nombre o varias personas. Y sería, por ejemplo, Bobis. A vosotros. Una sin especificar nombres. A todos los concejos, alcaides o lo que sea. Es decir, a unos cargos. Jesús. Todos los que este documento vieren, por ejemplo. O sea, cualquiera que lo lea. Cogeis, lo leéis vosotros un documento de hace 700 años. Y el que lo hizo quiere que os deis por entera. Eso es lo que hace, ¿no? Vale. Todos los que puedan tener noticia. Noverint universi. Noverint es un verbo. De ahí viene la palabra novedad. Es que se enteren todos. Sepan todos. Sepa el universo. Estiant omnes. Es decir, conozcan todos. Universis presente magi paginam inspecturis. A todos los que... Inspecturis. Un participio de futuro. Los que van a ver en la presente pagina. Se harán un poco las formulas estas, ¿no? La dirección. A quién va el documento. O a un oficial solo. O a todo el mundo que lo vea para que lo pueda conocer. Por ejemplo, una concesión de fuero. Una ley. Pues esto era para todos, ¿no? Bueno. Los grupos llevan en dativo los nombres a los que se refiere en la directio. ¿Por qué? Bueno, en latín. Acordaros que tenemos los que habéis hecho latín. Nominativo. Nomen. Funciona como sujeto, atributo y demás. El acusativo. Es el complemento directo que acusa la acción del verbo. El genitivo. Gen. Su origen. Es el complemento del nombre. Y el dativo. Que es nuestro a o para. Que sería el indirecto. Y luego el ablativo. Le pusieron ablativo por lo que se habla, ¿no? Que son los circunstanciales. Entonces, lo ponían en dativo. ¿Por qué? Porque era para alguien. Entonces tenían que ponerlo, que todavía se enteraban, en dativo. Tened en cuenta que la documentación medieval, si es documentación de cancillería, si es documentación de notario, normalmente el latín clásico, digamos que está un poco ya olvidadillo, pero más o menos sigue las normas. Como cojáis un documento de alguien de su casa haciéndolo, ahí ya... En fin. Le pega unas patadas al latín que no vea. Bueno. La salutatio, como siempre. La más antigua es salud. Puede ser de varios tipos. Lo que os he dicho. De gracia. Salute gratia. Salute me gratia. Piadoso. Salute en el Señor. Y salud para el autor del que lo quiere. Reverencia. Documentos dirigidos al papa. O los pontificios. Este no saldrá porque el papa que hacía apostólica bendición. Los papas, pues, no solo eso, sino que también te bendecían. Y tú, uy, me has bendecido. Ya está. ¿No? Vale. Hasta el siglo IX no aparece la salutatio. Pero bueno. Ya os digo. Todo esto no lo vamos a ver. Muy bien. El cuerpo. El cuerpo tiene estas partes. Tiene un preámbulo. Tiene, no. Puede tener. Ojo. Un preámbulo. Una notificación. Lo que nos interesa realmente de todo esto es esta parte de aquí. Porque estos dos ya os digo que pocas veces los veremos. Nos interesa. La exposición. Y después de la exposición viene la disposición. Primero expongo por qué he hecho el documento y después lo que dispongo. Y al final vienen las cláusulas que permiten hacer que el documento quede sancionado y corroborado. Sanciones, que el documento ya lo veremos ahora. Así te parta un rayo. Yo que sé. Mil maravetis de multa. A partir de un rayo es una broma. Sino que, o sea, es el que hace el documento y dice como no lo cumplas se te va a caer el pelo. Y luego corrobora que ese documento está hecho. Vamos a ver las dos primeras. Lo veremos un poco rápido. No tiene más. Preámbulo, exordio, prólogo, proemio. Es lo mismo. ¿Qué es? A los papas les encantaba. Cuando uno coge una bula después de cinco, seis o siete líneas del pergamino en cuestión. Si eso es lo original. Luego te dice en cinco palabras o seis lo que quiere. Todo el resto es paja. El preámbulo es eso. Teniendo en cuenta la misericordia divina y que el otro día me fui al cine y que no sé qué, no sé cuándo. O sea, te cuentan unas historias tal para ir llegando poco a poco a lo que quieren. El preámbulo sería eso. Consideraciones generales, superficiales, vagas, sin conexión directa o inmediata con el documento. Pero queda bien. Literariamente queda estupendo. Sentencias de escritura, proverbios, dichos de sabios, citas de legisladores. Todo lo que pudiese dar, adornar. Evidentemente esto no lo vamos a ver en la documentación del examen. Porque a ningún rey se le ocurría perder el tiempo escribiendo cosas de estas cuando lo que querían es que le mandasen soldados o cobrasen un impuesto. Esto no existirá. Ya os digo, esto lo podemos ver en los grandes documentos que quedan bien cinco o seis líneas o cuatro de estos. No es algo necesario como os pongo en estos, en los más solemnes y sus temas son muy variados. Usos y costumbres documentales en cada cancillería, región o época permiten poder situarlos. El preámbulo ya vemos que no. Luego tenemos la notificación. Bueno, parte documental que anuncia el hecho jurídico contenido en el documento mediante una llamada de atención. Esta llamada de atención a través de adverbios, de finalidad, lo que sea, igitur, ahora, ideo, por ello, itaque, de esta forma, coaprópter, que vendría a ser lo mismo. Son preposiciones. No hace falta que los aprendáis todos porque también la notificatio, dudo que os salga, pero bueno. ¿Cuáles? Las fórmulas son muy variables. Notum sit omnibus. Sea para todos conocidos. Sea notorio y manifiesto. Y sepan cuantas estas cartas vienen o viesen. Conocida cosa sea a todos. Esto sería la notificación. En el preámbulo ya han contado lo que querían y empieza. Esto sería la notificación. Después de aquí, viene la tercera parte que nos interesa. Sepan... fijaros. Sepan cuantas estas cartas vienen qué. El otro día me presentaron una carta en mi curia, no se qué, que decía que a los del pueblo de No sé dónde les había dado un privilegio y lo habían perdido. Esto sería la exposición. El sepan todos sería lo que hemos visto antes. Tendríamos ahí, habríamos explicado las variables, la exposición, cada documento es un texto, ¿no? Sepan cuantos o conocidas sea a todos que se me presentó en mi cancillería o ocurrió no sé qué y esto tal y cual. Eso sería la notificación. Lo notifica a quién. Y después nos vendría la exposición de estos motivos y justo después de la exposición viene lo que quiere. Mandato o parte sustancial o insustituible de todo documento. La disposición es el qué. Hemos visto, ya recuerdo, el comentario diplomático, el registro, quién, qué, a quién, ¿no? El quién y a quién lo vemos al principio, en el preámbulo. Yo, el rey de Castilla. Yo qué sé, mi condestable de no sé dónde. Lo que sea, tendríamos el quién y a quién. En medio nos queda el qué. Es la disposición, es el mandato. Es lo que quiere que se haga la persona que hace el documento. Jurídicamente es aquí donde se especifican naturaleza y clase de documento. Según la disposición, será un tipo de una carta, será una sobrecarta, serán los documentos que veremos, ¿no? Bien. Puede, ojo, puede empezar como hemos visto antes con algunas partículas. Pero más o menos lo que veremos serán este tipo de vallas. Los verbos queremos, ordenamos, mandamos, es lo que os digo, ¿no? A partir de ese punto empezaría la disposición. Por lo tanto. Volviendo al principio. El rey de Castilla. ¿Qué? Ordena. El qué. A quién. A los alguaciles de Sevilla. Y después lo otro. Que sería explicar qué es lo que ordena. O sea, va a ir viendo un poquito las partes. Bueno. Después de haber ordenado, mandado, destatuido, lo que os dé la gana, eso. El documento necesita una serie de cláusulas que garanticen el cumplimiento de la acción jurídica. Garantizar y certificar para que sea válido y tenga fuerza legal. Estas partes, la sancio y la corroboratio, en principio no pueden faltar. Pueden ser muchísimos tipos, os he hecho un resumen. Preceptivas, de sanción. Prohibitivas, que a nadie se le ocurre la expresión esta de non fagades ende al. Este al de aquí sería el ali latino, otro, otra cosa. Y no hagáis ende, por ello, otra cosa. Ende al sería por ello no hagáis otra cosa. Es decir, es una cláusula, no lo hagas que te doy. Vendría a ser en el lenguaje moderno, para entendernos, ¿no? Las derogativas, ¿no? Supongo que no saldrán porque lo que hace es las cláusulas anteriores de otro documento, a lo mejor, derogarlas. Reservativas, se guardaban, esto ya son exquisiteces jurídicas, no van a salir. Se guardaban. Se guardaban la protesta de los demás. Y las obligatorias. Carácter en los contratos, simplemente, pueden ser de carácter moral. Estás obligado a hacerlo porque lo has curado sobre los cuatro evangelios o porque te has comprometido legalmente, lo que sea. Había otras renunciativas, penales, estas son las más habituales. Las penales son las más habituales en ello porque son las más efectivas. Si a uno le clavan 500 euros por saltarse dos kilómetros por hora la velocidad, procurará no saltarse. Si te dicen no seas malo, te dará igual. Procurará, la gente, la mayoría, procurará cumplir, pero siempre habrá alguien que dirá hasta que no me mute en tal. Pues es un poco esto, ¿no? Es el arma de la amenaza anunciando penas y castigos. Estas penas y castigos pueden ser de orden espiritual, grandiosos y grandilocuentes y retóricos. Te irás al infierno. Arderás en la caldera de Pedro Botero, dicho con otras palabras, pero básicamente era eso. No tendrás paz nunca, cosa así. Las más efectivas eran estas dos. Multas. Entonces, esto siempre funciona. O penas corporales. Por ejemplo, aquí en la Cancillería de Palma, en la Cancillería de los Reyes de Mallorca, pues cuando el rey o el lugarteniente que actuaba en nombre del rey quería asegurarse algo, decía que lo hiciese bajo pena de cuerpo y haber. Pena de cuerpo es que te robaban el cuerpo. Es decir, te metían en la cárcel. Y además, te embargaban todo lo que tenías. Normalmente la gente lo hacía. O sea, esto bajo pena de cuerpo y haber era una de las fórmulas que se utilizaba mucho antes. Bueno, si cuís vero, esto no hace falta, ¿no? Siempre estas penas espirituales y pecuniarias, casi siempre, al final del test. Luego, las corrobativas son unas cláusulas que se han cumplido. Hice, hacer, puse, hice hacer esta carta y puse, mandé a dar esta mi carta, lo firmaron, sellada, con mi sello de plomo. Esto sería una carta plomada, que no os va a salir porque ya veis que han dicho que no os pondrán ningún documento de albaláes. No, cartas plomadas de esto, ya veremos. Y demás. Es decir, en el cuerpo tenemos, aparte de la paja, para lo que queremos, ojo, para lo que queremos de cara al examen. Porque son documentos que algunos que da gusto leerlos. Pero para lo que nos interesa es lo que quiere, a partir de la notificación, la exposición de motivos y la consecuencia de esos motivos, que es el mandato. Después del mandato, las cláusulas punitivas para que se cumpla lo que ha ordenado el rey. Muy bien. Y ahora tenemos la última parte, que sería el escatocolo. El escatocolo o protocolo final o final del documento son dos puntos. La validatio. La data y la validatio. Datum, ya lo veremos, simplemente es hecho en, dado en. Claro, esto es en latín. En castellano era fecho en. De ahí viene la palabra, ya os lo he comentado, fecha. La fecha es cuando está hecho. Y la validatio era el canciller o el oficial al cargo, que daba valor a la fecha. Y que daba validez al documento y certificaba que había salido de la cancillería. Para que veremos algunas cuestiones, ¿no? Vale. Luego había una precatio, pero no tiene más. Estos dos son los temas 28 y 29 del libro. Tenéis la data y la fecha, podemos comentarlo algún día. Cada reino tenía su forma de hacerlo. Ya os comenté que los franceses eran muy suyos y cambiaban el año con la Semana Santa y tenían años de novedad. Y eso no había, administrativamente era infumable. La corona de Aragón se seguía el sistema de las calendas latinas. En Castilla ya vimos que era la era cristiana. 38 hay que restarle 38 a los años que os pongan. Lo que pasa es que no os va a pasar porque si ya son documentación del siglo XV eso ya se había normalizado. Y si pone 1498 es 1498. Pero que lo sepáis al menos, ¿no? Bueno, esto en cuanto a las partes, al resumen de las partes del documento. Ahora vamos a ver un poco la tipología documental con la que vamos a trabajar. Esto no os va a salir. Esto es un privilegio rodado, con la roda. Es la concesión de los fueros de Castilla y León de una ciudad. No sé si es Guadalajara o una de estas. Si esto lo ampliamos lo podéis ver Alfonso y Yolanda. ¿Os acordáis que os puse un documento de ellos? Pues es el rey Alfonso de Castilla, es su esposa, que lo hacen. Fijaros esta gran rueda aquí en medio. Por aquí estaría, el de aquí hacia arriba estaría el documento y aquí empezaríamos a tener testigos de todo esto. ¿No veis? Por aquí abajo estarían los escribanos y aquí la confirmación del documento y esto seguiría bastante más para arriba que es donde estaría la parte. Pero os he cogido la rueda que es lo fundamental del documento. Bueno, vamos a ver. Siguiendo lo que tenéis en el libro en los siglos XIV y XV en Castilla, que es la documentación que vamos a ver, a partir de las Cortes de Alcalá 1348 hay una cuestión básica. Las partidas de Alfonso X el Sabio siempre se dice que hasta mediados del XIV no tendrán fuerza legal. Yo lo dudo porque me he encontrado mucha documentación que hace referencia a lo que luego serán las partidas aunque ya estaban escritas pero hacen referencia y ya la usaban. Pero bueno, mediados del siglo corte de Alcalá el rey dictamina que las partidas de Alfonso X el Sabio serán fuero, serán ley. ¿No? Muy bien. A partir de ese momento las partidas las partidas es se llama partidas porque está partido en temas y las partidas es toda la recopilación de la ley castellana y te pone desde los derechos de una casa, de un buque, de contratos, de todo, incluso también como tienen que ser los documentos. Vale. Después Enrique II de Castilla prosigue con la labor de Alfonso XI y lo va modernizando. Con Alfonso XI los albalás y todo esto ya acaban y será una nueva documentación que es la que vamos a trabajar. Vale. ¿Qué ocurre? La corte manda tiene, bueno, hay dos tipos de cancillerías. Si encontráis algún sello de la poridad, este nombre raro, era el sello secreto. Tenían ahí, tenían digamos cosas que eran públicas del documento del día a día, pero cuando había cuestiones que eso no ha quedado casi nada, que seguramente reescribiríamos la historia si hubiesen quedado, era con el sello secreto. Aquí hay algún documento que el rey en ese momento no tiene otro sello, que no sea el secreto. Dice, te lo mando con el sello secreto porque no tengo otro. Y lo deja bien claro. No es porque esto sea, sino porque no tengo otro, pero que veas que soy yo, ¿no? Bien. La corte sigue siendo itinerante. No se establecerá básicamente en Castilla. Está Felipe II y el escorial. De hecho, Carlos V todavía fue dando vueltas. Carlos V no tenía un lugar de residencia, aunque tuvo el palacio de Granada y demás. Pero su corte, como era itinerante, él, por ejemplo, no tenía. Que sí que tenía, digamos, cuadros. Él lo que llevaba cuando iba de camino, y ni tínere, eran tapices más fáciles de transportar y también más caros que los cuadros. Luego ya, cuando se retiró, pues sí que tuvo una serie de obras que tenía en sus palacios y demás, pero en el día a día llevaba tapices para decorar si tenía que hacer alguna audiencia. O sea, las cortes en Castilla y Tanco, Castilla fue itinerante hasta Felipe II. Bien, ¿qué ocurre? Esta corte castellana tendrá un personaje fundamental, que es el canciller del sello. La cancillería se une con el tribunal de justicia. Hay que hacer muchísima documentación. Es decir, esto nos pedirán la teoría. En esta época aparecen las tesorerías mayores, es decir, lo que sería Hacienda. Las nuevas disposiciones afectan al cuidado de la factura de la documentación. ¿Qué hacemos cuando vamos a Hacienda o vamos a tráfico a renovar el carnet? Vengo a renovar el carnet, coja el impreso 03. Cada documento tiene su plantilla. Pues lo que vamos a ver son las plantillas de los documentos. Y eso es lo que nos permite... Te permite reconocer si es un mandato, si es una cosa u otra. O sea, al fin y al cabo, lo que vamos a ver es... Imaginaos que tuviésemos que ir a la administración y nos dan cinco formatos distintos, cada uno para una serie de cuestiones. Pues esto es lo que vamos a ver en el fondo. No es otra cuestión. Es así, ¿no? Bien. También la documentación tendrá nuevas disposiciones y las tasas, como no... Hacienda no se va a poner. No se ha inventado ahora, sino que ya existía en aquel momento y todos sabían qué pagar. Cada vez que hacías un documento, a pagar. Las tasas se van regularizando, el Estado necesita cobrar y demás. Bueno, esto muy rápido. Por lo tanto, la Cancillería, en Enrique II, consta del canciller, que es el jefe de la Cancillería, los notarios que trabajan, que son los que miran la legalidad, los escribanos... ¿No? Llevan el peso del trabajo, evidentemente, y su participación suele expresarse mediante la palabra vista, una V, y el nombre del escribano. ¿Por qué? Porque tenían que saber quién había hecho el documento. Por si había errores, por si había mil cosas. O sea, ya había documentación, ¿no? El sello. Los sellos no estaban en la misma oficina. Había un oficial del... Había un oficial del sello que era el que ponía la validez a la documentación. Y luego, toda esta documentación se guardaba en registros. Hoy en día, cuando vamos al notario, nos hace una copia. O directamente nos la manda por mail, en PDF, ya, hoy en día más cómodo. Pero todavía siguen, hoy en día, obligados, a final de año, es decir, a principios del año siguiente, a imprimir todo y cada uno de los documentos. Uno de los contratos que han hecho y encuadernarlos. Muchísima documentación que conocemos es documentación de notaría. Porque los notarios tenían sus notales, que es donde guardaban todas las operaciones. Y es muy raro, aquí yo lo he podido localizar en cinco o seis ocasiones, que todavía exista el pergamino original que le dieron al que había hecho la operación y el registro notarial de esa operación. Lo he podido encontrar en algunas ocasiones y demás. Por lo tanto, los registros. Dos registros, uno de la Cámara y otro de los alcaldes, las distintas oficinas que no nos interesan para lo que queremos, ¿no? Bueno, y en las Cortes de Segovia de 1383, por eso os decía que si es de 1400 y pico ya da igual, se deja de contar en la era hispánica, se pasa a la cristiana según la Navidad. Ojo, no cambiaba en el año 31, el 25. En la corona de Aragón, el año cambiaba el 25 de marzo, el 25 Navidad, la noche del 24, nace Cristo. Los cálculos son fáciles, nueve meses para atrás, la noche del 24 de marzo. Entonces, en la corona de Aragón y en el Mediterráneo, en muchos lugares, se contaba el inicio del año con la concepción de Cristo. Si el 25 era Navidad y nacía el 24 por la noche, lo tenían fácil. La noche del 24 de marzo era Nochevieja. Nos sonaría un poco raro a nosotros ahora, ¿no? Era el cambio de año. Bien, pues en Castilla dejan de utilizar los 38 años menos y pasan a contar los años normalmente salvo la última semana del año, que sería ya el año siguiente. ¿Por qué? Porque cuando se cuenta en la corona de Aragón el sistema de calendas, porque esto era el sistema de calendas, pues si no te das cuenta, si tienes, por ejemplo, yo que sé, la segunda calenda de febrero de 1326. Bien, tú cogerás 1326, la segunda calenda de febrero, la primera calenda de febrero, la calenda será el 1 de marzo, pues pondrás el 28 de febrero, es algo que sea bisiesto, ¿no? Y tú pones 28 de febrero de 1326. Pues no, sería 37. Porque todos los documentos que haya entre el 1 de enero y el 24 de marzo, para nosotros ya son del año siguiente. Hay que datarlos de esa manera. Bueno, estas son pequeñas cositas, ¿no? Bueno. Muy bien. En el siglo XIV-XV, algunos, en el preámbulo y todo esto, sí que hacían referencia a la normativa vigente, desde luego. Podían hacer referencia al foro juzgo según qué tipo de documentación. Es muy difícil decir este o este, pero sí que se utilizaba, ¿no? No hay problema. Bien, los escritos que vamos a ver están en romance. Lo que pasa es que, como os dije el primer día, en plan broma, había algún escribano que se podía haber dedicado a cuidar cabas, otras cosas, o cultivar, porque la letra que tenía, en fin, ¿no? Y eso que estaban obligados... O sea, que fuese elegible. Bien. Los pergaminos propios de la Baja Edad Media. Ya en la Baja Edad Media hay papel. Si podéis ir a algún archivo... Hoy en día la entrada es libre. Hombre, libre. Tendréis que dar vuestros datos y podéis pedir un documento y demás. Si es un documento muy antiguo e importante, seguramente os dirán que está arreglándose, que está en conservación, porque ya no se van a fiar. Porque todavía hay eso. Pero tenéis acceso. Tenéis acceso libremente a esa documentación. Si podéis observar el papel del siglo XIV, se conserva perfectamente. El algodón hecho, estos papeles tenían... Sabéis que hacían la pasta con el algodón machacado, lo ponían sobre el cedazo y en el cedazo ponían unas marcas que serán las marcas de agua que indicaban dónde se había hecho. ¿Conocéis los folios estos de algo? ¿Qué tienen la marca de agua? ¿Qué es el de un galgo? Pues era esto. Y ahí podías saber en qué lugar se había hecho este tipo de papel. El papel. Los privilegios rodados en los siglos XIV y XV se harán todavía en pergamino. El pergamino es indestructible, solo se lo carga el fuego. Lo pueden mojar, arrugar, doblar. Evidentemente la tinta se irá, pero el soporte queda. Mientras que el papel... Bicho... O sea, gusanos, polillas, polvo, humedad... Todo eso se lo coge. Bueno, la letra va a pasar de una minúscula diplomática por la gótica cursiva de lo que vamos a ver hasta llegar a la cortesana, albaláes y demás. Bueno, el sello. Estos sellos ya es muy molesto utilizar sellos pendentes. Los sellos que van colgados son pendentes, de que cuelgan. Claro, ¿cómo guardas eso? Un montón de sellos, tal... No puedes poner uno encima de otro. Y a partir de estos siglos empieza a aparecer lo que se llama el sello de placa. La impresión sobre el documento. ¿Por qué? Porque es mucho más cómodo su utilización. Bueno, el pendente, a partir de Alfonso XI, ya es así, pierde en fuerza. Vale. ¿Qué documentos tenemos? Y aquí ya empezamos a oír nombres de lo que vamos a ver ahora. Privilegios rodados no os van a poner ninguno. Sería un fragmento, a lo mejor, de la transcripción de algo, pero lo dudo. Carta plomada. Le puse mi sello de plomo, lo que hemos visto antes. Eso sería una carta plomada porque llevaba un sello de plomo porque obedecía a un modelo muy específico de documento. Luego, el mandato. Fijaros que os he puesto provisiones reales. Esto es otro de los documentos que vamos a ver. Mandatos, provisiones reales, ya son el nombre de la documentación que os puede salir en el Excel. De todo esto que tenemos aquí, yo os he hecho un esquema. Estos son los públicos. Sentencias ejecutorias. Actas pragmáticas y demás. Bueno, el equipo docente puede poner lo que sea para ver un poco lo que hay, ¿no? Pero en principio tenemos la provisión real, que es más larga. La sobrecarta. La sobrecarta es muy fácil porque dice que ha visto otra carta. Elemental querido Watson, ¿no? Va sobre una carta que ha visto. A veces incluso te transcribe la carta que ha visto para que dar fe de lo que decía. Porque si no, ¿qué ha dicho esta carta, no? El albalá como documento en sí. Ya os puse algunas imágenes. Dice que no os entran porque os pasa directamente a las cartas emisivas. Una carta emisiva es algo rápido. O la real célula, que es muy característica con el nombre separado y otra serie de cuestiones. Estos cuatro tipos de documentos son los que a priori nos tienen que salir y son los que vamos a trabajar. En este sentido. Vamos a ver un poquito cada uno de ellos. Porque el tiempo vuela que no veas. Provisión real. La provisión real os he puesto las partes, pero... Será difícil. Emanan de los reyes. El protocolo tiene una intitulación larga, más larga que un día sin pan. La directo a quien va. Salud e gracia. Vale. Esto lo veremos en otros documentos. El cuerpo tiene la notificación. Saber que la petición que hace caso es la de dispositivo. Y todo lo por bien, que también es algo característico de la provisión real. Me habéis mandado esto y yo lo acepto. Es una de las expresiones que os puede permitir reconocer este tipo de documento. Y luego vos mando y demás. Las sanciones. Fijaros, os he puesto algunos. Sopena de mi merced es de diez mil maravillas. Es decir, me vas a caer mal y encima te voy a clavar una multa de narices. Es esto. Luego daba también el emplazamiento para que se cumpla. Es otra de las características de la provisión real que le decía y tienes tanto tiempo. En pocas ocasiones de otros tipos de documentos lo decía. La fecha. Fecha tópica y cronológica. ¿Qué diferencia hay entre la tópica y cronológica? La tópica es el lugar. Y la cronológica, pues la fecha normal de día, mes y año. Vale. Y la validación, la firma del rey, autógrafa y sello de placa. Por eso es una provisión real. Son documentos largos. Tenemos la sobrecarga. Simplemente en la exposición, cita que ha habido otra carta. ¿Y qué quiere? Que esta carta anterior se guarde y se cumpla. En la disposición, cuando lo va a disponer, ¿qué dice? Pues he visto el documento, acepto lo que me pedís y os ordeno que hagáis esto. He visto la carta y quiero que la cojáis. Lo salvalás. Ya vimos algún documento. Hay merced u oficio para hacer bien y merced. Iremos viendo algunos, pero más o menos, ¿no? Yo, el rey, el destinatario, la validación... Siempre es una carta de albalá y siempre os lo pondría. Por este mi albalá. Son cartas de albalá porque era un tipo de documentación y siempre aparece la palabra albalá. Aunque esté escrito en letra albalá, si no aparece será otro tipo de documento. ¿De acuerdo? Bien. Las disposiciones son las normales. La carta misiva es uno de los documentos no fundamentales, pero sí para nuestro interés que tiene que ir ahí. Hay dos tipos de tapas. Aparecen... Fijaros en la segunda mitad del siglo XIV. Una primera tapa. Empieza. Yo, el rey. Punto. Aquí ya... Envío saludar como aquel a quien mucho fío. También es una expresión y tal. Os hago saber y luego el mandato. En el catocolo la fecha completa, el firma del rey, y el canciller que firma con la inicial y visto. La segunda etapa. Y esto aquí abajo. Que sí, fuera. Escucho. ¿No? En el escatocolo esto es determinante para encontrarlo. En la segunda mitad del XV podéis encontrar documentos que ponga el 14 de junio del 78. ¿Para qué? Poner 1400. Ellos sabían que estaban en 1400. Simplemente ponían la decena y la unidad. También es una cosa muy característica de esta segunda etapa, ya a partir del reinado de Juan II. En la que... Fijaros que Juan II es de la primera mitad del siglo XV. Entonces, esta segunda mitad del siglo XV pues es muy característico de alguno de los documentos que podréis ir viendo en el manual. Tenéis ejemplos de estos. Y con lo que estamos viendo aquí pues podéis hacer esto de dónde está Wally. Es decir, dónde está un arbalaje, dónde está una carta misiva. Viendo las características os lo pone. Carta misiva. Fijaros que no sólo pone la transcripción sino que os indica lo que es. Y de hecho podéis seguir. Podéis intentar ver las partes para ir practicando los tres puntos de diploma. Luego tenemos la Real Célula. La Real Célula es también un documento muy característico de principios del siglo XV. Por influjo de la Cancillería Aragonesa. Si es así, porque en la Cancillería de Aragón ya existían. Quiere sustituir la carta misiva porque sustituye finalmente al mandato que era más largo. Porque es muy concreto. Bien. Los más representativos. Hay varios modelos. Encontraréis, si esto es el documento el rey o la reina estará aquí arriba. Por aquí podréis encontrar alguna crucecilla a veces. Muy bien. Luego empezará el documento directamente a quién va dirigido. Al alcalde mayor de no sé dónde. Vale. Una breve exposición de lo que quiere hacer. Lo mismo. Topónimo y fecha de los números. Ya está 1500. Lo mismo que hemos visto anteriormente. Suscripción autógrafa del rey y el secretario en la plica firmará. Aquí el rey firmará con su tal. El rey o la reina, porque hay documentos de la reina también lo firmará ahí. Bueno. Otros documentos que os pone lo dejaremos ahí. Plasmáticas, sentencias ejecutorias, cartas de pago, cartas de procuración, simples o de finiquito. Esto había muchísima tipología. En la Cancillería de los Reyes Católicos con esto acabaremos ya. Pues los notarios, mayordomos, escribanos secretarios, escribanos de los secretarios y aparecen nuevos documentos. Cartas de privilegio. Es muy larga. Confirmación. Estos documentos, pero me interesa más esto. Los cancilleres van cambiando. Aparecen nuevos notarios pero no para lo que queremos. Esto ya lo vimos. Un resumen de todo lo que tenéis ahí. Ya lo que quiero es que os hayáis quedado con las cartas misivas, con estos nombres. Lo iremos haciendo. De acuerdo. Pues nos vemos la próxima semana. Muchísimas gracias y seguiremos practicando. Y ahora hasta la semana que viene. Buenas tardes. Hasta luego.