Muy buenas tardes. Seguimos con los autores. Nos habíamos quedado con Karl Marx. Lo vimos también muy rápido, algunas cuestiones, el materialismo dialéctico, el materialismo histórico. Son dos de los temas que os pueden aparecer. Y acabamos con el concepto de alienación. Tendré que modificarlo porque queda un poco frío, tal como está dividido. Pero bueno, hay la alienación ideológica, estados civiles, la explotación y demás. Bueno, nos habíamos quedado en este contexto de alineación de Karl Marx. Como vemos, hemos pasado de cómo entendemos el mundo desde la mente, desde la mente de la mente, desde la mente de la mente, Hemos visto con Kant cómo puedo conocer, cómo puedo actuar, cómo debo hacer, el imperativo categórico. Con Marx, la relación del ser humano ya no es una relación con el universo, sino que es un ser en la naturaleza que tiene que trabajar, tiene que modificar esa naturaleza para poder sobrevivir. Y ahora ya... Vamos a pasar a el final de la filosofía tal y como la hemos entendido hasta ahora. Bien. Schopenhauer y Nietzsche. Tenemos en la página 267. A propósito de Schopenhauer, el propósito es construir una metafísica y hacerlo una vez que Kant ha demostrado de manera irrebatible la imposibilidad de la filosofía. La imposibilidad de la metafísica tradicional como ciencia. Siendo posible solo como una reflexión en el ámbito de la razón práctica. Muy bien. Vale. Para Schopenhauer sigue viviendo esa necesidad del mundo metafísico. Os comenta algunas cuestiones que cuando no se puede construir, demuestrar a Dios de forma lógica, la demostración no es posible en lo sucesivo. Ningún tipo de argumento que pueda rehabilitar la existencia de Dios ni la necesidad de suponer esa existencia. Por lo tanto, el carácter a priori de la dialéctica trascendental de Kant es reinterpretado. Bien. Vamos a ver esto que os he dicho así desnavazadamente, cómo es. Kant había eliminado el teísmo de la filosofía. Esto es el resumen del punto uno, entendida como ciencia y no religión. Con Kant habíamos llegado a la división que habíamos empezado ya, acordaros con Guillermo de Ockham, entre fe y razón. Habíamos iniciado ese camino y Kant demuestra, que científicamente es imposible demostrar a Dios. ¿Vale? ¿No? Con estos mimbres tenemos que construir un nuevo sistema. En estos años son los pensadores alemanes, tenemos a Schopenhauer, tenemos a Nietzsche, tenemos también en esta época a Hegel, Hegel es su último gran metafísico, y si juntan a Schopenhauer y Nietzsche, es porque esa metafísica tradicional, que es lo que intentará Hegel, Hegel intenta, claro, a ver, ¿la metafísica qué es? Metafísica es ese mundo fuera del ser humano. Si Dios ya no es, ¿qué es lo que hay? Y Hegel lo que intentará en el fondo es que esa metafísica perviva en nuestro espíritu. Con Hegel aparece, no con él, pero con este movimiento alemán, aparece con el idealismo alemán, aparece lo que será el romanticismo. Esas fuerzas espirituales, la jaidos, la forma, de ahí el idealismo. Bien. ¿Quién es? ¿Quién es Schopenhauer? Nace en Danzig, morirá en Prusia. Filosofía con Fitch y Schelling. Doctor por la Universidad de Jena. Conoce a Goethe. Pretende unir orientalismo con Platón y Kant. Que esta es la gran visión. Estamos en el siglo XIX, porque en el siglo XIX es el mundo del colonialismo. Entonces, todas esas nuevas corrientes de pensamiento se intentan acomodar al pensamiento occidental. Bueno. En 1819 es profesor en Berlín, intenta sacar la plaza que se lleva Hegel y a partir de 1831 se retirará a Frankfurt, donde morirá ya... de mayor. Bien. ¿Qué ocurre? Para él, la filosofía frente la postura de Kant, que la admiración ante la existencia es lo que le había llevado a esta necesidad metafísica, porque el mundo no lo podemos explicar, pero Schopenhauer cree que esta admiración brota de la inanimidad, de la inanimidad del mundo. ¿Por qué? Hemos visto a Marx, que lo que hace es decir que el ser humano tiene que transformar el mundo, tiene que trabajar, hemos visto las relaciones y demás. Muy bien. Para Schopenhauer la existencia del ser humano es un mal. Por lo tanto, la filosofía, si partimos del aspecto negativo, nace del dolor, nace de la propia existencia, pero es una existencia en negativo, no en positivo. Y también nace de la experiencia de la ignorancia y sobre todo la maldad moral que domina el mundo. Muy bien. Como hay maldad moral, necesita reglas morales para conducirse en la vida. De cajón. Pero él pensará, bueno, no hay, a ver qué podemos hacer. Muy bien. Ocurre pues que intentando salvar este modelo entre metafísica y filosofía, filosofía, ojo, como ciencia, la metafísica será para el pueblo, será de una forma mítica, la metafísica ya queda lo que diríamos la religión. Ambos tienen un mismo origen. La religión sería el mundo metafísico y la filosofía como ciencia lo que tiene que hacer es esta parte metafísica, la parte que se pueda hacer del ser humano, una verdad argumentada. Esta verdad argumentada es lo que vamos a ver como siempre en poco tiempo, rápido y no con la profundidad que tendríamos que verlo es lo que vamos a ver de la filosofía de Schopenhauer. Muy bien. El mundo y esta es su obra como voluntad y representación es la definición de lo que va a pensar Schopenhauer. Vale. Después de Kant sólo podemos conocer los fenómenos. Está claro. Phenomenon, aquello que vemos. No la cosa en sí, es decir, la esencia. Vale. ¿Por qué no podemos conocer la esencia? Porque es irracional, no es racional. Y aquí cuando me refiero a irracional no me estoy refiriendo a que no razone, sino que no es racional. Sino que se escapa de la razón. Vale. Para construir su metafísica por lo tanto no sigue, y esto es fundamental, el modelo clásico. ¿Qué es el ser? Desde el inicio. El tojón, el ser, lo que es, qué es. Valga la redundancia, ¿no? Vale. Si ya no busco qué es el ser, ¿qué tengo que hacer? Vale. Si no es el ser, ya la cosa en sí ya no podemos. Los fenómenos es el mundo material. La cosa en sí es el mundo metafísico. Por lo tanto, todas las formas a priori de Kant se lo remite a lo que es la causalidad de los elementos. Y el espacio y tiempo es lo que nos marca la inconsistencia del conocimiento de ese mundo sustancial. ¿Qué significa esto? Vale. Por lo tanto, las cosas y su movimiento es una concatenación de causa-efecto. Esto es concatenación. Por lo tal, ¿qué sería la realidad? Un enganche de uno a otro. Actuar de los objetos sobre unos sobre los otros sin darse la conexión causal. Bien. Vimos a Hume que hablaba de la causa que no podía conocerlo. ¿Os acordáis? O sea, no veía cómo podía conectar. Vale. Porque esta conexión causal la damos nosotros. Necesariamente no es así. Vale. Por lo tanto, ¿puedo yo? ¿Qué es la nulidad ontológica o nontor del ser? No hay un ser en sí. Por lo tanto, si parto de una metafísica en la que no hay un ser es ser, pero sin embargo existe para mí el mundo y esta es la frase que lo define es nuestra representación. Tenemos ya no es una imagen platónica ya no es un mundo que analizamos sino que nosotros como seres creamos ese mundo. Vale. ¿Por qué? Porque estas conexiones causales es decir este hacer lo creamos nosotros lo que llamaban las estructuras a priori del sujeto. Somos nosotros que creamos estas conexiones. Por lo tanto, en lo que os he dicho el mundo es voluntad y sobre todo representación. La voluntad será el amor y el odio será el motor será la gravedad será lo que lo mueva ¿no? Y representación es la imagen que creamos de este mundo. Ya. Por lo tanto ¿qué ocurre? La realidad vamos a ver la frase esta si la causalidad sólo sirve para unificar la experiencia me dice que hay una relación causa-efecto y si ya no es posible asignar a los fenómenos una realidad distinta a algo que sea representativo. Las cosas son así es una representación. La realidad es pura causalidad por lo tanto los fenómenos es algo puramente material que nosotros hacemos. Vale. ¿Por qué? Porque Schopenhauer aún intentando hacer metafísica en negativo de este mundo cruel lo que se da cuenta es una cosa la ciencia no puede ir más allá del mundo fenomenológico no existe Dios bueno no existe Dios está en el ámbito de la metafísica no existe nada que podamos conocer más allá del mundo material y además un mundo material que para Schopenhauer es nuestra representación de ese mundo. Entonces la ciencia queda desligada a este mundo de el racionalismo al desligarlo la racionalidad científica es la única forma posible de relación racional con el mundo. Muy bien lo que está haciendo Schopenhauer es desviarnos ya no hay Dios no hay nada de todo eso Dios para algunas cuestiones como veíamos en Kant por lo tanto el mundo de la ciencia sólo puede actuar en aquello que pueda ser racional. Y qué significa que el mundo es nuestra representación qué es el sistema de fenómenos ligados entre sí y articulados por nuestra razón es decir nosotros conformamos el mundo ya no es Dios ya no puede ser el espíritu no puede ser nada sino que es la realidad estamos a ver no le pongáis esto en el examen como si fuese un matrix en que nosotros creamos una realidad vale por lo tanto todo aquello que no pueda ser entendido por la razón o articulado por la razón será lo místico voluntad y representación lo que hemos visto es decir cómo va desgranando todo ese aparato y dejarlo ligado a el mundo de la ciencia sólo puede ser la racionalidad científica sólo puede afectar al mundo de el fenómeno todo lo demás queda desligado lo que no coincida será considerado por Schopenhauer y Wittgenstein que lo veremos más adelante lo místico es decir todo aquello que se escapa todo aquello que no es que se escapa al análisis muy bien ya hemos cogido ya hemos hecho dos partes el mundo racional y el mundo digamos irracional vale ¿qué ocurre? ¿no? este mundo racional o sea el mundo que vemos ¿qué hacemos? somos nosotros que aportamos las estructuras a priori y nosotros ordenamos el mundo y ordenando el mundo nos experimentamos a nosotros mismos ¿cómo soy? o sea ¿cómo soy consciente de que existo? nosotros nos experimentamos creando estas estructuras a priori ¿por qué? nos experimentamos como sujetos racionales pero también el movimiento como voluntad ¿cómo lo hacemos? la voluntad será el mundo irracional si quitamos todo el mundo racional lo único que nos queda es el espíritu la voluntad el amor el odio todo esto o sea llamarle a la voluntad como esa fuerza que hace que el ser humano pueda llevar a cabo todas estas cuestiones si esa voluntad es el ser humano esa voluntad es sustrato de nuestras reacciones de todo por lo tanto como nosotros conformamos el mundo finalmente el mundo también es voluntad ¿por qué? porque nosotros experimentamos desde dentro al menos alguno de todo lo que hay en el exterior ¿por qué? porque una voluntad de nuestro espíritu sentados con todos los sentidos del universo que nos da a la voluntad voluntad cuando vimos el curso pasado, el nous es ese mundo inmaterial, esa relación entre Dios Padre, Dios Hijo, y el noumeno es algo indeterminado, es decir, algo que se puede pensar pero no conocer, el noumeno sería la indeterminación. Sería indeterminado porque no podemos conocerlo, no por nada más. Muy bien, ya tenemos dos aspectos. El mundo físico por un lado y nosotros nos autodeterminamos, si queréis, por la voluntad. Que el ser humano es voluntad, porque la voluntad es la esencia real de todo. Muy bien. La que da estupidez. Estupendo, pero ¿eso se puede sistematizar? No. Por lo tanto, es algo que se va más allá del mundo científico. Ya lo hemos visto antes que ha separado definitivamente la ciencia por un lado y lo demás. ¿Por qué? Lo único que podemos experimentar en nuestro propio cuerpo, esta voluntad inmediata, es ahí. Pero... Por lo tanto, esta voluntad como experiencia es la única que nos permite intuir otro mundo. Vale, como veis, no está negando esta segunda parte. Lo que está haciendo es, una vez ha separado el mundo de la ciencia, la representación, nosotros representamos al mundo, pero ¿qué nos mueve a nosotros? ¿Qué es lo que nos hace movernos? Esa es esta voluntad. Esta voluntad es lo que nos hace ser. Por lo tanto... Hay una relación. Somos... Hegel decía espíritu. Schopenhauer, voluntad. ¿Es científico? No. ¿Por qué? Porque no puedo medir la voluntad. No puedo medir todo eso. Es un presunto conocimiento, pero este presunto conocimiento es el que nos hace como seres humanos. Esto es lo que hemos de tener claro. Es decir, si os fijáis, hemos empezado analizando al ser humano, el mundo material, el mundo espiritual. Pero la voluntad es lo que nos hace seres. ¿Se puede ver? No. ¿El alma se puede ver? No. Es decir, la voluntad sería la esencia del ser humano. Por lo tanto... En el mundo metafísico, el mundo es nuestra esencia. Es la voluntad. Y en el plano físico, nosotros como voluntad representamos el mundo. De ahí la frase, el mundo como voluntad y representación. La voluntad sería el motor, sería esa parte interna, el alma. El alma. El neuma, lo que queráis. Os lo digo, tampoco se lo pongáis así, como os digo siempre, pero para que entendáis la idea de voluntad. Y el plano físico sería la representación y ahí esa parte fenomenológica y demás. Muy bien. Vale. Una vez tenemos claro los dos planos del ser humano... Llegamos a otro punto. Bueno. La realización moral de la metafísica, la página dos setenta y seis. Empieza, libertad de la voluntad. Fijaros que está siguiendo los pasos de Kant. Ahora hemos visto un poco lo que es la razón pura. Debería ser. Pero cuando Schopenhauer dice que el mundo es voluntad, ¿cómo explica esta extrapolación de la experiencia individual del cuerpo a condición de ser del mundo? Pues lo hace argumentando sobre la legitimidad de considerar al hombre como ser, no diverso, esencialmente, sino sólo en cuestión de grado de los demás seres y cosas de la naturaleza. Por lo que habrá una causalidad propia de la libertad práctica. Vale. Para Kant, el hombre como sujeto de la vida moral se sitúa en el ámbito de lo neumónico, de lo nouménico. La moralidad supone el encuentro de dos casualidades independientes y Schopenhauer... Va Kant. Bien. Como supuesto, la libertad sitúa la voluntad en la esfera práctica. Porque esta voluntad nos lleva al mundo práctico. El mundo práctico es la moral. Cuando el sujeto alcanza la conciencia del mismo como cosa en sí, entonces es cuando es libre. Esta causalidad libre es propia de la voluntad como esencia del mundo. ¿Por qué? Porque alcanzamos conciencia de nosotros mismos desde este punto, es decir, la parte moral. Si los fenómenos, por lo tanto, están regidos por la causalidad y las formas trascendentales de espacio y tiempo, y esto es lo fundamental, la voluntad no. Porque la voluntad no está ligada a cuestiones espaciotemporales. ¿No? Y eso lo traduce... Lo traduce como libertad de acción. Hace un giro y explica la libertad desde ese del ligamiento del mundo espaciotemporal. Porque la voluntad, al no ser algo material, pues se escapa a él. Otro punto que tenéis es la conciencia de sí y la negación de la voluntad. ¿Qué explica aquí? Bueno. La consecuencia más importante de este planteamiento... ...es que la metafísica autocomprenderse como vinculada esencialmente al plano de los actos humanos, comportamiento de los hombres y contentecer en el tiempo. Claro. Es que es lógico. Este mundo metafísico, esta voluntad, emana de nosotros. Por lo tanto, al emanar de nosotros, está ligada a nosotros. Nuestro comportamiento y demás. Comportamiento... Comportamiento de sí, de la voluntad en el individuo. Esta es la clave. El de. Comportamiento de nuestro. ¿Vale? ¿Qué ocurre? El individuo estará en el centro de la metafísica. Lo pone por aquí. El hombre no es libre ciertamente en su condición de fenómeno como representación. Sometido a todo ello. Pero sí lo es en condición de cosa como voluntad. A cuyo conocimiento pueda acceder precisamente mediante la libertad. Lo más opuesto y demás. Por lo tanto, si sólo la voluntad es libre, el hombre lo es cuando niega su propia necesidad fenomenal. No hay astricismo aquí. ¿Cuándo alcanza la libertad? ¿Cuándo es libre el sabio? Cuando está por encima del mundo material y entiende y llega con otros autores, diríamos que llega bien, que llega lo que sea, es así, cuando sobrepasa el mundo causal, el mundo material, perdón. Si sólo la voluntad es libre, el hombre lo es cuando niega su propia necesidad como fenómeno. El único modo en el que se intuye a sí mismo como cosa en sí. ¿Vale? Si realmente somos algo que no es fenomenológico, tenemos un problema, que es el punto 3.3, lo absurdo de querer vivir. ¿Bien? La voluntad, ¿qué es? La afirmación de querer estar vivos. Todos. Vale. Fijaros cómo lo pone. ¿Y qué es lo que percibe el hombre como característico de la cosa en sí a través de esta determinación de la voluntad? Pues, simplemente querer vivir. Vale. El deseo sexual es una de las pruebas que pone él, porque el deseo de existencia, ¿y qué ocurre? Que el ser humano, a ver, no hay días que no levantamos un poco, hoy no haré nada, pues es un poco esa idea. Él dice que la voluntad, que es la fuerza interior, el espíritu, lo que os he comentado, es la que nos tiende a obrar. Esta voluntad nos dirige hacia nuestras obras y dar cuenta de todo ello. ¿Vale? Pero, ¿qué ocurre? Que esta voluntad tiene un final, tiene una finalidad. No. Hemos hablado de libertad antes. Por lo tanto, no puede ser. La ausencia de meta o límite pertenece a la esencia de la voluntad. Porque la voluntad no tiende a ningún fin último. Con Hegel o que hemos visto con Marx, pues el ser humano tiende hacia algo. No, la voluntad no va hacia ningún lado. ¿No? Bueno. Seguimos la afirmación de querer vivir y va. Mmm. No hay un fin último al que la voluntad tiende que constituiría la racionalidad de su tender como teleología. Vale. Por lo tanto, el egoísmo, ¿qué será? La voluntad es pues como voluntad de vivir en la base de todo. El ser humano como voluntad de seguir en el mundo. Vale. ¿Y la voluntad qué será? Ya vamos aclarando, ya lo hemos dicho. Se está dando vuelta. Ya lo ves. Pura sin razón, un mecanismo propulsor o impulsor irracional. Es el impulso de los seres. Cuando esta voluntad disminuye, aparece la inclinación al suicidio. El siglo XIX es un siglo en el que se estudió este tema como algo. Las noticias no lo comentan, pero por lo visto es algo que está en aumento otra vez. Y, lo que es el suicidio. Bueno, pone el párrafo, podemos entender, mmm, la voluntad no es lo del panteísmo sino que es algo que excediendo el principio de la razón, es una sin razón, mecanismo propulsor y demás. Os comento la frase por aquí, de la gente que está enferma y demás. Es la voluntad ciega haciendo aparición como impulso de vida ganas de vivir. Si alguna vez la tensión de este impulso se afloja y amenaza con abatarse, entonces nos muestra como inclinación al suicidio. Vale, muy bien. El hombre se encuentra en conflicto con los demás individuos. ¿Veis cómo va evolucionando, cómo estamos pasando con Schopenhauer? Hemos visto, primero, es posible el mundo metafísico, el mundo científico, a la vez, no. Se para el mundo metafísico mediante la religión, que el mundo científico lo abandona, porque nosotros somos algo más, diríamos con otros autores, espiritual. Nosotros somos voluntad. Y esta voluntad nos va llevando hacia el marco social, que es lo que hemos ido viendo. Y entonces, dentro de este marco social, esta voluntad es la que nos mueve para seguir vivos. Pero claro, vivimos en sociedad y esta sociedad nos enfrenta a otros seres humanos, que es cuando estamos juntos. Ahora, bien. Desde el querer vivir individual, el hombre en conflicto con los demás, por lo tanto la vida es lucha y conflicto, muy bien. Y la vida, en el fondo, ¿qué es? Conservación. Y la conservación es egoísmo. Y si es egoísmo, tememos morir. Es así. Entonces, lo que está haciendo con todo este argumento, argumentario, es lo que se ha hecho siempre. Intentar explicar por qué el ser humano teme la muerte. Más ni menos. Vale. ¿Y por qué teme morir? ¿Por qué tememos morir? Pues simplemente porque nuestro mundo no es típico. Tenemos un principio y un fin. ¿Y cómo nos da miedo todo eso? Porque tenemos conciencia y razón. Los animales pensamos que no la tienen. Entonces, nos tranquiliza pensar que cuando fallecen, pues bueno, es el momento y ya está. No se acuerdan de lo que han hecho y demás y que nosotros, como tenemos conciencia, somos más negativos sobre eso. Pero bueno, es lo que hay. ¿No? Bien. Esta metafísica nos lleva, este miedo a la muerte, nos lleva hacia el ascetismo. Vale. La voluntad no lo explica la ciencia, o lo que dificulta el avance de la metafísica. Esta metafísica no lo explica la ciencia. Esta metafísica tendría que ser la base del comportamiento moral. Bien, muy bien. Vale. No se puede desligar de algo de lo que ha dicho. Acordaros que al principio hemos visto que hay mucha influencia de las filosofías orientales. Negación de la voluntad como querer vivir es el ascetismo. Es decir, el retiro del sabio del asceta. Es decir, el retiro del sabio del asceta a otro lugar. Vamos, no estar todos los días de vuelta. Vale. Por lo tanto, solo la voluntad es libre. Y si negamos nuestra voluntad que sea libre, cuando negamos ello, nos negamos como seres materiales. Esto no es el ascesismo. El dejar el cuerpo libre. Si negamos la voluntad, esta voluntad, negamos el egoísmo natural y veríamos a los demás como semejantes y no adversarios. Por lo tanto, el mundo religioso, porque al fin y al cabo es lo que quiere decir esto, es en el que el ser humano se puede, digamos, realizar. Como os pone en la página 281 para Schopenhauer, la moral. No se puede negar. No se funda en un conjunto de imperativos o de principios racionales, sino en la experiencia concreta del amor al prójimo y el sentimiento de la compasión. Por supuesto, con los demás, con los que compartimos el mismo destino. Por lo tanto, la filosofía como ciencia va a tener una descripción conceptual de esta actuación. Vale. Todo ello nos servirá. Pero, ¿por qué? Para traducir en conceptos. Seguimos dándole vueltas a todo ello y llegamos, una vez nos queda claro, al horizonte de la liberación. Bien. A partir de la comprensión como representación y voluntad, es decir, mundo material y mundo metafísico o mundo espiritual, hay dos modelos para considerar la vida. Uno. Desde la ciencia, la razón y sus límites. Pero, desde otro, desde la esencia de la vida, el qué. Por lo tanto, por otro lado, se encuentra en el mundo de quien se eleva por encima de las consideraciones de los fenómenos de la vida para situarse en un plano de la vida en general, tratando de captar su esencia y significado útil. Este se pregunta el was, que es el qué. ¿Por qué? Porque son las cosas o las ideas de las cosas. Por lo tanto, ya hemos visto que la base de este conocimiento es la intuición de la vida como la negación de sí misma, ¿no? La intuición, por lo tanto, será el principio del conocimiento de la voluntad. Como veis, está moviéndose en tierras pantanosas todo el rato de… en un mundo… No materia. Vale. Por lo tanto, la metafísica, ¿qué será? Una expresión conceptual de esta experiencia y un mundo en el que esta metafísica, fijaros lo que dice, son una dimensión de la experiencia. Por lo tanto, ¿no? De todo lo que hemos dicho… Podríamos haber empezado por aquí, ¿no? Por aquí, la filosofía tiene una base intuitiva de un genio, un carácter crítico evidentemente y un carácter sistemático. Como veis, no está haciendo metafísica pero ha hecho metafísica, ¿no? Ha cogido y ha ido analizando el ser humano. Otro de los puntos es el arte. ¿Qué es el arte? El arte situó todo aquello que no cuadraba en la razón, en ese mundo en el que el juicio estético, el arte. El arte siempre subordinado a la naturaleza como lo mayor, Hegel al revés, el ser humano está por encima. ¿Y qué es el arte? El arte es otro modo de captar la realidad. Es así, cuando nos quedamos delante de una imagen, pues sentimos algo que no es real, que no es o sí que es real, que es lo que realmente nos da sentido a la existencia, ¿no? El arte es otro modo privilegiado, pues el artista capta las ideas de las cosas. Claro, si hemos estado dividiendo entre representación y voluntad, entre materia y no materia, pues el artista lo que hace es plasmar en la representación la voluntad, la no materia, ¿no? Vale. ¿El arte qué es? Intuición, lo define como intuición verdadera del mundo porque va unido al ascetismo o negación de la voluntad de vivir y la lucha por la existencia, se deja llevar por ese mundo espiritual. Por lo tanto... El arte libera al hombre de su consideración del mundo según la razón. Nos permite ir más allá, para descubrirle la intuición de su esencia como voluntad. Y a eso se le llama la genialidad que tanto el filósofo como el artista va a tener capacidad para, palabra fundamental, trascender. Todo esto que hemos visto es para llegar a esto. A través de la voluntad se trasciende mucho más allá. ¿Y quiénes lo logran? El filósofo, que piensa sobre todo ello y lo tiene claro, y el artista, a través de su obra y de su hacer, que va más allá. Porque, a través de todo ello, podemos intuir las ideas. La razón no pasa. No cuenta. Todos estos movimientos, evidentemente, darán lugar a lo que luego serán los sismos, en el que desaparecerá el arte como tal. Bueno. Hemos visto un largo recorrido, y bastante rollo, para llegar a esta conclusión. Schopenhauer va a partir de Kant. Pero, como Kant, se va a dar cuenta que hay dos partes. Tenemos un mundo científico y un mundo que no es científico. Este mundo no científico será la voluntad. El mundo científico será la representación. El ser humano tiende a sobrevivir. La voluntad de la vida. Pero, sólo a través de las tesis, es decir, negar la vida en sí, los ascetas viven separados del mundo, se puede ir más allá para llegar a ese mundo. Básicamente, ésta es la idea. Y dónde se plasma todo ese mundo metafísico, ese mundo interior, es, precisamente, en la filosofía y el arte. Sería un poco, después de todo lo que hemos hablado, podría haber empezado por aquí. Lo hubiésemos entendido quedarse un poco mejor. Bueno. Luego tenemos a Nietzsche. Nace en 1844 y muere en 1900. Lleva 56 años. Hoy en día, seguramente, con la medicación actual, pues, se hubiese podido salvar. En aquella época ya no había la medicina necesaria y tuvo problemas mentales. Y acabó mal. Bueno. Profesor de filología clásica en Basilea. Durante 10 años. A partir de los 80 abandonará la universidad y se va a dedicar a escribir, que es cuando genera sus obras. En 1900 tiene una crisis mental. Es asesinado, bueno, asesinado, muere a los pies de un caballo y demás. Lo tenemos ahí, ¿no? El nihilismo. Dios ha muerto. Vamos a verlo. Bien. Nietzsche, para entenderlo, ahora veremos unas cuestiones breves y ya seguiremos el próximo día porque después de Schopenhauer conviene descansar un poco. Nietzsche se plantea algo similar a lo de Marx. Marx critica el capitalismo. Critica ese tipo de superestructuras que dejan alienados a la humanidad. Que crea una sociedad injusta y demás. Nietzsche va por algo parecido, pero va más allá. No habla de la sociedad. Habla del individuo que forma esa sociedad. El individuo que forma esa sociedad es un ser neurótico. Reprimido. En conflicto consigo mismo. No sé qué diría si hubiese vivido ahora. Pero bueno. Bueno. A ver. Dios ha muerto, ¿qué significa? Determinar las condiciones necesarias para reformar la situación social y cultural europea. ¿Por qué? Porque el mundo decimonónico que le toca vivir es un mundo en el que las generaciones, la gente, no es feliz. Por decirlo de una forma que no se entiende. Que tampoco es eso, sino que no vive a gusto. Entonces, él lo que plantea es una cosa. Si las unidades que componen algo no están bien, la sociedad compuesta por esas unidades tampoco estará bien. Pues es lo que hay, ¿no? Si la gente están todos en conflicto consigo mismo, ¿qué va a haber? Una sociedad también. Y lo que haga esta sociedad, totalmente nihilista. Y la cultura que genere esa sociedad va a ser también exactamente lo mismo. Este nihilismo, que no va a ser nada, porque estarán impregnados de miedos, resentimientos y otra serie de cuestiones que lo llevarán a ser una sociedad que necesita avanzar. Necesita auto-construirse nuevamente. Muy bien. Por lo tanto, se plantea una cuestión. La gente es reprimida, neurótica, todo lo que hemos dicho, porque viene encorsetada por un sistema de moral. Las normas morales que se ha dado son las que le llevan a todo ello. Por lo tanto, hay que transformar la sociedad modificando su sistema de valores. Al modificar el sistema de valores, eso se sigue dando hoy en día, cuando se quiere transformar un país, pues poco a poco se van metiendo cuñas hasta que en poco tiempo una generación o dos ha cambiado eso y se puede entrar por otro lado. Muy bien. La sociedad, como decía Marx, del siglo XIX, es una sociedad fundamentalmente cristiana. Dios. No tanto la Iglesia, porque lo fácil es decir la Iglesia, sino Dios es quien manda. Y con la Revolución Industrial, la aparición de los movimientos políticos y demás, se ha dado cuenta que el papel de Dios y su representante en la Iglesia es menor. Entonces hay que acabar con ello. Pues este es un poco el planteamiento de Nietzsche. Ya hemos visto que Schopenhauer lo que quiere es llevar esa especie de mundo metafísico, esa voluntad como, si queréis, espíritu, lo que sea, a través del ascetismo y demás. Mientras que Nietzsche va a piñón fijo para transformar la sociedad. Y para transformar esa sociedad necesita acabar con la moral que la sustenta. La próxima semana veremos a Nietzsche y ya iremos entrando en la filosofía contemporánea del lenguaje y demás, porque al fin y al cabo Nietzsche lo que hace es poner la barrera, el punto final a lo que hemos visto hasta ahora. Muy buenas tardes, muchas gracias y nos vemos en la próxima tutoría. Hasta la semana que viene.