Se está grabando, se ha iniciado, vale. Bueno, por fin, disculpad la hora, pero con estos cambios informáticos todo es un poco un problema. Bueno, pues, bueno, primero alguna pregunta, algo que queráis comentar después de estas dos semanas, sin que podamos, hayamos podido como vernos y compartir, en fin, un poco la clase y la exposición. Ahora, ¿cómo vais? Estamos ya terminando Hume, yo quiero terminar ahora Hume y empezar Carlos Mars. Entonces, primero, si hay alguna pregunta. Yo de Hume, bueno, yo estoy intentando adelantar un poco el tema de resúmenes, por eso te envié el de Mars, porque me parece súper complejo, en el libro por lo menos, viene explicado ahí muy enrevesado, para ser una persona que más o menos... Bueno, pues todos hemos escuchado hablar de él, lo veo un poco ahí complicado, por eso te dije, si me podías asociar un poco tu resumen... ... a los puntos del libro porque lo de la alienación como hay una bueno, es que es pronto a lo mejor para hablar de Mars Bueno, ahora lo vamos a ver cuando veamos Mars ya me dirás también a ver si te parece que se entiende un poco mejor la lección He explicado por ti si se entenderá Yo lo tengo así organizado de manera un poco sistemática es verdad que algo un poco distinto como viene en el libro pero lo fundamental pues también vamos a coincidir Claro, lo que pasa es que en el examen te preguntan el epígrafe concreto del libro, que es lo que nos explicaste una vez porque te explican eso entonces yo lo que quiero es decir si me preguntan esto, tengo que desarrollar esto ¿sabes? Es lo que buscaba un poco pero bueno, ya lo iremos viendo Ahora lo vamos a ir comentando y si veo que aún hay un poco de confusión pues intentaré daros también la correspondencia de una parte con otra De todos modos, el resumen que me has entregado también parece bastante oportuno Bueno, ya no lo iremos viendo Ahora si os parece si no tenéis ninguna bueno, objeción o queréis hacer algún otro comentario vamos a continuar con la exposición de Hume para en un rato ya terminar este autor y pasar a Carlos Bien, habíamos visto como Hume defiende un criterio para decidir Si nosotros podemos conocer ciertas realidades, diciéndolo de otro modo, defiende un criterio para decidir qué ideas tenemos acerca de la realidad que son legítimas y con ellas podemos conocer el mundo y la realidad. Es el criterio empirista de conocimiento. Aquí lo tenemos. En vuestros comentarios de texto, también en los tuyos, Isabel, estaría bien que citarais este criterio que él emplea porque le sirve para cuestionar la filosofía anterior, le sirve a Hume para cuestionar la metafísica. El criterio es, en realidad, la afirmación de la validez del empirismo. El empirismo sostiene que el fundamento del conocimiento es la experiencia, es decir, la percepción, el contacto perceptual con el mundo. Esto se puede decir de una manera un poquito más técnica utilizando los términos que emplea Hume para referirse a los contenidos cognoscitivos de nuestra mente, que son idea e impresión. Entonces, tú estás examinando una idea y te preocupas por saber si uno puede hacer ciencia o tener conocimiento legítimo acerca de esa idea. Por ejemplo, tienes la idea de sirena o de elfo. Te puedes preguntar, ¿podemos hacer una ciencia de los elfos? Entonces, la respuesta es, si encontramos una impresión, si a la base de una idea encontramos una impresión, entonces la idea es, ¿cómo podemos hacer una ciencia de los elfos? La idea es legítima. Si no encontramos ninguna impresión, no es legítima y con ella no podemos hacer ciencia. ¿Vale? Si utilizamos este criterio para, bueno, el ejemplo un poco tonto que he puesto sobre si es posible una ciencia de los elfos, pues diríamos que seguramente no, porque no tenemos impresión de los elfos, ¿no? No vemos elfos, no se captan elfos, no se dan a los sentidos, por lo tanto no es posible hacer una ciencia de los elfos, ¿verdad? Bueno, ahora vamos a algo un poco más grave, como ya habíamos comentado en los días anteriores, porque todo esto estaba más o menos visto. Por ejemplo, es legítima la idea de sustancia. Para la tradición sí era legítima. Desde Aristóteles, la filosofía occidental había hablado de sustancias. San Agustín hablaba de sustancias, Santo Tomás también. Y el mismo Descartes, casi contemporáneo, coetáneo de Hume, también hablaba de sustancias. Recordad que cuando él descubre el cogito no se limita a decir hay pensamiento luego existo, ¿no? Dice, pienso luego existo. Y ahí se está refiriendo a una sustancia pensante. Él interpreta que a la base del pensar hay la sustancia pensante. La filosofía de Descartes es una filosofía también sustancialista. Bueno, ¿qué hace Hume? Pues toma la noción de sustancia y se pregunta, ¿tenemos una impresión que corresponde a la noción de sustancia? Y no es así. Porque de una mesa yo no capto perceptualmente el carácter de sustancia de la mesa. Si miro una mesa, lo que tengo son impresiones de la mesa. Impresiones del color, impresiones de la textura, impresiones del peso. Pero no capto el carácter sustancial de una mesa. Capto más bien la realidad fenoménica del aparecerse de la mesa a los sentidos. Entonces, bueno, no es legítimo que defendamos la concepción sustancialista de la realidad. Él la niega. Lo único que hay es, más bien, diríamos, aconteceres que se ofrecen a los sentidos. Esto ya lo habíamos comentado un poco. Pero es muy importante. Crítica a la noción tradicional de sustancia. Y es también interesante cuando esto se refiere al yo. ¿Por qué? ¿Qué podríamos decir de nosotros mismos? Que somos una esencia, una sustancia que permanece en el tiempo y que es simple. Así hablaba la filosofía tradicional del alma. Y en el fondo también así habla Descartes acerca de lo que él entiende por alma. Una realidad que es el sustrato del pensar, el sustrato del desear. Y de nuevo, si utilizamos este criterio, pues para ver qué es lo que hay cuando tú miras hacia adentro. Ya no hacia afuera cuando miras mesas, ¿no? Sino que cuando miras hacia adentro. ¿Qué es lo que observas cuando haces introspección? Pues observas, como en el teatro, en un texto que ya leímos también, observas que dentro de ti, en lo que llamamos mente, pues hay un recuerdo, hay una fantasía, hay un pensamiento, hay una inquietud, una emoción, hay un sentimiento, un deseo, pero no el carácter sustancial o sustantivo del nuestro yo. No hay un yo entendido como algo permanente, simple y que nos pueda definir absoluta y totalmente. Hay más bien aconteceres también en nuestra vida psíquica. Una realidad propia sin sustancia, una crítica al yo, bien interesante, que por cierto le acerca a los planteamientos budistas, porque el budismo también niega el carácter de yo como sustancia. Pero esto es muy revolucionario en la filosofía occidental, ¿eh? Bueno, porque toda la filosofía occidental y en el fondo casi la gente, aunque no sea filósofo, pues tiene la sensación de que dentro de él o que él o que en él, en la profundidad de él, hay algo así como una esencia. Si hablo de mí mismo yo diría, pues en mí está la esencia Javier Echegoye, ¿no? La sustancia Javier Echegoye. Y es lo que hace que yo pueda decir que soy el mismo cuando veo fotos de mi infancia, que he cambiado tanto, tanto, tanto, pero puedo decir, pero a pesar de todo hay algo que permanece en mí, aunque cada siete años vayan renovándose mis células, vaya cambiando de ideas y de sentimientos y de deseos. casi diríamos el sentido común y la filosofía aristotélico-otomista pues para decir que dentro de mí hay una sustancia, sin embargo esto no es legítimo porque no tengo yo una impresión de mí mismo como sustancia, critica la idea de Dios como sustancia y critica también a la idea de Dios ya dijimos que Hume va a rechazar los argumentos empleados por los filósofos para defender la existencia de Dios no sirven los argumentos a priori el argumento ontológico de Descartes o de San Anselmo no sirve porque a priori no se puede establecer la existencia de nada nada a priori solo podemos hablar de los objetos matemáticos o algo así pero no de las cuestiones de hecho recordad esta distinción, cuestiones de hecho y relaciones entre ideas el existir se ofrece a la percepción y es un hecho es un hecho que la mesa existe, es un hecho que el libro existe, yo tengo una noticia de la existencia de las cosas porque veo, a priori yo no puedo establecer que analizando una posible, una supuesta esencia, analizando la esencia de las sirenas, no voy a poder decidir si existen sirenas analizando la esencia no sé qué decir por ejemplo el salmón o de los salmones, analizando la esencia de los salmones, no puedo establecer si existen salmones para decir, existen salmones tengo que ir a los ríos y comprobar que hay salmones en ellos, por ejemplo ¿Vale? La cuestión de la existencia se decide a partir de la percepción. Por tanto, no valen los argumentos a priori. Pero tampoco valen las cinco vías de Santo Tomás, los argumentos a posteriori, porque la percepción solo nos puede hablar de lo que está en el mundo, no de lo que está fuera del mundo, de lo que está en el mundo de los hechos, no de lo que está fuera del mundo. Mientras que los argumentos a posteriori, como ya sabéis, las cinco vías de Santo Tomás, acaban concluyendo que existe algo fuera del mundo, del mundo empírico, y que es el fundamento del mundo empírico. Y eso es Dios. Bueno, entonces, si tú mueras en el mundo y haces un conocimiento basado en la experiencia, el de las ciencias, con el conocimiento científico nunca podrás ir más allá del mundo, de lo contingente, de lo finito, ni por tanto nunca vas a poder alcanzarlo. Bueno, todo esto ya lo habíamos visto y nos habíamos quedado en la crítica de Hume a la noción de causalidad. Bueno, por cierto, en el libro también tenéis una referencia a la crítica de Hume a la religión, pero estaría un poco en esta misma línea. Hume no es ateo, en todo caso estaría del lado del agnosticismo, de la idea de que en todo caso puedes acercarte a Dios a partir de la fe, pero no a partir de convencimiento racional. Era la argumentación racional. Y nos habíamos quedado en la crítica de Hume a la noción de causalidad. Esto también es muy, muy, muy importante. Y bien interesante. Por favor, lo tenéis también en el libro. Yo estoy siguiendo un orden un poquito distinto. Lo tenemos en la página 211-212. 211-212-213. ¿De acuerdo? ¿De acuerdo? Voy a referirme ahora. Y es muy importante esta sección. Jessica también, Beatriz, Isabel, los que estáis ahora escuchando. Es una sección muy, muy importante. Bueno, pues vamos a ello. De nuevo, se trata de utilizar el criterio empirista del conocimiento. Pero vamos a ver el punto de vista de Hume comparándolo con el punto de vista tradicional para ver la diferencia. Por ejemplo, si nos fijamos con el punto de vista de Einstein. Sí, de Santo Tomás de Gino. Para el punto de vista tradicional, cuando se habla de causas, estamos refiriéndonos a cuatro causas. Si habla de Aristóteles, Aristóteles habla de la causa material, la causa formal, la causa eficiente y la causa final. Recordad el ejemplo que pusimos en su momento. Si queremos dar cuenta de la presencia de una escultura de bronce del dios Poseidón, ¿verdad? Neptuno. El dios Neptuno está en la plaza pública para... ...para envejecer la ciudad y hecha por un escultor. ¿Cuál es la causa material de ese objeto? Pues el bronce, porque es de bronce. Responde a la pregunta de qué está hecho. ¿Cuál es la causa formal? Pues el ser una escultura, una escultura de bronce. Responde a la pregunta ¿qué es? ¿Cuál es la causa eficiente? Responde a la pregunta ¿qué ha ocurrido para que aparezca eso ahí? ¿Quién o qué es lo que lo ha provocado? Y ahí diríamos el escultor. Y luego tenemos la pregunta ¿y para qué está ahí? Ahí está la causalidad final, el para qué. Aristóteles y la tradición hablaba, Aristotélico Tomista, de estas cuatro causas. Después, las que más se han empleado son la causa eficiente y la causa final. Nosotros, de hecho, ahora seguimos hablando de la causa eficiente, como aquello que real y positivamente provoca la modificación de una cosa. Yo estoy ahora con mi mano moviendo el libro, veo que se mueven las hojas, el movimiento de las hojas de mi libro está causado por el movimiento de mi mano. Mi mano es la causa de ese movimiento. Si estoy cansado... Si estoy cansado, pues tiene una causa. La causa del estar cansado es el movimiento de mi cuerpo. Si estoy contento, eso tiene una causa. La causa de mi contento puede ser la alegría por lo que voy a hacer mañana, por ejemplo. También hay causalidad en el mundo psíquico. Hay causalidad en el mundo físico y también causalidad en el mundo psíquico. Físico y psíquico, en los dos mundos. En el psíquico, porque un estado mental lo provoca otro, y en el físico. Por cierto, que también hay estados mentales que... Pueden provocar cambios físicos. Si te falta serotonina, que es algo físico, es muy posible que tiendas a la depresión. Para algunos psiquiatras hay depresiones endógenas que tienen como causa alguna dificultad, algún trastorno en la química del cerebro, por ejemplo, en la falta de serotonina. Bien, nosotros hablamos así y también hablamos de causa final. La causa final es el propósito de la acción. Entonces se nos preguntan, ¿para qué estamos aquí? Pues decimos, estamos aquí para hablar de Hume, para aprender Hume, para probar al final el examen, etc. Ese es el para qué. Sin embargo, Hume centra su atención en la causalidad eficiente. De todas estas causalidades, se centra en la causalidad eficiente y no tiene en cuenta la causalidad material, la formal y un poco, tal vez, si queréis, la causa final, pero la principal es la causalidad eficiente. Cuando se habla de la causalidad eficiente, cuando se habla de la crítica de Hume a la noción tradicional de causalidad, nos estamos refiriendo a las críticas que le hacen a la llamada causalidad eficiente. Es la causalidad antecedente, el por qué de las cosas. No el para qué, ni el que está hecho, ni qué es, sino el por qué de las cosas. Y aquí es donde tenemos el llamado principio de causalidad, que es absolutamente fundamental. Todo lo que ocurre tiene una causa. Esto parece como bastante obvio, parece que es un principio fundamental, del pensamiento y de la mente. Y para la tradición, este principio es objetivamente cierto y evidente. Mientras que para Hume, pues no es así. Este principio no es objetivamente cierto ni se puede demostrar. Es un dato que tenemos, al que podemos llegar a partir de la observación de vínculos causales, pero no será con una absoluta claridad como con un conocimiento puramente racional. Hume cuestiona la validez de este principio, la validez universal y plena de este principio. Señalando que en todo caso podríamos decir que hasta ahora ha sido cierto, pero que no podríamos garantizar que absoluta y totalmente puede ser cierto. Porque para garantizar algo te tienes que basar en la experiencia. Esto ya lo hemos dicho, ¿no? Te tienes que basar en la experiencia. Y la experiencia no permite garantizar un conocimiento espiritual universal y necesario, ¿vale? Bueno, además, algo un poquito más claro que lo anterior, ¿no? Para el pensamiento tradicional es posible el conocimiento a priori de las relaciones causales. Si tú conoces muy bien la esencia de un objeto, a priori podrías decir cómo se va a comportar ese objeto. Además también las creencias en los nexos y en las relaciones causales descansan en la razón. Ahora viene Hume y nos dice, pues no. Esto no es así, ¿no? Para hablar de vínculos causales te tienes que basar en la experiencia. Otra vez, te tienes que basar en la experiencia. Si no te apoyas en la experiencia, no sabes cómo se van a comportar los objetos. Es una idea que parece, por otra parte, como muy sensata. Si tú no has percibido nunca pan, si no has visto nunca pan, no puedes saber cómo se va a comportar el pan, ni si te va a agradar o no te va a agradar. Antes de que pruebes un alimento, si no tienes experiencia de él, simplemente a priori no puedes establecer el sabor que va a tener. Bueno, un poco por semejanza, pues igual las fresas y las moras puedes decir, pues yo voy a sentir una textura un poquito parecida, porque también se parecen. He probado moras, he probado fresas y cuando yo veo las fresas, pues puedo saber un poco la textura. Yo creo que van a tener las fresas, pues igual es un poco parecida a las moras. La verdad que te vas a equivocar bastante. Para saber cómo saben las fresas, tienes que probar fresas. Para saber cómo saben las peras, tienes que probar una pera. A priori no lo puedes establecer, porque siempre el conocimiento de los vínculos causales se tiene que establecer a partir de la experiencia, no a priori. En una concepción, la verdad que es bien interesante. Por ejemplo, desde el punto de vista moral, pues esto está basado. Esto está bastante bien. No te dejes llevar por el etiquetado, por los prejuicios, por los conceptos que tienes de las personas o de los grupos. Ábrete a la experiencia. Antes de formarte un juicio sobre alguien, mírase a alguien, escúchase a alguien, percibese a alguien. Ten experiencia en el trato con esa persona, ¿vale? Y después de haber tenido experiencia con esa persona, es legítimo que te vayas a formar una idea de esa persona. Pero a priori no, no digas nada de los catalanes a priori, de los rusos a priori, de los japoneses a priori, porque te puedes equivocar, ¿vale? Bien. Además, nuestras creencias en los nexos causales no destacan en la razón, sino en la costumbre y en el hábito. El hábito es lo que se genera en nosotros como consecuencia de la repetición. Como consecuencia de la repetición. Entonces, como yo, si quiero escribir en la pizarra, ¿no? Cojo una tiza y marco y veo que queda una marca en la pizarra, y eso lo pruebo una vez, lo pruebo otro, lo pruebo otro, en mi mente se crea un hábito de considerar que para que yo escriba en la pizarra puedo utilizar una tiza, ¿verdad? La tiza, recordaros, recordad por favor... Las leyes de la asociación. Aquí tenemos la ley de la asociación causa y efecto. Si yo muevo la tiza sobre la pizarra y aparece una marca... blanca sobre la pizarra yo se lo hago una vez, lo hago otra vez lo hago otra vez, se crea en mi mente una predisposición a considerar que si yo pongo la tiza y la muevo sobre la pizarra va a venir ahí el trazo en la pizarra los vínculos de causa y efecto se generan en nosotros no, fijaros en este detalle, no por un conocimiento racional sino por algo no racional, como es la costumbre la repetición ¿de acuerdo? fijaros esto es muy muy distinto a lo que ha dicho la tradición y parece por un lado bastante sensato solo cuando veas como se comporta un objeto en el mundo, podrás decir podrás concluir que efectos causales puede tener su presencia en el mundo antes a priori no, repito que en todo caso, si ese objeto que tú ves por primera vez, se parece a otros de los cuales tú tienes experiencia podrás suponer que se va a comportar de un modo parecido pero siempre te puedes equivocar porque es la experiencia el fundamento del conocimiento de los vínculos causales a ver, ¿me podéis decir si esto se va entendiendo? porque es muy importante es muy importante ¿me podéis contestar? Jessica también Beatriz, Isabel vale, bien, no se entiende ¿verdad? bien Más aún, fijaros En relación a esta cuestión Esto ya es como más raro Más extraño Si A es causa de B En A debe existir un poder o fuerza Para causar B Y A necesariamente debe producir B Este es el punto de vista tradicional Desde el punto de vista tradicional Si tú dices que A es causa de B Dado A Necesariamente tiene que venir B Y aparece B Porque en A hay un poder De provocar eso Bien Ahora viene Hewn y nos dice Pues no es así Si yo utilizo el criterio empirista De conocimiento Y me fijo en lo que ocurre Cuando hay una relación que yo llamo causal No encuentro ningún poder Ni tampoco referencia A ninguna necesidad No encuentro ni poder Ni necesidad Y aquí pone un ejemplo muy típico Vamos a ver Lo podemos encontrar En la página 212 Para referirnos A la supuesta conexión necesaria Voy a leer el texto de la página 212 Que podría caer en el examen Es un texto mágico Cuando miramos los objetos externos En nuestro entorno Y examinamos la acción de las causas Nunca somos capaces de descubrir De una sola vez Poder o conexión necesaria ninguna cualidad que ligue el efecto a la causa y la haga consecuencia indefectible de aquella. Que haya un vínculo necesario entre A y B, querría decir que puesto A va a darse sí o sí B. Siempre se va a dar B. Pero claro, recordaréis lo que dijimos al principio del tema de Hume, que Hume niega la existencia de vínculos necesarios entre las cosas. ¿Os acordáis de esta afirmación? Bien, para él solo hay vínculos contingentes. Un vínculo contingente es el vínculo que es así, pero puede ser de otro modo. No hay una necesidad estricta para que eso ocurra de esa manera. Bueno, de la misma manera que podemos decir que si ahora os enseño lo que tengo en mi mano, yo tengo este estuche, pero el vínculo entre el estuche y mi mano es un vínculo contingente. Es así, pero puede ser de otro modo. Está en mi mano, pero puede no estar. Y así con todo. Todos los vínculos entre los hechos son de este estilo. Son así, pero pueden ser de otro modo. Y no hay una necesidad interna, intrínseca y absolutamente esencial que vincule un hecho con otro hecho. Esto es lo que nos está diciendo en este texto, que es verdad que es un poquito complicado. A ver, lo sigo leyendo. un poquito de antes, nunca somos capaces de descubrir de una sola vez conexión necesaria alguna, ninguna cualidad que ligue el efecto a la causa y la haga consecuencia indefectible de aquella solo encontramos que de hecho en uno sigue realmente a la otra si miramos que es lo que se ve en un vínculo causal que encontramos, que a un hecho le sigue otro hecho al impulso, y ahora viene el ejemplo famoso de la bola de billar, al impulso de una bola de billar acompaña el movimiento de la segunda esto es todo lo que aparece a los sentidos externos, si yo veo pues el juego del billar veo que alguien le da con el taco a una bola, un taco se pone en contacto con la bola impulsado por un brazo y entonces la bola A se mueve la bola A se pone en contacto con la bola B y la bola B se mueve ¿qué es lo que tengo ahí? sucesión temporal y contacto, hay contacto entre uno y otro, entre la bola A y la bola B, y una sucesión temporal, pero eso no garantiza que haya un vínculo absolutamente estricto y necesario podría ocurrir aunque suene raro bueno, voy a terminar el texto y comento un poco más esto es lo que aparece a los sentidos externos la mente no tiene sentimiento o impresión interna alguna de esta sucesión de objetos por consiguiente en cualquier caso determinado de causa o de efecto, no hay nada que pueda sugerir la idea de poder o conexión necesaria no hay una conexión necesaria De tal manera que siempre podríamos pensar, y no es absurdo, fijaros lo que digo y el detalle de cómo lo digo, no es absurdo pero sí raro, que cuando la bola A toca a la bola B, la bola B se quede absolutamente quieta y como resistiendo el empuje de la bola A. O que la bola B vaya por el aire, vaya para arriba, en vez de desplazarse sobre el tapete vaya para arriba. O que la bola B explote, o que la bola B se convierta en algo líquido. Esto a nosotros, bueno, nos parece absurdo pero no es lógicamente contradictorio. Lo absurdo es lo que es lógicamente contradictorio. Lo que sí es, es raro. Sí sería raro. ¿Por qué decimos que sería raro? Porque iría incontrolable. En contra de nuestra experiencia. Lo raro es aquello a lo que no tenemos costumbre, lo que va en contra de nuestra experiencia, ¿vale? De nuestras ideas establecidas acerca del comportamiento de las cosas. Pero no es lógicamente imposible. En otro texto, también famoso, dice Hume, es que podría ocurrir que el pan que tomamos, en vez de alimentarnos, nos envenene. Decimos ahora que el pan es la causa de nuestra salud física. Nos alimenta, ¿verdad? Bien. Pero podría ocurrir que no nos alimentara, sino que nos envenenara. Porque no está en la esencia del pan provocar la salud. Porque no hay ninguna esencia. Esta es la razón fundamental. Como no existen las esencias, o al menos nosotros no podemos captar esencias, recordad la crítica a la idea tradicional de sustancia, a la idea metafísica de sustancia, como no existen las sustancias, o en todo caso no conocemos sustancias, sino sólo realidades fenoménicas, en donde hay hechos y nada más que hechos vinculados entre ellos de modo contingente, entonces podría ocurrir que el pan que comemos no sea envenenado. No es absurdo, pero sí sería realmente raro. No encontramos ningún poder, no hay un poder, simplemente sucesión. Encontramos contacto, para decirlo más en el orden en que será nuestra experiencia, encontramos contacto de un cuerpo sobre otro y encontramos que el segundo se mueve después de haberse movido el primero, por tanto sucesión, y nada más. ¿Y qué se crea en nosotros? Se crea en nosotros una predisposición mental. Para la tradición, las relaciones causales describen relaciones reales y objetivas entre las cosas. Pero desde el punto de vista de Hume, fijaros, ¿no? Desde el punto de vista de Hume, esto no es así. Lo que pasa es algo simplemente psicológico. Recordad el enfoque psicologista al que yo me referí al principio de la lección, ¿no? En nuestra mente, es nuestra mente la que supone la existencia de dichas relaciones. La que supone. la que hipotetiza, la que supone que está ahí un vínculo causal entre las cosas. Pero en realidad que tenemos prioridad temporal, contiguidad espaciotemporal de la causa y el efecto, y una cierta conjunción constante de ambas. Constante en relación a nuestra experiencia. Como ha ocurrido que cuando yo he utilizado una tiza he podido marcar en la pizarra y una vez, y otra vez, y otra vez, y hay una conjunción constante entre el movimiento de la tiza y la aparición de los trazos, entonces en mi mente, repito, en mi mente se crea una predisposición psicológica a considerar que una es la causa de la otra. El movimiento de la tiza es la causa de la aparición de los trazos. Pero nada más. Este es el enfoque psicologista. Resolver una supuesta relación objetiva en mecanismos psicológicos. Está describiendo aquí los mecanismos. Mecanismos psicológicos que intervienen en nuestros convencimientos acerca de los vínculos causales entre las cosas. ¿Vale? Fijaros, por tanto, qué distinto al de la tradición. Esto lo vemos también en el texto de la página 212, está al final, 212-213. Estamos determinados sólo por la costumbre, fijaros, y hay que subrayar esto, sólo por la costumbre de suponer que el futuro es conformable al pasado. Y otra vez el ejemplo de la tradición. ¿Cómo la veíamos? Como veo una bola de billar moviéndose hacia otra, mi mente es inmediatamente llevada por el hábito, ¿ves? Algo psicológico, el hábito, al usual efecto. Se ha habituado a esa sucesión de fenómenos, de una bola que se mueve, que se pone en contacto con otra y que luego la segunda se mueve. Se ha creado en nosotros el hábito de considerar que tras el movimiento de una y el contacto viene el movimiento de la otra. Y anticipa mi misión al concebir a la segunda bola en movimiento. No hay nada en esos objetos, abstractamente considerados e independiente de la experiencia, que me lleve a formar una tal conclusión, ¿vale? Si yo analizo la noción de bola de billar sólo a priori, a priori y nada más que a priori, no puedo establecer cómo se va a comportar la bola de billar. No puedo establecer si va a tener peso o no va a tener peso, si va a poder desplazar a una bola u otra, si la va a disolver o aniquilar por completo. Eso a priori, repito, según Hume, no lo puedo, y suena como bastante sensato, ¿no? No lo puedo establecer. Es sólo la experiencia de su comportamiento en el trato con las cosas del mundo la que me puede a mí llevar a una cierta garantía de cómo se va a comportar cuando la tengo en la mesa de billar. Incluso después de haber tenido experiencia de muchos efectos repetitivos. Repetidos de este género, no hay argumento alguno que me determine a suponer que el efecto será conformable a la experiencia pasada, ¿no? A la pasada experiencia. Siempre podría ocurrir que se comportara de manera diferente. No es, repito, lógicamente absurdo, aunque sí sería raro. Las fuerzas por las que operan los cuerpos son enteramente desconocidas. Nosotros percibimos sólo sus cualidades sensibles. ¿Y qué razón tenemos para pensar que las mismas fuerzas hayan de estar siempre conectadas con las mismas cualidades sensibles? ¿Vale? Por tanto, como veis, un enfoque psicologista. Es una concepción muy distinta a la de la tradición. Al final, santo Tomás salta del mundo empírico a lo metafísico y acaba concluyendo que Dios existe. Bueno, ya decía que esto no vale para Hume. Para Hume, bueno, los vínculos causales, en todo caso, los vínculos causales en los que yo creo, a partir de la simple costumbre, son legítimos cuando los aplico al mundo empírico. Al mundo empírico. Entonces, yo puedo... Yo puedo unir un fenómeno con otro, pero no puedo unir un fenómeno con otro fenómeno, pero no puedo unir un fenómeno con algo metafenoménico, con algo metafísico. ¿Vale? Si yo hablo, por ejemplo, de un tsunami o de una tempestad en el mar o de un terremoto, puedo decir que el terremoto lo ha causado el movimiento de las placas tectónicas y el rozamiento de una con otra. El rozamiento de una placa tectónica con otra es lo que provoca el movimiento y el terremoto, la causa de otra. Ahí, bueno, yo diría que es legítimo aplicar el vínculo de causalidad porque lo que estoy haciendo es hablar de una causa que es fenoménica, perceptible, el roce de una placa con otra, para dar cuenta de otro fenómeno visible que es el movimiento de la Tierra, en la superficie de la Tierra, lo que llamamos terremoto. Ahora, si yo digo, el terremoto lo ha provocado un dios y es el castigo de un dios a los humanos, entonces lo que estoy haciendo es unir un fenómeno... ...el fenómeno, el terremoto, con algo que no es fenoménico, que sería lo metafísico, dios, que está más allá de lo fenoménico. Y ahí ya eso sería ese salto del mundo empírico al mundo metafísico, es un salto ilegítimo, ¿vale? Bueno, pues por favor fijaros en este cuadro para entender lo que tenéis en el libro sobre la causalidad, de los vínculos causales, ¿de acuerdo? Bien, y ya lo último que quisiera comentaros es... ... Bueno, lo que tiene que ver con la ética. Vamos a saltar a la ética, el emotivismo moral. Yo os lo he puesto aquí en un resumen. Os puede servir para lo que tenéis en el apartado 3.3.6.1. La moralidad se funda en el sentimiento, el sentimentalismo o, bueno, tal vez es un poco más común llamarle más que sentimentalismo, emotivismo moral. Es lo mismo, aquí pones sentimentalismo, pero es emotivismo moral. En particular, lo que tenéis entre las páginas 224 y 226. Eso es lo más importante del llamado emotivismo moral. Vamos a ver en qué consiste esta teoría ética. La ética es la reflexión sobre la vida moral. Bien, y podemos preguntar cuál es el fundamento de la vida moral. Bueno, y hay dos teorías muy distintas. Por un lado tenemos el racionalismo moral. El racionalismo moral, que tiene como representante más importante a Sócrates en el llamado intelectualismo moral, si recogéis. Y también en Platón. Para esta teoría moral, para esta teoría ética, el fundamento de la vida moral es el conocimiento. Recordad la tesis de Sócrates. Llamamos intelectualismo porque Sócrates decía que para ser bueno es necesario saber qué es el bien. Para ser justo es necesario saber qué es la justicia. Y él destacaba mucho el papel de lo intelectual, el papel de la cognición, del conocimiento como fundamento y del saber. El papel del saber, del conocimiento, de la cognición, para decirlo en términos más actuales. para que uno pueda ser buena gente, ¿verdad? Para que pueda tener una experiencia moral adecuada. Está en la razón. Bien, si vamos a Hume, pues encontramos también algo muy distinto. Ya vemos que Hume sospecha de la legitimidad de la razón en muchos campos y lo que hace es destacar el papel más bien de lo sensible. Sensible entendido por sensible, pues el uso del cuerpo, ¿verdad? En el caso del conocimiento, las sensaciones. Y en el caso de la vida moral, las emociones, que no son solo algo del cuerpo, está también en la mente. Pero no es una disposición racional. Ahora, el emotivismo moral. ¿En qué consistirá este punto de vista? En decirte que, bueno, la razón tiene cierto valor. La razón tiene cierto papel porque nos puede permitir descubrir qué medios son adecuados para alcanzar fines. Y entonces, si tú quieres, por ejemplo, bueno, ir al cine. ¿Quieres ir al cine? ¿O quieres estudiar una carrera? ¿Cómo conseguir ir al cine o estudiar una carrera? Pues piensa, utiliza la razón, investiga por internet, mira los horarios, ¿verdad? Pues puedes ahí como pensar, razonar, conocer. El conocimiento es muy útil si tú quieres hacer una carrera porque tienes que saber cómo acceder a la universidad. Te puedes apuntar al curso de acceso. O hacer la EBAU, ¿verdad? Porque en España son las maneras adecuadas para pasar a la universidad. Y si quieres ir al cine, pues miras por internet y vas buscando la cartelera, el cine adecuado, el horario, el precio, ahí tienes conocimiento. Con el conocimiento puedes descubrir los medios adecuados para realizar nuestros fines, ¿vale? Y puedes descubrir incluso la utilidad de ciertas acciones y cualidades, ¿no? Pues por ejemplo, puedes decir es que la aspirina es bastante útil para quitarte dolores de cabeza. Ahí pues tienes la experiencia y el conocimiento, ¿no? Vale. Pero la razón es incapaz, la razón es... La razón es incapaz de ofrecernos los fines de nuestras conductas. El fin de nuestra conducta está ligado al sentimiento. Son los sentimientos, los sentimientos el fundamento principal o los fundamentos principales para la vida moral. Porque la vida moral tiene mucha importancia a los fines. Entonces, por ejemplo, en los casos que he puesto antes, ¿no? Para ir a universidad, para ti el mandato debe ser... Entonces, estudiar curso de acceso, te tienes que matricular al curso de acceso, ese mandato no te manda si tú no quieres ir a la universidad. Si no es un fin para ti ir a la universidad, entonces ese mandato no te manda. O si no quieres ir al cine, pues es irrelevante el conocimiento de dónde ir, ir al Verdi, ir al Renoir, ahí en la Plaza de los Cubos de Madrid. Bueno, pues el saber que en la Plaza de los Cubos de Madrid, al lado de la Plaza de España, están los cines Renoir, ese es un conocimiento que no tiene mucho valor para ti, porque no tienes intención de ir al cine, o al menos ir a los cines Renoir. Lo que establece que algo sea un fin es que tú contemples esa posibilidad y sientas, de alguna manera, fijaros en este detalle, sientas atracción hacia ese fin. Que haya una emoción que te sobrevenga, un sentimiento que te sobrevenga. Si tú tienes las ganas de ir al cine, entonces buscarás en la cartelera e igual ocurre que encuentras que el Renoir es adecuado. Para ver la película que tú quieres ver. Si tú tienes las ganas de ir a la carrera, a una carrera en la UNED, entonces dirás, pues es adecuado que me matricule en el curso de acceso. No es, esto es muy importante, muy importante. Kant no estaría muy de acuerdo. Aquí hay un enfrentamiento también con Kant. Pero para Hume, para Hume, la razón es incapaz de ofrecernos fines. Sí nos puede ofrecer medios, pero no fines. No fines. Es la emoción, el sentimiento, el deseo, lo que puede hacer que algo se convierta en un fin. Si me apetece ir al cine, entonces yo me comportaré de un modo adecuado para buscar los medios que corresponden para ese propósito. Entonces, se le llama emotivismo moral, o como os pone en el libro, sentimentalismo moral. Título igual un poquito forzado, pero bueno, es el que tenéis que recordar. A la teoría según la cual es el sentimiento el fundamento de la vida moral. Vamos a verlo con un poco más de detalle. Ya lo he dicho antes, la razón tiene cierto papel en la experiencia moral porque permite descubrir las cualidades que son útiles para las personas. Pero no descansa la razón. ¿Por qué? Porque la razón solo puede hablarnos de cuestión de hechos o de relaciones entre ideas. Pero fijaros en esta afirmación. El carácter de bueno o malo de una acción no se ofrece a la percepción. No es un hecho. El carácter de bueno o malo, como el carácter de bello o feo, tampoco es un hecho. En el mundo donde los hechos no existen como un hecho, como una cualidad de las cosas objetiva que se ve, que se dé a los sentidos, no existe el carácter de bello de una cosa. No existe el carácter de feo. No existe el carácter de malo. Si uno ve un asesinato y apunta en un papel las características físicas de ese asesinato, las armas o instrumentos que se utilizaron para matar, los movimientos del asesino, de la víctima, los gritos de la víctima, cómo el cuchillo atravesaba el vientre o el corazón de esa víctima, un poco siniestro es todo esto que estoy diciendo ahora, la sangre que salía. Tú haces una relación de todo eso que se puede grabar y ahí no estás captando el carácter de malo de la acción. Por eso puede ocurrir que la misma acción sea considerada para unos como buena y para otros como mala, aunque estés captando lo mismo. No es la esfera de la razón la que determina eso, sino lo que llama a Hume la esfera del gusto, gusto moral y gusto estético. Entonces el carácter de malo de esa acción tiene que ver con tu respuesta emocional ante ellos. Bueno, vamos a ver un poco más. La razón es incapaz de establecer fines finales, como os he dicho, sólo puede establecer medios. Hay un paralelismo entre la experiencia moral y la experiencia estética. De la misma manera, insisto, que no existe lo bello en sí. Sólo existen las propiedades fenoménicas, físicas, los hechos en el mundo, pero no lo bello en sí. Tampoco existe lo bueno en sí. Hay semejanza entre estas dos formas de experiencia. Y es el corazón, la facultad del gusto. La facultad del gusto es la que permite decidir la moralidad de una acción. ¿Vale? Los fines los pone el sentimiento, el placer o el dolor de una acción que nosotros encontramos es lo que nos lleva a preferirla. Si encontramos que una acción creemos nosotros que nos va a provocar placer, es muy fácil que se convierta en un fin para nosotros. Si nos va a provocar dolor, es muy fácil que se convierta en algo rechazable. ¿Vale? Es el sentimiento de agrado o de desagrado de las acciones lo que provoca en nosotros la valoración moral. Porque resulta, y esto es muy interesante, que hay en nosotros un sentimiento moral también, un sentimiento de apreciación moral. A este sentimiento de apreciación moral le dan nombre de humanidad, un sentimiento de aprobación. Ante ciertas acciones. Cuando tú ves una agresión a un niño, ves una agresión a un niño, entonces sientes irritación, te indignas. Hay una especie de enfado moral. ¿Verdad? Y dices, no, no, no, no, esto no puede ser, está mal. ¿Por qué dices que está mal? No porque ahí veas realmente el carácter de malo. Dice Hume, estoy repitiendo el análisis, que es un análisis otra vez psicológico, ¿verdad? O psicologista, ¿no? Es que te ocurre que al percibirlo se despierta en ti una emoción de enfado, de indignación, y entonces dices, eso está mal. Si al contrario, tú ves, por ejemplo, una versión de un hombre a una mujer y ves que un joven se acerca al agresor y le detiene e intenta agarrar su mano que está golpeando a la mujer y al final agrede el maltratador, agrede a este defensor de la mujer y casi lo mata, lo hiere, entonces ante esa acción tú dices, mal por parte del machista agresor, oye, y muy bien por parte de ese joven que ha sido un héroe. Dices, qué bien, qué bien, ¿no? Las valoraciones morales dependen de tu respuesta sentimental, ¿vale? De la humanidad, del sentimiento que podemos englobarlo bajo este título, ¿verdad? Entonces, se trata de captar las intenciones y el carácter de las personas, ¿verdad? Y además también, ¿no? Para que sea realmente moral, así lo encontramos todos, ¿eh? Para que sea realmente moral el sentimiento que tú tienes de decir que esta persona es buena persona y hacer una valoración positiva, tiene que ser un sentimiento como desinteresado, con independencia de nuestro interés, ¿vale? Bien, se relaciona con la percepción de la felicidad de los demás. Fijaros qué idea, la verdad que algo de esto ocurre, o bastante de esto, ¿no? Y ahora los psicólogos evolucionistas están más tarde de acuerdo con este punto de vista. Diría, los psicólogos evolucionistas, algo que no conocía Hume, es una forma de psicología que tiene solo unas pocas decadas. Los psicólogos evolucionistas dicen, la naturaleza ha primado a aquellos de nuestros antepasados que sentían una irritación moral ante, por ejemplo, la agresión al débil. Si ocurría eso y tú lo percibías, entonces se provocaba en ti un sentimiento desagrado. La evolución ha provocado que seamos compasivos. Ahora es un descubrimiento muy bonito. Hay estructuras en nuestro cerebro, una estructura en nuestro cerebro que está diseñada para la agresión y la defensa, otra estructura que está diseñada para la calma y otra estructura en los mamíferos y sobre todo en los hombres que está diseñada para el amor y para la compasión, para el contacto, para el vínculo. Hasta hay una química para ello, la oxitocina. Esto no lo sabía, ¿no? Pero un poco... Avala un poco su punto de vista, ¿no? Hay una sustancia, la oxitocina, que provoca en ti un sentimiento de satisfacción en el vínculo. Es la que tienen los padres ante sus hijos o los amantes cuando están juntos, ¿verdad? Y es como la sustancia, la droga casi podríamos decir, del amor, ¿no? Entre otras, ¿verdad? Esto quiere decir que ya, hablando en estos términos de la psicología evolucionista, la naturaleza ha favorecido que nuestro cerebro... ...provoque en nuestra mente un sentimiento y una emoción determinada que está relacionada con el vínculo y con la vida moral, ¿no? Cuando percibimos la felicidad de los demás, nos ponemos contentos. Fijaros qué idea. Es una idea interesante también, ¿eh? Que hay una cierta predisposición natural a la bondad. Nos ponemos contentos y cuando vemos agresiones totalmente injustificadas, nos sentimos molestos, nos indignamos, ¿verdad? El ataque al débil, ¿vale? Son los sentimientos morales... los fundamentos básicos de la vida moral vamos a leer algún texto y ya terminamos con esto pero aunque la razón cuando se ve cumplimentada, completamente aislada y mejorada sea suficiente para instruirnos acerca de si las tendencias de las cualidades de las acciones son permitiosas o son útiles, no es por sí sola suficiente para producir ninguna censura o aprobación moral aquí está yendo que este es un texto de la página 225 página 225 investigación sobre los principios de la moral está yendo en contra del intelectualismo moral del racionalismo moral porque nos dice que la razón es insuficiente para decidir nuestra conducta la utilidad es solo una tendencia hacia un cierto fin y si el fin nos resultara totalmente indiferentes, habíamos de sentir la misma indiferencia hacia los medios si me es indiferente ir al reinoar, entonces me da igual que medios son necesarios para llegar a la plaza de los cubos en Madrid se requiere pues que un sentimiento se manifieste a fin de dar preferencia a las tendencias útiles sobre las perniciosas este sentimiento no puede ser otro que un sentimiento a favor de la felicidad del género humano es el sentimiento de humanidad que tenéis aquí en mi resumen sentimiento a favor de la felicidad del género humano insisto, igual hasta lo podéis poner en vuestros comentarios La psicología evolucionista hablaría un tanto así, que estamos en cierto modo programados por la naturaleza a la hora de sentirnos contentos cuando los demás les darían. Y un resentimiento por su desdiche, pues estos son los dos diferentes fines que la virtud y el vicio tienden a promover. Aquí, por tanto, la razón nos instruye acerca de las varias tendencias de las acciones, y el sentimiento humanitario hace una distinción a favor de aquellas que son útiles y beneficiosas. Y el texto siguiente, pues un poco del mismo estilo. Incluso cuando la mente opera por sí sola y experimentando el sentimiento de condena o aprobación, declara un objeto deforme y odioso, otro bello y deseable. Incluso en este caso sostengo que esas cualidades no están realmente en los objetos. ¿Ves? Lo que había dicho antes. La cualidad de belleza y de bien no está en los objetos. Son más bien una interpretación o un poner casi que nosotros hacemos en el mundo como consecuencia de la respuesta emotiva que provoca la percepción del objeto. Incluso en este caso sostengo que esas cualidades no están realmente en los objetos, sino que pertenecen totalmente al sentimiento de la mente que condena o alaba. ¿Vale? Es algo como subjetivo. Fijaros que aquí es muy fácil caer en el relativismo y en el subjetivismo. llamamos bueno o malo una cosa dependiendo del sujeto que lo experimenta y por tanto, si un sujeto está hecho de otra manera lo bueno y lo malo podría ser distinto igual que lo bello y lo feo es distinto dependiendo del sujeto que lo experimenta una posible consecuencia es un punto de vista subjetivista y relativista o ya el último texto no todo sentimiento de placer o dolor surgido de un determinado carácter o acciones pertenece a la clase peculiar que nos impulsa a alabar o condenar las buenas cualidades del enemigo nos resultan nocivas y pueden sin embargo seguir mereciendo nuestro aprecio y respeto sólo cuando un carácter es considerado en general y sin referencia a nuestro interés fuera de nuestro interés particular causa esa situación o sentimiento en virtud de lo cual lo denominamos moralmente bueno o moralmente mal el sentimiento desinteresado sobre la felicidad de los demás y uno mismo bueno pues este es el punto de vista de Hegel como veis un punto de vista no racionalista está rechazando el racionalismo en el conocimiento y el racionalismo en la vida moral y un punto de vista que habla del mundo como el conjunto de los hechos y que al final intenta entender la vida en términos de la mente que experimenta la vida en términos psicologistas en términos de la naturaleza humana ¿Vale? Muy bien. Bueno, pues por esto ya tenemos. ¿Alguna pregunta? ¿Alguna pregunta de esta parte que queráis hacer? ¿No? Bueno, pues voy a pasar a Carlos Marx. ¿Estáis viendo ahora el esquema de Marx? De la filosofía marxista. ¿Lo tenéis delante? Sí, ¿verdad? Vale. Vale. Bueno, pues lo podéis utilizar también, ¿no? Aunque está en un orden un poco distinto, pero a lo del libro sí hay también algunas coincidencias. Por ejemplo, esta primera, ¿no? Lo que tiene que ver con la filosofía marxista, ¿no? La influencia de Feuerbach y la filosofía hegeliana. Pues ahí tenemos en las primeras páginas del libro que corresponden a las primeras páginas también. ¿Vale? Bien. Pero para que tengamos una idea así principal, ¿no? Para que podamos hacer un mapa de la filosofía de Carlos Marx. La filosofía de Carlos Marx recibe el nombre también de materialismo histórico. Este es el punto de vista fundamental de Carlos Marx. El materialismo histórico enseguida vamos a ver qué es. Y desde luego, muy, muy, muy importante, la crítica a la alienación. Este es un concepto también esencial, ¿eh? Lo tenéis en la página 236. Yo también lo he puesto en distintos momentos. Desde estas partes del esquema, ¿no? En este. El trabajo, la suprastructura, la teoría de la alienación correspondería también al se desembascar a la alienación humana. La alienación, solo un adelanto de lo que veremos también, la alienación es la experiencia de no ser dueño de uno mismo, la experiencia de ser dominado por otra cosa distinta a uno mismo, la experiencia de estar como fuera de sí. Un ejemplo más característico de una experiencia de alienación es la del esclavo. El esclavo no es dueño de sí mismo, está como fuera de sí, porque está en manos del amo. El alienado es el que sale fuera de sí, no vive a partir de sí. Carlos Marx cree que esta experiencia se da en las sociedades de explotación de modo muy particular. Las sociedades de explotación, tanto la antigua de amo-esclavo como la medieval, el siervo-señor, como la actual burguesía proletaria. Y él piensa que es la alienación lo que provoca el sufrimiento. Vamos a ver cómo Carlos Marx estuvo muy preocupado por aliviar el sufrimiento humano. Creyó que la totalidad de la filosofía era comprender el sufrimiento e intentar aliviarlo. Para él esto es lo que puede hacer la filosofía. Sus padres quisieron que estudiara derecho. Entonces, a él le gustaba mucho la poesía y estudió un poco de derecho, pero al final pensó que lo mejor era estudiar filosofía. ¿Por qué? Pensó él que la filosofía es la herramienta adecuada para comprender las causas del sufrimiento. Y en esa investigación de cuáles son las causas del sufrimiento, estableció que las causas del sufrimiento son sociales y económicas. Al final, de carácter económico, pero principalmente, si queréis, una referencia al carácter social del sufrimiento. Es una construcción social. O mejor, es la construcción social de una cierta realidad social, la sociedad dividida en clases, la que provoca al final el sufrimiento. Encontramos también una... Hay una reivindicación de la finitud, como en la filosofía también de Hume y en la filosofía de Nietzsche. Todas estas filosofías de la edad contemporánea, con Marx ya estamos en la filosofía contemporánea. Estamos ya en la filosofía contemporánea. La filosofía de la segunda parte del siglo XIX y la filosofía del siglo XX. Y a partir de la edad moderna, desde luego en la filosofía contemporánea, vemos cómo los filósofos reivindican el mundo de lo finito, el mundo de lo contingente. Y en el caso de... Y en el caso de Carlos Marx, el mundo cubano. Bien. ¿Qué factores influyeron en la creación de su filosofía, en la filosofía marxista? Tres. Por un lado, la investigación en economía. Como él creyó que era absolutamente fundamental el estudio de la vida económica para comprender la explotación del hombre por el hombre y, por lo tanto, el sufrimiento, entonces estudió economía. Cuando fue a Londres estuvo años también estudiando economía. Ricardo y Adán Smith, Economía Política Inglesa, que va a influir en él. En filosofía, desde luego, va a influir la filosofía hegeliana. Hegel pertenece al mundo germano, ¿verdad? Alemán. Es alemán, había estudiado la filosofía de Alemania y ahí en Alemania la filosofía dominante, en la primera mitad del siglo XIX, pues era la filosofía de Hegel. Hegel es un seguidor de Kant y defiende el llamado idealismo, el idealismo alemán. Enseguida vamos a ver algunas características que es la propuesta de Hegel y de los hegelianos. Y además también... Y esto es muy, muy, muy importante. Además también influyó en la formación de su pensamiento la actuación política, la praxis política, el intervenir en política. Él intervino en política, fue un líder político, escribía en los periódicos de manera militante a favor de la clase obrera, de esa clase que aparece como consecuencia de la industrialización. Y que interpretará, voy a expresarme a la manera de Marx, ¿no? Interpretará a Marx, es el enemigo de la burguesía. Burguesía y proletariado están enfrentados en la concepción marxista de las cosas, ¿verdad? Y la clase obrera vive en condiciones lamentables y, bueno, es un hecho que no podemos detectar si miramos la historia, como en los primeros años, sobre todo, de la industrialización, pues bueno, encontramos que las condiciones de los obreros eran absolutamente lamentables. Jornadas agotadoras, nada parecido a lo que tenemos ahora, que tenemos 40 horas, 38, 36, ahí había jornadas de 50, 60 horas. Trabajaban los niños muy pequeños en las minas, en Inglaterra, la esperanza de vida era muy escasa, la violencia, la pobreza, la indigencia, era terrible, no había vacaciones, ni seguridad social, condiciones laborales terribles, ¿no? Bueno, entonces hubo, como todos sabemos, movimientos de protesta en el siglo XIX, movimientos revolucionarios y Carlos Marx, junto con su amigo Federico Engels, pues participaron también en los movimientos políticos. Para favorecer la aparición de un partido político que defendiera los intereses del proletariado, de la clase obrera. Ese es el Partido Comunista. Escribieron el Manifiesto del Partido Comunista, una obra muy cortita, que es una incitación a la rebelión, ¿no?, contra la burguesía, en términos un poco filosóficos también, no es que sea un texto... filosófico fundamental, pero tiene naturalmente interés entonces, él creyó además que la filosofía, esto es muy importante Isabel Jessica Beatriz también, recordad por favor y quien vaya a oír esta explicación algo que creo que casi todos sabemos Carlos Marx consideró absolutamente fundamental para la filosofía la intervención en política él creía que el filósofo se tiene que comprometer en política y en cierto modo la palabra es un poco fuerte, pero casi valdría él despreció a los filósofos que se dedicaban simplemente a especular para él, la filosofía debería tener una aplicación en el mundo de la sociedad en una frase bastante famosa de Carlos Marx, dice la filosofía hasta ahora se ha dedicado a comprender cómo es el mundo ya es hora que se dedique a transformar el mundo esta dimensión de transformación es absolutamente fundamental en la filosofía de Carlos Marx y de hecho en su vida se ve porque él intervino en política incluso él creyó que para que una teoría se desarrollara adecuadamente se tenía que comprobar se tenía que mostrar también su validez en la intervención política bueno, aquí también se podría hacer un comentario un poquito crítico Porque esa afirmación de Carlos Marx, de que hasta él la filosofía se había dedicado a comprender cómo es el mundo y había evitado transformarlo, no es cierta. Por ejemplo, si recordáis, Platón ya lo había intentado hacer. Cuando viaja Siracusa para intentar convencer al tirano Dionisio de Siracusa de que cambien las cosas en política, él intentó influir en política. Y ya fue mal, ¿no? Lo vendieron como esclavo. No lo mataron, pero lo vendieron como esclavo. Intentó intervenir en el mundo de la polis para transformar las ideas y convicciones del dirigente. Hasta el propio Sócrates, aunque en el caso de Sócrates su intervención en Atenas más que política era ética, ¿no? Pero él intervino en la vida de la polis, de la ciudad, y esa intervención le llevó al juicio y al final a la muerte. Es verdad que no han sido muchos los filósofos que se han preocupado, ¿verdad?, por intervenir directamente en el mundo político. Pero ha habido unos cuantos. Y la filosofía práctica, ahí estaría la ética y la política, la filosofía política, la filosofía práctica ya está desde el comienzo de la filosofía. Aristóteles escribió un libro de política. El libro más importante de Platón se llama República, que es un libro de filosofía política utópica, ¿vale? Pero, bueno, por otro lado, es verdad que no intervino. No intervinieron en política de la manera dramática y clara que hizo Carlos Marx, ¿vale? La praxis política. Bien, tarea de la filosofía, explicar las causas del sufrimiento. Esto ya desde muy joven, el joven Marx, cuando le escribió una carta a su padre, está por ahí por internet, la podéis consultar, tenía más de 16 años, 17 años. Dice, lo que tiene que pensar uno cuando quiere decidir qué estudiar, qué carrera tener, qué profesión tener, es, tiene que descubrir la utilidad social de esa profesión. Tiene que investigar hasta qué punto esa profesión beneficia a la humanidad, porque debemos buscar el beneficio de la humanidad. Y dice, y por eso me voy a dedicar a la filosofía, porque la filosofía puede ayudar a aliviar el sufrimiento. Bien. Bien. Explicar la causa del sufrimiento y transformar la sociedad para eliminar dichas causas. Porque, insisto, para Hume, la causa del sufrimiento, su parte principal es social, a diferencia de Freud, que dirá la causa es psicológica, o a diferencia de la religión, que dirá que la causa es espiritual, pues Carlos Marx dice, no, es social. Y, básicamente, la injusticia social. ¿Consecuencia de qué? De la protección. De la propiedad privada. Voy a repetir las ideas de Carlos Marx sin comprometerme en criticarlo o no, ¿verdad? Bueno, aunque antes ya he hecho una pequeña crítica. Él nos va a decir, es la propiedad privada de las fuerzas productivas... de aquello que genera objetos y riqueza, de los campos, de las fábricas, etc. No de tener una casa o ropa o un coche. Propiedad privada de las fuerzas productivas es esto, la existencia de la propiedad privada, el cáncer de la sociedad. Porque da lugar a la división social en clases sociales. La clase que posee los medios de producción y las fuerzas productivas y la clase que no los posee y que no dispone más que de la fuerza de su trabajo. La división social en clases sociales da lugar a la alienación, que no es otra cosa que la explotación del hombre por el hombre, que provoca el sufrimiento. ¿Qué hay que hacer? Pues favorecer la conciencia del sufrimiento humano y de la injusticia. Hay que favorecer la conciencia de clase. Enseñar a la gente, darse cuenta de que el sufrimiento no depende de un dios, no es un castigo divino o un fenómeno natural. No ocurre que por naturaleza haya ricos y pobres, explotadores. Y explotados, aunque en la India llegaron a pensar algo así, no por naturaleza sino por el karma. Carlos Marx va a decir, no, si hay explotadores o explotados, no depende de la naturaleza humana como si hubiera un gen de maldad en el ser humano. Esto no es el punto de vista de Carlos Marx. Casi más bien, Carlos Marx tuvo un punto de vista optimista sobre la naturaleza humana. Se puede ver en algunos puntos de su filosofía, optimista. Y si nosotros tenemos tendencia a ser canallas y hacer daño al otro, eso tiene que ver con causas sociales. Un poco parecido lo que había dicho también Rousseau, que por cierto, Rousseau, un ilustrado, no hemos hablado porque no estaba el tema de la ilustración en el siglo XVIII, también Rousseau dice que la propiedad privada es algo malo y también dice que el hombre es bueno por naturaleza y que es la sociedad la que le estropea. Pues aquí también Carlos Mas, ¿verdad? Es la sociedad de explotación la que hace a la gente egoísta y hay que concienciar al ser humano del sufrimiento y de la causa del sufrimiento que es la injusticia social. La filosofía tiene un papel crítico y emancipador y da lugar a dos cosas, al desarrollo de una buena teoría, que Carlos Mas casi dirá que es científica, él quiso hacer de la filosofía una ciencia, bueno, ¿no? Ahí ya lo adelanté un poco, se equivocó, ¿no? No, porque no lo consiguió, ¿verdad? Bueno, ¿no? Pero sí quiso darle un enfoque como muy científico, sobre todo a partir de la investigación del mundo social y del mundo económico, y luego la filosofía debe ser la luz que guía a la praxis política, a la intervención política, comprometiéndose con el movimiento político. ¿Para qué? Para acabar con el mal fundamental, que es la propiedad privada. Con la abolición de la propiedad privada desaparecerán las clases sociales, desaparecerá la alienación y la injusticia social y la explotación del hombre por el hombro. Y por lo tanto el sufrimiento ligado a la sociedad. Esto no quiere decir, cuidado, que a partir de la revolución comunista y la eliminación de la propiedad privada el hombre no vaya a sufrir. Es decir, si tienes una infección en la boca te dolerá la boca y ahí vas a sufrir. Si se muere tu padre o tu madre también vas a tener sufrimiento. Si te deja tu pareja vas a tener sufrimiento. Si pierdes trabajo también vas a tener sufrimiento. Pero el sufrimiento principal, esto lástima que no tengamos tiempo, pero merece también comentarlo, yo no estaría como muy de acuerdo. Pero bueno, la tesis de Carlos Mas es que el sufrimiento principal tiene un origen social. Y es la explotación del hombre por el hombro. Bien, primero entonces hay que ir a la filosofía. ¿Y con qué filosofía te encuentras? Con la filosofía de Hegel. La filosofía de Hegel, de un idealista. El idealismo en filosofía cree que es el sujeto el que crea el mundo. Cuidado, eh. Hay que distinguir el idealismo en filosofía del idealismo en el sentido común. Bueno, en el mundo común y corriente. En el mundo común y corriente. En el mundo común y corriente, llamamos idealista. aquel que tiene grandes ideales e intenta ajustar la realidad a los ideales Gandhi era un idealista Martin Luther King era un idealista las feministas sufragistas eran idealistas querían el voto de la mujer bueno, olvidaros de esa forma de idealismo en filosofía llamamos idealista a la teoría filosófica según la cual el sujeto cuando conoce la realidad la crea el sujeto cuando conoce, crea el mundo ¿vale? en términos muy sencillitos y no muy correctos, la mente crea el mundo esta idea de que el sujeto que conoce crea el mundo el mundo fenoménico está en Kant es Kant el que la inicia ¿verdad? y luego la desarrollan otros autores, un alemán en el siglo XVIII es Kant el que la inicia, pero luego continúan otros filósofos y vemos que la defiende el gran filósofo alemán que domina dominando en la primera mitad del siglo XIX que es Hegel y para él es la idea la que crea la realidad el sujeto absoluto el que crea el mundo diciéndolo en términos en realidad sencillos, es Dios el que crea el mundo a partir de su pensaje bueno, a la muerte de Hegel o enseguida también antes de que él muriera incluso hubo dos tipos de interpretaciones de la filosofía de Hegel La interpretación que se ha llamado la derecha hegeliana y la que se ha llamado la izquierda hegeliana. Bueno, pues lo dejamos aquí y ya el próximo día seguimos con la filosofía de Carlos Mas. Ir leyendo todo lo que podáis de la filosofía de Carlos Mas para ver si hay, Isabel, alguna idea o no sé, asunto que te pueda parecer un poco complicado de aquí. ¿Vale? Bien. Pues lo dejamos y todos los comentarios que podáis hacer de texto pues me los mandáis también. Yo intentaré rápidamente comentar. ¿Vale? Muy bien, que tengáis muy buena semana y ojalá que también sea una semana filosófica. Ojalá que sí. ¿Vale? Buena semana. Chao.