A todos y a todas, estimado Fernando Valladares, estimado Antonio Ares, excelentísimas autoridades, señoras y señores, es para mí un honor, como directora del Centro Asociado a la UNED en Cádiz, darles la bienvenida a esta conferencia titulada Respuestas al cambio climático, la rapidez, la marca, el más lento, la eficacia, el más vulnerable, organizada por el excelentísimo Colegio Oficial de Médicos de Cádiz y la excelentísima Diputación Provincial de Cádiz, a los que quiero expresar mi más sincero agradecimiento por su iniciativa, compromiso en la organización y por elegirnos a nosotros como sede de este evento. Agradezco también la participación de Fernando Valladares, investigador del CSIC, cuya trayectoria y aporte al estudio del cambio climático son ampliamente reconocidos y valorados. Su conocimiento y experiencia serán, sin duda, de gran enriquecimiento para todos nosotros. El título de esta conferencia nos recuerda una verdad fundamental. En la lucha contra el cambio climático, la rapidez con la que actuemos estará limitada por el ritmo del más lento y nuestra eficacia dependerá de nuestra capacidad para proteger a los más vulnerables. Como institución educativa, en la UNED de Cádiz estamos comprometidos con la promoción del conocimiento y la sensibilización sobre el cambio climático. Creemos firmemente en el poder de la educación para transformar nuestra comprensión del mundo y para capacitar a nuestras comunidades en la adopción de prácticas sostenibles y responsables. Hoy, más que nunca, necesitamos fomentar la colaboración interdisciplinaria y el intercambio de conocimientos entre investigadores profesionales de la salud y la sociedad en general. Solo así podremos desarrollar estrategias efectivas y resilientes para enfrentar los desafíos ambientales que nos aguardan. Muchas gracias por su atención. Yo no les voy a entretener mucho más, que la conferencia va a ser mucho más interesante que estas palabras. Quiero agradecer vuestra participación. Que estéis aquí presentes, como a los que nos estáis oyendo y viendo en directo, como a todos aquellos que nos veréis en diferido. Una modalidad que desde la UNED fomentamos para que todos puedan participar en estos actos. Antonio, cuando quieras. Bueno, ya buenas tardes a todos y a todas. Muchísimas gracias, Montserrat. Gracias a Antonio y, cómo no, a nuestro conferenciante, Fernando, que muchas gracias por estar aquí. Ya me ha comentado que ayer dio una vuelta por Cádiz, que le encantó, y que tenemos que cuidarlo. Hoy, la conferencia que vais a disfrutar, la verdad que creo que es importantísima. Es una conferencia que se hace, entre otras cosas, gracias al convenio que tenemos desde hace ya varios años de la Diputación Provincial de Cádiz con el Colegio de Médicos. Creo que fue el año pasado, la verdad que no lo recuerdo, por el ritmo que lleva uno se confunde. Tuve la oportunidad de estar en el Colegio de Médicos y, al principio, cuando estaba casi recién llegado al área, me impactó aquello de lo importante que es la salud y el medioambiente, lo que influye el medioambiente en la salud. Nunca me había parado a reflexionar en ese aspecto. Bueno, lo comentaba antes, mi labor profesional se desarrolla en una gran industria, entonces veía siempre el impacto del medioambiente. Desde el punto de vista de la industria, de lo que ocurre en la industria, del vehículo, de todo. Pero no había parado a pensar cómo nos influye realmente a nosotros. Y la verdad que creo que es importantísimo lo que se trata y lo que se intenta potenciar en este caso desde nuestro área y en colaboración con el colegio. Ayer también tuve la oportunidad, fue domingo, una tarde tranquila, y me puse a escuchar un poco y a bichear, como se suele decir, la página de Fernando. Estuve viendo su intervención, aquella de las zapatillas, de las tres zapatillas. Lo esperaba hoy con las zapatillas rojas, por cierto. Y la verdad que me impactó también bastante lo que comenta y ese momento, ese punto de reflexión que necesitamos hacer, porque muchas veces vivimos en un mundo tan acelerado que no nos damos cuenta de lo importante que es eso, lo que estamos comentando, cómo influye el medioambiente, o sea, cómo está influyendo el cambio climático y el medioambiente en nuestro entorno y cómo nos influye a nosotros. Es muy importante que tomemos conciencia de esos aspectos. Desde el área de transición ecológica, y ahora aquí hay que vender un poco nuestro producto, pues la Diputación de Cádiz estamos trabajando, y la verdad que yo me siento muy contento, muy orgulloso del equipo que tenemos en este área. Estamos trabajando en muchos aspectos en nuestra provincia para intentar, en la medida de lo posible, sobre todo paliar poco, pero sobre todo intentar educar y llevar el trabajo que estamos realizando para que se conozca a través de los ayuntamientos, a través de las distintas organizaciones como sois vosotros hace poco. Luego estuvimos en el tema de Fulvial, fue, ¿no, Irene? Irene se corría. En el tema de tal, tenemos también todo el tema de la PACA, el Plan Aire, recuperación de espacios públicos, recuperación de espacios públicos desde el punto de vista de movilidad, pero también desde el punto de vista medioambiental para mejorar y que las ciudades sean más sostenibles y más vivibles al fin y al cabo. Y fruto de eso es, pues bueno, creo que mañana se recoge un premio conjuntamente con el Colegio de Médicos, a través de la FEN en Sevilla, que es un premio de todo el equipo de diputación y de esta colaboración con el Colegio de Médicos. Tampoco me voy a extender mucho más porque ahora Fernando es el conferenciante y seguro que es mucho más interesante lo que él dice que yo. Simplemente eso, la reflexión que hacía al principio. Es muy importante que concienciemos y eduquemos a la gente, a todo el entorno, de la importancia que tiene el medioambiente. Si no hay medioambiente, si no somos capaces de cuidar nuestro planeta... Todo lo que hagamos, todo lo que tengamos es para nada. Si al final, por mucho que consigamos nosotros, por mucho que mejoremos, por mucho que vivamos bien, si eso es a costa de matar a lo que nos rodea, de matar nuestro entorno, al final estamos muriendo todos poco a poco. Así que poco más. Muchísimas gracias por estar aquí en Cádiz. Esperamos verte en otras ocasiones y me gustaría tener más tiempo para volverme a quedar a la conferencia. La veremos por internet. Muy bien, de acuerdo. No es común que uno sea, vamos, si eres gadita, gadita, porque en la calle ancha, el que es de Cádiz es difícil que le hagan un tirón. Normalmente se encuentra, pero hasta Fernando Valladares encuentra gente en la calle ancha. Bueno, pues, la introducción me la salto y para ilustrarlo sobre la situación en la que nos encontramos con el cambio climático, tenemos el privilegio y el placer de contar con Fernando Valladares Ross. Me ha dicho que nació en Argentina, o sea, con las connotaciones que ahora... Y, desde luego, las gracias. Gracias a los que han hecho posibles las instituciones, UNED, Diputación... el colegio de médicos, las personas que hay detrás de cada una de estas cosas. Pero muy especialmente las gracias a todas y todos los que estáis aquí o los que nos puedan luego escuchar porque de alguna manera me estáis dando lo único que tenéis, que es vuestro tiempo. Y vivimos en una sociedad que no somos conscientes de lo raro que es una hipoteca. Hemos normalizado el concepto de hipoteca y la hipoteca es dar el presente a un banco. El pasado no existe, el futuro tampoco y se lo damos a un banco. Vosotros me estáis dando un poco de vuestro presente y por tanto para mí es motivo de agradecimiento y como digo, espero estar a la altura de ese regalo, de ese préstamo que me hacéis de vuestro tiempo. Cuando uno se enfrenta a hablar de estos temas como la pérdida de biodiversidad, la contaminación o el cambio climático, y sobre todo cuando ya llevas unos cuantos años y tienes el esfuerzo de... Siempre lo hago diferente. Siempre intento situarme en qué tipo de audiencia me voy a encontrar, pero siempre pienso que tienes ante ti el desafío de combinar varias piezas, sobre todo cuatro grandes piezas que las proporciones hacen toda la diferencia. En estas piezas del cambio climático hay una pieza indudable que es la ciencia y yo como científico pues la traeré, traeré cosas de ciencia, pero la ciencia no basta porque estamos ante un problema humano y por eso otra de las piezas es la humanidad, la empatía, los valores. Pero hay otra pieza que es el apocalipsis, o el miedo, o cielos que horror, o como lo queráis llamar, porque estamos ante un problema difícil. Y por supuesto otra pata importante es y cómo salimos de este lío. Soluciones, posibles soluciones, hacia dónde mirar. Entonces las proporciones de estas cosas van cambiando según mi estado de ánimo, según las personas que me encuentro en la calle ancha, y el tiempo que haya tenido para leer, digerir la información más reciente y contextualizarla. Traeré piezas nuevas, pero me he tomado la libertad de asumir que encajaríais un diagnóstico difícil. Sabéis que estando en un contexto de médicos, corregidme si me equivoco, pero no siempre ha sido común que los médicos daban el diagnóstico completo cuando la enfermedad era grave. Ha habido momentos y circunstancias en las que los médicos suavizaban un poco el diagnóstico porque se pensaba o se podía pensar que un diagnóstico duro podía todavía tener efectos en cascada negativos. Bien, lo hemos visto con cómo hemos gestionado los suicidios. Las estadísticas del suicidio en España se han ocultado porque pensábamos de alguna manera que daban ideas. Yo me he tomado la licencia sin conoceros de que encajaríais un diagnóstico duro y destino una parte de la charla, de forma creo relativamente llevadera, pero con una carga de profundidad bastante dura, porque a la situación no se le escapa a nadie y estamos con bastantes problemas. ¿Podríamos hacer? ¿Podríamos hacer broma de aquello de Houston? Tenemos un problema. El problema podemos llamarlo cambio climático, pero veréis que tiene muchas ramificaciones. Pero también espero no dejarme algunas de las otras piezas de ingredientes. La ciencia pone sobre la mesa salidas, pero las salidas no son científicas. Las salidas son humanas, son políticas, son decisiones de todos y todas y hoy por hoy la manera en la que nos hemos organizado para ponernos mayoritariamente de acuerdo es la democracia. El problema que tiene la democracia es que hace falta democracia. Y de esto no andamos muy sobrados. Igual que de valores hace falta gente con valores y de esto tampoco andamos muy sobrados. Y también parto del hecho de que en esta sala no somos una representación estadísticamente realista de lo que es Cádiz, ni España, ni el mundo, porque somos personas que en una mañana donde podríamos estar soleándonos o haciendo dinero nos hemos decidido parar y dedicarle un rato a esto. Así que esto como introducción. Espero que os interese el viaje y estaré encantado de luego seguir debatiendo en el tercer tiempo lo que os sugiera la charla. Bien, me había propuesto ponerme un poco de pie, si el aparato además me lo permite. Bueno, si no, les doy aquí. Me pongo aquí al aparato. Hay que ponerlo aquí. Un placer, un gusto. Gracias. Que vaya bien. Bueno, ya veo con el ratón. Bien. Hay siete países que ya capturan hoy en día más carbono del que emiten. Carbono es ese elemento que está en el CO2, es parte de un ciclo. Bien, creo que quien más quien menos todos saben que tenemos un problema de carbono en la atmósfera que es el que está provocando el cambio climático. Hay siete países que ya están en esa situación positiva en el sentido de que... Reducen el problema, ¿no? Estos siete países son Bután, Surinam, Madagascar, Guayana, Panamá, Gabón y Niue, que no creo que muchos se hayan oído hablar de. A Panamá de muy poco le está valiendo ser neutral en carbono. En Panamá uno de cada diez viven a menos de diez metros sobre el nivel del mar. Y he traído este ejemplo a propósito, es un ejemplo de actualidad, ahora veréis por qué, pensando un poco dónde estamos. En Cádiz, en el paseo que hemos visto, aquí estamos a poco nivel sobre... a poca altura sobre el nivel del mar. 300 familias de estas islas, las Guanayala, antes llamadas San Blas, han sido trasladadas a tierra firme, un poco de urgencia, en estos días se están trasladando. Os podéis imaginar el shock emocional, cultural, económico, psicológico que supone para estas familias que se han criado en pleno Caribe ser trasladadas a poco menos que unos barracones. Para 2050 se estima que ninguna de las 365... veo que no se ve del todo la diapositiva por esta imagen, pero no sé si la puedo poner en otro lado. Bien. Ninguna de las 365 islas quedarán por encima del nivel del mar. Actualmente hay unas 40 o 50 donde hay bastante gente que ya están siendo inundadas, ¿no? Y no es un problema aislado o que solo competa a Panamá. Los americanos viven en situaciones parecidas, bajas y costeras. La rapidez, por tanto, como decíamos ya en el título, la marca el que va más lento. De nada nos sirve lo que haga Panamá si seguimos muchos de los demás yendo despacio. Sí. ¿En dónde? Esta de aquí. Vale, ahí está. Perfecto, la puedes tomar pequeñita. Muy bien. Esto es un dato de contexto, ¿no? Cada año se emiten alrededor de todas estas cantidades 36.000 millones de toneladas de CO2, 36.000 gigatoneladas, ¿no? Y aquí tenéis un cuadro de quiénes son el top 10, ¿no? Los 10 países más emisores. Hemos hablado de los 7 que son neutros. Y aquí tenéis a China. Están en orden de los que más emiten, China, Estados Unidos, India, Rusia, y los que menos emiten, Japón, Alemania, Irán, Corea, Arabia Saudita e Indonesia. Fijaros que solo entre China y Estados Unidos es casi la mitad de todas las emisiones. Así que el que esos países vayan haciendo sus deberes, en realidad está muy lastrado por la velocidad a la que estos otros países lo hacen. Y ahora vamos a ver la otra parte del título que nos debe hacer reflexionar. Y luego entraremos en más detalles. Pero esto que decimos de los más vulnerables, tanto las crisis inducidas por el clima como el aumento de las temperaturas en sí misma, tiene un impacto muy desproporcionado en las mujeres. No porque las mujeres sean más sensibles fisiológicamente al cambio climático, sino porque social y culturalmente están más expuestas. Incluso en el mundo más desarrollado, donde pensamos que las mujeres y los hombres trabajamos en lo mismo, pues las incidencias de los eventos extremos y de la subida de las temperaturas es significativamente mayor, aunque en menor escala, que en los países más desfavorecidos sobre las mujeres. Esto tenemos que sumarle, por supuesto, efectos en la desnutrición, en la deshidratación, que son, digamos, los primeros impactos del cambio climático que sufren muy especialmente, como digo, las mujeres del mundo más que los hombres. Bueno, y pensar en los niños. Una estadística muy sencilla revelaba que un incremento de 0,7 grados, que es la mitad de lo que nos hemos calentado desde la era preindustrial, llevaría al 95% de los niños y niñas de este mundo para el 2050 a tener problemas serios de desnutrición. Fijaros, un incremento de menos de un grado llevaría al 95% de los niños y niñas. ¿Por qué? Porque son muy vulnerables. Aunque en los países desarrollados los sobreprotectores... Dejemos, desde gorras, filtros o en la habitación más fresquita, llega un momento que no pueden escapar. Y fijaros cosas que el cambio climático, y lo voy adelantando porque luego al final hablaré más de ello, pero el cambio climático aumenta cosas que uno pensaría que tiene que ver. Pues tiene mucho que ver. La mutilación genital femenina aumenta significativamente con el calentamiento climático, con el calentamiento del clima y el fallo de las cosechas. El matrimonio infantil, la violencia de género. Las violaciones a las mujeres aumentan exponencialmente. Exponencialmente, con pequeños cambios en el clima. Así que fijaros quiénes están sufriendo las consecuencias y, por tanto, la eficacia de las medidas en donde las tendríamos que mirar. Hemos logrado un éxito. Un éxito incuestionable. Somos muchos. Somos 8.000 millones de personas. Hemos cumplido el mandato bíblico al pie de la letra. Y desde luego, desde el punto de vista ecológico, ser muchos es un criterio de éxito. ¿Cómo lo hemos logrado? Bien, pues la verdad es que muchas de las cosas no las hemos hecho del todo a propósito ni muy programadas. Pero se pueden resumir en dos estrategias que revelan mucho dónde estamos. Por un lado hemos reventado los ciclos de la materia y la energía. Como sabéis y recordáis quizá de los tiempos del bachillerato, la materia y la energía ni se crean ni se destruyen, pero es verdad que puedes enredar bastante con ella. Y el ciclo del carbono, antes he mencionado el CO2, el ciclo del nitrógeno, fundamental para fertilizar la tierra. Señores Haber y Bosch, químicos que recibieron un premio Nobel, encontraron la manera de secuestrar el nitrógeno donde es muy abundante, en el aire, y ponerlo en la tierra donde hace falta para sacar judías como si no hubiera un mañana. Claro, al principio ha permitido el despegue de la humanidad, pero veréis que eso ha tenido consecuencias. Y también hemos reventado un ciclo que nos es en el Mediterráneo muy importante. ¿Qué es el ciclo? El ciclo del agua. No hay nadie, por mucho que os lo prometan en temporada electoral, que pueda crear agua. Y el agua dulce es muy escasa, el agua salada no hay más que ver Cádiz. El 2,6% de este planeta azul dominado por agua es solo el agua que podemos usar y la naturaleza tiene sus ritmos y el ser humano tiene prisa, sobre todo el del siglo XXI. Y otro de los aspectos que hemos hecho es tomar prestado de los recursos de las generaciones futuras. Antes os hice una... Una alusión, nada más empezar, a que me estáis regalando lo único que tenéis. Es el tiempo. No somos conscientes con las deudas transgeneracionales. Cuando nos bebemos el agua, más rápido de lo que se repone, nos estamos bebiendo el agua de nuestros hijos. Es literalmente así. El agua del subsuelo tarda en algunos sitios 10 años, pero en otros tarda 30 o 40 años en reponerse. Si la sacamos ahora, es el agua de, ¿qué digo?, de nuestros hijos, de nuestros nietos. Y eso lo hacemos con todo. ¿Cómo podemos vivir en un planeta? Solo tenemos uno, en el que ya sabéis que la huella promedio es de dos... Necesitaríamos dos planetas y medio para compensar nuestra huella. Y los niños, menos mal que hay niños, se preguntan, ¿cómo podemos ser? Si solo tenemos un planeta, ¿cómo podemos estar usando dos y medio? Por los miles de años de acumular capital natural. Si tuvierais una herencia, os recomendarán, si el trofeo es grande, que no viváis del capital, que viváis de los intereses. No os comáis la herencia. Bueno, pues nosotros no nos estamos comiendo la herencia. Estamos viviendo, tendríamos que vivir de los intereses, pero estamos viviendo del capital. Es decir, lo que la Tierra tuvo de excedente durante siglos o milenios, nos lo estamos comiendo en unos pocos días. No hay energía más renovable que la gasolina, pero su tiempo de renovación es algunos millones de años, y nosotros la quemamos en unas horas. Este es el enredo mayúsculo que el ser humano... El ser humano hace pensando que todo lo controla. No, controlas unas partes, pero no controlas el ciclo entero y, por tanto, si tú tienes prisa por quemar gasolina, pero luego le dejas unos cuantos millones de años a que los ecosistemas repongan gasolina, pues tienes un problema. Para ser tanto, por tanto, tuvimos que producir mucha comida, porque necesitamos comer, y también mucha energía, porque es que para vivir necesitamos energía. Bien, producimos números aproximados, redondos, fáciles de llevarse a casa. El doble de la comida que hace falta. Y muchos me dirán, ¿que hace falta para qué? Digo, pues para comer. Aquí no hay ninguna trampa. Los seres humanos comemos X y producimos 2X. Bien, pero todos sabemos que hay 11 millones de personas que mueren todos los años de hambre. ¿Cómo es posible que mueran de hambre si sobra comida? Bienvenidos a la civilización del homo sapiens. De hecho, la frase quizá más provocadora de las que diga hoy, que me gusta provocar sobre todo no tanto como un deporte vacío, sino porque os queden las ideas resonando en la cabeza y esta tarde, mañana, cuando leáis otra cosa o escuchéis otra cosa, digáis, lo hagáis vuestro y veáis lo incongruente que es nuestra civilización, el margen de mejora que tiene. Precisamente hay hambre en el mundo porque producimos el doble de la comida que hace falta. Es decir, la solución no es producir más comida. Producir tanta comida es lo que nos ha traído aquí. Lo que hay que producir es menos. Pero fijaros todas las cebollas que se han producido en Andalucía, que ahora hay que tirarlas. O todos los limones que se han producido en 2023-2024. Que la mitad de ellos se han destruido in situ porque el mercado no los absorbe. Para hacer un kilo de limones hacen falta 435 litros de agua y no tenemos agua. Pero es el mercado, amigos. Bien. Esto hay que empezar a entenderlo porque si no lo entendemos va a ser difícil que lo arreglemos. Así que convertir el suministro de alimento en un negocio explica un hecho dolorosísimo que es que el servicio alimentario, el sistema alimentario global, ya no tiene como objetivo desde hace tiempo alimentar. Su objetivo no es alimentar. Su objetivo es otro. Podemos llamarlo hacer negocio, enriquecer, subir el Producto Interior Bruto. Pero de luego no es alimentar porque si te sobra comida y hay 11 millones de muertos, claramente no está orientado a su objetivo. ¿Qué le pasa al cambio climático? Todas estas cosas están muy relacionadas. Luego veréis algunas de las relaciones. Bueno, el cambio climático en buena medida hoy en día se origina a base de quemar combustibles fósiles porque tenemos prisa y porque en los combustibles fósiles hay un montón de energía que reacciona. Rápidamente podemos utilizar para las cosas que tenemos esa prisa por usar. Por quemar esto de entrada mueren 9 millones de personas cada año. Vaya por Dios. La contaminación atmosférica que viene en buena parte de quemar todo esto mata 9 millones de personas cada año. Poner en contexto, dos años de coronavirus mataron 7,5 millones. Cada año la contaminación mata más que la COVID y fue histórico. Se nos olvidan. Por eso intento relacionarlos con cosas para que nos quedemos más que con el valor exacto, con la cosa de que matamos en un año por contaminación más de lo que mató la COVID. La crisis ambiental estando impulsados por el Colegio de Médicos me parece importante que veamos el papel mayúsculo que tuvo la medicina en el siglo XX de duplicar la esperanza de vida. Arrancamos el siglo XX con 40 años de esperanza de vida y acabamos casi con 80. Eso fue buena, buenísima medida debido a los avances climáticos. encajar, pero asumo que lo encajáis con cierta deportividad por eso me animo a decir cosas duras en esta audiencia, indudablemente cuando me invitan a un instituto, a un colegio a los más jóvenes, uso otro tono y pongo otros números, en realidad lo que quiero es desafiarnos, el cambio climático afecta nuestra salud por muchas maneras la economía ha sido utilizada muchas veces como una manera transversal de comunicar los impactos en los ecosistemas, los problemas porque todo el mundo le preocupa el dinero pues yo creo que cada vez más nos empieza a preocupar nuestra salud porque hemos visto que el dinero no se come y que a veces por generar dinero nos estamos quedando sin esperanza de vida de nuestros hijos o con una salud mermada, cambio climático afecta directamente de forma muy cruda a más o menos o está implicada en la muerte de medio millón de personas cada año, pero hasta decenas de millones de personas son afectadas y llegan a morir por todas las cosas en nuestra vida que se ven afectadas por el cambio climático, por supuesto vectores de enfermedades infecciosas de origen tropical que empiezan a estar en latitudes templadas, muy bien documentado con la malaria, hace décadas pero ahora cada vez más enfermedades tropicales que empiezan a avanzar, pero enfermedades cardiovasculares, respiratorias alergias, la calidad no solo la cantidad del agua, la calidad de los alimentos, un montón de aspectos que el cambio climático no viene más que a complicar y las migraciones, la mitad de los migrantes están impulsados por el cambio climático un tema, por cierto, de gran actualidad y que es la horma del zapato civilizatorio actualmente pandemias, venimos de una y estamos pensando que entendimos cosas lo estábamos hablando antes de empezar entendimos algunas cosas y hemos querido olvidarlas, hay una parte lógica emocional que queremos pasar página pero quizás debería haber una parte que tendría que estar presente para no caer exactamente en los mismos errores las pandemias de tipo zoonótico como la del coronavirus la COVID-19 es lo que se conoce como una enfermedad emergente, es algo que se está convirtiendo en algo importante y cada vez más frecuente el 70% de las enfermedades emergentes son zoonosis son enfermedades infecciosas de origen animal que saltan a la especie humana y se puede identificar todo un abanico de factores que las hacen más probables y muchos de ellos son ambientales degradar ecosistemas fragmentar bosques, manipular especies, el tráfico ilegal pero también el venderlas vivas hasta el último momento con un sistema inmune deprimido que hace que el mismo animal cualquiera de nosotros que estemos una semana comiendo poco y mal pues tenemos nuestro sistema inmune flojo y todo lo que tenemos dentro herpes o lo que queráis se manifiesta, en fin, un montón de cosas que pasan como no por la producción desmedida, industrial insalubre de entre otras cosas carne, en unas cantidades obscenas que de hecho nos matan que sepáis que un millón de personas mueren anualmente por comer exceso de carne roja cuanto más dinero se tiene más carne roja se come pero no todas las fisiologías humanas pueden gestionar una ingesta repetida de tanta cantidad de carne roja con la derivada de que esa carne roja consume mucho agua y emite muchos gases de efecto invernadero con lo cual es un efecto bastante como que podríamos acorralar y tenemos las macrogranjas ideadas por el sistema económico para producir esa carne en gran cantidad de forma muy barata de tal manera que todo el mundo pueda comprarse un fuet y muy pocos se puedan pagar un brócoli porque es mucho más caro, hemos invertido la pirámide trófica y nos comemos con más digamos holganza económica Al que come brócolis que al propio brócoli. También difícil de explicar. El cambio climático, todas estas cosas ocurren a la vez. Esta es la parte un poco de miedo, yo lo entiendo. Luego espero que nos relajemos un poco. Yo mismo lo necesito, yo no puedo estar hablando a esta intensidad y de estas catástrofes todo el rato porque llega un momento que tengo ensoñaciones. Pero el cambio climático y las pandemias, como la contaminación y tantas agresiones al medio ambiente que muchas veces hacemos sin saber, sin ser conscientes, ocurren a la vez. Y el cambio climático amplifica la mitad de las enfermedades patogénicas. Virus, bacterias, microorganismos de todo tipo, protozoos, hongos. En este estudio reciente se hace un análisis, se ven los mecanismos por los cuales el cambio climático hace las cosas un poco peores en el término de enfermedades patogénicas. Y ahora que estamos muy sugestionados por las guerras, por un escenario de guerras. Hemos visto la invasión de Ucrania, estamos sufriendo el genocidio de Palestina y nuestro cerebro reptiliano, que apenas evolucionó un poco para ser primate, sigue muy retrasado de lo que es nuestra tecnología, sigue muy retrasado de lo que es nuestra cultura, nuestra sociedad. Es un cerebro que nos provoca aflicción. De hecho, el primate del siglo XXI se denomina, y se puede caracterizar... ...como un primate afligido. Porque vivimos atormentados por la cultura y la civilización que hemos creado. Hay momentos de gloria, una ópera o una conferencia que no hable de estas cosas. Pero nos hemos deshumanizado, nos hemos alejado de la naturaleza y vivimos afligidos, atormentados por una realidad que nos desborda. Pero eso sí, el legado de nuestro cerebro reptiliano te dice, ojo, la violencia mata y eso es un peligro. Y entonces cuando vemos sangre, vemos un cuchillo, vemos un fusil... Nos asustamos y salen los titulares, no sé cuántos muertos. Vamos a ver muertos. Aquí tenéis el mapa de los conflictos, pero si sumamos al año por conflictos bélicos sumados todos, son 125.000 muertos directos. Comparar con el medio millón de muertos directos por el cambio climático, la cuarta parte, la tercera parte, a los que hay que sumar 100.000 bebés y 300.000 civiles, no llegan aproximadamente a medio millón de personas que mueren cada año por conflictos bélicos. El cambio climático mata decenas de millones de personas. 9 millones de personas cada año. Solo la contaminación atmosférica, ya os dije, 9 millones. La contaminación atmosférica ya son cuántas veces más que todos los conflictos armados. El cambio climático son 20 veces más y le dedicamos un tercio del Producto Interior Bruto a defendernos de lo que nos amenaza mucho menos. Es súper dura, súper cruel, no estoy para nada justificando la muerte violenta, pero no es la mayor amenaza, ni mucho menos, que tenemos a nuestra salud. Pero nuestro cerebro reptiliano... Nuestro cerebro es reptiliano y hay que aprender a quererse. Y el riesgo del cambio climático lo vemos como un riesgo indiferido que no nos va a afectar. Ahí estamos. Así que decenas de millones en riesgo cada año por el cambio climático y le dedicamos un tercio del dinero frente a lo que le dedicamos a defendernos de los conflictos bélicos y violentos, ¿no? Esta tensión tan tremenda entre nuestra manera de hacer las cosas, que le podemos llamar civilización, y el cambio climático... Que es una de las, digamos, consecuencias no deseadas de esta manera de hacer las cosas. Este conflicto, esta tensión no va a durar mucho tiempo. Porque es tan intensa que no se puede mantener muchas décadas. Se va a resolver para un lado o para el otro. Y la inteligencia, que yo animo a que ejerzamos nuestro epíteto específico de sapiens, nos autodenominamos sapiens, oye, pues igual podemos intentar estar a la altura de habernos puesto ese autotítulo. Bien, sería inclinar esta tensión hacia nuestro lado. Si no la inclinamos, quiere decir, si no hacemos cosas para que nuestra civilización entre en menos conflicto con el cambio climático, el cambio climático, las leyes físicas del planeta, los límites planetarios, mil maneras que la ciencia puede poneros de cuantificar esa tensión, se va a inclinar hacia el lado de la física, la química, la termodinámica y nosotros pasaremos a la historia. Una cuestión que los biólogos sabemos muy bien. Creo que en el inconsciente o subconsciente colectivo también está, es que la mayoría de las especies están extintas. Claro que nos vamos a extinguir, pero no hay que darse prisa. El cambio climático es una realidad muy difícil, ¿no? Es muy difícil de entender, porque es muy compleja. Hay muchos factores en el clima. Luego ilustraré alguna cosa. Pero además de que es difícil de entender por la propia ciencia, es muy difícil de aceptar. Porque el cambio climático viene aquí y te dice, ojo con estas vacaciones, ¿a dónde te vas de vacaciones? Pero cómo me va a venir a decir... El cambio climático, ¿a dónde voy de vacaciones? Oye, si yo he ahorrado 50.000 euros, me los gasto como me dé la gana. Tú verás, pero es que... Entonces, en realidad, es una realidad complicada el cambio climático. Es una realidad que te desafía, que estamos acostumbrados... Pensemos que como civilización estamos evolucionando a duras penas de nuestro cerebro reptiliano. Lo hemos adornado de muchas cosas y parece como que hemos madurado, pero estamos todavía en una fase adolescéntica. ¿Qué le caracteriza a un adolescente? Va en bicicleta sin casco porque no piensa que se vaya a abrir la cabeza nunca. Pues ahí estamos nosotros. Estamos en esa fase adolescéntica. Ojalá nos demos un poco de prisa para decir, oye, que a veces, muy pocas veces, te caes y se te abre la cabeza, ponte casco. Bien, eso sería aceptar. Aceptar las condiciones. Y una consecuencia de aceptar sería dejar de hacer pudiendo hacer. No, no, si yo estoy borracho, pero puedo conducir. Bueno. De que te arriesgas una multa de tráfico es que te puedes dar un piñazo tremendo. Sería interesante que pudiendo conducir, como dices tú, no conduzcas estando embriagado. Pues esta embriaguez en la que vivimos nos permite pensar que podemos ir a Marte. Elon Musk se lo está proponiendo muy... Pero el mismo Elon Musk nos avisa, mientras nos vamos a Marte, que nos va a llevar un tiempillo, cuidemos el planeta porque es donde vivimos. Yo digo, bien, bueno, ecologista de segunda generación, pero nunca es tarde. Y es muy difícil mitigar el cambio climático. Porque hay muchas causas, muchas actividades humanas que generan distintos gases CO2, pero no es el único, que tienen ese efecto de calentar la atmósfera. Todos tenemos conciencia de que el cambio climático afecta. Afecta al agua, afecta a la energía, dos cosas básicas, a los alimentos, la tercera cosa básica que necesitamos. Pero lo que no siempre tenemos tan claro, y de hecho a la ciencia le cuesta un montón cuantificar, es la relación contraria. ¿Por qué? Cosas que se ven afectadas por el cambio climático... ¿Cómo vuelven a afectar al cambio climático? Claro que el cambio climático afecta a la moda, lo sabemos todos, mejor o peor. Podemos ver el efecto del cambio climático en el transporte, también lo podemos entender, pero ¿cómo un transporte afectado por el cambio climático vuelve a afectar al cambio climático? Ostras, eso ya es de un máster. Y podemos intuir que esas interacciones van en los dos sentidos, ¿no? El consumo de agua por la moda, la emisión de gases por otras formas de transporte, vuelven a tener un efecto en el cambio climático. Esto es para ilustrar solamente como una pincelada de por qué la ciencia se ha quedado un poco corta, porque el escenario de 2023, donde veis las distribuciones de temperaturas, veis el grado y medio, todos sabéis lo que significa ese grado y medio. Quizá algunos o algunas no tengan muy claro qué es ese grado y medio, pero igual sí que se acuerdan. De esas mujeres que se pegaron a un cuadro en el Prado y pintaban antes de ser arrestadas, 1,5 grados. Al menos os suena algo de ahí. Ese 1,5 grados es la temperatura de calentamiento que no deberíamos rebasar sobre la temperatura que tenía el planeta antes de empezar el gran lío de la revolución industrial. Era una temperatura, ese grado y medio global, que la ciencia consideraba como un límite de seguridad. Si lo rebasábamos, empezábamos a tener un clima peligroso para nosotros mismos. Bien, pues la distribución de temperaturas en el 2023 ya está prácticamente toda ella a la derecha del grado y medio. Es verdad que le afecta un poco el evento del niño. Ahora el evento del niño, que es un evento natural, pero también acelerado por este cambio climático, pues está bajando de intensidad. Probablemente se reajuste un poco esta gráfica, pero estamos ya con un pie. Fuera de ese límite de seguridad. Y esto a la ciencia le costó calibrarlo. Se calculaba que este escenario, en lugar de en el 2023, podía estar casi en una década vista o varios años por delante. Pues está adelantándose a lo que la ciencia consideraba más probable. Y ahora, en este año 2024, vamos a galopetendido. Australia al borde de superar los 50 grados en este año. Para Australia unas temperaturas anómalas. Pero recordad, es verdad que Córdoba, 50 grados, pues a veces hasta no se sorprenden mucho. Ellos bajan los postigos, echan una buena siesta y dicen que escampe. Pero 50 grados es una temperatura en la que la mayoría de las proteínas coagulan. Proteínas como la clara de huevo y se te hace una tortilla. Pues si no están esas proteínas protegidas, coagulan a 50 grados. O sea, son temperaturas para las cuales la vida ya tiene un fuerte desafío, ¿no? No son temperaturas que dices, uf, qué calor. No, es una temperatura, como digo, en la que los pájaros hacen pa, porque no tienen capacidad. Es disipar el calor. Fijaros las mapas de la India en este premonzón. La prensa local hablaba de la nación entera como una bandera roja gigante. O la temperatura récord en Nagpur, 54 grados. Un sitio muy habitado. Hasta entonces el récord lo tenía con un grado menos el Valle de la Muerte en California, que por estar debajo del nivel del mar es un cocedero aquello. Y ahora una región altamente habitada como esta de Nagpur, con temperaturas de 54 grados. Esto es este año, esto es ahora. Aquí tenéis una de las preocupaciones mayores de la ciencia actual. Estoy acabando un poco la fase esta del miedo. El mar, estáis rodeados de mar y sabéis lo importante que es el mar y aquí corre una brisa que es maravillosa. Bien, los mares absorben calor, pero estamos viendo que ya no tienen la misma capacidad de compensar lo que se está calentando la atmósfera. ¿Por qué? Porque ellos ya están muy calientes. Aquí tenéis algunas distribuciones de todos los años, desde el año 79 que hay buenos datos para el mar entre los 60 grados norte y 60 grados sur. Toda esa gran franja de océano que nos amortiguaba un poco ese calentamiento. Ya tenemos el 2016, fue un año donde el niño fue muy fuerte, digamos por la anomalía del niño, pero mirad el 2023 como quedó muy por encima, pero el 2024 va por encima del 2023. Va muy deprisa calentándose todo y los mares ya no son tan aliados. Como lo han sido porque ellos mismos ya están recalentados. La semana pasada un científico, Stefan Ramstorf, podéis buscar en redes, hace algunas presentaciones diciendo, wow, esto va rápido. La ciencia no lo entiende todo, pero está yendo muy rápido. Y esa zona azul es el Atlántico Norte y quizá hayáis oído hablar de la alteración de la cinta de transporte de calor o la circulación marina en el Atlántico Norte. Esta película que ya tiene varias décadas del día después en la que la ciudad de Nueva York entraba congelado y era una cosa un poco así, muy cinematográfica, se basaba en aquel entonces en modelos. Ahora ya tenemos datos. Esa cinta de transporte está yendo más despacio. Y Europa, paradójicamente, el norte de Europa, España queda un poco libre de este problema, pero buena parte de Europa y de la costa este de Estados Unidos entrarían paradójicamente en una clase, a pesar de que todo sigue calentándose. ¿Por qué? Porque esa cinta que transporta el calor de las zonas más cálidas a las zonas templadas se interrumpe y empieza a haber anomalías. Ha ocurrido en escala geológica otras veces en la historia del planeta. Ha ocurrido mucho más despacio y sabemos las consecuencias. Y ha habido zonas, en Drías, por ejemplo, si queréis buscar, D-R-Y-A-S, ocurrió algo parecido. Se desconectó esa cinta y hubo unas zonas secas y muy frías en algunas zonas. De Europa. Y eso está ocurriendo muy deprisa. No acabamos de aplanar la curva. ¿Os acordáis cuando estábamos confinados? Antes de tener vacunas, estábamos mirando todos el telediario un poco ansiosos a ver si lográbamos aplanar la curva de contagios. Si lográbamos amortiguar aquello. Pues eso es lo que tiene que ocurrir con las emisiones de gases de efecto invernadero. No terminamos de aplanar la curva. Pero es que desde el 2015, desde el Acuerdo de París, nos habíamos prometido todos, bajo la sonrisa... Blanca de Obama, de que bajaríamos las emisiones. Pues no las bajamos. Pero es que tampoco terminamos de aplanarlo. Este dibujito no es que quiera que entendáis todo lo que hay ahí puesto, pero es un diagrama para que la ciencia hace desde el último informe del Panel Internacional de Cambio Climático, que tampoco tiene apenas un par de años, pero en estos dos, tres años han ocurrido muchas cosas y va comparando. Y nos hemos quedado cortos. Y te va diciendo los gases de efecto invernadero que nos quedarían. Por ejemplo, teníamos un presupuesto... Podíamos emitir hace apenas un par de años 500 gigatoneladas porque teníamos ese margen. Ahora ese margen se ha reducido a menos de la mitad, solo podemos emitir 200 si no queremos realmente sobrepasar mucho esa temperatura. Y muchas de las cosas que se decían hace apenas 2-3 años en ese informe global han sido anticipadas, estamos a galope tendido. Y todo esto deriva de algo que se nos da muy bien pero que es muy tóxico, que es hacer negocio de todo. Si yo no estoy en contra de hacer negocios, pero el orden de los factores altera profundamente el producto. Si tu primer objetivo es hacer negocio y después dar el servicio, has cambiado. Cosas van a ir muy distinto que si primero es dar el servicio y después, por supuesto, que sea económicamente sostenible. Y con el agua, con el alimento y con la energía hace ya tiempo que invertimos el orden y por eso están fuera de control. Están descontrolados. ¿Por qué? Porque quien lo regula no es la provisión del servicio, sino quien lo regula es un mercado que no tiene fin. Un mercado en el que hay inversores perfectamente deslocalizados que cuanto más dinero, pues mejor. Y hoy invierten en ladrillo, mañana en cebollas. Pasado lo que sea, porque da igual. Porque es el dinero por el dinero. Y eso no tiene ningún mecanismo de control. Y hoy somos los ciudadanos y animamos alegremente a nuestros políticos a que sean un poquito más valientes y vuelvan a recuperar un poco una cierta posición de regular los mercados o esto de los mercados y la regulación de los mercados y la oferta y la demanda, es que no funciona. Es un pensamiento mágico al que nos hemos acostumbrado. Pero si hablamos de dinero, que a mí no me gusta mucho hablar de dinero. Hablemos de dinero. ¿Pensáis que saldría económico todo esto si repercutiéramos, por ejemplo, en los precios del petróleo? No digo ya las muertes, que nadie sabe cuánto vale una muerte, pero los gastos sanitarios sí los podemos calcular. Y si repercutimos los gastos sanitarios o los gastos humanitarios de asistir a las personas en crisis, todas las tensiones sociales, todo eso se puede contabilizar. Habría más gastos, pero solo poniendo eso, ¿creéis que saldría rentable? Bueno, basta. Hay que dar una cuenta a los desastres ambientales generados o amplificados por el cambio climático y todas las agencias de seguros del mundo te dicen no hay dinero. Y la prueba es que los millonarios de California, los actores y actrices de Hollywood tienen mucho dinero, contratan unas pólizas de seguros millonarias, se les quema la casa y como no se les quema a uno sino a varios, las agencias de seguros dicen I'm sorry, no money. Es una prueba concreta de que no tenemos dinero para hacer frente a lo que está pasando. Mirad cómo han aumentado los costes asociados al clima extremo. Este es el número de tormentas de mil millones de dólares cada uno. Eventos extremos son dos maneras de representarlos en dos fuentes, pero que vienen a mostrar una dinámica muy parecida con valores del orden de 25, más de 25, 27 desastres anuales de mil millones de dólares. ¿Quién puede hacer frente a eso? Y es una parte del cambio climático. Recordad ese circulito de colores de todo lo que afecta al cambio climático. No tenemos dinero para pagar esto. Así que, y bueno, y el turismo. Estábamos viendo cuando veníamos un gran crucero. Primero, pequeña cosita de andar por casa. Galitanos y galitanas. ¿Cuánto dinero os deja el crucero? El humo os lo coméis entero. En fin, el turismo ahora mismo está siendo cuestionadísimo en España, pero sigue habiendo una fuerte presión porque es una parte consustancial del Producto Interior Bruto de España. Y de los españoles nadie se acuerda, solo se acuerda de su Producto Interior Bruto, que está bien a lo mejor tenerlo como referencia, pero en fin, de momento el cambio climático ya está empezando a alejar a los turistas del sur de Europa. Estos son valores, cuanto más en rojo, más porcentaje de turismo que dice en España hace demasiado valor y se van yendo cada vez más al norte. Pero fijaros lo que vale el terreno. Si alguno de vosotros o vosotras tiene o piensa tener un terrenito, pues para finales de siglo la depreciación. La depreciación en España es del orden de un 80 a un 90% por el cambio climático solo. No me refiero solo a que hayáis comprado un terreno en primera línea de costa y el mar lo inunde, sino en general. ¿Veis los mapas? En Morao muy intenso y Andalucía está entre los sitios donde más se deprecia el terreno y estamos hablando de puro dinero. Conste, una cosa que a mí no me gusta mucho hacer, pero que hay que entrar en esta sociedad también por ahí. Y titulares en la vanguardia que se hacen eco de un artículo publicado en la revista Nature. Donde España es de los primeros que van a ser golpeados económicamente por el cambio climático. El 18%, prácticamente, 17,8% de nuestra renta per cápita se va a ver impactado negativamente para mediados de siglo solo por el cambio climático. Y esto es una estima conservativa. O sea, si nos preocupa el dinero, aquí hay fuente de preocupación. Fijaros cuánto cuesta el agua mineral. Y os hago esta pregunta porque es una provocación al sistema en el que vivimos. Pues cuesta más o menos lo mismo en una gasolinera que un litro de gasolina. Ahí tenéis los precios, no solo pasa en España. Tenéis los precios del agua mineral entre 40-50 céntimos hasta casi 2 euros. Y el precio del diésel o la gasolina pues anda por ahí. Fijaros la cara de este señor, que es un CEO de Petronor. Este señor, Andreu, estaba perplejo y decía, en una gasolinera un litro de agua es más caro que uno de gasolina. El señor Petronor. El señor Petronor. Pero esto lo han hecho ustedes posible. Pero no es nada normal. Él mismo se estaba dando cuenta como decir, un litro de gasolina que hay que sacarlo del fondo de la tierra, depurarlo, transportarlo, almacenarlo, volverlo a traer, volverlo a repartir. Y tú te lo pones en tu coche por un euro y medio y te compras una botella de agua y te cuesta un euro y medio. Esto no es muy normal, ¿no? Pero todavía es menos normal que estando en esta era en la que llevamos desde el 2015, que habíamos dicho que íbamos a reducir nuestra dependencia a los combustibles fósiles que nos están matando, lentamente, como la canción aquella de Mátame suavemente, pues nos están matando suavemente. En esta situación, los gobiernos subsidian los combustibles fósiles o la aviación se va de rositas y no paga impuestos. El combustible de la aviación no tiene impuestos porque los aviones tienen que volar. Oye, pero no habíamos dicho... Lo habíamos dicho, pero no. Entonces, al menos, mi provocación es no normalicemos cosas que no son normales. Oye, si no tenemos una mejor alternativa. Si no estamos creativos o si nos dejamos llevar, pues bien, pero consciente de que normal no es. ¿Ves? Yo pongo la situación de que si tenemos un familiar adicto a la cocaína y nosotros le invitamos a que, bueno, tome ahí un poco de cocaína, pago yo, pero sí, o se la pongo muy barata, que tengo un amigo que la vende muy barata, pero si tiene un problema de drogadicción, nosotros estamos adictos a la energía, pues si tienes una adicción a la energía, se la pongas barata. Digo, de primero de prevención, pero lo que digáis. Los científicos cuantificamos cosas. Aquí tenéis la energía que cuesta sacar petróleo y como veis en amarillo, para mediados de este siglo, pero incluso antes, la década de los 30, va a costar mayoritariamente todo el petróleo que sacamos más energía sacarlo que la que nos va a dar quemándolo. O sea, petróleo hay, claro que hay, pero ya ese fácil de que tú pinchabas y salía el petróleo a las puertas, de ese petróleo va a quedar. Del que queda es del que hay que sacar, por ejemplo, fracking o las arenas estas bituminosas que a base de mucho tal logras extraer algo de petróleo. Todo eso cuesta mucha energía. ¿Será absurdo un primate que requiere mucha energía y se gasta más para obtenerla? Pues es lo que os digo, que la tecnología, como lo podemos hacer, pues lo hacemos, pero maduremos antes de que la tecnología, en fin, se nos vuelva... En contra. Y cuando nos dicen a los científicos, oye, ¿para cuánto hay? Y digo, mira, hay para rato, pero tenemos un problemita de calentamiento. Aquí tenéis un mapa de dónde están los combustibles fósiles y el porcentaje que deberíamos dejar en cada sitio. ¿Para qué? Pues para no calentarnos. ¿No nos habíais dicho hace ocho años que no queríamos calentarnos? Pues hay que dejar más o menos un 60% del petróleo y el gas en su sitio y hay que dejar prácticamente el 90% del carbón en su sitio. ¿El carbón por qué? Para la energía que te da contamine mucho. Ahora, vosotros y nosotros y todos hagamos lo que nos dé la gana. Noruega, súper sostenible ella y todo lleno de personas saludables y reciclables y recicladoras, cuando salieron del coronavirus, dijeron claramente que iban a sacar todo el petróleo que pudieran porque lo tenían debajo de los pies. Y eso, Noruega. Imaginaros otro país con mayores dificultades económicas o sociales o geopolíticas. Tuvo que invadir Ucrania. Si fuéramos sapiens o decidieramos ejercer de sapiens, nos pararíamos ahí. Y esto parado, que lo de la energía tiene consecuencias. Párate ahí. Esos son 75 gigajulios por persona y año, que muchos no nos dicen nada ese valor. Bueno, ese valor es la mitad de lo que consumimos en España. Fijaros si tenemos margen. Podemos ir a un consumo y a una producción porque no solo es el consumidor, que ya creo que tenemos también que mostrarnos un poquito hartos de que todo el peso vaya al consumidor. ¿Qué tal si regulamos la producción? Bueno, pues ambos a la mitad. ¿A la mitad para qué? Para ser sanos y felices. Oye, que luego tienes habilidades de ir a Marte o de tener Fórmulas 1. Pues eso es otra decisión no basada en la razón, basada en otros criterios que ya me lo dirás. Y ahora estamos con las energías limpias. Estas energías que también en pensamiento mágico nos gusta pensar que no tienen ninguna huella. Bueno, para empezar yo creo que casi todas y todos sabemos que un panel fotovoltaico te dura 25 años. A los 20-25 años ya como que no funciona muy bien. Se han calculado, salen 76.000 millones de toneladas de paneles fotovoltaicos que dentro de 20 años algo habrá que hacer con ellos. Quiere decir que pongamos los que hagan falta, pero igual poner así alegremente que limpios, limpios no son del todo. Que indudablemente es más limpio producir un gigavatio por energías, digamos, de estas nuevas tecnologías, por supuesto. Que quemar petróleo, desde luego. Pero limpias y no cuas no son. ¿Y cuáles son los planteamientos? Los planteamientos de las empresas actuales es, le plantean al gobierno de España, pero como ocurre en otros países de nuestro entorno, 5, 6, 9 veces la energía actual. Que si multiplicamos por 2, según el artículo de Jackson y colaboradores, están proponiendo al gobierno de España 12, 16 veces más de la energía que hace falta para hacer salud. Están muy felices. ¿Por qué? Porque siguen con el clip de que la energía primero un negocio y después energía. Ahí podemos tener un papel y decir, de verdad vamos a permitir que la energía sea fundamentalmente negocio y luego, oye, pues que tengáis energía los mortales. Básicamente hay tres grandes cosas que hacer con la energía. Apostar por renovables, por supuesto, pero con moderación porque limpias del todo no son. Impulsar algunas formas alternativas que están poco oportunas. Impulsar algunas formas alternativas que están poco desarrolladas como la geotermia, que no hace falta que el suelo esté a 500 grados, basta con que esté a 25. 25 grados de temperatura en el suelo ya te permiten ahorrarte mucho, por ejemplo, para calentar el agua para algunas cosas, ¿no? Para un invernadero o para el uso doméstico. Las termos solares, el bombeo, baterías gigantes, son tecnologías que nos pueden ayudar y sobre todo dejar de tirar tanta energía, ¿no? Aumentar la eficiencia, son cosas que ayudan. Pero si no van acompañadas de esa palabra tan incómoda, eso de decrecer, que algún día veremos a algún alcalde o alcaldesa, se han retirado las principales autoridades, pero claro, es muy difícil para un político plantearle a la ciudadanía en general y sin anestesia vamos a decrecer. Cádiz va a decrecer un 13%. No te votaría nadie porque esto o se entiende o no se apoyaría a un político. Valiente que se atreviera a enfrentar la situación en la que estamos. Por eso digo que tenemos que estar todos en la misma onda. Si no, ese político es un suicidio en su carrera. Podríamos hablar, si luego queréis, hablamos del decrecimiento. Tenemos nombres más bonitos. Si os resulta incómodo o tenéis un cuñado muy recalcitrante, se puede buscar, por ejemplo, la economía de la suficiencia. Europa le llama Beyond Growth, que es post-crecimiento. Nadie sabe qué es eso, pero suena mucho mejor. Por evitar esa palabra tan incómoda que es decrecimiento, que es ineludible. O sea, el decrecimiento va a ocurrir. Otra cosa es que lo pilotemos y otra cosa es que ocurra. Es la diferencia entre una recesión, que por eso no hay economistas millonarios, necesariamente no las ven venir, y un decrecimiento económico que lo planeemos. Las Naciones Unidas beben en la ciencia y remueven nuestras conciencias. Y en las Naciones Unidas, el año pasado, sacaron un informe que tiene la parte terrible que yo más o menos os he contado. Hasta ahora, de que no estamos preparados para el cambio climático, que ya está teniendo lugar. Pero tiene una parte de ese informe que a mí me gusta mucho, porque estoy ya entrando con dificultad en la parte un poco más positiva de esta charla, que una vez más os agradezco que estéis ahí aguantando el tirón, en la cual identifican mecanismos de financiación alternativos. No solo es más dinero para el cambio climático. Estamos muy acostumbrados. O sea, la versión 1.0 de todo problema es dame más dinero. Bueno, hay formas más sofisticadas que es... Dame otro tipo de dinero. O un dinero de otra fuente. Y esto es lo que plantean las Naciones Unidas. Y cada vez más personas, estamos entendiendo otras fuentes de financiación, otros mecanismos que permitan a la humanidad salir del atolladero. Por ejemplo, el 6% de las emisiones de gases de efecto invernadero se derivan de un metano que accidentalmente se desprende con la manipulación del petróleo. Pues reducir ese 6% estaría estupendo. Claro, ¿qué lo va a pagar? ¿Papá Estado? No, que lo paguen las petroleras. Pues ese tipo de cosas lo plantean las Naciones Unidas. Claro, lo planteamos personas independientes del sistema. Por suerte, mi sueldo no depende de lo que diga. Porque alguna de estas cosas, si yo trabajara a sueldo de algunas compañías, no las podría decir. Los que somos independientes decimos aquí hay una posible solución. Si no la queréis recoger, pues en fin, es una decisión. Esto es lo que decía la democracia y los demócratas. La desigualdad es una de esas cosas que nos sentimos algo culpables, pero a la larga no estamos poniendo medidas para quitarla, para solventarla. Y hay muchas formas de desigualdad. No tenemos desigualdades como las que hemos mostrado de cómo impacta el cambio climático mujeres frente a hombres, pero tenemos regiones geográficas, clases sociales, actividades económicas, muchas desigualdades. Bien, como de valores morales andamos muy justos. Yo no apelo a la ética y a la moral. Apelo a datos. Y ya que nos preocupa el dinero o nos preocupa la energía, la desigualdad cuesta mucha energía. Un país como España, con una desigualdad moderada, podría ser mucho peor y podemos ver, no sé, Sri Lanka o Costa de Marfil o Nicaragua, pues esta normalidad que hemos aceptado como algo, bueno, es desigual en España y nos quedan doscientas veces más que la media, bueno, pero esto lo encajamos, esto nos cuesta apelar. Aproximadamente el doble de energía que si España fuera un estado más totalitario. Y esto me recuerda... A una referencia universal que nos pusimos hace mucho tiempo y que vamos actualizando pero que no lo terminamos de aplicar, que son los derechos humanos. Los derechos humanos como una referencia para hacer cosas, pues podría ser una manera de replantear y entonces si un derecho humano es a comer, ¿qué tal si nos aseguramos que comamos? Si un derecho humano es al agua, a la energía, otro derecho humano es a la igualdad, en fin, son valores que están ahí escritos. La Declaración Universal de los Derechos Humanos es algo esperanzador, motivante y de esas cosas que te sientes orgulloso de pertenecer a una civilización que las ha escrito. Pero si no las cumplimos, es papel mojado. El cambio climático no es solo el clima. Hemos hablado un poco del clima, el calentamiento, no sé qué, pero me gusta traer este trabajo científico porque tiene un gráfico de los que se entienden bien. Es un gráfico de colorines pero detrás de cada colorina hay mucho dato y detrás de cada flecha hay mucha relación estadística y demás. Empezamos. De arriba a abajo, cosas que nos suenan mucho arriba. Calentamiento, bien. Subida del nivel del mar, Cádiz lo tiene clarísimo. Control de enfermedades infecciosas, los vectores se nos vienen de zonas cálidas, también nos va sonando. Eventos extremos, por supuesto, estamos a la orden del día. Desplazamiento, vaya, ya os mencionaba, ¿no? Pero se empieza a tomar conciencia de que muchos desplazamientos tienen que ver el cambio climático. Desigualdad económica, este trabajo está hecho hace ya un par de años. Yo no he tenido nada que ver y hemos convergido. Pero fijaros, conflictos internacionales. Anda, si va a ser que Ucrania y Palestina tienen algo que ver en todo esto y que el cambio climático... Por supuesto, por supuesto, ¿cómo resuelve? Y aquí hay una cosa que me gusta hacer un pequeño guiño biológico. Tenemos dos primates de referencia con los que compartimos el 99% del ADN. No diferencia apenas nada. Bien. El chimpancé y el bonobo. El bonobo es como un chimpancé enano, más pequeñito. El chimpancé, musculado y fuerte, lo resuelve todo a bofetadas. Por una jerarquía y castañazo limpio y el que no pasa por el aro, se lo cepillan o lo echan del grupo. Sin embargo, el bonobo lo resuelve todo haciendo el amor. Indistintamente de que sea de tu sexo o no. Y a mí me encantaría la imagen de la sede parlamentaria, las discrepancias políticas se resolvieran haciendo el amor. Más que nada por ver si eso funciona mejor. Mejor, porque a bofetadas estamos viendo que no funciona. Entonces, claro que como seguimos siendo muy chimpancés, cuando hay poco agua, cuando tenemos un problema energético, cuando hay que tirar las cebollas que se han producido en Andalucía con todo el trabajo, pues se resuelven a tractorada limpia o a bofetón o como lo queráis llamar. Igual podemos madurar. Es lo que digo, que estamos en un desafío de que lo que toca es madurar un poquito más rápido porque es que la tecnología y las posibilidades y las consecuencias de lo que estamos haciendo nos van adelantando. Entonces tenemos que hacer algo para ganar algo de tiempo y ver si como sociedad damos ese salto de la adolescencia a la madurez. Pero fijaros una cosa que preocupa mucho y que está ya muy abajo, que es la fragilidad de los estados. Ayer tuvimos un buen baño de fragilidad de los estados. Hay algunos partidos políticos que cuestionan la base de lo que hemos pensado de la democracia. Muchos dirán, ¿qué hace un científico hablando de política? Cada uno a lo suyo. Pero si es que la política es la forma de hacer posible la ciencia. La ciencia te dice que hay que hacer, no sé, transfusiones de sangre, luego tendrá que venir la política para hacer esas transfusiones de sangre. Pues estamos hablando de lo mismo y la fragilidad de los estados es cuestionar, que por un lado tiene una cierta lógica para comprender los problemas, también hay que entender cómo han salido. ¿Por qué el avance de los populismos y la ultraderecha? Porque mucha humanidad se está dando cuenta de que estamos ante serios problemas, no con los detalles que hoy lo he contado, pero todos lo percibimos. Y una parte de esa población decide, estos no nos representan, se acabó la fiesta, basta ya, queremos autoridad. Ha ocurrido a lo largo de la historia muchas veces, pero eso lo que hace es minar lo que más necesitamos ahora, que son estados, instituciones mejorables, imperfectas. Pero es que es lo que nos va a permitir ponernos medio de acuerdo. En una tormenta no se te ocurra cambiar al capitán, espera que acabe la tormenta, ¿no? Y estamos en una tormenta. Esta parte es la que quiero dar unas pinceladas más positivas, ¿no? La crisis ambiental en la cual está el cambio climático se puede mitigar, la ciencia da muchas piezas, no es fácil, va a requerir esfuerzo, pero se puede, se pueden hacer muchas cosas. Lo que tenemos es que creernos. Y sobre todo tener motivación. ¿Por qué vamos a hacer el esfuerzo? Si a mí me gusta hacer las cosas a mi modo. Digo, porque podemos ganar cosas. Por ejemplo, he hablado de todos los que mueren, pero podemos hablar de todos los que no morirían. Eso fue lo que hizo Hamilton y otros calculando cuántos no morirían si hiciéramos qué. Pues cumplir lo que nos propusimos en el 2015 con el Acuerdo de París. Pues por lo menos 10 millones de personas no morirían para el año 2040 por hacer esa reducción de gases de efecto invernadero. Que habíamos dicho que íbamos a hacer. Del orden de 6 por cambios asociados con la dieta, 2 por cambios asociados con la movilidad y hasta casi otros 2 por la mejora de las condiciones atmosféricas. Y es un cálculo muy conservativo. Probablemente serían más las personas, pero al menos 10 millones de personas no morirían. Con todo lo que implica de calidad de vida, de mejora general de personas, porque las muertes es el caso ya más terminado, ¿no? Y otro aspecto muy positivo, que en España hay que hacer un esfuerzo doble, es el del valor de la ciudadanía. Y esto de que en España hay que hacer un esfuerzo doble es porque en España no confiamos en la gente. Esto es una idiosincrasia, yo diría que reciente, pero quizá un historiador podría decirnos, no, ya en el siglo XV, no lo sé. El caso es que la ciudadanía del siglo XXI española no confía en el poder de la gente. No creemos que las cosas se puedan cambiar. Yo me animo a que vayamos a la calle ancha, te pongas en un bar, antes hablábamos de que ahí se tienen tertulias de las que arreglan el mundo. Y estoy seguro que se acaba diciendo mucho que esto no hay quien lo arregle. La gente no hay quien la cambie. Tenemos ese fatalismo muy ibérico, muy español, y esto ahora mismo es un lastre. Lo que quiero es animaros a que penséis que no necesariamente es así y que muchos ciudadanos y ciudadanas están haciendo cambios. Cambios que parecían simbólicos y están teniendo efectos positivos en mejora de cosas. Las asambleas ciudadanas, por ejemplo, es una herramienta democrática, porque claro, la democracia de no usarla se oxida, y solo la usamos una vez cada cuatro años. Los elegidos decimos no nos representan. Vaya, es un ejercicio un poco pobre de democracia. Por eso os decía que la democracia requiere demócratas y los demócratas tienen que ejercer más o menos todos los días. Y hay herramientas para hacerlo. La democracia participativa, deliberativa, hay muchas, pero ¿qué requieren? Tiempo. Por eso se estaba agradeciendo de entrada el tiempo, porque es nuestra cosa más valiosa. Y ciudadanos y ciudadanas que fueron elegidos al azar para formar parte de asambleas, tanto en España como en otros países, son una muestra esperanzadora de sensatez. Porque aquí en la UNED se imparte conocimiento, como en las demás universidades, pero el conocimiento no basta. Hace falta ponerlo en práctica con un cierto criterio, que lo puede dar la sabiduría, que es una de las derivadas ideales del conocimiento, pero no todo el mundo alcanza esa sabiduría. Pero todos... Tenemos en nuestro alcance la sensatez. ¿La sensatez qué requiere? Tiempo. La gente que tiene un rato para pensar en las cosas importantes acaba concluyendo cosas bastante sensatas, y muchas de las tonterías se acaban neutralizando por tiempo, dándole vueltas. Y las asambleas ciudadanas, todas ellas, las ocho o nueve que han salido del cambio climático, de las decenas o centenares de propuestas que le hacen a los gobiernos, tienen como... O paraguas, sin saberlo, sin haberlo estudiado, ese concepto de suficiencia económica. De tal forma que proponen cosas concretas que quedan enmarcadas en esa alternativa a este capitalismo sin límite, sin gobierno y sin ningún tipo de control. Una prueba de la sensatez de la ciudadanía la obtuvo la patronal francesa y se llevó un tremendo corte, hizo una estadística entre la ciudadanía francesa y encontró que el 67% de la ciudadanía estaba... ...dispuesta a aceptar un decrecimiento económico, llamándole decrecimiento económico, porque claro, en Menorca, cuando hablé de estas cosas, había un partido que se presentaba a las elecciones y nosotros lo llevamos, le llamamos transformación. Bueno, transformación puede ser casi cualquier cosa. No, no, aquí en la encuesta decían decrecimiento económico, de croisement économique, y la gente dijo, claro, dándole un tiempo y el contexto y una información neutra, sin influir. O sea que la gente tiene un potencial tremendo, y cuando alguien pregunta qué podemos hacer, qué toca hacer, pues hay mucha gente que intuitivamente, a lo mejor no tiene todos los detalles, pero si hoy en día en YouTube hay tutoriales para ser el presidente de Estados Unidos, cuando sepamos lo que queremos hacer, ya buscaremos el tutorial. No hay que poner tanto énfasis en el cómo, cómo, cómo, primero en el qué, qué queremos hacer. En primer lugar, yo recomiendo encarecidamente que dejemos a un lado el pensamiento mágico. Pensamiento mágico, eso de pensar que el planeta no tiene límites o que se pueden bajar los impuestos y tener más polideportivos, esos pensamientos mágicos nos hacen perder un tiempo muy valioso. Otra cosa que podemos hacer, y que en el libro de la recibilización lo documento bastante, es no ponernos zancadillas. Muchas veces me voy a casa diciendo, pero ¿por qué no avanzamos si tenemos un montón de cosas? Bueno, porque somos expertos en ponernos zancadillas a nosotros mismos o tiros en el pie, y no me refiero a Froilán. Hablo del negacionismo, de la presión del egoísmo, hablo del tecnooptimismo, de pensar que vendrá una tecnología salvadora, ¿no? Hablo de cosas que están muy cerca. La hipocresía organizada no es un insulto. Las Naciones Unidas hablan de hipocresía organizada. El último informe de cambio climático aparece treinta y tantas veces mencionada la palabra hipocresía organizada. Los partidos que se presentaban a las elecciones que se celebraron ayer, durante dos semanas, han estado analizados bajo tres categorías objetivas desde la ciencia. Transformadores, hipócritas y destructores. Y encajaban, todos los podías meter en esas tres cajas. La hipocresía organizada es una forma que hemos aceptado de engañarnos y pretender que las cosas no son lo que son. Y eso, por supuesto, es una zancadilla. ¿Qué molesta la palabra? Ponemos otra. ¿Que no queréis que un científico diga lo que pasa? Pues nada, me voy a casa. Yo también tengo otras funciones. Soy padre, me gusta ir a un huerto, monto en bicicleta. Pero me gusta venir a Cádiz y decir, ojo. Así que, de las cosas que podemos hacer es poner énfasis en aquello que se nos da bastante. No somos buenos anticipando, mitigando o preveyendo. Antes hablábamos del médico de familia, que simplemente con mantener el mismo médico durante 20 o 30 años se previenen un montón de enfermedades. No hay héroes de la prevención. Una persona le salva la vida a un bebé y es un héroe. Una persona evita que enfermen 200 bebés, nadie sabe ni quién es. No tenemos valoración social ni... ...ni mecanismos para promover esa prevención. A pesar de que tenemos el dicho, más vale prevenir que curar. Pero es un dicho. Pero en el día a día no nos anticipamos a los problemas. Es muy raro para nosotros poner dinero en un problema que todavía no lo tenemos. Claro, lo vemos así. Pero ¿cómo voy a gastar 5.000 euros si todavía el problema no está aquí? Digo, es que ahora te cuesta 5.000 euros. Pero cuando venga el problema igual te cuesta 15.000. ¿Qué es lo que pasa con el cambio climático? ¿Por qué no lo podemos pagar hoy? Porque son el resultado de no haber hecho nada durante los últimos 15 años. Si hubiéramos ido haciendo, podríamos ir pagando. En fin, anticiparnos, ¿no? Mitigar, prevenir. Por ejemplo, reducir emisiones, adoptar una economía de suficiencia, dejar de subsidiar combustibles fósiles, volver a un sistema alimentario para alimentarnos. Pequeños ejemplos que más o menos he ido ilustrando aquí de anticiparnos a que lleguen problemas. Todavía en Europa hay suficiencia alimentaria, pero ¿y si...? Oye, ¿pero vamos a esperar ese momento para cambiar? Parece, hay veces... Parece que lo entendemos. Este gráfico, dices, hombre, Europa lo ha entendido. Es el abandono del carbón. Claro, si fijaros el repunte del confinamiento. Noruega está ahí metido. Bien, ¿qué? Pues íbamos a dejar el carbono, íbamos bajando el carbón. Carbón, el sucio, la forma de carbono sucia, el carbón. Íbamos bajando, bajando, llegó el coronavirus y las economías hay que reflotarlas. Menos mal que ha vuelto otra vez un poco la sensatez y estamos ya abandonando. España en eso ha quedado bastante bien. Dijo que abandonaríamos y vamos abandonando. Es la barra esa como verde turquesa. A veces damos síntomas de madurez. Es como nuestro hijo de repente saca notable en matemáticas. Dices, bien, parece que has entendido que te va a ir bien. Y también podemos hacer mejor lo que se nos da mejor. Somos los reyes de la adaptación. La especie humana es... Bueno, tiene de verdad una tremenda capacidad para encajarlo todo, en lo psicológico, en lo físico, en lo social. Pero claro, la adaptación tiene unos ciertos límites. Hay determinado tipo de impacto, de cambio, que ya no hay adaptación posible. Pero bueno, es verdad que podemos todavía seguir usando ese músculo que tenemos bien entrenado, que es adaptarnos. Cuando ya las cosas están muy mal, le dicen a los gaditanos. No hay agua y la gente bebe sherry. Nos adaptamos, pero claro, ojo con la adaptación que no te va a dar para todo. Por ejemplo, en esto de la adaptación podemos ir humanizando la sociedad. Quizá aquí en Cádiz vivís en una burbuja social en el sentido de que hay bastante humanidad, pero no es lo normal. La mayoría de las ciudades tienen a muchos primates afligidos, mucha gente que tiene muy pocas interacciones sociales. Vivimos tristemente y por tanto no enfrentamos bien desafíos sociales. Y luego paradójicamente tenemos que naturalizar la biosfera. Somos naturaleza, somos animales, somos biología que camina. Y naturalizando la biosfera vamos a ser más sanos y felices y además no biológicos. Violentamos esos límites planetarios. Y todo esto en el fondo lo que es es que redefinamos ese concepto de prosperidad. Le quitemos algo de peso a algunos indicadores muy mercantiles, muy numéricos, que no nos hacen tan felices. Especialmente en el norte global donde afortunadamente hemos caído nosotros. Pero es que este norte global es el que tiene más huella, con lo cual por poco que hagamos aquí en el norte global va a ser un gran beneficio para la humanidad. Lo que sí os quiero decir es que hagamos el análisis. Un análisis que hagamos. Lo hagamos donde lo hagamos, como lo hagamos, pero lo tenemos que tener muy claro. Tenemos que tener muy claro dónde queremos estar. Porque podríamos conseguirlo. Muchas gracias. Por esta maravillosa exposición. La verdad que el cuerpo nos deja un poquitín... Menos mal que siempre nos quedarán los bonobos. Que yo creo que es lo que... A mí el mensaje del bonobo es una cosa que... Vamos, yo he visto los bonobos en la 2. Vamos, vamos. Incansable, ¿eh? Tuber bonobo... Coher bonobo a la bonoba y la bonoba a el bonobo. Da igual. El humor es fundamental, ¿eh? Y aquí en Cádiz de eso no andáis escasos. Bueno, a mí una de las reflexiones que hago es que me encantaría que esta charla la hubieran escuchado una semana antes todos los candidatos a las elecciones. Entonces yo creo que el tema medioambiental, el tema de la crisis climática y todo lo que concierne a esa historia... No ha estado nada presente en las campañas electorales. Aquí vamos de otra historia y mientras no nos demos cuenta, como bien dice él, pues estaremos donde estamos. Establecemos un turno de preguntas. Yo creo que... Vamos, animarse. Que el vermú está ahí ya. O sea que nos queda... Hemos tocado muchos temas y puede ser difícil empezar. ¿Alguien que rompa el hielo? Por allá. Gracias. Y... Tú siempre tenéis preocupación por lo del cambio climático. Me he dedicado a visitar todo el mundo y... ...que desaprovechar, que se comuniquen como yo digo. Todo lo que he hecho me voy a dedicar a cuidar del cambio climático. Lo primero que hice fue informarme... a lo que el excelente ponente que hemos escuchado que es el nuevo cliente de los hospitales que hace que hay temas científicos yo creo que los médicos somos científicos y me hacen que científicamente primero me lo digo claramente yo no tengo ninguna duda de que hay cambios climáticos y que además se está acelerando mucho en los últimos años no tengo ninguna duda tampoco tengo ninguna duda que es debido fundamentalmente a la contaminación del periodo industrial de hoy hay tantas pruebas creo que en el mundo científico sería muy versado pero lo que me ha defraudado mucho es que cuando se trata de soluciones soluciones muy difíciles, muy críticas que condicionan el comportamiento de las personas que pretenden que las personas cambien sus costumbres ancestrales incluso o su ubicación donde viven porque si ahora se va a inundar lo único es pensar que me quiere dejar yo no me quiero yo no quiero morir ahogado sin embargo todos los gobiernos hacen muchas medidas y yo quise estructurar la evidencia de las medidas porque toda mi vida me ha gustado la salud cara que creo que hay en el mundo la salud es correcto o no si tiene fortaleza o no no veo ninguna degradación de las medidas no entiendo si es más importante dejar de comer carne a comer verduras o que las plantas de carbón se paren no sé que es más importante o si es más importante que haya molinos de hecho de viento o vacas solares porque me parece que los científicos del cambio climático no gradúan no hacen una evidencia conforme a lo que es correcto es decir esto impacta de esa manera y tengo un puesto a todo lo que impacta a lo mejor mora el impuesto a los aviones en tuvelo pero a lo mejor trae un paro catastrófico en el mundo que tiene consecuencias peores o más de más yo creo que hay cosas que hay que graduar para que lo entendamos y creo que esto se trabaja más fácil a la población nosotros cuando decimos que el campo de mar tiene una supervivencia mayor en este tratamiento que este entonces eso lo entiende todo el mundo y eso lo hace crecer enormemente y así yo recuerdo que mi obligación es dejar de comer o reciclar los toques o no subir en el avión y menos si voy en primera porque resulta que me leí el otro día que uno que va en primera gasta dos veces y me va a ir a un hinchacón todo esto es difícil para la población normal y yo creo que una población de los científicos que publicaron el año pasado más de 400.000 artículos sobre reciclaje por delen la importancia de la evidencia no sé qué piensa una persona tan experta como usted de mí o sea, identifico el problema al cual lo estás diciendo hay un problema en la práctica de que es muy difícil ver dónde haces mejor trabajo en qué medida puede ser más eficaz por eso yo cuando cuando la gente me dice ¿qué podemos hacer? yo digo pues hazte una lista que en internet es bastante fácil hacértela y luego ponle un par de columnas valorando en tus circunstancias cuáles puedes hacer más fácilmente y luego cuánto CO2 ahorras en cada medida. Y entonces toma la decisión tú, en tu casa, no es lo mismo una persona que vive en mitad del campo que una que vive en un bloque de apartamento, no es lo mismo una familia de tres o de cinco, ni con más dinero o menos dinero, etcétera. Entonces esas circunstancias tienen que hacerte ya ir eligiendo hacia dónde vas. En parte, siempre los científicos podemos hacerlo mejor, indudablemente yo me siento un poco solo porque de los científicos me dejan bastante solo en esta labor de comunicar, que la hago encantada, pero creo que es importante que haya más científicos haciéndola, no solo por la masa crítica de más científicos, sino también por la diversidad de que habrá médicos. El padre y el hijo Cabrera, neumólogos de Canarias, son dos médicos que están en una cruzada parecida a la mía, pero somos como pocos, ¿no? Tendría que haber sociólogos, antropólogos, economistas, variadito, que cada uno con nuestro, con nuestro lenguaje y desde nuestro conocimiento fuéramos ayudando a que tomáramos decisiones que son humanas y políticas, que no son científicas. Es que hay el cóctel enturbiado por las presiones de interés por las empresas, por los gobiernos, por los intereses económicos, ¿no? Eso enturbia mucho el asunto. Entonces la información es raro que vaya directo de la ciencia a la ciudadanía. Pasa por los medios de comunicación, estábamos hablando, hemos pasado por aquí un periódico... un periódico gaditano muy conocido y le he preguntado a Antonio, oye, ¿este de qué pie cojea? Bien, los medios de comunicación no son del todo neutros. Ya tienes ahí un problema de la transferencia de información. Hay cosas que no interesa publicar. A mí en la comunidad de la que vengo, de Madrid, varios periodistas en varias ocasiones con distintos temas me han dicho, Fernando, si vas a tener razón, pero si yo publico esto, me echan. Entonces objetivamente hay un problema en la transferencia a través de los medios de comunicación. Las redes sociales tienen su otro problemática de la locura en la que un lunático de Pensilvania y un científico de Oxford tienen el mismo peso. Y a la hora de la cena son citados como si fueran igual de importantes. Entonces todo eso hace que del conocimiento científico a las personas, pues hay una gran nebulosa que transitamos algunos intentando llegar. Yo estoy a veces en un comité asesor del sector privado, el lado más oscuro de la fuerza, y estoy a veces con... con representantes políticos. Algunos de ellos también bastante oscuros. Bueno, ¿qué puedo hacer yo solo? Bueno, Capitán Araña, independiente porque mi sueldo no va en ello, pero, o sea, a lo que te quiero decir es explicar cómo hemos llegado a esa situación, pero tu diagnóstico es muy claro. Se nota que eres un buen médico, que has sido un buen médico. El diagnóstico está claro. Cómo lo resolvemos no es nada fácil porque tiene todas estas ramificaciones. También no hay peor sordo que el que no quiere oír. ¿Cómo hacemos que la gente quiera oír estas cosas? Yo entiendo que es mucho más divertido hablar sobre los tapices mudéjares porque son atemporales o un folletín de salsa rosa, pero estas cosas... La gente no quiere venir ahí. Incluso empiezan a proteger a sus hijos. Oye, hijo, no escuches demasiado a Greta Thunberg que te vienes a casa muy deprimido. Es un tema muy escabroso, pero es muy interesante que indaguemos entre todos por qué no se llega a la información. No solo a los científicos, que te puedo admitir. Voy a ser más. No se mueven las contestaciones. Sí. Venga. A día de hoy, ha afortunadamente bastante estudiado cómo afrontar el diálogo frente a los destructores que entiendo podemos equiparar o negar. No tenemos que elegir más partes, puntos. Pero yo creo que ahora la gran pregunta es, la lucha que tenemos es, cómo afrontarnos en el diálogo con los dos que estamos organizados. Y al cabo es donde creo que ahora vamos a poder. Sí. Bueno. Bueno, en cuanto a lo primero es fácil, te puedo buscar más referencias. Pero hace dos semanas, o sea, la pasada, no, la anterior, en Twitter, que soy Fernando Vallada, publiqué un poco las referencias de este artículo que clasificaba a los partidos. Luego, Hope, Javier Peña, sacó un par de vídeos a raíz de las elecciones diciendo dónde quedaban algunos principales partidos, haciéndose eco, a su vez, de algunos informes numéricos. Entonces, durante bastante tiempo se ha dicho, la manera de luchar contra eso es información sólida y verificable. ¿De dónde sale lo que digo? Sale de aquí. Y cualquiera que tenga interés puede ir y ver cómo se llegó a esa conclusión o a esa recomendación o a ese dato. Bien, lo que pasa es que es una labor muy de hormiguita, que se ve contrarrestada y, de hecho, Brandolini, un presentador italiano con mucho sentido del humor, acuñó el término de la asimetría de la estupidez humana. Y algunos matemáticos le han puesto número. La asimetría de la estupidez humana se traduce en cosas como decir una estupidez lleva mucho menos esfuerzo que demostrar que es estúpida. Y los matemáticos han calculado que una frase estúpida... Una frase estúpida requiere un párrafo, un párrafo requiere una página, una página requiere un capítulo y un capítulo un libro, más o menos la proporción para demostrar que lo que se dice es estúpido. Con lo cual es bastante comprensible que lo estúpido predomine porque es mucho más fácil decir la luna es de queso, vaya tontería. Pero demostrar que la luna no es de queso te lleva más esfuerzo que decirlo. Y como eso predomina muchas cosas. Entonces, constatando ese tipo de casuística que se desarrolló mucho en el 2020, la recomendación que se ha ido haciendo es cuando un bulo no tiene mucho tamaño, y ahí hay que buscar indicadores lo más objetivo de expansión del bulo, no hacerle caso es la estrategia. Pero en cuanto ese bulo, esa falsa noticia empieza a ser ya común, lo mejor es hacer... Porque claro, piensas, le estoy haciendo de altavoz a un idiota o estoy amplificando una chorrada. Ya, pero es que si no lo contrarrestas un poco, eso se va a tomar al final como algo cierto, y no lo es. Entonces es difícil, y es muy personal también hasta dónde te quieres y puedes mojar. Por ejemplo, en el caso de las mujeres, ha habido un acoso en las redes a varias mujeres que hacían cuestiones de cambio climático, sin más. Pero por ser mujeres el lenguaje era doblemente agresivo. A mí me han hecho amenazas físicas, y algunas de las personas que me han amenazado se les ha cerrado la cuenta, por varios de los lectores y demás, que han dicho, este lenguaje es agresivo y tal. Pero digamos que ha sido más puntual a estas mujeres, a una periodista, a varias... Así que el agresivo era constante, la vejación, el trato humillante y tal. Entonces han escrito un manifiesto al cual estamos intentando que varias academias, varias instituciones lo apoyen para que no sea una cosa de tú contra yo, sino una cosa más corporativa que defiende a estas mujeres. Pero indudablemente... Tu vida va a ser más sencilla si tú simplemente hablas de los tapices mudéjares. En cuanto metes en un tema escabroso, vas a sufrir. Y eso es muy personal, yo no puedo pedirle a la gente que sufra. Y eso... Claro. No hay problema en el que el escabroso se metan de a dos puntos rostros y de andar ahí... Ahora bien, durante el confinamiento que no podíamos salir a ningún lado, pues me dediqué a editar un documental aquí sobre la vida de Cali, en ese subida del nivel del mar. Los camineros, las caminas están protegidas del mar por la huelga afuera. Pero el caminero tiene que estar arregalzando, como ya lo dije, la huelga afuera, el mar por el medio de las casas. Aquí hay una playa, unos búsquedos de la guerra civil. Claro, porque ahora, sobre la mayoría de los búsquedos, los públicos, los búsquedos de los 80 años, el búsquedo estaba dentro del agua. No hay muchas pruebas. Bueno, pues ese documental lo pasamos a la empresa española. Sí, es una cruda realidad. Y los medios, digamos, estatales... Tendrían que ser más valientes porque, de alguna manera, no se arriesgan el jornal. Porque también en determinado momento se ha detectado y se ha analizado científica, estadística, matemáticamente, como algunos consejos de redacción, tanto de telediarios como de periódicos, recomendaban aflojar un poco las noticias negativas porque perdías índice de audiencia. Y cuando se ha logrado cuantificar eso, se han visto los efectos. Es verdad. Si tú en el telediario te pasas de frenada y hablas mucho de cambio climático, la gente cambia al otro telediario. Y cómo sale... Es que es una trampa muy circular, muy envolvente. Yo creo que Televisión Española o los medios más públicos que tienen una cierta capacidad tendrían que asumir también ese riesgo en pérdida de audiencia. Pero también te habla de una sociedad un poco enferma que no quiere saber quién lo está. Sí, sí, sí. Y por eso pienso que las narrativas tienen que ser múltiples. Tenemos que recurrir a la diversidad de narrativas. Y a lo mejor mi lenguaje a veces es muy directo e intento matizarlo y estoy en ocasiones hermanándome o colaborando con artistas plásticos o escénicos que buscan pulsar emociones sin la razón, explorando otras narrativas. No todo el mundo puede encajar. El país sacó una vez una entrevista mía en la que... Me sacaron un titular que me hizo gracia y decía el Valladares, dice que el cambio climático no se puede comunicar sin anestesia. Y un poco es verdad. Hay gente que no es capaz de encajar la subida del nivel del mar o el calentamiento, que te vas a quedar sin agua. O sea, se agobian. Y físicamente... Bueno, y de hecho, el libro este que he sacado, algunas madres me han dicho, ¿lo puede leer mi hijo? Y digo, sí, hombre, tiene un lenguaje asequible. Dice, no, es que mi hijo cuando está tres meses sin llover empieza a deprimirse. Está estresado, está insoportable, está que no se aguanta ni él. Y a ver si el libro... Lo va a desequilibrar y digo, pues que vaya a la última parte de donde flota. Es muy delicado y es bastante personal. Pero yo fíjate, por ser ya provocador, España no habla de la muerte. La muerte es algo que para los biólogos es la otra cara de la vida. Es que la vida es una excepción. Y no tiene sentido la vida si no hablas de la muerte, pero nos hemos protegido todos a hablar de la muerte, que cuando te pilla la muerte a ti o a alguien cercano, de pronto en nuestra civilización estás completamente desinformado emocionalmente. Antes delegabas en unas lloradoras o plañideras o el cura te decía unas cosas bastante incomprensibles que pretendían animarte. Estamos muy a solas con la vida. Hasta el punto, y yo tengo una batalla personal con algunos amigos y familiares, de que a los niños no se les deja ver al abuelito que se ha muerto. Se les protege de la muerte. Y dices, o sea, yo lo respeto, pero lo primero tengo que entenderlo. Pero por otro lado quiero cambiarlo. Porque cuando yo me enfrenté a la muerte de mi padre, me vi sin las herramientas emocionales para enfrentarla. ¿Por qué? Porque no me habían mostrado muertes. Digo, pero ¿cómo vamos a celebrar la vida si no vemos las muertes? ¿Cómo vamos a tener fuerza para hacer un cambio civilizatorio si no entendemos lo que hay en juego tanto para ganar como para perder? Pero seguimos en una sociedad un poco opacata, un poco timorata. Tú cuentas el cambio climático, pero un poquito. Y eso, en fin, yo sí creo, o sea, yo no tengo problemas, pero también soy consciente de que a veces te pasas de frenada. Hablábamos del cóctel de la comunicación antes, ¿no? Que tiene que tener... Un poco de ciencia, un poco de apocalipsis, tiene que tener un poco de humanidad y un poco de empatía y algo. Porque esto sin anestesia es muy heavy. Bueno, siempre te quedará grabar programas de Bonobo, que eso te lo admiten en cualquier lado. Si no aparece algún partido político que lo censure, porque viendo dos primates dándose no puede ser capcioso en determinado momento. Gracias. en el texto, simular los remedios de nuestro participativo, que no va a llegar a cumplir más nada. He leído a la gente que se han hecho iniciativas interesantes, por ejemplo, que es un participativo muy interesante, también es una iniciativa de la universidad, que ha habido el abordamiento climático con la universidad, que lo ha dejado metido en la fonda, y está bien, puesto que ahora, por ejemplo, sí que es un participativo interesante, y el puerto es un ayuntamiento de una periodista, que ha sido denunciado directamente oficialmente por la universidad climática, entonces, si es que hay un gesto de corteo, por ejemplo, y decir a personas... para que aportaran directamente, por ejemplo, en propuestas innovadoras, sería muy interesante. Porque tiene un buen valor de la actividad, digamos, de marco estatal. Sí, que plantea la posibilidad de que no solamente se construya esa actividad estatal de cambio climático, que va muy bien, sino que se haga totalmente a cambio de todas las económicas e institutos locales. ¿Sabes lo que yo me diría? Si esa forma de algo no representativa de la comunidad humanitaria puede ser válida para la sociedad, que sin paz absoluta, por ejemplo, nos adelantemos a un mercado climático y tenemos la ciudad a la junta de ausencia de motivación. Claro. Bueno, ahora, antes de contarte algo de la Asamblea Ciudadana o de las Asambleas Ciudadanas, también hacer un poco de retrato del círculo vicioso que se establece cuando tú te esfuerzas como ciudadano en intentar cambiar algo, no logras nada, y dices a la mierda todo, y entonces al final no crees en la participación, y eso que tú eres de los pocos que han participado, y al final nadie participa porque fulanito que una vez participó no logró nada. Y ese es el círculo que lleva a la máxima degradación de participación. Y ese círculo hay que reinventarlo. Algunos lo tenemos bastante activo, somos muy voluntariosos, pero tenemos que entender que la sociedad en la que estamos tiene otras prioridades. Y decirle ahora a un chico o una chica de 15 años que dedique una tarde de un viernes a recoger plásticos en la playa o a ir a hablar con el alcalde, todavía esto, segundo, le da aún más pereza. Y romper ese círculo requiere mucho de entender la idiosincrasia. Cada sitio tiene las teclas que pueden funcionar mejor, los palos de motivación que puedan tener mejor. Yo creo que algunos buenos ejemplos pueden animar a romper esas dinámicas. Todo lo que se puede lograr. Hace un año y pico saqué algunas piezas sobre el poder de la gente, y hablaba como en un barrio de Londres. La gente empezó hace como 15 o 20 años a monitorizar la calidad del aire, y a partir de una actividad bastante trivial y así tontorrona, empezaron a entrar a asesorar o a participar en el diálogo con el propio ayuntamiento. Acabaron formando parte de la toma de decisiones. Ahí es cuando viene el momento de subidón, porque dices, ostras, nuestro trabajo tiene una repercusión en la toma de decisiones. Y ahora el barrio de Hammersmith es un barrio en el que la gente participa mucho, pero claro, porque hubo unos cuantos que empezaron de forma muy así, a decir, vamos a estar ahí, esto está muy contaminado, lo medimos, el ayuntamiento nos pide los datos. Entonces hay que currarse. Las asambleas ciudadanas es una forma, pero no es la forma. Y creo que hay que, precisamente por la idiosincrasia, no es lo mismo un gaditano que un navarro que un catalán, pues hay que explorarlas todas. Las asambleas ciudadanas tienen una característica, como has mencionado. Que son elegidos al azar. Eso le confiere una cierta representatividad, porque si no, claro, al final acabamos siendo los mismos inquietos, que lo mismo que ponemos paneles solares en la vivienda, pues somos los que cambiamos la directiva, nos preocupa el carril bici, estamos siempre, lo somos los cuatro de toda la vida. De esta manera, pues no. Tiene también la cosa de que algunas personas se sienten como el marrón de que te toque estar en una mesa electoral. Yo tenía el domingo para hacer cosas y me ha caído. Entonces hay personas que lo ven así. Mi experiencia ha sido que enseguida esa concepción para algunos de vaya marrón se pasa enseguida. ¿Por qué? Porque empiezan a ver que están ante un tema importante. Es importante. Las asambleas como funcionan es con tres grandes patas, aparte de que el Estado o la entidad autonómica o el ayuntamiento o una entidad pública, la que sea, lo impulsa. Hay un pequeño equipo de organización, que es el que mira el censo, el que hace los sorteos, el que pone las sillas y las mesas para que ocurran. Luego están los ciudadanos y ciudadanas elegidos. Y luego estamos algunos expertos que tenemos que hacer un papel complicado porque tienes que informar significativamente. Influir. Ya habéis visto a mí lo que me cuesta no influir. O sea, se me ha notado perfectamente lo que yo quiero influiros, ¿no? Entonces, cuando estás en una asamblea tienes que ser lo más neutro posible para no influir y que sea la propia dinámica ciudadana. Entonces, ahí el equipo que lo organiza también tiene que ser muy voluntarioso de que ocurra, pero muy poco influyente en qué cosas tienen que ocurrir, ¿no? Y además... Mi experiencia fue muy positiva. La de todos los que pudimos tener contacto con la española nos pareció un ejercicio fantástico con muy poca implicación, con muy pocas consecuencias. El valor de una asamblea ciudadana es que ocurra. Para mí tiene muy poco valor hoy por hoy. La francesa tiene algo más de recorrido, pero tiene muy pocas consecuencias políticas o prácticas. Pero es maravilloso que ocurra. Y lo malo de la española, comparada con otras, es que casi no se ha sabido qué ha ocurrido. ¿Cuántas personas de aquí sabéis qué ha ocurrido? Pues prácticamente no se supo. En parte porque era la primera vez que ocurría algo así en España. Entonces, no se tenía ninguna experiencia de cómo hacer esto. En segundo lugar, porque es un tema que puede politizarse rápidamente y el gobierno tenía miedo de que se le saliera el tiro por la culata. A Macron le ha salido un poco el tiro por la culata porque la asamblea francesa... Ha propuesto cosas que a ver ahora cómo las encaja con su visión neoliberal. Pero el problema de la española es que también se quiso proteger el anonimato de los ciudadanos y ciudadanas porque muchas personas no son como yo o como alguno de, a lo mejor, vosotros, otros que decimos que hay que dar la cara a Sedá o yo, pues tal. Si no hay personas que son muy pudrosas o que son muy prudentes, que no quieren que en su familia o en su grupo de tal se sepa que yo estoy hablando de cambio climático, en fin. Y eso hay que respetarlo, hay que entenderlo. Y la gracia de que la asamblea... Y esa diversidad, que lo mismo te encuentras en una persona que nunca ha tenido ordenador ni acceso al ordenador, que no vea si es difícil hacerle llegar documentación digital a personas que hablan en euskera, en galego y en catalán con mucha más naturalidad que en castellano. Toda esa diversidad hay que gestionarla. Para mí la maravilla es que en unas horas todo eso pasa a un segundo plano porque la gente enseguida quiere decir... Ostras, tengo aquí una posibilidad de, al cabo de unos meses, de interaccionar, de hacer propuestas de algo tan gordo como esto. Y te vienes arriba mayoritariamente la gente se siente empoderada de una oportunidad importante. Hay algunos que no, pero la mayoría sí. Y por eso digo que es bonita que ocurra y sobre todo es bonito que se sepa que está ocurriendo. Yo les proponía al gobierno que... se hiciera como en los juicios que hay alguien dibujando para que no se hagan fotografías, hay formas de mantener el anonimato pero que se cuente que está ocurriendo, yo les propuso una especie de cuaderno de bitácora que semana a semana se fueran mostrando en los medios de comunicación el tema que se está abordando las dudas que van surgiendo las discusiones por donde van que se fuera narrando durante esos meses para que en España se supiera que eso ocurría porque el problema de estas asambleas es que lo que sale no es vinculante se hacen 160 propuestas y luego pues sus señorías lo que sí tienen es como en una iniciativa de legislativa popular tienen la obligación de atenderlo pero bueno, una vez atendido se decide archivar y no pasa nada, no es vinculante pero por eso es importante que se sepa que está ocurriendo a Macron le ha pasado eso la asamblea francesa luz y taquígrafos se han hecho vídeos emocionantes cortitos muy al corazón de circunstancias, una persona negra con su tal entonces de repente la gente era como que estaba claro, el cambio climático visto a través de una persona con un salario mínimo o visto a través de un agricultor o de un empresario bueno pues visto y eso tiene un potente valor y eso es muy difícil luego para los políticos de pretender que no ha ocurrido si se ha hecho público, entonces pienso que las iniciativas más locales que se están empezando a proponer fíjate la asamblea balear que iba muy muy animada luego sufrió un bandazo político tremendo el año pasado cambió de signo y una propuesta maravillosa que ya se había logrado que saliera como ley cualquier nueva propuesta de ley en Baleares tenía que ser revisada bajo el análisis de cómo impactaría a las siguientes generaciones en materia ambiental climática y de bienestar es decir, que vas a cambiar la regulación del aceite o que vas a poner nuevos neumáticos o que se propone una nueva ley electoral sí, pero se pasa un momento, un análisis de y las generaciones futuras con una ley tan estupenda, tan maravillosa se aprobó y se ha quedado sin aplicación ninguna por el cambio político y a esa frustración también hay que preparar a la gente es decir, te vas a embarcar en una cosa es como cuando Shackleton no sé si conocéis Shackleton, el explorador antártico pero sobre todo antártico una de las veces que reclutó gente para su expedición si buscáis el anuncio es aventura con pocas posibilidades de éxito no se asegura volver a casa un salario mínimo y no sé qué llamar o poner en contacto a fulanito, dices y fue, fue, fue entonces si tú avisas Asamblea Ciudadana no vinculante, con esfuerzo no se asegura ninguna acción pero ¿ves ahí a la ciudadanía en acción? pues hay gente que se apunta bueno pues agradecer a Fernando su maravillosa exposición, agradecer a alguna que nos haya ofrecido este Salón Isabelino, que la verdad que parece que está uno trasladado al siglo al principio del siglo XIX y agradecer a vosotros la asistencia Os emplazo a que hemos hecho una especie de compromiso así entre ambas partes, en la que probablemente lo traigamos acá en otra ocasión. Así que os mantendré informados de la segunda parte, que yo espero que sea más positiva, por lo menos en las partes mucho balanceadas un poco la situación negra en la que nos encontramos. Así que muchísimas gracias y espero que lo que hemos escuchado nos haga recapacitar y reflexionar sobre nuestra vida diaria. Muchísimas gracias.