Gracias. Muchas gracias por estar aquí esta tarde a la charla sobre salud mental y arte que va a impartir Erika, que está aquí a mi lado. Antes de nada le quiero agradecer sobre todo a ella porque ha sido una iniciativa de ella misma, de su persona, hacer esta pequeña charla tan interesante, que va a ser la última que hagamos este curso ya porque ya nos preparamos para los exámenes y hasta que comience el nuevo curso en octubre no retomamos las conferencias. Erika, no sé si lo saben, pero es graduada en Historia del Arte en este centro. Yo fui tutor suyo, no sé si salió la cosa bien o salió la cosa mal, pero si está aquí es por algo, no por tirarme flores. Y bueno, ahí aquí también. También profesores, tutores y nada, muchas gracias a todos. La protagonista es ella y yo desgraciadamente me tengo que marchar corriendo. Luego cuando termine hay un turno de palabra. Y bueno, dar también la bienvenida a los que nos están siguiendo online por Canela Campus de la UNED, que también tienen un chat para realizar las preguntas que deseen. Bueno, muchas gracias y buenas tardes. Todo tuyo. Gracias. Hasta luego. Bueno, pues buenas. Muchas gracias. Buenas tardes. Quiero agradeceros en primer lugar la presencia a todos los que estáis, conocidos, no conocidos, presencial, online, etcétera, y todas las formas de presencia que haya. Soy Erika, como me ha presentado David, y bueno, en un principio voy a poner un poco el objetivo de esta ponencia, que es acercarnos a la salud mental a través de los testimonios pictóricos que hay a lo largo de la Historia del Arte. En este rastreo lo haremos a través de diferentes periodos históricos, porque los artistas que vamos a ver son de diferentes épocas. Para comenzar y para irnos introduciendo en el tema poco a poco, vamos a echar la mirada atrás, hacia la primera mitad del siglo XX. Es un momento trascendental para la historia de la psiquiatría, porque se produce una revolución en la salud mental con el descubrimiento del psicoanálisis por parte de Sigmund Freud. Y en esos momentos la sociedad, en absoluto, podría o me arriesgaría a decir, estaba preparada para los descubrimientos y entender las profundidades de la psique humana. Por lo tanto, ¿qué ocurría con todo lo que no era medible, todo lo subjetivo, todo lo intangible? El prisma que se le imponía era el de lo misterioso, el de lo raro. Muchas veces incluso el de lo esotérico. Y esto lo que hacía a la par era que se tuviera miedo, se tuviera miedo a todo lo que era relacionado con la salud mental y la gente se mantenía lejos. Incluso muchos médicos, muchos doctores, me vuelvo a arriesgar a decir que la comunidad médica no estaba tampoco preparada. Tampoco se barajaba adecuadamente la dignidad y el concepto de persona, de ser humano. Ya hemos visto... Es verdad que es ficción de película, pero en muchas imágenes de muchas películas hemos visto esos manicomios o esas instituciones en las que muchas veces estaban hacinados y el trato hacia la persona y hacia su dignidad era dudable. damos otro pasito en el tiempo nos situamos ahora en la actualidad momento en el que nos encontramos pues otro momento sin precedentes de un avance hacia la historia, hacia la mejora de la historia de la psiquiatría a través de de lo que surgió de la pandemia, es un momento desde ese punto de vista sin precedentes porque a través de la pandemia sucedieron, todos vivimos sucesos muy traumáticos, muy dolorosos, muy colectivos como para ser ignorados muchas veces, muchas cosas de la salud mental han sido ignoradas a partir de este momento era todo tan grande que no podía ser ignorado y entonces a partir de este momento se sucede una predisposición y un acercamiento hacia qué nos ocurre tanto mentalmente como físicamente cuando no nos encontramos bien cuando no nos encontramos bien, tanto física como mentalmente y en este acercamiento es donde se evidencian las fisuras del sistema se ven muchísimas faltas hay mucho trabajo que hacer todavía por la psiquiatría y por los pacientes sobre todo por la salud mental y también quiero remarcar que perdón el estigma y el tabú que se me escapaban remarcar que el estigma y el tabú han estado presentes siempre en la salud mental y a día de hoy a pesar de que se han hecho muchos avances sigue existiendo un gran estigma y un gran tabú hacia ella ahora vamos a pasar a ver un poco unas cifras, unos datos para hacernos una idea un poquito de la situación global a nivel de España estos datos los he sacado de la base de datos clínicos de atención primaria del Sistema Nacional de Salud Un informe que se emitió en 2020, pero que los datos han sido recogidos en el 2017. Os leo esto atentamente porque luego os haré un inciso sobre ello. Vamos a pasar a analizar los trastornos mentales que más comunes son. Los tres primeros puestos son de los trastornos mentales leves, como por ejemplo el trastorno de la ansiedad, que lo sufre un 6,7%. Todos hemos sufrido alguna vez ansiedad, una crisis de ansiedad más o menos intensa, más o menos prolongada en el tiempo. En el segundo lugar, lo sufren con un 5,4% de la población el trastorno del sueño. Lo mismo, todos hemos pasado una noche en vela, más de una, más o menos intenso, pero todos sabemos. Aquí, evidentemente, hablamos de algo muy intenso, muy alargado en el tiempo. No he dormido una noche o he tenido una crisis de ansiedad. Y en el tercer lugar... En el tercer lugar, el último trastorno mental leve que represento con el 4,1%, que sería el trastorno depresivo. Todos tenemos cerca, conocemos, sabemos de... Ha tenido depresión, tiene depresión, etc. Además de estos trastornos leves, también podríamos mencionar el de reacción de adaptación y el trastorno de somatización, que no los he puesto en la gráfica porque son menores y no quiero tampoco echar mucha información, pero que serían importantes. En las estadísticas. Y ese quesito que veis ahí amarillo pertenecería al trastorno mental grave más común que se ve en la población o que se da, que sería el de la psicosis. lo sufre el 1,2% de la población. Y sin estar en la gráfica, pero también quiero mencionar que es muy incomún el trastorno de la personalidad en cualquiera de sus formas. Este no está medido en la estadística en porcentaje, o sea, en por 100, sino en por 1.000 y se daría en 6,7 por 1.000. Es decir, es mucho menor la cantidad de gente que sufre este trastorno, pero está muy presente. Y ahora os digo la anotación, os pongo fechas. Hablo y leo esa coletilla porque me he querido arriesgar a hacer como una pequeña denuncia por parte mía personal sobre la falta evidente de datos de salud mental. Y no hablo solo de datos de síntomas, sino de... porque puede haber datos de síntomas y de signos, pero de la complejidad que supone la enfermedad y la salud mental no existen suficientes estudios que... sobre todo por parte de entes institucionales y oficiales, gubernamentales o no. Hay muchos datos, pero de medios de comunicación. Y estos datos para un estudio no se pueden considerar válidos porque muchas veces están sesgados por otro tipo de información que puede ser trascendente para ellos, pero que de algún modo transversan la información que se da. Por lo tanto, quiero hacer un poquito esa denuncia porque si salieran estadísticas, probablemente serían alarmantes. A día de hoy, los problemas psiquiátricos y psicológicos son muy comunes, sobre todo a raíz de la pandemia. Bueno, aparte de este hecho, sí es verdad que tengo que destacar que un estudio estadístico sobre datos necesita un proceso, lleva sus etapas y lleva su tiempo. De hecho, lo podéis ver aquí que se recogieron los datos en el 2017 y son emitidos en el 2020. Por lo tanto, esperemos que dentro de poquito tengamos algunos datos más. Por ejemplo, el plan de salud mental del SESCAN, del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, caduca, vence, por decirlo de alguna forma, en el 2015, con lo cual ahí tendremos nuevos datos estadísticos. Para seguir con la ponencia y continuando un poquito metiéndonos en el tema, vamos a repasar tres definiciones. Estas tres definiciones son… Arte, salud mental y locura. Vamos a ir primero con la de arte. Me baso en Tatar Kievitz, que es un referente en la historia del arte. En su libro Historia de seis ideas escribió… El arte es una actividad humana consciente capaz de reproducir cosas, construir formas o expresar una experiencia. El producto de esta reproducción, construcción o expresión puede deleitar, emocionar, optimizar. Producir un choque. Y quiero destacar estas últimas palabras, producir un choque. Porque muchas veces nos enfrentamos a una obra de arte y lo que esperamos es deleite, disfrute, belleza, estética. Y no todas las obras de arte, en todas sus formas, deleitan y dan esa sensación de qué bonito lo que estoy viendo. Sino que muchas veces lo que el autor pretende es producir un cierto rechazo o un cierto… Choque, como dice la definición. Esta definición es del filósofo polaco Tatar Kiewicz, como he dicho, investigador en historia, filosofía, arte y estética. Por lo tanto, la trayectoria que tiene es bastante grande. En segundo lugar, vamos a ver la definición de salud mental según la OMS en 2022 que dice, es un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad. Creo que también está bastante clara la definición aquí. De salud mental. Evidentemente, definiciones hay muchísimas. He elegido estas porque me parecían las más completas y las más apropiadas. Seguro que si vais a otros referentes podéis encontrar otras. Y la definición de locura, muy simple, según la RAE en 2023, que es privación del juicio o uso de la razón. Y aquí vamos a hacer una pequeña pausa porque la definición de locura puede tener connotaciones negativas relacionadas con la enajenación mental o con la desigualdad mental. O con la enajenación mental. Y en ese caso es negativo, como digo. Y connotaciones positivas relacionadas con la pasión o con el entusiasmo. Y en esta acepción, en estas dos acecciones, se produce la expresión de el genio loco. El genio loco como algo extraordinario, como algo presente a lo largo de toda la historia del arte. Es verdad que es una definición un tanto despectiva, pero la quiero remarcar o trabajo con ella desde el máximo respeto porque está muy arraigada en el imaginario colectivo. Y bueno, antes de pasar a ver a los artistas, quiero volver a repetir que vamos a ver tres casos paradigmáticos de pintores y sus obras y que vamos a poder ver en ellos cómo ellos representaban el momento que les tocaba vivir con sus circunstancias. Es muy importante siempre contextualizar al individuo. A la persona, al pintor en este caso que estamos hablando. Porque si no entendemos su contexto y la coyuntura que le tocó vivir, probablemente no entendamos qué le ocurrió o qué pasó o por qué tomó ciertas decisiones. Entonces, a través de estos pintores de diferentes épocas que vamos a ver y con sus diferentes cuadros, veremos esta situación. Voy a beber un poquito de agua, perdonadme. A ver, el primero que vamos a ver es Francisco de Goya y Lucientes. Creo que todos conocemos a Francisco de Goya, todos hemos visto algo de Francisco de Goya. Vivió entre los siglos XVIII y XIX, cosa que también fue importante y trascendente a lo largo de su vida. Y bueno, decir que el arte goyesco es un punto de inflexión entre estos dos siglos de los que estamos hablando, anuncia la pintura contemporánea y es precursor de algunas vanguardias pictóricas del siglo XX, como es el expresionismo, el movimiento expresionista, que como bien dice la palabra, es aquel que expresa el mundo interior de los artistas. Los artistas expresan su mundo, bien ligado al mundo exterior o no, a través de sus pinturas. Además, Goya se le consideró como el primer reportero de la historia por la historiografía del arte, ya que fue reportero de todo lo que ocurrió durante su vida. Vivió la guerra de la independencia, vivió la vuelta al absolutismo, entre otros muchos avatares históricos que cambiaron la historia del arte por su parte y por los hechos que ocurrieron, cambió la historia de España. Por lo tanto, durante su vida... Durante su vida, Goya fue capaz de transmitir su mundo interior y el momento que le tocó vivir. Es una idea sobre la que voy a recalcar bastante estas dos cosas. En este autorretrato que tenemos en imagen, vemos cómo Goya aparece bien iluminado, es una pincelada definida, se distingue perfectamente su cara, sus ropajes sobre todo, ya que están muy iluminados, porque es donde el artista... El artista quiere que nos focalicemos, donde el artista quiere que miremos, a pesar de que el fondo y su pelo se desvanecen, pero es una imagen clara. Y nítida, como he dicho al principio. Esta pincelada en Goya va a cambiar, porque este autorretrato le pintó en 1775, pero en 1792 se queda sordo y tiene que aprender a hablar por señas. Eso ya de por sí para él es una condición que le pesaba. Se convierte en el arquetipo de pintor genial y atormentado, en esa figura del genio loco que venimos hablando. Por lo tanto, a través de la pincelada, él expresa sus miedos, sus angustias, utiliza la pincelada de forma expresiva. En la época de Goya, la psiquiatría no estaba formada como la conocemos a día de hoy. Pero con... Con estudios posteriores se ha concluido que, en base a etiquetas diagnósticas actuales basadas en el DSM-11, en el DSM-5 o en el CIE-11, se ha establecido que sufría trastorno depresivo. Y esto le agregaba el carácter y le hacía tener reacciones espontáneas y desmesuradas violentas y de mal humor. Clarificar... Clarificar que el CIE y el DSM son clasificaciones internacionales de enfermedades mentales. Es una guía que utiliza la psiquiatría para clasificar diagnósticos. En este primer cuadro que vemos de Goya, titulado Casa de Locos... podemos empezar a vislumbrar ese cambio en la pincelada. Si os fijáis en la imagen, todo está más difuso, más indefinido. Tenemos que hacer un esfuerzo, a no ser por los primeros personajes, tenemos que hacer un esfuerzo para ver los personajes, qué es lo que está ocurriendo. La pincelada es muchísimo más indefinida, más acuosa, se difumina. Hay focos de luces y sombras, pero todo está como las columnas de la pared, todo está como muy difuminado. Y es a través de esta pincelada donde está expresando mayormente Goya, todo su mundo interior. Es verdad que el tema remite a la locura, porque sería una sala de un manicomio donde están un poco en esa alusión que hemos hecho antes de todos ahí afinados, desnudos. El tema remite a la locura, que fue un tema que obsesionó durante su vida a Goya. Y que lo reflejó en muchísimas obras suyas, pero es la pincelada. Quiero recalcar que es la pincelada la que consigue la expresión de la emoción, del sentimiento, de ese mundo interior de él. Esta obra también tiene otra lectura a modo alegórico, en la que se habla de que está representado el personaje de los salvajes, el personaje de los salvajes. De la religión, como puede ser un obispo. Toda esta lectura que quiero mencionar, pero que evidentemente no es lo más trascendente en esta obra. Además de esta lectura alegórica y de esta lectura que hemos hecho de la pincelada, recalcar que no solo Goya sufrió trastorno depresivo sino que también sufrió saturnismo, que era una contaminación por plomo, una intoxicación mejor dicho por plomo, que el plomo estaba presente en las pinturas que él utilizaba a diario. Y esto le provocaba alucinaciones, que es un síntoma psiquiátrico. Y estas alucinaciones las hemos visto representadas un montón de veces en las obras de Goya. El ejemplo más explicativo sería, y seguro todos podéis tener en la cabeza, Saturno devorando a sus hijos, que está en el Museo del Prado. Remite a un tema mitológico pero es una alucinación que él sufría. Lo pintó en el yeso de las paredes de la Quinta del Sordo, que era su residencia habitual a las afueras de Madrid. Que a día de hoy no existe y se han traspasado estas pinturas murales, se han traspasado a cuadros y por eso hoy lo podemos ver en el Museo del Prado. En la siguiente obra, Perro semi-hundido, volvemos a ver esa pincelada difuminada, acuosa, indefinida, aquí monocroma prácticamente, solo está definido el perro. Para esta obra sí es verdad que se ha llegado a interpretar o se ha llegado a decir que es una obra inacabada pictóricamente hablando, pero yo me quiero quedar con lo que tenemos y es esa imagen, ese cuadro y es algo que transmite angustia, soledad. Se habla que transmite la insignificancia del ser vivo ante la vida, ante el espacio que le rodea, ante cuestiones muchas veces que muchos nos planteamos de quiénes somos, por qué estamos aquí, qué tenemos que hacer, esa insustancialidad que a veces tenemos cuando no encontramos respuesta a esas preguntas. Y para acabar con Goya, quiero leer esta frase y es que la pintura fue una forma, además de ser para Goya una forma de expresión, fue un vehículo de instrucción moral. Volvemos a hablar, mundo exterior, mundo interior. Vamos a ver el siguiente artista, Vincent Van Gogh, todos conocemos a Vincent Van Gogh también. Vincent Van Gogh, personalidad artística y humana excepcional, pertenece al movimiento impresionista, que es aquel que trata de representar las imágenes que el ojo recibe y no la realidad que se ve tal cual. Que, por decirlo de alguna forma y resumiendo mucho, es lo que venía haciendo toda la historia del arte, representar la realidad objetiva. Este impresionismo trata de saltar el color y la materia, y es que Van Gogh utiliza el color de una forma subjetiva para expresar. Volvemos a hablar de que la pincelada y el color, la materia prima como tal, que muchas veces se ve, porque no podemos tocar un cuadro de Van Gogh, pero se puede. Se puede palpar la materia, la pintura, es con eso con lo que trata de hablar y trata de expresarse. Aquí es que se ve claramente que la pincelada es suelta, dinámica, bien definida. En muchas ocasiones podemos ver dónde termina y dónde acaba. Por lo tanto, como vengo diciendo, deja intuir emociones, sentimiento, mundo interior. En la época del loco del pelo rojo, como dice el título de la película de Vicente Minelli, la psiquiatría avanzaba en pañales, podemos decir. Daba pasos pequeñitos, críticos y necesarios para conocer la psiquiatría y el concepto de psiquiatría que conocemos actualmente. A través de los conocimientos que tenemos hoy y del legado de Van Gogh, se ha determinado que sufría trastornos. Trastorno bipolar, ataques de epilepsia y ataques psicóticos. Ahora vamos a ver, a través de sus obras, en las que vamos a poder seguir viendo esa pincelada suelta y dinámica de la que hemos hablado en su autorretrato, en Campo de trigo con cipreses, vemos cómo Goya consigue expresar su estado psíquico a través no solo de la pincelada sino también de la naturaleza. Para Goya la naturaleza era algo reconfortante, algo agradable. Para él le suponía una sanación. Esto lo dijo mucho, o lo escribió en la correspondencia que mantenía con su hermano Teo. Su hermano Teo, que fue prácticamente su único apoyo durante toda su vida, apoyo económico, moral y personal. Él hablaba cómo podía suavizar sus miedos a través de la expresión con la naturaleza y creía en el poder curativo de la pintura. En este mismo año, 1889, Van Gogh se ingresa voluntariamente en una institución dedicada al cuidado de los enfermos mentales llamada Saint-Paul de Mausolée, en Saint-Rémy. No se me da muy bien el francés. Y él, de nuevo en su correspondencia con su hermano, relata cómo la institución, el ritmo y la estructura de la institución le aportaba paz. Y es más, el verse reflejado en otros pacientes le ayudaba a comprenderse, le daba tranquilidad porque no se veía solo. En el siguiente cuadro, esta es una de sus últimas obras y una de las más famosas. La pongo porque me parece que, de nuevo, la naturaleza expresa y la pincelada tremendamente a través de ese cielo embravecido, esos cuerpos que levantan el vuelo hacia el horizonte, ese trigo moviéndose por el viento, ese camino angosto que va hacia finalizar el cuadro. Creo que es muy representativo, y bueno, así está estudiado, que es muy representativo de todo lo que padeció y cómo la condición de enfermo mental le pesaba, le angustiaba, le producía soledad, que al final de su vida fue todavía, por las condiciones de su muerte, muchísimo más descaradas. Y analizando esto, quiero decir que la pintura es un medio expresivo sin palabras en la que los enfermos conectan con el exterior y pueden describir lo que les ocurre. Y esta representación de este mundo interior, de estas emociones, de estos sentimientos que vemos en estos cuadros de estos pintores, angustia, soledad, miedo, hablando de emociones negativas porque también las hay positivas, está muy presente en el paciente de salud mental. En muchas ocasiones ellos viven estas emociones en un tiempo muy intenso y muy prolongado, con lo cual les produce una desconexión total de la realidad. En muchas ocasiones en las unidades donde he estado trabajando te acercas al paciente y no sabe responderte a la pregunta de qué te pasa, qué te ocurre, qué sientes, muchas veces no saben decírtelo, no saben describírtelo y con la pintura son capaces. En otras ocasiones hablo de pintura porque estamos hablando de artistas pintores, pero la música, el teatro, la danza, la escultura, todas las variedades artísticas de la cultura que hay pueden llegar a hacer ese efecto catártico y de conexión con la realidad. Viendo este punto de vista de las pinturas como lenguaje simbólico de la psique humana o de la psique del individuo, me acerco a la idea o al concepto o al trabajo que se hace con los test proyectivos y objetivos. Este tipo de test son test que se realizan en la psicología clínica para poder analizar o profundizar en los pacientes sobre conflictos personales e internos que tengan, problemas de salud mental… o emociones y a través de estos test, en el caso de Svanko, no sin desmerecer por supuesto los test objetivos porque estas son pruebas guiadas en las que queda demostrado que no soy psicóloga, si alguien es psicólogo a lo mejor me puede rebatir o tiene otra opinión. Estos test objetivos no dan lugar a la mayor expresión, a la mayor libertad. En cambio el test proyectivo que es un test que no es guiado, es totalmente libre, se da en unas circunstancias y con unos requisitos adecuados, hace que el paciente exprese a través del dibujo lo que siente y lo que piensa y sus emociones. Y este tipo de test proyectivo recaba muchísima información y muchísimo más fiable que la de los objetivos. En este acercamiento hacia este tipo de test relacionándolo con la pintura de los artistas que vemos, os quiero mostrar aquí unos dibujos de un paciente que conocí en una unidad de salud mental que más allá de la calidad artística del dibujo, de la obra o de lo que el paciente produzca, considero que la calidad expresiva la cumple con creces. El equipo con este paciente en concreto muchas veces no sabía decir qué le pasaba o qué le ocurría, pero a través de sus dibujos sí sabíamos muchas veces qué ocurría o qué pasaba por su cabeza y a veces sólo te decía esto es y te lo representaba. Entonces, ¿se sentía bien el paciente? Se notaba que los dibujos eran más alegres, incluso técnicamente mejor hechos. Llegaba incluso a hacer retratos de algunas compañeras o de algunos compañeros muy buenos. En cambio, cuando él tenía sus problemas en su cabeza, representaba este tipo de cosas que tenían su explicación totalmente. Podía realizar diez dibujos al día, se podía tirar el día y él se consideraba artista. Él decía, no, no, déjame que yo estoy pintando. Con lo cual, esa idea de expresión, de ayudar a conectarse con el mundo y de estar en la realidad, estos dibujos lo consiguen. Por lo tanto, volveremos a esta idea, pero la capacidad rehabilitadora y terapéutica del arte es y está. La siguiente artista, Yayoi Kusama, a lo mejor no es tan... es muy conocida, pero sí es verdad que es muy mediática, pero no es tan paradigmática a lo mejor porque es actual. Dentro de unos años será paradigmática como Goyo y Van Gogh también. Es Yayoi Kusama, nada más y nada menos que 95 años que tiene la mujer. Todavía es una artista japonesa, precursora del arte pop, minimalista y feminista. Trabaja la pintura, es diseñadora de moda, escultora, fotógrafa y podría seguir enumerando multitud de ramas artísticas porque yo creo que la mujer lo abarca prácticamente todo. Está inversa en el arte psicodélico debido a esos puntos que vemos, esa repetición de patrones, que su patrón son los puntos. Estos puntos están en toda su obra, presentes de forma continua, infinita, constante, repetitiva. Y tiene su explicación. La familia de Kusama, de Yayoi Kusama, se dedicaba al cultivo de semillas en la ciudad de Matsumoto y ella pasó la infancia entre estos campos de cultivo, por lo cual esos puntitos se podrían asemejar a semillas. Ella explica, ha explicado muchas veces, cómo esos puntos son la representación del universo, el sol, las estrellas, la luna, y todos son interdependientes entre sí mismos. No pueden existir por sí solos. Y esa idea, esa teoría de los puntos la extrapola el ser humano. Cada ser humano somos un punto y estamos interrelacionados entre nosotros mismos. Como bien sabéis, el ser humano es un animal sociable y su modo de vivir ideal es en sociedad. Con lo cual, estas semillas que veía... Estas flores, estas plantas que Kusama veía crecer en esos campos de cultivo, ella comenta que se sentaba y le gustaba mirarlas, dibujarlas, representarlas, hasta que un día la empezaron a hablar. Esto la produjo tal miedo que la dio ataques de pánico. Ataques de pánico que siguió teniendo durante el resto de su vida. Hasta que un día... Su abuelo, de mano de su abuelo, le presentó una calabaza y ella comenta cómo esta calabaza empezó a hablarla, no sintió miedo, sintió confianza, se sintió bien, hasta llegó a considerarla su amiga. De hecho, es uno de los motivos más representados a lo largo de su obra, las calabazas. Además de estos ataques de pánico debido a las solucionaciones psicóticas, episodios psicóticos, mejor dicho que Yayoi Kusama sufre haciendo un paralelismo con Goya y trayéndole un poquito otra vez a ahora, ella la tocó vivir la Segunda Guerra Mundial y esto la marcó enormemente. Igual que a Goya le marcó la Guerra de la Independencia, la Vuelta al Absolutismo, a Yayoi Kusama la marcó la... la Segunda Guerra Mundial y a raíz de ahí desarrolló un TOC, que es un trastorno obsesivo compulsivo. Trastorno que podría haberse reflejado en ese patrón repetitivo que vemos en los puntos y de elementos representados en su obra, como pueden ser las flores o las calabazas. Os vuelvo un poquito hacia adelante. Ahí, por ejemplo, están representadas las flores. En este tipo de instalaciones... Esto es una instalación para una exposición que hicieron retrospectiva, es decir, sobre su obra del artista en el Museo de Arte Contemporáneo de Luisiana en el 2015. utiliza muchas veces espejos es un elemento muy común también en sus creaciones para poder conseguir ese elemento repetitivo ese elemento con los puntos y con los colores de carácter alucinatorio psicodélico, transmite mucho a través de los colores no solo los puntos, suelen ser colores muy intensos y muy poderosos, los que utiliza Yayoi Kusama haciendo una alusión también y rescatándole un poquito otra vez a Van Gogh, en 1990 Yayoi Kusama se ingresó voluntariamente y de forma permanente en el hospital psiquiátrico de Seigo en Tokio y allí permanece desde entonces incluso tiene su estudio allí mismo, igual que Van Gogh estableció en su celda de la institución del monasterio su estudio, Van Gogh también o lo hizo Goya con la quinta del sordo, era su casa pero al fin y al cabo ahí estableció su estudio ella trabaja desde allí es totalmente consciente de su enfermedad y de que sin esta enfermedad no tendría la capacidad vertiginosa creativa que tiene y muchas veces y para finalizar con ella en medios de comunicación ha dicho si no fuera por el arte yo me habría quitado la vida hace mucho tiempo aquí volvemos a ver estas flores, estos puntos es una escultura en un espacio abierto lo otro es una instalación en un espacio cerrado habla también de esa multifaceta que tiene como artista en tantas ramas del arte No quiero dejar también de mencionar, ya finalizando con la parte de los artistas, que he elegido estos por ser muy explicativos, muy conocidos en el caso de Van Gogh y sobre todo considero que Yayoi Kusama también, aunque siempre los artistas actuales son más desconocidos hasta que el tiempo les va dando solera y les va dando reputación. Me he perdido, perdón. Voy a acercaros tanto al tema como a la cultura, invitándoos a visitar el Museo del Prado para ver las obras de Goya, las que queráis o las que hemos hablado. Por ejemplo, Saturno devorando a sus hijos está allí. También, con respecto a Van Gogh, ver la película que he nombrado, El loco del pelo rojo, de Vicente Minelli, donde Keith Douglas hace del propio Van Gogh. Y bueno, pues para Kusama tenemos que irnos un poquito más lejos. Si alguno vais este verano por Oporto... Y pasáis por allí o algo, os invito a que os acerquéis al Museo de Arte Contemporáneo de Serralbes, donde hay también una exposición retrospectiva de ella llamada Yayoi Kusama, 1945 hasta hoy. Esta exposición va a estar hasta septiembre del 2024. El año pasado pudimos disfrutarla en el Museo Guggenheim, en Bilbao, estuvo aquí en España. Sé que hay gente aquí que fue a verla y disfruto con ella. No quería dejar de pasar esta oportunidad para que os acerquéis a la cultura, bien sea desde el tema que estamos hablando o cualquier otro. Voy a beber un poquito y pasamos a la conclusión para ir finalizando. Bueno, pues como he dicho, queda totalmente de manifiesto la capacidad rehabilitadora y la capacidad de reinserción del art de la pintura para los pacientes en la vida cotidiana, en la vida diaria. Desde experiencias vitales y artísticas diferentes podemos ver el ejemplo de Goya que pudo disfrutar. A pesar de su fama, a pesar de vivir a caballo entre siglos, esos siglos con hechos históricos tan trascendentes, la creación de obras para clases pudientes y la representación de clases populares. Son como dos caras de una misma moneda del arte. Evidentemente las clases populares no compraban obras de arte, por lo tanto Goya trató de representarlas. Y luego... Y luego entre un mundo exterior funcional y un mundo interior alienado, porque Goya no solo sufrió saturnismo o trastorno depresivo, tuvo otras enfermedades más que le afectaron enormemente. El caso de Van Gogh buscó reconocimiento y comprensión de sí mismo y de su obra y de su trabajo durante toda su vida y toda su existencia. En cambio murió pobre, solitario, desahuciado socialmente y pictóricamente incomprendido. El impresionismo, hablando del movimiento no solo de Van Gogh, se entendió tiempo después. Marcar el matiz de que actualmente Van Gogh está en su obra y es su obra. Lo que vemos es Van Gogh, pero hay un mito alrededor de él que a veces se afecta de forma negativa. Porque todo lo que se metifica y se idealiza, de algún modo termina distorsionando la realidad. Esa contextualización, esa coyuntura que vivió el individuo en aquel momento. Y empiezan a añadirse cosas que a veces no ayudan y no son reales o no son totalmente ciertas. En el caso de Kusama, lo he dicho cuando estábamos hablando de ella, una vida relativamente cómoda y equilibrada. Sus ingresos los desconozco, pero deben ser bastante buenos y adecuados. Conociendo su fama, puede vivir de su trabajo en sus numerosas facetas. Es reconocido. Es conocida y comprendida socialmente y está completamente inserta en la sociedad. A nivel personal, a nivel familiar y a nivel conocida por su trabajo. Total capacidad rehabilitadora del arte con experiencias vitales y artísticas diferentes. Pasamos a otro puntito que quiero mencionar en la conclusión y es que tal vez esta ponencia, mientras estamos aquí hablando y escuchando, Nos acerca la pregunta trascendental de, ¿existen evidencias de mayor creatividad entre aquellos que sufren patología mental en comparación con los individuos que no la padecen? Bueno, pues este respecto, el doctor en psiquiatría Jesús de la Gándara ha corroborado con el estudio de artistas antiguos y modernos, afirma cómo ha habido numerosos casos de depresiones, de consumo de sustancias, de neurosis, de trastornos bipolares. Es decir, esos trastornos en esos pintores están ahí, han sido reales. Y luego, por otro lado, Simon Kiaga, en su libro... Bueno, está en inglés, pero traducido sería Creatividad y Salud Mental, la cuestión de la genialidad, comenta o concluye que el sufrir una enfermedad mental no hace que desarrolles una profesión artística. Excepto, ha visto él un poquito en su estudio, el caso de los trastornos bipolares. En ese caso, cuando vio que el trastorno bipolar se caracteriza por tener fases maníacas. Maníacas, es decir, de euforia y fases depresivas. En ambas fases de descompensación observó que había mayor creatividad, mayor profusión imaginativa y de creación de obras. En comparación con las etapas en las que el individuo estaba en equilibrio, en equilibrio de ánimo y no estaba ni en euforia ni en depresión. Y además, un dato que a mí me parece bastante curioso, es que hay muchos casos... ...de artistas en los que... El propio artista no tiene ningún problema de salud mental, pero tiene hermanos o hermanas que sí padecen algún tipo de trastorno. Son muchísimos datos que están ahí a estudiar por quien quieran, porque como vengo comentando, queda muchísimo por investigar y muchísimo por estudiar, y nos lleva a la conclusión de que los límites entre la cordura y la salud mental son difusos. Lamento no tener una respuesta más clara, pero es así, no son difusos, son cuestiones subjetivas, no hay unanimidad, y el hecho de sufrir una enfermedad mental no quiere decir que vayamos a ser mayores genios o tengamos mayor creatividad, porque es evidente y es obvio que hay artistas que no sufren ningún problema de salud mental. Con lo cual, lo que sí que es obvio, me vuelvo a repetir, la capacidad rehabilitadora y terapéutica del arte. Después de este pequeño análisis o de esta pequeña información, ya por último, por última parte de la conclusión, quiero invitaros a reflexionar así un poquito conmigo para que os quedéis con un posito de reflexión a través de la idea que se tiene actualmente de la búsqueda de la felicidad. Estamos inmersos en una búsqueda continua de la felicidad. Como si fuera nuestra... Hay un objetivo allí inalcanzable hacia el que hay que ir y que no le podemos tocar y al que no podemos llegar. Cuando hay que tener en cuenta que la felicidad es el camino, está, no hay que ir a por ella. simplemente tienes que buscar, hay que aprender a acercarnos a ella, hay que trabajarlo desde un mundo interior, desde un trabajo personal, a través de, la clave sería el sortear todos los baches de la vida, mira, todos los problemas cuando tenemos frustración, que hay que saber tolerarla, el dolor, la lentitud, que a día de hoy es un problema enorme, porque vivimos en una sociedad hiperactivada, hipercinética, rapidísima y la lentitud es, el que es lento es tonto, mal dicho. Entonces, hay que estar presentes en que la felicidad está ahí, en saber adaptarnos y saber afrontar esos momentos malos. E intentar buscarla e intentar encontrarla. Siempre, a costa, nunca, nunca, perdón, a costa de nadie, de terceros, de nadie ni de nada, simplemente con nuestro trabajo interior. Veo que, o escucho, veo que muchas veces se busca la felicidad a través de medios medicamentosos, de terapias, de hábitos saludables. ¿Qué envidia? Indudablemente son necesarios, son positivos y son buenos, pero siempre hay que trabajar interiormente. Eso solo no nos va a aportar la felicidad. Y esto lo digo porque, buscando información, informándome para esta ponencia, me encontré en internet con estas preguntas que empiezas a redactar y ya el buscador de Google te las da hechas. Y decía, ¿qué pastillas son buenas para ser feliz? Me pareció como mínimo desconcertante y preocupante. ¿Qué pastillas son buenas para ser feliz? Ahí está esa pastillita de la felicidad, la flosetina, que seguro muchos habéis oído hablar o conocéis, como ese capítulo en el que Lisa Simpson toma unas pastillitas y le salen emoticones sonrientes. Eso no existe. La felicidad está aquí. La felicidad hay que sacarla, hay que trabajarla, hay que intentar conseguirla. Es que me parece descabellado que haya algo exterior, que se piense que haya algo exterior que te va a dar felicidad, si es que la felicidad no está en el exterior. No hay que buscarla entre las piedras. Y luego el hecho de que se busque en una pastilla. Vivimos en una sociedad que hay pastillas para todo. Me duele la cabeza, me tomo una pastilla. Quiero buscar la felicidad, me tomo una pastilla. Tengo tiroides, me tomo una pastilla. Que bueno, que en ese caso sí. Pero todo lo arreglan las pastillas. Pero el trabajo que uno tiene que hacer y lo duro que tiene que trabajar uno para poder llegar a conseguir metas, objetivos, felicidad, familia y amor, se nos olvida. Se nos queda en el camino. Y es que es desde ahí de donde se puede conseguir todo esto. Y bueno, pues yo creo que hasta aquí termino. Aquí me quedo con ese posito que espero que haya servido para algo y os haga recapacitar o si no, pues no pasa nada. Si tenéis alguna pregunta o alguna cuestión, pues encantada. Tenemos un comentario en el chat. Ablazquez dice, ¿hasta qué punto el asumir una pizca de locura no es un rasgo más de excentricidad? Jaime, se te oye poco. Sí, perdón. ¿Ahora me oís mejor? Sí. Bien. Ablazquez en el chat comenta, ¿hasta qué punto el asumir una pizca de locura no es un rasgo más de excentricidad de un artista? Véase Dalí o incluso Kusama. Sí, claro que sí. En muchas ocasiones es un rasgo de excentricidad. Sabemos que Dalí lo es, como por ejemplo también en cierto modo lo fue Picasso, pero considero que es un modo de conectar con la realidad. Es un modo de expresarse, es un modo de hablar y de decir estoy aquí. Otra cosa es la consideración que nosotros hagamos desde un punto de vista desconocido. Es un modo de decir que está diciendo este o desde un punto de vista de estamos tratando de entenderte. No sé si he aclarado la duda, creo que es un poco la visión. No sé si dicen algo por ahí. No responden todavía. Pero sí, está muy relacionado muchas veces ese puntito como de ese genio loco con la excentricidad. Genio masculino loco, quiero remarcar. Que eso sería para otra conferencia. Porque las genias locas... Eran ingresadas en manicomio y no se sabía nada de ellas. Suena muy drástico, pero es que es así. No sé si alguien más quiere preguntar algo. Dime. Lo primero, no sé si se oye. Lo primero, felicitarte. Muchas gracias. Y bueno, hace poco tuve que hacer yo una sesión sobre los trastornos límites de la personalidad y justo una de las características que tenían relacionadas con el arte es que la mayoría de personas con trastorno límite suelen desarrollar una gran capacidad artística. Yo, la verdad, que no tengo mucha idea de arte. Me gusta, lo disfruto, pero no soy una entendida. Y bueno, de salud mental entiendo un pelín más. Tampoco soy una experta. Pero sí que es verdad, por la experiencia laboral, sí que he vivido eso en mi propia carne de ver personas que se expresan a través del arte y sobre todo se desahogan. Sí. Que les sirve mucho para eso. Sí, sí, es verdad. Bueno, ella ha sido compañera mía y sabe perfectamente lo que estoy hablando y como ella bien dice, muchas veces se ve... en los pacientes cómo son capaces de desahogarse. A lo mejor nos... Que no deja de ser una forma de expresión el desahogo, ¿no? De todo eso que tienen ahí dentro, pues no deja de ser una forma de expresión. Estos pacientes muchas veces han sufrido muchísimo y tienen un bagaje que yo muchas veces así en el trabajo cuando hablábamos los compañeros yo digo es que si a mí me hubiese pasado lo que le ha pasado a esta persona, ¿cómo estaría yo, no? O cómo pudiera haber salido adelante sin ningún... sin ninguna afectación o si... Ilesa, tan feliz. Entonces, muchas veces ese desahogo. En la terapia ocupacional, en la psiquiatría, en la salud mental, se utiliza mucho el hacer actividades manualidades con ellos. Muchas veces cuesta, pero cuando sí conectan con el pintar, con el dibujar, hacer pulseras, les ayuda muchísimo. Porque hemos hablado de personas que tenían unas cualidades pictóricas, artísticas y creativas excepcionales, pero el paciente que no tiene cualidades, pero que se expresa y que es capaz de hablar a través de sus obras, a modo rehabilitador, tiene la misma validez que un cuadro de huella. ¿Alguna cuestión más? Tenéis que hablar algo, ¿no? Llevo mucho aquí hablando. Soy un amante del arte, de la historia y de todo lo que concierne al pasado, pero hay facetas en las que no se para uno a pensar porque las desconoce. Y bueno, decir que he disfrutado mucho, porque aprendiendo se disfruta. Así que todas las gracias. Sí, muchas gracias. Bueno, pues yo creo que si no hay ningún... ¿Online ahí? ¿Hola? ¿No tenéis tampoco ninguna pregunta? Se pierde la oportunidad. Bueno, pues entonces yo creo que podemos dar por finalizada ahí, que se me falta el último. Hombre, muchas gracias.