A ver, Eduardo. Primero, ¿alguna pregunta de lo que estamos viendo? Estamos en la filosofía de Fiume y os preguntaba si tenéis alguna duda, alguna pregunta, algo que queráis comentar sobre lo que estamos viendo de este autor. ¿No? Si no, me pongo ya en la explicación. ¿Vale? ¿Va bien? ¿Sí? ¿Me podéis decir, por favor? ¿Sí va bien? Vale, pues entonces vamos a ello. Bueno, estábamos viendo cómo Fiume, un poco al modo de lo que ocurre con casi toda la filosofía moderna, se va a preocupar por la investigación de la posibilidad de la filosofía, de hacer de la filosofía un saber más estricto. Eduardo, durante esta semana te llegarán todos mis comentarios de texto. Estupendo. Eduardo, todos los que puedas, ¿eh? Mándame todos los que puedas. Voy a tener yo también más tiempo para estar mirándolos con atención y cuidado y te daré ya también mi contestación, ¿no? Vale, todo lo que podáis comentar en el texto. Bien. Decía que Fiume, igual que había ocurrido con Descartes y lo que pasará después con Kant, va a estar preocupado por la situación de la filosofía. Porque Fiume va a entender, igual que los otros autores, que la filosofía está en crisis, que hay que ofrecer una renovación de la filosofía. Este es tema que ya habíamos visto el otro día. Los sistemas filosóficos están en una situación lamentable en su época, eso es lo que decía Fiume, si lo comparamos además con los saberes, los saberes científicos emergentes carecen de coherencia y de evidencia y es necesario hacer una nueva fundamentación de la filosofía. Para hacer una fundamentación de la filosofía, dijimos que el enfoque de Hume era un enfoque que podemos llamar psicologista, si veis aquí el esquema. Porque se trata de estudiar la naturaleza humana, y en la naturaleza humana no tanto el cuerpo como la mente, para ver cómo el funcionamiento de la mente está involucrado en dos experiencias que los seres humanos tenemos. Tenemos la experiencia de conocimiento y la experiencia moral. Las dos experiencias dependen de nuestra naturaleza. Entonces, si queremos ver cómo nosotros podemos comprender el conocimiento, cuáles son sus elementos, principios, dinámica y límites del conocimiento, y si queremos entender también el mundo moral y cuál puede ser su fundamento, entonces tenemos que entender la naturaleza humana, comprenderla, investigarla. ¿Y cómo investigar la naturaleza humana? Pues a partir de la experiencia y la observación. Recordaréis que estamos en una filosofía empirista, ¿no? Esto quiere decir que es una filosofía que le da muchísima importancia a la experiencia, más que al ejercicio de la razón. Se trata de investigar en la mente humana, repito, para comprender cómo ella hace posible el conocimiento humano, a la vez que también limita las posibilidades del conocimiento. Ya habíamos empezado a leer algunos... De la página 203, habíamos leído el primero. Yo lo voy a leer ahora también rápidamente, casi sin comentario porque ya lo habíamos comentado el otro día, la semana pasada, y me voy a entretener tal vez un poco más en el segundo texto de la página 203. Los dos merecen mucho la pena, ¿eh? Por favor, intentar trabajar con ellos, Isabel y Vanessa también, y Eduardo, porque son textos bien interesantes. que pertenecen a la obra de Hume titulada Tratado de la naturaleza humana, lo cual ya también nos dice mucho sobre el enfoque que él va a ofrecernos, que como ya he dicho, viene a ser un enfoque más bien psicologista, el estudio de la psique, de la mente, para dar cuenta del conocimiento humano. En el primer texto nos dice, es evidente que todas las ciencias se relacionan en mayor o menor medida comparado con la naturaleza humana, y que aunque algunas parezcan desenvolverse a gran distancia de ésta, regresan finalmente a ella por una u otra vía. Incluso las matemáticas, para decir, hasta las matemáticas y los saberes más abstractos, como la lógica y la matemática, pues dependen también del funcionamiento de la mente. Esto es el enfoque psicologista, porque se puede decir que la matemática que nosotros tenemos y la lógica que tenemos está ligada a las peculiaridades de nuestra psique, ¿eh? A las peculiaridades de nuestra psique. Lo cual ya induce a pensar, como veíamos el otro día, el enfoque un tanto relativista que podemos encontrar en estas filosofías, ¿no? La filosofía de Hume. Porque ahora podríamos pensar distintos saberes ligados a distintas mentes. Esto podríamos pensar que distintas matemáticas ligadas a distintas mentes, ¿eh? Incluso las matemáticas, la filosofía natural y la religión natural dependen de algún modo de la ciencia del hombre. Pues están bajo la comprensión de los hombres. Y son juzgadas según las capacidades y finalizadas de éstos. Es imposible predecir qué cambios y progresos podríamos hacer en las ciencias si conociéramos por entero la extensión y fuerzas del entendimiento humano y si pudiéramos explicar la naturaleza de las ideas que empleamos así como la de las operaciones que realizamos a la humanidad, ¿eh? Se trata de descubrir los mecanismos de nuestra mente que dan lugar a las ideas, al conocimiento y a los estilos de razonamiento que son propios de nuestra mente. ¿Vale? Esto en cuanto al primer texto. Bien. Vamos a ver el segundo. Aquí se encuentra, pues, el único expediente en que podemos confiar para tener éxito en nuestras investigaciones filosóficas. ¿Cuál es el expediente? No se está diciendo con claridad, ¿no? El único expediente o único método, es otra manera de hablar, ¿no? El único método válido y adecuado para tener éxito en las investigaciones sobre el conocimiento y la fundamentación de la filosofía pues es el estudio de la naturaleza humana. Aquí, por favor, fijaros que no lo está diciendo claramente, ¿no? Que luego ya se lo hará, ¿no? Pero en esta primera línea pues se está refiriendo a esto, ¿no? A la necesidad de investigar la naturaleza humana. Repito que de ahí el título que tiene el libro en el que pertenece este párrafo, ¿no? Tratado de la naturaleza humana, ¿no? Para tener éxito en nuestras investigaciones filosóficas. Abandonando así el lento y tedioso método que hasta ahora hemos seguido. En vez de conquistar de cuando en cuando un castillo o una aldea en la frontera, marchemos directamente hacia la capital o centro de estas ciencias. De una manera un poco literaria de hablar, ¿no? No estemos ahí haciendo especulaciones en el aire ¿no? Como muy basadas en el racionamiento puro. Esto está en contra de la filosofía racionalista, ¿no? No hay que hacer ahí como grandes especulaciones, ¿no? Lo que hay que hacer es ir al núcleo fundamental en donde descansa la posibilidad del conocimiento humano, ¿verdad? Al castillo o aldea, ¿no? Al centro mejor, ¿no? Más que al castillo o a la aldea, perdón. A la capital o centro de todas las ciencias. ¿Y cuál es la capital o centro del conocimiento humano? Dice de las ciencias, pero podemos decirlo de conocimiento humano. A ver, os hago esta pregunta, ¿no? ¿Cuál os parece que será la capital o centro, el núcleo fundamental del que dependen la ciencia y el conocimiento humano? ¿Cuál os parece? Por lo que dije el otro día y podemos ahora, y lo he comentado ahora y seguimos comentando. Según Hume, ¿cuál será la capital o centro de todas las ciencias y el conocimiento humano? Venga. Isabel, Vanessa, Eduardo, ¿qué me diríais? La experiencia es el método. Vale, bien. Pero con la experiencia, ¿a dónde tenemos que mirar? ¿O en dónde nos tenemos que apoyar? ¿Hacia dónde va dirigida la investigación a partir de la experiencia? ¿Qué tipo de realidad será la realidad fundamental? A ver, os ayudo un poco. ¿Será Dios, como pensaba el pensamiento medieval? ¿Habrá que dirigirse a Dios para fundamentar el conocimiento y ver cómo es el conocimiento humano? No, la razón. Tampoco exactamente, ¿no? No es Dios. Eso será el estilo, poner a Dios como el objeto principal de investigación, ya sabemos que es el estilo medieval, es el estilo de la teología, de Santo Tomás y otros autores. Pero tampoco la naturaleza, ¿no? Eduardo, eso estará en Aristóteles, por ejemplo, que sí tendrá puesta la mirada en la naturaleza. O si quieres, en todo caso, te falta una precisión. ¿Qué tipo de naturaleza? No la naturaleza exterior, sino qué naturaleza habrá que decirlo. Habrá que decir. Venga, un poquito más. La mental, eso es, ¿no? Eso es muy bien, Eduardo, con las palabras de Fionn, ¿no? La naturaleza humana. En vez de conquistar de cuando un castillo o una aldea en la frontera, marchemos directamente hacia la capital o centro de estas ciencias, hacia la naturaleza humana misma. Subrayar esto, por favor, que es muy importante. Hacia la naturaleza humana misma. Esta es la idea principal del texto, ¿verdad? Ya que una vez dueños de esta, podremos esperar una fácil victoria en todas partes, ¿no? Sobre todo en la investigación del conocimiento y en la investigación de la moral. Desde ese puesto, investigando la naturaleza humana, nos será posible entender nuestras conquistas, sobre todo las ciencias que más de cerca conciernen a la vida del hombre. Y además, con calma, podremos pasar a descubrir más plenamente las disciplinas que son objeto de pura curiosidad, ¿no? Como tal vez la lógica y la matemática, ¿no? O incluso la estética, más que la matemática, tiene utilidad también, ¿no? Yo diría, más bien que la matemática, la estética, la filosofía de la estética, por ejemplo, ¿no? El mundo de lo bello, quiero decir, ¿no? Bueno, las disciplinas que son objeto de pura curiosidad. ¿No hay problema ni importancia? No hay problema, cuya decisión no esté comprendido en la ciencia del hombre. Fijaros, todos los problemas fundamentales descansan en cómo es el hombre, porque es el hombre el que se los propone. Y son los recursos humanos los que el hombre tiene que utilizar para encontrar una solución acerca de ellos. El sentido de la vida, qué es lo bueno, incluso qué es lo bello también, qué es la verdad, qué es el ser humano, por supuesto. Todo eso lo tenemos que investigar estudiando. Eso es fundamental, ¿no? Sí. Y además, con calma, podemos pasar a descubrir más plenamente las disciplinas que son objeto de pura curiosidad. No hay problema de importancia que la decisión no esté comprendida en la ciencia del hombre. Y nada puede decidirse con certeza antes de que nos hayamos familiarizados con dicha ciencia. Por eso, al intentar explicar los principios de la naturaleza humana, eso es lo que se busca, los principios de la naturaleza humana, proponemos, de hecho, un sistema edificado sobre un fundamento casi enteramente nuevo y el único sobre el que las ciencias pueden basarse con seguridad. ¿Vale? Eso es. ¿De acuerdo? Esta es la propuesta. Un enfoque que subraya la importancia de la investigación de la naturaleza humana. Y ahí la importancia. La importancia, por tanto, del estudio del conocimiento. ¿Vale? Bien. Basándonos en la experiencia, ¿no? Ya dijimos que por experiencia tenemos que utilizar, o bueno, tenemos que interpretar que nos referimos a la percepción. Tener experiencia de algo es percibir algo. ¿De acuerdo? No es otra cosa. En el sentido vulgar de la palabra experiencia, pues es videncia, por ejemplo. A ver, ¿cuántas experiencias has tenido? Bueno, a lo largo de tu vida, sobre la decepción en amistad, por ejemplo, ¿no? Podemos hablar así. Bueno, olvidaros de este significado de la palabra experiencia. Aquí cuando decimos que el empirismo se apoya en la experiencia, por ejemplo, para estudiar la naturaleza humana, estamos diciendo que se apoya en la percepción de cómo es el hombre. Bien sea en la percepción externa los cinco sentidos que nos ponen en contacto con el mundo físico, o bien sea la percepción interna que nos pone en contacto con el mundo físico. Bien sea en la percepción externa los cinco sentidos que nos ponen en contacto con el mundo físico, o bien sea algo semejante a la introspección. Un mirar hacia adentro. ¿Vale? Bien. Bueno, los empiristas van a criticar el innatismo de las ideas. Esto es muy importante. A diferencia del racionalismo, que está a favor de la tesis de que hay contenidos cognoscitivos, ideas que están en nuestra mente desde siempre porque nacemos con ellas, ellas no. El empirismo va a negar esto, va a decir que la mente es como un papel en blanco y es la experiencia, el conocimiento perceptual, lo que va llenando de contenido esa mente que de otro modo estaría en blanco. ¿Vale? Bueno, pues vamos a fijarnos entonces en estas dos áreas de la vida humana, que son las que investiga principalmente Hume. También va a estudiar la religión, pero nosotros nos vamos a fijar en el conocimiento y en la ética. Y en relación al conocimiento, bueno, ya estaba diciendo que el método es la experiencia, la crítica a el innatismo de las ideas, ¿no? Y luego, pues la investigación de qué es lo que hay en nuestro interior. Bueno, vamos a ver, nos fijamos. Aquí tenéis más información que la que necesitáis, ¿eh? No hace falta lo de Hume, lo de Berkeley, perdón, lo de Locke, lo podéis mirar un poco y vamos directamente a Hume, ¿verdad? ¿Verdad? Se trata de ver qué es lo que hay en nuestra mente en relación al conocimiento. Bien, fijaros que el título que emplea Hume para referirse a todo lo que hay en nuestra mente es el título de percepción. No es igual una palabra muy acertada, una palabra muy oportuna, pero bueno, es la que él emplea. Un poco de la misma manera que Descartes llamaba idea a todo contenido de nuestra mente, Hume ya... Se llama percepción a todo lo que hay en nuestra mente, ¿verdad? Bien. Y habrá que ver los tipos de percepciones que hay. Habrá que hacer una clasificación de lo que hay en nuestro interior. ¿Vale? Bien. Vamos a fijarnos en el texto de la página 205. Es también un texto del Tratado de la Naturaleza Humana. Y es también importante. Tiene mucho interés. Vamos a ver cómo clasifica todo lo que hay en nuestra mente. Dice, a las percepciones, es decir, a los contenidos de la mente. Cuidado, ¿eh? Aquí la palabra percepción no significa lo mismo que en el lenguaje ordinario, en el lenguaje común. En el lenguaje común llamamos percepción a un acto de conocimiento sensorial o sensitivo. Vista, oído, olfato, gusto y tacto. ¿Vale? Pero aquí repito que está llamando percepción. A todo lo que hay en nuestra mente. A todo lo que entra en nuestra mente. Y dice, a las percepciones que entran con mayor fuerza y violencia, las podemos denominar impresiones. Ahora se va a referir a esta clasificación de las percepciones que tenemos aquí. ¿Vale? Impresiones. Yo cuando preparé este esquema, pues justo utilicé estos textos que, bueno, parte de los cuales tenéis aquí. ¿Vale? Impresiones. Son las percepciones que se presentan con fuerza y vivacidad. E incluyo bajo este nombre, las impresiones, todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones, tal y como hacen su primera aparición en el alma. Tal y como hacen su primera aparición en el alma. ¿Vale? Aquí entonces, ¿qué tenemos? Fijaros qué cantidad de contenidos. ¿A qué cantidad de contenidos se está refiriendo con la palabra impresión? Por ejemplo, yo ahora... Como tengo los ojos abiertos, estoy viendo la mesa y tengo ahora sensaciones de la mesa, sensaciones visuales de la mesa. La sensación de verde, estos sonidos que también vosotros estáis oyendo, son percepciones. Pero ¿qué tipo de percepciones? Como se presentan con fuerza o vivacidad, fijaros qué criterio, la fuerza o la vivacidad, ¿no? Fuerza y violencia, dice el texto que tenemos aquí. En otras traducciones ponía fuerza y vivacidad. Entonces, todas esas sensaciones reciben el nombre de impresiones y exactamente impresiones de sensación. Yo aquí lo he detallado un poquito más, este detalle no lo tenéis en el libro. Las impresiones pueden ser de sensación o de reflexión, ¿no? Entonces aquí se incluiría la sensación de verde que yo tengo al mirar la mesa, la sensación de agrado o desagrado que tengo cuando estoy sintiendo el color de la mesa. Si estoy en un paisaje bonito, en un prado verde, tendré la sensación de agrado, ¿verdad? Eso sería también una impresión de sensación, ¿vale? Y además podré emocionarme y podré tener ahí un... una emoción estética, por ejemplo. Una emoción estética de belleza, ¿no? Podré tener sentimientos, sentimiento de amor. Podré tener pasiones, deseos tremendos, ¿no? De ir a la naturaleza, de ir al campo. Esas son impresiones de reflexión. Pero siguen siendo impresiones, ¿vale? Si os fijáis, esta palabra, la palabra percepción y la palabra impresión, no se limita a los contenidos cognoscitivos, ¿eh? A los contenidos cognoscitivos. A los contenidos de conocimiento. Porque también incluye emociones, sentimientos, pasiones, la sensación de dolor y de placer. Fijaros que es una manera de hablar, la verdad que muy poco matizada, ¿no? Son términos que igual no están como muy bien elegidos, pero bueno, tenemos que recordarlos así, ¿eh? ¿Vale? Ojalá, si queréis aquí, como estamos hablando del conocimiento y no de la parte afectiva de la mente humana o del alma humana, que diría también Hume, ¿verdad? Como no nos estamos refiriendo a la parte emocional, dice él, en el alma, cuidado aquí con la palabra alma, para tenerse en la cuarta línea, se está refiriendo a mente, ¿no? Incluyo bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones, tal como hacen su primera apariencia. La aparición en el alma, pero repito, ¿eh? Olvidaros de la connotación religiosa y metafísica que tiene aquí la palabra alma como algo muy distinto al cuerpo, ¿no? Si queréis, en vez de alma podríamos utilizar la palabra mente, ¿vale? Y repito que podemos más bien limitar un poco ahora la palabra impresión, el término impresión, a los contenidos de conocimiento tal y como aparecen por primera vez con fuerza y vacidad en nuestra mente. Por ejemplo. Por ejemplo, los sonidos, la sensación sonora, las sensaciones de color que yo tengo, las sensaciones olfativas que tengo, de táctiles que tengo cuando estoy tocando la mesa, ¿vale? Y luego, además de impresiones, tengo lo que Hume llama ideas. Se presentan en la mente con menos fuerza y vivacidad y son copias de las impresiones. Aquí vendría a significar lo que nosotros solemos llamar ideas, ¿no? Dice él, por ideas, fijaros en la cuarta línea, por ideas entiendo las imágenes débiles de las impresiones. Cuando pensamos y razonamos. Aquí ya el concepto de idea, se acerca mucho al concepto un poco vulgar de idea. ¿Qué idea tienes sobre tal asunto? ¿Qué idea tienes sobre la felicidad humana? Entonces tú cuentas los conceptos, los pensamientos que tienes sobre la felicidad humana. ¿Vale? Bien, pues son los dos elementos fundamentales que tenemos en el conocimiento. Impresiones e ideas. Los dos fundamentales. ¿Vale? Fijaros que el criterio, si queréis añadir, si os cayera este texto para hacer el comentario de texto y si lo utilizáis tenéis que decir unas cuantas cosas. Por ejemplo, ya casi un poco a modo de crítica. Vanessa, Isabel y Eduardo. A modo un poco de crítica. Bueno, es que la separación entre impresiones e ideas pues no tiene un criterio muy bueno. Esto de que se diferencian en la diferente intensidad, fuerza en la que se presenta. Aquello que se presenta con menos fuerza y vacidad en relación al conocimiento es una idea. Bueno, eso yo creo que no está muy bien descrito. Porque podemos tener sensaciones de las cosas, del mundo físico, por tanto impresiones. ¿Vale? Pero que se están experimentando con muy poca fuerza y con muy poca vivacidad. Por ejemplo, si alguien te habla en susurros, esas sensaciones auditivas son casi imperceptibles. Hay sonidos que casi no detectamos. ¿Vale? Y hay formas que casi no vemos. Pero eso no los convierte en ideas. Siguen siendo en realidad impresiones del mundo. Son una consecuencia de cómo el mundo afecta a nuestros sentidos. ¿Vale? Y por otro lado, ¿no? Podemos tener ideas que se pueden vivir con muchísima fuerza y vivacidad. Algunos pensamientos se pueden vivir de una forma obsesiva, hasta el punto de necesitar a algunas personas incluso ir al psicólogo porque tienen ahí pensamientos incrustados en su mente con una fuerza y vivacidad enorme, ¿no? Que no se lo pueden quitar de la cabeza, de la mente, diríamos, ¿verdad? Son copias de las impresiones pero no se presentan con vivacidad. Entonces, el criterio de menos fuerza y vivacidad, este criterio no es como muy bueno. En todo caso, nos podría servir este otro, ¿no? Ser copias de las impresiones, ¿vale? Bueno, esto lo podríais comentar también. Como podríais añadir también la reflexión que tenéis aquí a continuación. Yo lo he puesto entre comillas porque está tomado. De los textos de Hume. Un poquito más adelante va a decir también Hume esto, ¿no? No lo encontramos aquí pero lo va a decir también en otro texto. Cuando se pregunta por el origen de las ideas, ¿no? Bien, todas las ideas simples, fijaros lo que va a decir, lo voy a leer y ahora lo comento. Todas las ideas simples, las más básicas, ¿no? En su primera aparición se derivan de impresiones simples a las que corresponden y representan exactamente, ¿vale? Bien, todas las ideas simples, fijaros lo que va a decir, lo voy a leer y ahora lo comento. Todas las ideas simples, fijaros lo que va a decir, lo voy a decir exactamente, ¿no? En su primera aparición se derivan de impresiones simples a las que corresponden y representan exactamente, ¿vale? Bien, todas las ideas simples, fijaros lo que va a decir, lo voy a leer y ahora lo comento. Todas las ideas simples, fijaros lo que va a decir, lo voy a leer y ahora lo comento. ¿De acuerdo? Claro, fijaros que esto es muy importante, ¿no? A ver, ¿qué tesis racionalista se está negando con esta frase que os he puesto aquí subrayada, que es fundamental en el empirismo de Hume? ¿Me lo podéis decir? Es decir, yo ya lo he dicho antes, ¿eh? Pero ¿me podríais decir qué tesis de Descartes y del racionalismo estaría en cuestión con esta afirmación de Hume y del empirismo de Hume? Bueno, ¿os viene un poco la respuesta a esta pregunta? Venga, ¿Vanesa, Isabel, Eduardo? ¿La repito otra vez? Con esta idea... Con esta idea de que a la base de las ideas simples tenemos impresiones simples, por lo tanto, os ayudo un poco, ¿no? Con la idea de que el fundamento del conocimiento humano es siempre la impresión, es decir, los contenidos sensoriales, son los contenidos sensoriales, por tanto, una parte de la perfección. El fundamento del conocimiento... No, Isabel, la nueva metodica no. Otra cosa muy importante del racionalismo. No solo de Descartes, sino también de Leibniz, por ejemplo, y de Spinoza. De los grandes autores racionalistas de la Edad Moderna. Pero que ya estaba en Descartes. ¿Qué hemos dicho que defendía el racionalismo en relación al conocimiento? ¿Defendía? Una tesis propia del racionalismo. Sí, por un lado sí, ¿no, Isabel? Que se llega al conocimiento mediante la razón. Bien. Pero... No, empirismo no. Al conocimiento mediante la razón. Pero además que... Que ya estaba un poquito en Platón, con una teoría un poco curiosa, os ayudo un poco más, la teoría de la reminiscencia. Descartes no defiende la teoría de la reminiscencia exactamente, pero se acerca un poco a esa tesis porque cree que hay algunos contenidos cognoscitivos que son... Vamos, venga, la palabra, a ver si la decís. Por favor, venga. Sí, pero hay algunas ideas, recordad la clasificación de las ideas en Descartes. Ideas adventicias, ideas facticias e ideas, la que falta, el tipo que falta. Esto es muy importante, ¿eh? En Descartes. Lo vimos ya los días anteriores y, por supuesto, entra en el examen y hay que saberlo, ¿no? El tercer tipo de ideas. Ideas. Unos son las ideas adventicias, que parece que vienen del mundo exterior. Otras son las ideas facticias, que se originan en la capacidad creadora de la fantasía y de la mente humana, ¿no? Y un tercer tipo de ideas son, para Descartes, eso es, ¿no? Muy bien, las ideas innatas, ¿saben, no? Por ejemplo, la idea de infinito. Dijimos que era absolutamente fundamental. Bueno, ahora, ¿qué vemos en Hume? Pues esto lo rechaza Hume. Esto dice, no, es así, ¿no? Porque el conocimiento humano descansa en la experiencia. El conocimiento humano tiene como fundamento básico las sensaciones, lo que él llama impresiones. Los contenidos sensoriales, los contenidos sensoriales son el material bruto fundamental para el conocimiento. Esta es la tesis del empirismo. Material bruto para el conocimiento. La sensación de verde, la sensación de un tono determinado y un sonido determinado, las sensaciones táctiles que yo tengo, las sensaciones olfativas, etcétera, etcétera, son lo que me van a permitir a mí construir el conocimiento que yo puedo tener sobre el mundo. ¿Vale? Bien. Bueno, pues después nos dice Hume que las ideas, que él va a investigar, ¿no? Las ideas hay que estudiarlas para ver cómo unas ideas se combinan con otras para formar conocimientos. ¿Vale? Y esa combinación de unas ideas con otras sigue determinadas fuerzas. Hay determinadas fuerzas en nuestra mente que van combinando... Hay determinadas fuerzas en nuestra mente que van combinando unas ideas con otras. ¿Verdad? A esas fuerzas, que les da el nombre de fuerzas suaves, ¿no? Esas fuerzas se pueden conocer y a esas fuerzas tenemos que llegar mediante la investigación, porque esas fuerzas siguen un determinado orden, no se presentan de un modo absolutamente caprichoso. No son fuerzas estrictas, ¿no? Eso sí, de tal manera que no ocurre que cuando viene una idea viene la otra sí o sí necesariamente. ¿Qué quiere decir que haya fuerzas que combinan ideas? Que cuando aparece una idea, luego viene otra. ¿Vale? Hay fuerzas que hacen que las ideas estén pegadas unas al lado de otras, de tal manera que cuando viene una, luego viene otra. Vamos a verlo. Por favor, me tenéis que contestar rápidamente con una palabra cuando yo diga otra, para ver cómo están ligadas esas palabras, por tanto, unas ideas están ligadas a otras. ¿O verano? Venga, pero rápido, ¿eh? Tenéis que escribir rápido. Verano. calor, día día luz, noche luna, vale amor ¿qué pondríamos? vamos, amor cariño y otra, no os viene otra que aún debería estar por aquí presente guerra paz, vale, ahora sí ha salido fijaros, ¿no? es que la idea de calor está como muy pegada a la idea de luz la idea de verano está muy pegada a la idea de luz también la idea de noche está pegada a la idea de luna bueno, aquí aparecen las palabras que habéis contestado y no lo que yo he dicho porque no lo he escrito, ¿no? y la idea de guerra aparece ligada a la idea de paz, ¿por qué? porque hay ciertas fuerzas que unen amor con el odio por ejemplo, ¿no? amor y odio hay fuerzas que unen verano playa por ejemplo, puede ser ¿no? y hay una fuerza que tal vez puede unir tiza trazo en la pizarra ¿no? cuando pensamos en tiza podemos pensar en el trazo de la pizarra cuando pensamos en playa pensamos en el verano cuando pensamos en amor pensamos en el odio entonces, una tarea importante de la filosofía, también había sido de la psicología y será después de la psicología, es el estudio de las leyes que cuentan, que describen las fuerzas que unen contenidos mentales. Las fuerzas que unen las ideas. A estas leyes, por favor, hay que recordar este título, se les da el nombre de leyes de la asociación. ¿Vale? Por favor, lo tenéis que recordar. Lo tenéis en la página 205. Estamos en la página 205 y ya 206, porque vamos a leer el texto que tenéis en la página 206. Es un texto un poquito largo, pero es fundamental también, ¿no? Y puede caer en el examen. Repito, primero el concepto de leyes de la asociación. ¿Qué son las leyes de la asociación? Las leyes que describen... Describen las fuerzas que determinan la combinación de ideas. Las fuerzas que determinan que una idea esté unida a otra, esté asociada con otra. ¿Vale? Pero es muy importante también observar que estas fuerzas que determinan que tras una idea venga otra, no son fuerzas absolutamente estrictas, de carácter determinista. Si fuera el caso, si fueran fuerzas de carácter determinista, cuando viene una idea, sí o sí tendría que venir otra. De tal manera que cuando nos viene la idea de verano, inevitablemente nos tendría que venir la idea de playa. Pero por suerte esto no ocurre. Porque tú puedes pensar en el verano y pensar en el agua o pensar en muchísimas cosas distintas a la playa. No está en la mente de uno absolutamente pegado, como con cadenas absolutamente estrictas y rompibles, verano con playa. ¿Vale? O día con luz, o noche con día, por ejemplo. Están pegadas pero de una manera suave. Son consecuencia de una especie como de atracción. Igual que entre los planetas hay fuerzas de atracción, la gravedad es una fuerza de atracción. Por cierto, ya Newton empezó a hablar también de la gravedad. Y en cierto modo, Kuhn se está refiriendo a algo así. Hay una especie de energía gravitatoria o de fuerza gravitatoria en las ideas. Una idea gravita alrededor de otra. O hay varias ideas que gravitan alrededor de otra. Por ejemplo, hay unas cuantas ideas que gravitan alrededor de la idea de verano. Vacaciones, luz, playa, descanso, pasárselo bien, arena. Comodidad también. Mucha gente. Bueno, ¿no? Muchísimas cosas que gravitan alrededor de la idea de verano como consecuencia de las leyes de las naciones. ¿Qué es lo que hay que hacer? Pues investigar cuáles son. Y aquí tenéis puestas las tres fuerzas o leyes, mejor dicho, las tres leyes principales a las que se refiere Kuhn. La ley de la semejanza, la ley de la contigüedad en un espacio y en el tiempo. Y la ley de la causa y el efecto. Las ideas semejantes tienden a aparecer juntas en nuestra mente. Entonces, claro, cuando vemos una foto, pues nos viene a la mente la persona a la que se refiere esa foto. Porque se parece a esa persona, ¿no? Esa foto tiene parecido con una persona. Entonces, tú cuando ves la foto, inmediatamente, sin darte cuenta, ya estás pensando que viene la idea de la persona a la que se refiere. ¿Vale? Pues el hablar de un profesor, a veces, bueno, ocurre que te lleva a hablar de otro profesor. ¿Por qué están pegadas las ideas de los dos profesores? ¿Por qué las dos personas? Porque los dos igual son profesores. ¿Vale? Y la ley de la contiguidad. Aquellas ideas que se han vivido juntas tienden a aparecer juntas en nuestra mente. Como el verano viene junto con la idea de playa, con la idea del sol, con la idea de agua, pues entonces están pegadas en nuestra experiencia. ¿Vale? ¿Vale? Esto todos tenemos, esto es así, nuestra mente funciona así. Ya en realidad Aristóteles había hablado de esto, ¿no?, antes de Jung, pero bueno, parece algo bastante elemental, pero bueno, hay que también recalcarlo, es la descripción que nos ofrece aquí Jung. Por ejemplo, todos tenemos ahora recuerdos de música ligadas a personas y a situaciones. Oyes una determinada canción y ¡plaz! Inmediatamente pasas al pensamiento de una persona. ¿No? O pasas al pensamiento o a la idea de una situación determinada. ¿Esto por qué? Por la ley de la contiguidad, ¿no? Ideas que se han experimentado juntas tienden a reproducirse juntas. Y luego la ley de la causa y efecto, que para Jung es la más importante porque es la que determina el comportamiento que tenemos nosotros con las cosas, ¿no? La tiza, la idea de tiza está ligada a la idea de trazo de la pizarra. La idea de disparo está... La idea de disparo está ligada a la idea de vida, ¿no? ¿Por qué? Porque con el disparo en una pistola provocas una herida. ¿Por qué la idea de tiza está ligada al trazo en la pizarra? Porque con la tiza tú dibujas en la pizarra unos trazos, ¿vale? La idea del dentista está ligada a la idea de dolor, porque el dentista causa dolor. La idea del examen está ligada a poder decir... Yo os podría preguntar, a ver, decidme lo primero que os viene a la cabeza, a la mente, cuando yo escribo aquí la palabra examen. A ver, pongo el examen. ¿Y qué es lo primero que os viene a la mente? Agobio, claro. ¿Y qué ley de la asociación? Nervios también. ¿Qué ley de la asociación estaría ahí presente? Pues, bueno, la ley de la causa y el efecto, porque es que los exámenes producen, provocan agobio, provocan nervios. Esta ley es muy importante porque es la que nos lleva a nosotros a movernos para hacer cosas. Si yo quiero escribir en la pizarra, busco natiza. Entonces, como yo conozco los vínculos causales entre las cosas, las relaciones causales, qué es causa y qué es efecto, entonces yo puedo intervenir en el mundo. Si quiero que haya un clavo clavado en una madera, pues cojo el martillo, porque sé que el martillo es la causa de eso. Si quiero quitarme un dolor de cabeza, me tomo una aspirina. ¿Por qué? ¿Verdad? La idea de aspirina está ligada a... la idea de quitarme el dolor de cabeza, ¿vale? Entonces esta es la más importante. Bien, vamos a ver cómo lo cuenta Hume en el texto que tenemos en la página 206. Es un texto un poco largo, pero bueno, podría caer en examen y sirve también para... da bastante juego este texto porque como es así largo permite hablar del enfoque psicologista. Está en otra obra un poquito más breve, Pompeyo de un tratado de la naturaleza humana. Que era el tratado de la naturaleza humana pero el resumen, ¿no? Más cortito, ¿no? Y aquí otra vez pues podéis hablar de cómo el enfoque de Hume es un enfoque psicologista que investiga la naturaleza humana, etcétera. Dice, nuestra imaginación tiene una gran autoridad sobre nuestras ideas y no hay ideas que siendo diferentes entre sí ella no pueda separar y juntar y componer en todas las variedades de la ficción. Pero, pese al imperio de la imaginación, existe un secreto lazo o unión entre ciertas ideas particulares, que es la causa de que la mente las conjunte con una mayor frecuencia. ¿Vale? Aunque nuestra imaginación, esto quiere decir que aunque nuestra imaginación parece absolutamente caprichosa, y con nuestra imaginación podemos unir una mujer, el cuerpo de una mujer con el cuerpo de un pez, y entonces construir la noción de sirena, ¿no? Y cosas, ¿no?, a función de nuestro capricho, pues muy, muy enloquecidas, como las pinturas del Bosco, ¿no?, por ejemplo, ¿no? Y mezclaban unas cosas con otras de un modo surrealista, o las pinturas del surrealismo. Pero... Pero, aunque parece totalmente arbitraria la imaginación, en realidad, también hay unas fuerzas, una cierta legalidad, unas leyes. ¿Podríamos hablar así? Si queréis, aquí habría que poner la palabra ley un poco entrecomillada, ¿no?, porque no son leyes, repito, estrictas, ¿no?, de carácter mucho menos determinista. Estos principios de la asociación, aquí pone principios, pero también se puede utilizar la palabra ley. Es lo mismo, ¿eh? Son principios o leyes de la asociación. Son reducidos a tres, a saber, semejanza, el principio, la libre semejanza. Un cuadro nos hace pensar naturalmente en el hombre que fue pintado, en el cuadro, ¿no? Entonces, esto que quería decir, yo os he puesto la definición. Ideas semejantes tienden a aparecer juntas en nuestra mente. Al ver un cuadro, pensamos naturalmente en el hombre que ha sido pintado en el cuadro. Contigüedad. En Saint-Denis ocurre naturalmente la idea de París, ¿no? Están ahí varios que están unos con otros, pues tienden a aparecer juntos en nuestra mente. O una parte de una ciudad, pues como está la ciudad, por contigüedad, pues pensamos también en la ciudad. ¿Vale? Si yo pienso en el barrio de Moncloa, pues estoy pensando en Madrid, porque el barrio de Moncloa está en Madrid y están las dos ideas como pegadas por continuidad. Causación. Aquí por causación se está refiriendo al principio o ley de causa y efecto. Efecto. Cuando pensamos en el hijo, propendemos a dirigir nuestra atención hacia el padre. ¿Vale? Porque el padre es la causa del hijo. Será fácil concebir cuán vasta consecuencia han de tener estos principios en la ciencia de la naturaleza humana, si consideramos que en cuanto respetadamente, ahora ya aquí veis que no aparece la palabra alma, se está utilizando mente, ellos son los únicos vínculos que reúnen las partes del universo o nos ponen en conexión con cualquier persona u objeto espiritual. Esto es fundamental. Ahora voy a entrar en detalle un poco más para ver las consecuencias que tiene esta afirmación de Hume. Y dice, más adelante, estos principios son los únicos lazos de nuestros pensamientos. Ellos son realmente para nosotros, fijaros lo que dice, el cemento del universo. Y todas las operaciones de la mente precisan, en una gran medida, depender de ellos. Fijaros. Toda nuestra experiencia del mundo, se está diciendo, por ejemplo y sobre todo, porque ahora estamos en ello, la experiencia cognoscitiva. La experiencia cognoscitiva es la experiencia de conocimiento. Tu experiencia de conocimiento del mundo, lo que para ti es un mundo, que tú vives como siendo real, es una consecuencia de qué? De estos principios asociativos, de las ideas. Pero que, a ver, decidme, yo lo he leído ahí. Tal vez un poco rápido, sin pararme. Pero decidme. ¿Qué facultad cognoscitiva es la responsable de estas fuerzas que combinan unas ideas con otras? A ver, ¿qué facultad cognoscitiva? Facultad cognoscitiva quiere decir facultad de conocimiento. ¿Y a qué facultad se está refiriendo cuando dice, o facultad o capacidad, no es lo mismo, ¿a qué capacidad humana se está refiriendo Hume cuando dice que esa capacidad humana es la responsable, es lo que da cemento a nuestras ideas y sensaciones del mundo y da lugar a nuestra concepción del mundo, a nuestra manera de interpretar qué es lo real, al mundo en el que creemos estar instalados? Justo, Eduardo, imaginación. Fijaros, no se está diciendo la razón. No se está diciendo la razón. El pegamento, ¿verdad?, es lo que dice él. El cemento, él utiliza la palabra cemento, ¿no? El cemento que va uniendo una representación del mundo con otra para formar al final el edificio del mundo es la imaginación, no la razón. Esto es muy importante, ¿verdad? Porque quiere decir que nosotros, en realidad, no tenemos un acceso racional al mundo. Está basado en una facultad de otra índole. Una facultad que es más... que es más caprichosa, que es mucho más subjetiva que el ejercicio de la razón. Claro, os recuerdo que estamos en un autor empirista, no en un autor racionalista, ¿vale? Bien. Y si resultara que estas fuerzas de la imaginación son fuerzas que están así, son además débiles y pueden ser de otro modo, que son contingentes... estas leyes son contingentes. Recordad esta palabra, esto quiere decir que son así y pueden ser de otro modo. Lo contingente es lo que es así y puede ser de otro modo. Y si el cemento que combina unas impresiones con otras fuera otro, si la manera de combinar unas impresiones con otras fuera de otro estilo, de un estilo distinto al nuestro, entonces viviríamos en un mundo distinto. Y esto un poco es lo que habría que decir de las distintas especies. El mundo es distinto para cada especie animal, porque las sensaciones que tienen del mundo son distintas y porque el mundo de combinar esas sensaciones para crear una representación del mundo que ellos viven es también el mecanismo y la dinámica distinta. Esto, fijaros, que favorece otra vez y el relativismo, ¿no? Mientras que, claro, con la razón... Bueno, también se puede decir que el uso de la razón es relativo, ¿no? Esto no lo niego, se podría también decir. Pero sería un poquito más difícil, ¿no? Estáis viendo que Hume no va a hacer descansar en el ejercicio de la razón la posibilidad y objetividad del conocimiento humano. Lo va a hacer descansar en algo más subjetivo y más variable como es la imaginación. ¿De acuerdo? Este es un detalle importante también. Si queréis, es un poquito difícil esto que estoy comentando, pero está bien, ¿eh? Fijaros, además, está puesto en la página 206 abajo, está puesto en cursiva el para nosotros. Estos lazos son realmente para nosotros el cemento del universo. Para nosotros. ¿Esto qué quiere decir? Pues que para otros seres habrá otros lazos distintos. ¿Vale? ¿Esto no suena a relativismo? ¿Me decís un filósofo relativista griego que dijo una frase que se puede acercar mucho a estas ideas? ¿Veas? Un relativista griego, un sofista griego famosísimo, muy importante. ¿Me lo podéis decir, por favor? Lo vimos en su momento, ha salido mucho, Platón lo criticaba, le criticaba, criticaba mucho a este filósofo que me vais a decir. ¿Cómo se llamaba? Venga, yo pongo un poco juego, ¿no? Pro, ¿cómo continúa? Venga, a ver, si os viene... ¿Cómo se viene? Por asociación, como dice Hume. ¿No os viene, por favor? Protágoras, eso es, ¿no? Muy bien, ¿no? Protágoras, Isabel, muy bien. La frase era, el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son y de las que no son en tanto que no son. El hombre como medida de todas las cosas. Y es algo un poco parecido a lo que dice aquí, ¿no? Realmente para nosotros, esos lazos son los que crean un mundo para nosotros. Y si hubiera lazos distintos, habría otro mundo para nosotros. ¿Vale? Todo esto, por tanto, se puede comentar y lo tenéis que comentar. ¿De acuerdo? Avanzamos un poco más y vamos a ver ahora los tipos de conocimiento. Lo tenéis en la página 207. 207, 208 y 209, ¿no? Bien. Hume nos dice que hay dos grandes tipos de conocimiento. lo tenéis en el texto de la página 209 que es también muy importante, lo voy a leer y luego vemos la explicación yo la he puesto aquí en este resumen es lo mismo que tenéis en la página bueno, el apartado 3, 3, 3 cuestiones de hecho y relaciones de ideas página 207 y 208 lo tenéis aquí esquematizado bien, fijaros lo que dice aquí está tomado de la investigación sobre el conocimiento humano todos los objetos de la razón e investigación humana pueden naturalmente dividirse en dos grupos todo lo que nosotros podemos conocer todos los saberes que nosotros podemos construir o desarrollar se dividen en dos tipos a saber, relaciones de ideas y cuestiones de hecho relaciones de ideas o entre ideas y cuestiones de hecho a la primera pertenecen a la primera clase pertenecen las ciencias de la geometría, álgebra y aritmética, me había que decir también de la lógica y en resumen, toda afirmación que es intuitiva o demostrativamente cierta intuitiva al modo de lo que llamaba Descartes institución por una comprensión intelectual no por un ver con los ojos que el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los dos es una proposición que expresa la relación entre las partes del triángulo este es el teorema de Pitágoras ¿verdad? que 3 veces 5 es igual a la mitad de 30 expresa una relación entre los números 3 veces 5 es 15 la mitad de 30 es 15 y es igual ¿no? todo esto nuestra mente lo capta y pertenece a lo que llama el conocimiento de relaciones entre ideas entre la idea del triángulo y la idea del lado la idea de hipotenusa la idea de cateto, la idea de 15 la idea de 5, la idea de igual la idea de vez Tres, ¿no? Bueno, una multiplicación. Las proposiciones de esta clase pueden descubrirse por la mera operación del pensamiento, independientemente de lo que pueda existir en cualquier parte del universo. Ahora lo voy a detallar utilizando este esquema. Este esquema nos sirve muy bien para este texto. Por favor, retened bien este esquema que ahora yo voy a explicar porque es válido para comentar este texto. No son averiguadas, todo eso que se ha dicho pertenece a lo que llama Hume el conocimiento de relaciones etíreas. Pero el segundo género es las cuestiones de hecho, el conocimiento de cuestiones de hecho. Y dice, las cuestiones de hecho no son averiguadas de la misma manera. Los segundos sujetos de la razón humana. Ni nuestra evidencia de su verdad, por muy grande que sea, es de la misma naturaleza que la precedente. Lo contrario de cualquier cuestión de hecho es en cualquier caso posible porque jamás puede implicar una contradicción. ¿Vale? Bueno, pues vamos a ver este texto explicado a partir de este esquema que tienes aquí. ¿De acuerdo? Bien. Primero, relaciones entre ideas. ¿Cuál es el objeto de este tipo de conocimiento? Las ideas. Es el conocimiento matemático, en aritmética y en geometría. Y también el conocimiento lógico. ¿Verdad? Aunque aquí no lo cita... ¿Cierto? Pero también podríamos incluirlo aquí. Se refiere... Fijaros, ¿eh? Fijaros lo que está diciendo. La matemática no se refiere al mundo. Muy distinto a lo que pensaba Platón. Para Platón la matemática se refiere al mundo. Es verdad que no al mundo sensible, sino al mundo... ¿A qué mundo se refería la matemática? Me ponéis ahí el título. ¿Cuál era el otro mundo según Platón que existía, además del mundo sensible? El mundo, Vanessa, Isabel, Eduardo, muy bien, muy bien, Eduardo, inteligible, eso es. Y ahí estaban las ideas matemáticas, los objetos matemáticos son reales, pero no tienen la realidad física. Tienen una realidad, entre comillas, muy rara, porque están fuera del tiempo y del espacio, pero existen fuera de la mente humana, ¿no? Aquí Hume nos va a decir, bueno, esto no parece que sea el caso, ¿no? Son ideas, ¿no? Y, por tanto, no algo del mundo, ¿no? Y son una consecuencia del ejercicio de la pura razón. Como no hablan las matemáticas, no hablan acerca del mundo, entonces no necesitan del recurso de la experiencia. Fijaros, hay un tipo de conocimiento que no descansa en la experiencia, que es el conocimiento matemático. Esto lo dice un epillista, ¿eh? Es un conocimiento de caridad. Tiene carácter demostrativo, ¿verdad? Es siempre verdadero, no tiene excepciones, y no podemos decir afirmaciones que sean contrarias, ¿verdad? Si yo digo 5, 3 más 2 es igual a 5, lo contrario, que sería 3 más 2 es igual a 8, por ejemplo, no es exactamente contrario, pero es muy distinto, digamos no que es falso, sino que es absurdo, ¿vale? Va en contra de las leyes de la razón. Bien, no tiene excepciones. Y es importante insistir en esto, ¿eh? No es un conocimiento que se alcance a partir de la experiencia. Es un buen conocimiento, pero tiene como problema que no habla acerca del mundo, ¿vale? No da exactamente información acerca del mundo. Porque se entretiene con, en realidad, nuestras propias ideas. El tema o el objeto son el concepto de triángulo, insisto, el concepto de tres, el concepto de dos, el concepto de multiplicación, etcétera, etcétera, etcétera. ¿De acuerdo? Bueno, pero luego hay otro tipo de conocimiento, que es, en cierto modo, un conocimiento que nos interesa más. Porque habla acerca del mundo. Habla acerca del mundo. Acerca de los hechos. El objeto de este conocimiento es el mundo empírico. Estos títulos, por favor, son muy importantes, estos títulos. ¿Qué es el mundo empírico? El mundo de los hechos. En el mundo, fijaros, ¿eh? Esto yo ya os lo comenté cuando veíamos esta parte de arriba, ¿no? El mundo como conjunto de hechos y de relaciones contingentes. ¿Recordáis esta parte del esquema? Y de relaciones contingentes entre los hechos. En el mundo no existen, y esto es muy, muy, muy importante, no existen las esencias. Y como no existen las esencias, todo lo que hay es contingente. Esto es muy importante. Todo lo que hay es contingente. Un hecho es lo que ocurre en el tiempo. Si se trata de lo que llamamos hechos físicos, ocurre en el tiempo y el espacio. Si se trata de hechos mentales, pues ocurre solamente en el tiempo, ¿no? Si se trata de una piedra que cae, es un hecho que ocurre en el espacio y en el tiempo. Si se trata del recuerdo de una piedra que cae, es un hecho que ocurre en el tiempo, porque el tiempo es lo que determina los estados de la mente, el espacio y la mente. ¿Vale? Pero siempre hechos. Es decir, aquello que es así y puede ser de otro modo, no esencias. ¿Vale? Esto es muy, muy importante para algo que vamos a ver ahora. Bien. ¿Qué método tenemos que utilizar para captar hechos, para mirar el mundo? El método de la experiencia. El método de conocimiento es el método de la experiencia. ¿Eh? El apoyo en la experiencia. No es el uso de la razón. No utilizamos la razón para captar cómo es el mundo. En el sentido estricto, no. En todo caso, la razón inductiva, mirar el mundo y hacer generalizaciones a partir de la observación del mundo, pero no la razón deductiva. Nos basamos en la experiencia. Y en último término, en la percepción. ¿Vale? Vale. Bueno, pero fijaros también en esto. Este punto, esto es un poco raro, un poco raro, pero muy, muy importante. En cuanto a la calidad del conocimiento. Bueno, el conocimiento empírico, por cierto, ejemplos, no lo he dicho antes, ¿no? Pero ejemplos de conocimiento empírico, pues es la ciencia que llamamos física, la química, la biología, la psicología tal como ahora la entendemos como ciencia, tiene su facultad propia e independiente de la filosofía, de la economía, ¿no? Las ciencias naturales como las ciencias sociales se basan en la experiencia. Y serían ejemplos de ciencias que hablan de hechos. Hechos físicos, biológicos, psicológicos, hechos sociales, hechos económicos, pero siempre hechos, nunca esencias. ¿Vale? Y si esto es así, si se basan en la experiencia, no tienen carácter demostrativo, en sentido estricto, como matemáticas. En matemáticas sí tenemos carácter demostrativo. Y aquello de lo que habla, bueno, siempre puede ser muy distinto a lo que es. Son posibles excepciones. Y lo que ocurre, fijaros en este punto, ¿eh? No es necesariamente verdadero. Van a sonar un poco raras las afirmaciones que yo ahora voy a decir, pero las tenemos que recordar, ¿no? Eh, lo que ocurre no es necesariamente estricto que tenga que ocurrir. Podría no ocurrir. Esto lo dice Fium con mucha fuerza, ¿no? Lo que ocurre, ocurre, pero podría no ocurrir. Lo contrario a lo que ocurre, siempre es posible. Fijaros, dice él, hasta ahora ocurre que el pan que yo como me alimenta, pero podría ocurrir que el pan que yo como me envenene. Esto no pasa. Bueno. Es lógicamente absurdo. Sería raro, pero no absurdo. ¿Por qué sería raro que el pan que comemos nos envenene? Porque hasta ahora no ha ocurrido así. En función de nuestra experiencia, fijaros en este título, en función de nuestra experiencia pasada, así a nosotros nos parece que van a ocurrir unas cosas u otras, ¿verdad? Y nuestra mente, como consecuencia de la repetición, en nuestra mente, como consecuencia de la repetición... ...se genera un hábito de considerar que lo que ha pasado hasta ahora va a seguir pasando. Esto en todo, ¿no? Resulta que, otra vez por el ejemplo que pone Fium, como hasta ahora el pan nos ha alimentado, pero podría perjudicarnos y nos podría hacer daño. ¿Quién te asegura que no te puede hacer daño, no? Yo durante mucho tiempo comía berberechos. Y me gustaban, me sentaban bien los berberechos. Pero hasta aquí un día, hace unos poquitos años, comí berberechos y... ...bueno, me entró alergia, ¿no? Ahora soy alérgico a los berberechos, ¿verdad? Mi experiencia pasada me decía que me iba a sentar bien, pero no, fue al contrario, todo lo contrario. Era posible que los berberechos me sentaran mal. No es lógicamente absurdo que los berberechos me sienten mal, y de hecho me sientan mal. No es lógicamente absurdo que el pan nos envenene. No es lógicamente absurdo que el sol no salga mañana. Sería raro que no saliera mañana, porque lleva millones de años saliendo, ¿verdad? Cuando gira la Tierra alrededor del sol. Lleva millones de años saliendo, ¿no? Cuando, bueno, en el día y en la noche nos movemos, no lo he dicho bien, en el movimiento de la Tierra alrededor de su eje, es ese movimiento de la Tierra alrededor de su eje lo que hace pues que tengamos el día y la noche, ¿no? Bueno, esta es la idea que nos ofrece Hume. Lo contrario a lo que ocurre ahora, lo contrario a lo que ocurre ahora siempre es posible, aunque sea raro, es lógicamente posible. Fijaros qué afirmación, ¿no? Tiras una piedra, sueltas mejor, sueltas una piedra y pasa que la piedra cae. Pero que vaya para arriba no es lógicamente absurdo. Choca contra nuestra experiencia. Bueno, ¿y esto por qué? Porque en el mundo no es esencia, no existen las esencias. Todo es posible, aunque sea raro. Si preguntamos, vamos a ver, oye, ¿los hombres pueden tener hijos? ¿Va en contra la idea del hombre el tener hijos? En su barriga, ¿no? Algo así, dentro de él. Podemos tener hijos porque somos padres, porque, bueno, ponemos el espermatozoide y somos padres biológicos, ¿no? Pero un hombre no se puede quedar embarazado. ¿Es lógicamente absurdo que un hombre se pueda quedar embarazado? Hume diría no, no es lógicamente. Sería muy raro, evidentemente, pero no es lógicamente. imposible y desde luego con el desarrollo de la ciencia y estas cosas que vemos ahora raras, de lo trans pues podemos pensar en fin, que pueden darse cambios extraordinarios en lo que llamamos naturaleza humana fijaros que aquí hay algunas afirmaciones un tanto chocantes negar que existan esencias llevaría a negar que exista la esencia del hombre y que exista propiamente la naturaleza humana entonces habría que decir que todo lo que el hombre es es contingente, es así y puede ser de otro modo, si tiráramos del hilo igual podríamos ver que esto bueno, pues podría ser un tanto absurdo como es absurdo el relativismo llevado hasta el final, ¿vale? pero bueno, tenemos que recordar aquí estas afirmaciones antes de hacer la crítica o queréis hacer la crítica hay que recordar la afirmación que tenemos aquí de que todos los hechos son así pero pueden ser de otro modo que no es lógicamente posible que sean de otro modo porque no existen esencias y que por tanto las ciencias que se refieren a hechos tienen excepciones y pues hablan de lo que puede ser de otro modo, que es así pero puede ser de otro modo ¿vale? esta parte sería relativismo sí, en el libro no se señala no se señala esta conclusión pero bueno suele ser bastante frecuente también hacer este comentario que estoy haciendo yo sobre este aspecto de la filosofía de Hume es que a ver, lo podéis plantear así si lo ponéis en vuestro comentario por favor, ponedlo con cuidado porque es una crítica os podéis apoyar en otros autores, etc. la naturaleza humana es así pero puede ser de otro modo bueno, está formada por hechos lo que el hombre hace está formado por hechos no hay una esencia en el ser humano y por tanto las leyes de la asociación podrían ser distintas y en el fondo también las leyes de la razón ¿De acuerdo? Bien. Yo no sé si Hume era del todo consciente. Yo creo que un tanto sí lo era, ¿no? De estas conclusiones un tanto relativistas y escépticas a las que puede conducir su filosofía. ¿Vale? Bien. Hechos. ¿Vale? Bien. Vamos a ver la crítica que hace Hume a la filosofía tradicional, a los conceptos fundamentales de la filosofía. En el libro cae esto que voy a comentar ahora en el título de La crítica a la metafísica. En lo fundamental, la crítica a la metafísica. ¿Vale? Y si queréis también, la crítica a la religión. Bien. El apartado 335. Todo eso. El apartado 334 y el 335, ¿no? Bien. Se trata de examinar nuestras ideas para ver si nos hemos sobrepasado en el uso de nuestras ideas. Y nos hemos excedido y hemos hablado de cosas de las que no podemos legítimamente hablar. Porque igual tenemos pretensión de hablar de realidades a las que no podemos llegar. ¿Qué criterio podemos utilizar para decidir? Fijaros este título, ¿no? La legitimidad de nuestras ideas. ¿Qué criterio utilizar? ¿Cuál es el criterio? El criterio de verdad. También se suele hablar así. Los criterios de verdad son criterios que nos permiten separar lo verdadero de lo falso. Cuando tú tienes un criterio puedes decidir dónde meter algo. Coges un conjunto de cosas y las puedes dividir en dos partes utilizando un criterio. Los alumnos que van a aprobar y los que no van a aprobar. Si sacan un 5, aprueban. Si no sacan un 5, no aprueban. Ese es el criterio. Los criterios de corrección y de evaluación. Criterio para elegir vacaciones. Pues mi criterio es que no haga mucho calor en verano. Entonces me voy a sitios que tienen sierra, monte, etc. Criterio para elegir una carrera. Pues yo elijo una carrera que me apasione. Otros eligen una carrera que les dé dinero, etc. Los criterios te permiten decidir. Decidir qué es bueno para un asunto o malo para un asunto. Y el criterio de verdad, ¿qué te permite decidir? Pues aquello que se puede conocer de lo que no se puede conocer. Y hay distintos criterios. Por ejemplo, para Descartes el criterio fundamental era el criterio de la evidencia. ¿Recordáis? Aquello que se capta con claridad y distinción. Los niños tienen como criterio de verdad la opinión del padre. Es verdadero lo que diga el padre, lo que digan los padres. Las personas religiosas tienen como criterio un texto sagrado, por ejemplo, o los contenidos de la fe. Para el musulmán el criterio de la verdad es el Corán. O sea, otras personas pueden tener como criterio la autoridad, lo que digan los profesores, lo que diga un libro de texto, etc. Para el empirismo, ahora vamos aquí, ¿cuál es el criterio de la verdad que te permite decidir qué idea es legítima para con ella levantar todo un cuerpo de verdades, por tanto, un conocimiento? El criterio es encontrar a la base de la idea una impresión. Si a la base de la idea encontramos la correspondiente impresión, entonces la idea es legítima. Es legítima y con ella podemos construir un conocimiento. Si no encontramos una impresión, entonces será producto de nuestra fantasía. Por ejemplo, podemos hacer una ciencia de los centauros. Tenemos la idea centauro. Podemos hacer una ciencia de los centauros. ¿Qué tendríamos que tener para hacer una ciencia de los centauros? ¿Me podéis contestar, por favor? Para hacer una ciencia de los centauros, ¿qué necesitaríamos? ¿Tener, según este criterio empirista de conocimiento, qué necesitaríamos tener? No, tenemos imaginación. Eso, Isabel, ya lo tenemos. Y hemos, con la imaginación, ¿qué necesitaríamos tener? Bueno, un centauro, pero bien, eso es. No, pero un centauro, ¿no? Botticelli pintaba centauros en sus cuadros. Ya tenemos centauros, pero ¿qué tipo de centauros? ¿Qué deberíamos tener? Isabel, Eduardo. Deberíamos tener impresiones de centauro. Si pudiéramos ver... Si pudiéramos ver centauros, si hubiera centauros que se dieran a la sensación, a la impresión, entonces sí podríamos hacer una ciencia de los centauros. Pero eso no ocurre. No hay sensaciones de centauro. Hay sensaciones de pinturas de centauros. ¿Verdad? Eso sí. Pero no tenemos... Eso es experiencia. No tenemos experiencia de los centauros. Por tanto, no se puede hacer una ciencia de los centauros. ¿Vale? Que existieran los centauros y que se pudieran ver. Entonces, el criterio es preguntarnos. Cuando manejamos un concepto, ¿verdad? Manejamos un concepto. Una idea. Y entonces, nos preguntamos. ¿De esta idea tenemos impresión? Si tenemos impresión, de acuerdo, vale para conocer. Si no tenemos impresión, lo rechazamos. Fijaros el texto que tenéis en la página 209. Un texto tremendo, ¿eh? Tremendo, tremendo, este texto que os voy a leer ahora. Dice, Cogemos cualquier volumen de teología o de metafísica escolástica. Cogemos la suma teológica de Santo Tomás, por ejemplo. Preguntemos. Aquí hay en realidad dos criterios, ¿eh? ¿Contiene algún razonamiento abstracto sobre la cantidad y el número? ¿La suma teológica habla de cantidades y de número? ¿Habla de matemáticas? Evidentemente no. La suma teológica no habla de eso, habla acerca de Dios. Y son varios volúmenes bien gordos, ¿no? No. Bueno, pues... Pues podría ser, entonces, no es conocimiento de relaciones entre ideas, pero podría ser conocimiento de cuestiones de hecho. De lo que nos habla Santo Tomás podría ser de cuestiones de hecho, que es lo otro que queda, ¿verdad? Y dice, ¿eh? ¿Contiene algún razonamiento experimental acerca de cuestiones de hecho de existencia? No. Tampoco la suma teológica habla acerca de hechos, ¿verdad? No nos ofrece impresiones del mundo. No tiene, no cumple este criterio de legitimidad, ¿verdad? Como no cumple este criterio de legitimidad, ese escrito de Santo Tomás, puesto que habla de Dios y de Dios no tenemos experiencia... ¿Qué tenemos que hacer? Como no tenemos experiencia de Dios, fijaros lo que dice. Esto no hay que tomárselo de manera literal, sería terrible. Tírese entonces a las llamas, pues no puede contener más que sofistería e ilusión. Si no habla de números y de cantidad y no habla de hechos, entonces mal. Lo que no habla de cuentas o de hechos son cuentos, diríamos. ¿Verdad? Esto es lo que nos está diciendo. Fijaros, es tremendo, ¿no? Y si vamos a la filosofía, a todo lo que hemos visto, Platón, Platón igual. ¿De qué nos habla Platón? ¿De lo matemático? No. ¿De qué nos habla Platón? ¿De cuestiones de hechos? Pues tampoco. Habla de esencias, ¿no? Entonces, como lo que nos encontramos en los diálogos de Platón no son matemáticas, relaciones entre ideas, por tanto, y tampoco biología ni física, por tanto, no son cuestiones de hecho, a la hoguera. Cuidado, esto, repito, es una manera tanto literaria de hablar, ¿no? Pero es tremendo, ¿eh? Tremendo. Lo que está haciendo. Está ya echando por la borda, ¿no? Todo el pensamiento anterior. Con Hume se inicia, esto es muy importante, se inicia con Hume la crisis de la metafísica. Esto es muy importante. Que luego continuará como lo veremos, ¿no? Continuará con Nietzsche, desde luego, continuará con el neopositivismo. Continuará también con Wittgenstein, otro autor que también está un poco en el programa, ¿no? Con las distintas formas, continuará con las distintas formas de empirismo que se darán en el siglo XIX, este es el caso del positivismo, y en el siglo XX será el caso del neopositivismo, que es una forma radical de empirismo. Kuhn va a decir que los objetos de la metafísica no se pueden conocer, ¿vale? Pero los empiristas más radicales del siglo XX dirán que en realidad la metafísica es absurda. Ya no que no se pueda conocer lo que se refiere a Dios, sino que el mismo concepto de Dios es absurdo, que la misma teología es una disciplina absurda. Se trata de radicalizarlo mucho más. Kuhn no llega hasta ese punto, ¿eh? Pero como estáis viendo, va a desacreditar las investigaciones de la metafísica, de todo lo que llamamos metafísica, ¿vale? Bien, pues vamos a ver las distintas críticas que encontramos sobre este punto, ¿no? Yo las he puesto aquí. Por ejemplo, vamos a hacerlo un poco rápido, en la parte de la crítica a la religión. Lo que tenéis también en el apartado 335. La crítica a la religión, ¿vale? Bien. Dice Kuhn, en realidad no se puede conocer a Dios. No se puede conocer a Dios, como tenéis en la página 218, ¿no? Hay un absurdo evidente en pretender demostrar un asunto de hecho o en intentar probarlo mediante argumentos a priori. Nada puede demostrarse a menos que su contrario implique una contradicción. Nada que pueda concebirse distintamente implica una contradicción. Con esto se está refiriendo a las críticas, bueno, que él hace a los argumentos a priori. Recordaréis que el argumento ontológico de San Anselmo y el argumento principal de Descartes es un argumento a priori. Descartes también utiliza el argumento ontológico, ¿no? A partir de la idea de Dios como el ser absolutamente perfecto, Descartes cree que se puede demostrar la existencia de Dios. A priori, no como Santo Tomás que lo hacía posteriori. Entonces, Hume dice, no, no, no, es que a priori no se puede demostrar ningún existente. A priori solo es posible el conocimiento de lo matemático. Todo lo que podemos concebir como existente, podemos también concebirlo como no existente. Aquello que existe se puede concebir como no existente. ¿Vale? Claro, esto va en contra del concepto de Dios. Para la tradición, como Santo Tomás, San Gacelmo y el mismo Descartes, Dios es un existente que no se puede concebir como no existente. Para Descartes, pensarse en Santo Tomás. Dios existe y es inconcebible que no pueda existir. Va en contra de la lógica y de la fundamental, de las esencias, de la esencia de Dios, el que pueda no existir. Dios existe. Pero ahora viene Hume y nos dice, no, no, no, no hay nada que exista necesariamente. Recordad lo que hemos dicho de las cuestiones de hecho. No hay nada que exista necesariamente. Todo lo que existe puede no existir. Lo tenemos aquí, ¿eh? Todo lo que podemos concebir como existente, podemos también concebirlo como no existente. El sol existe, pero puede no existir. La mesa existe, pero puede no existir. Mi mano existe, pero puede no existir. Y así con todo. Con todo lo que se da a la experiencia. Con todo lo que existe. ¿Vale? De esta manera, Hume va a criticar el argumento ontológico. Por lo tanto, no hay ningún ser cuya existencia, cuya no existencia implique una contradicción. Consecuentemente, no hay un ser cuya existencia sea demostrable. No podemos demostrar la existencia de Dios. Lo mismo que la página 219. Se pretende que la Deidad es un ser necesariamente existente y se intenta explicar la necesidad de su existencia asegurando que si conociéramos toda su existencia o naturaleza, percibiríamos que a él es imposible no existir, como es imposible que dos y dos no sean cuatro. En este texto, que está en la página 219, se está enfrentando al argumento ontológico que presenta Lescartes para demostrarle a este fiel. Pero es evidente que eso no puede suceder mientras nuestras facultades sigan siendo como lo son al presente. Siempre nos será posible en cualquier momento concebir la no existencia de lo que en principio concebimos como existente. Es otra vez lo mismo que estaba en el texto anterior. Siempre podemos concebir algo que existe como no existiendo. ¿Vale? Siempre. Porque todo está formado por hechos. Y la mente no puede jamás verse en la necesidad de suponer que un objeto permanezca siempre en su ser, de la misma manera que nos vemos siempre en la necesidad de concebir que dos y dos son cuatro. Por lo tanto, las palabras existencia necesaria carecen de significado o lo que es lo mismo, no tienen un significado consistente. ¿Vale? Fijaros que aquí en realidad Hume está adelantando lo que será. El empirismo radical, ¿eh? Yo lo había intentado matizar un poco. Porque está diciéndonos que el concepto de Dios como el ser necesario, como el ser que necesariamente tiene que existir, nos está diciendo que no tiene significado consistente. Fijaros que esto es muy fuerte, ¿no? Muy fuerte. Yo lo había matizado porque en otros textos Hume en realidad, cuidado, ¿eh? No es ateo. Viene a ser más bien escéptico, ¿no? ¿Eh? Él cree que no cabe hacer argumentos... Argumentos a posteriori para demostrar la existencia de Dios y mucho menos argumentos a priori. ¿Vale? Y nos está diciendo, repito, en este último fragmento, en estas últimas líneas, que la misma noción de Dios, pues es que parece que es una noción absurda. No tiene un significado consistente. Y que no tenga un significado consistente quiere decir que más bien tiene un significado absurdo, como contradictorio. Repito que adelantando lo que después dirán los neopositivistas, los empiristas radicales en el siglo XX. ¿Vale? Por tanto, crítica a la idea de Dios. Igual que la crítica a la idea de sustancia. Toda la tradición occidental, a partir de Aristóteles, viene a ser una tradición sustancialista. Sustancialista. Que cree en sustancias. Cree en sustancias. Pero, bueno, desde Aristóteles, ¿no? ¿Qué era la sustancia? Es el sujeto de propiedades. Aquello en lo que descansan las propiedades fenoménicas. ¿Vale? Realidades inteligibles que están ahí de soporte de las propiedades fenoménicas. El correlato del sujeto en las frases. Si yo digo la mesa es verde, el sujeto es la mesa. Y aquello a lo que se refiere en el mundo es la sustancia mesa. Y verde es una de sus propiedades. Recordad aquí lo que vimos de la sustancia en Aristóteles. Descartes va a hacer lo mismo. Descartes tiene también una concepción sustancialista de la realidad. Cree que hay sustancias. Descartes hablaba de dos grandes tipos de sustancias. Las res cogitans, que son las sustancias pensantes, y la res extensa, las cosas físicas, ¿no? Pero existen las sustancias. Incluso cuando Descartes miraba hacia adentro, y había descubierto la verdad, y eso lo insisto, cree que ahí hay una sustancia. La de yo como sustancia. Uno mismo tiene la sustancia dentro de él, en lo que la tradición llamaba alma, ¿no? ¿Vale? Pero Flum nos va a decir que no, ¿no? Fijaros en el texto de la página 214. No tenemos idea alguna de sustancia de ningún género. Idea legítima. Tenemos la idea de sustancia pero no idea legítima. Puesto que solo tenemos ideas de lo que se deriva de alguna impresión. Y no tenemos impresión de las sustancias algunas, ¿no? Las sustancias no se ven. Se ven las propiedades fenoménicas. Se ven las propiedades fenoménicas. La esencia del melocotón. El melocotón como sustancia. Eso no. Solo existe el tamaño, la forma, los colores, colores, etc. ¿Vale? Así nuestra idea de mente, lo mismo pasa con la mente, ¿no? La idea de mente es solo la idea de percepciones particulares. Si la noción de cosa alguna a la que llamamos sustancia sea simple o compuesta, ¿eh? Por favor, este texto es muy importante porque es una crítica que Hume hace a Descartes. Descartes cree la noción de sustancias, y repito también, de la sustancia interna, que es el alma, ¿no? A la que llama res cogitans, ¿no? ¿Vale? Crítica a la idea de sustancia. Y a la idea del yo como sustancia. ¿Qué es el yo? Dice Hume. Fijaros en un texto interesante que tenemos en la página 214. Cuando hablamos del yo o de sustancia, debemos tener una idea conectada con estos términos. Pues de lo contrario serían absolutamente ininteligibles. Toda idea se deriva de impresiones precedentes, pero no tenemos impresión alguna, no hay impresión alguna de un yo o sustancia como simple e individual. Luego, no tenemos idea alguna de estas cosas en este sentido. No hay dentro de nosotros, cuando miramos hacia adentro, no hay algo que se muestre como siendo simple y como siendo individual. Si meditáis, por ejemplo, cuando uno medita mira hacia adentro y cuando miras hacia adentro en la meditación encuentras un poco esto que nos está diciendo aquí Hume. En un texto muy bonito y muy famoso, con el que vamos a terminar, de la página 215. La mente es una especie de teatro, es famosísimo este texto, estaría bien para un examen. Es una especie de teatro en el que las distintas percepciones, es decir, recordad lo que significa percepción, contenidos de conciencia, se presentan en forma sucesiva. Cuando tú mires hacia adentro, haciendo introspección, ¿qué encuentras? Encuentras recuerdos fantasíacos. Cosillas, deseos, pensamientos en sentido estricto, sensaciones, voliciones, ¿verdad? Actos de memoria, palabras internas, un batiburrillo, ¿no? La mente es como un enjambre, ¿no? Todos lo notamos cuando miramos hacia adentro. Tenemos nuestra mente llena de contenidos, absolutamente abigarrada. Cuando tú meditas, meditad, os lo recomiendo, ¿eh? Cuando meditáis y estáis mirando hacia adentro y estáis atendiendo a vuestra respiración, miráis la respiración y veis que viene un pensamiento, viene un recuerdo que os hace que os distraigáis. La mente es así, ¿no? Una sucesión constante de contenidos psíquicos, de contenidos mentales. Dice que pasan, vuelven a pasar, se desvanecen y mezclan en una variedad infinita de posturas y situaciones. Mirad hacia adentro de vuestra mente y encontraréis esto. Una sucesión constante de situaciones. No existe en ella con propiedad ni simplicidad en un tiempo ni identidad. Y veis que está destacado impulsiva la palabra simplicidad y la palabra identidad. ¿Por qué? Porque son las características del alma, según la filosofía del alma, la psicología racional de Descartes y también de Santo Tomás. Él creía que el alma y la mente entendida de esa manera es una realidad simple, no compuesta, que nos da identidad, idéntica a sí misma. Pero Hume dice, bueno, vamos a ver esas dos características si de ellas tenemos impresión. Cuando miras hacia adentro, ¿qué encuentras? No encuentras simplicidad, sino muchísimas cosas. Ni tampoco encuentras identidad, porque todo está cambiando continuamente. Es tremendo esta afirmación, bien interesante. A lo largo de momentos diferentes, sea cual sea la inclinación que nos lleve a imaginar esa simplicidad e identidad, nos creemos siendo los mismos. Fijaros qué conclusión. Aquí tenemos el río Heraclitiano. ¿Os acordáis de Heráclito? La vida como un río, la realidad como un río en el que no te puedes bañar dos veces. Si niegas la sustancia del yo y la esencia del yo, estás diciendo que continuamente cambias. Yo no sé hasta qué punto esto lo asumía Hume. Porque está diciendo que mueres y naces, mueres y naces, mueres y naces. Un poco al modo budista, ¿no? El budismo te habla así. Hay un morir y renacer, un morir y renacer continuamente, porque todo está cambiando. El budismo defiende la impermanencia. Y aquí las ideas de Hume se acercan un tanto al budismo. Luego hay diferencias importantísimas también, pero se acercan un tanto al budismo. La tesis fundamental del budismo es la impermanencia, que no hay nada permanente, ni fuera en el mundo, ni dentro de nuestra mente. Porque solo el acceso a una realidad mucho más profunda que la mente te puede poner en contacto con algo absoluto, ¿no? Pero en este nivel de la mente y del cuerpo todo absolutamente, todo está cambiando. Dice el budismo y nos está diciendo aquí, ¿verdad? ¿Por qué? Todo está cambiando. A pesar de todo, pues creemos que tenemos identidad, que somos los mismos, que yo soy Javier Echegoyen, el mismo que ha empezado la clase, desde luego, y el mismo que ha empezado el curso, y el mismo que daba aquí filosofía hace un año, 10, 15, 20 más, ¿no? Yo mucho tiempo aquí, el mismo que veo en las fotos cuando yo tenía 5 años, a mí me parece que soy el mismo, pero eso es una ilusión. Diría aquí Hume, ¿verdad? Hume, ¿no? Estamos hablando de Hume, no sé si antes se me ha colado Descartes. Hume, ¿no? Hume critica la noción cartesiana de sustancia dentro de nosotros mismos, ¿vale? Y no hay exactamente permanencia, ni tampoco identidad, solo una cierta ilusión como consecuencia de la memoria. La comparación del teatro no debe confundirnos. Son solamente las percepciones, los contenidos psíquicos, ¿verdad? Las que constituyen la mente, las que utiliza mente, mente de alma, ¿no? De modo que no tenemos ni la noción más remota del lugar en que se representan esas escenas, ni tampoco de los materiales de las que están compuestas. Fijaros qué afirmación tan, tan interesante, ¿no? Tan interesante. Por tanto, un punto de vista escéptico acerca de qué es lo que nosotros somos en el fondo, ¿vale? Qué es lo que nosotros somos de verdad. ¿De acuerdo? Bueno, he dejado para el final la crítica más importante, que es la crítica a la idea de causalidad. Y esto ya la veremos el próximo día, ¿no? Bueno, el próximo día vemos la crítica de la causalidad. Y vemos la ética de Hume muy rápidamente y pasamos a la filosofía de Carlos Marx. No tenemos clase ni la semana que viene ni a la otra, hasta el día creo que es 8 de marzo no tenemos clase. Entonces, por favor, leed todo lo que podáis de Carlos Marx. Yo terminaré un poco rápidamente Hume, la mitad de la clase tal vez, con Hume un poco menos, y pasamos a ver la filosofía de Carlos Marx. ¿De acuerdo? Todo lo que podáis de la filosofía marxista. ¿Vale? Porque estamos de tiempo muy justo. Sí, Isabel, porque son las vacaciones de Semana Santa. Vamos a ver cómo estamos con el tiempo. Igual tenemos que recuperar alguna clase, pero este centro está cerrado y no tenemos clase. Por eso os pido todo lo que podáis incluso de Carlos Marx. La primera parte. En 20, menos de media hora, vemos Hume y lo que queda. Y el emotivismo moral, que es muy importante, pero se puede contar con facilidad, ¿no? Y pasamos a la filosofía de Carlos Marx, ya en el siglo XIX. ¿Vale? Y hacéis todos los comentarios de Hume, hay textos muy bonitos. Este último de la mente a mí me encanta. Es que es muy bueno, muy bueno, muy bueno. Bien interesante, bien, bien interesante. Bueno, ¿vale? Si tenéis alguna duda también me mandáis. Me mandáis correos y los debo con vuestros comentarios del texto. Todos los que podáis. Pues, que paséis buenas vacaciones. Meted un poquito de filosofía. Tanto filosofía de verdad, de reflexión y pensamiento sobre la vida y demás, como de estudio, ¿no? Para la asignatura un poquito. ¿Vale? Bien, pues muy bien. Pues voy allá a salir de aquí, ¿vale? y parar chao buena semana santa también