El desastre, cuando vais a mirar, ya me voy a empujar de allá y os voy a empujar todos. Porque de vegadas os miro el desastre, pero si no me empujas después me empujas. Bueno, muchísimas gracias por estar ahí, buenas tardes, seguimos con Sócrates. Estábamos haciendo aquí ahora una leve disquisición sobre lo que es el planteamiento socrático sobre el comportamiento moral, que Sócrates si levantase la cabeza se volvía a beber no un vasito de cicuta sino una tonelada, pero no querría saber nada. ¿Por qué? Porque el planteamiento socrático Sócrates no va más allá del mundo, digamos, material. Él plantea cuerpo y alma. Pero no va a intentar explicar qué es ese alma. Él plantea que el ser humano tiene una verdad eterna, que es de tal, pero no va más allá. Esos eran sus discípulos, Platón y Aristóteles. Que es lo que cuando empezamos a ver es el mundo de las ideas o el dios aristotélico, todo eso es una... Intentan ellos explicar lo que decía Sócrates. Él se planteará Sócrates básicamente como sufista. Dedicado a la gente, que es el periodo humanista, porque se fijan las personas. Pero él se fijaba, por decirlo rápido y mal, en la parte buena. ¿Qué moral hemos de tener para tener una buena sociedad? Ellos, uno de los máximos de la cultura griega era la virtud, la virtud, lo que los romanos llamarán virtud. Era lo mayor. Si uno era virtuoso, la sociedad podía ser virtuosa. Lo lógico, todos nos llevaríamos bien. Es como hoy en día, como te toque uno al lago, que es un, no diría el adjetivo, te amarga la existencia, ¿no? Entonces, lo que buscaba era eso. Muy bien. Por lo tanto, la moral en Sócrates, ¿qué es? En primer lugar, sociedad. Es la sociedad, ¿vale? ¿Cómo lo definía él? Es una definición un poco así, lo explicaremos en un momento. La capacidad de obrar se sustenta en el conocimiento de lo que se rige la acción. Es decir, podemos obrar moralmente con desconocimiento. Con conocimiento, no. Por lo tanto, el saber, el conocer, es importante. Y ahí la mayéutica socrática y que podamos entender, porque, por decirlo así, cuanto más sepamos, más capaces somos de entender lo que será el bien. De hecho, Platón y Aristóteles pensaban que el mejor gobierno de una ciudad era el que llevaban los filósofos. Exactamente, pero era la idea, era esa, porque ellos tendían al bien. Entendían al tal y pensaban que políticamente haría lo mismo. Luego ya cada uno, ¿no? Bien. Se conoce, es necesario un conocimiento práctico, un conocimiento social. Y eso sería la virtud. Y la virtud no es más que conocer lo que es bueno. Alguien virtuoso, un ser humano virtuoso, es el que conoce lo que es bueno. Pero para todos. Porque ya hemos visto que estos sofistas, ¿qué era lo bueno? Lo que a ellos les iba bien, ¿no? No. Esto es bueno en general. Estamos avanzando hacia una terminología neutra, genérica, que es para todos. Vamos avanzando en eso. Muy bien. Bien. Por lo tanto, la virtud es una comprensión racional de lo que es bueno y malo cuando hacemos algo. ¿Se podrá ver eso que hacemos? ¿Compensa lo que hacemos si daña a alguien pero favorece a otros? Se planteaban estas cuestiones ellos. Para verlo, ya os digo, acabaremos, que nos toca luego el señor Platón. Bien. Muy bien. La ciencia para Sócrates no era más que lo que hacía el alma con respecto a la naturaleza. Volvemos a lo mismo. El cosmos, el orden, era el espejo donde se miraba. Por lo tanto, el ser humano tenía que imitar eso. Hasta más adelante, las únicas leyes buenas eran las leyes naturales. Eran las leyes de la naturaleza. El ser humano no podía llegar a eso. Luego, poco a poco, y sobre todo ya a partir de la Ilustración, el ser humano será capaz de darse unas leyes aparte de las leyes naturales dentro de la sociedad. Intentaban imitarlo. Muy bien. Y tiene aquí una cuestión, por acabar rápido, que es que lo malo es pura ignorancia. Si yo para actuar bien he de conocer, lo lógico es pensar que si actúo mal es porque no conozco. Aceptamos grupo como animal de compañía, ¿no? Era su planteamiento, pero claro, estos son planteamientos teóricos. Él considera que al ser humano, a ellos no les entraba en la cabeza que a los filósofos. Luego, en la sociedad ateniense, Elena en general también lo sabía como hoy en día. Eso no hemos cambiado. Pero no les entraba en la cabeza que alguien que buscase la virtud, que buscase la verdad, pudiese hacer actos que no fuesen justos, que no fuesen como toca. Entonces consideraban ellos inocentemente que el que los hacía era porque no había alcanzado el grado de conocimiento necesario para no hacer eso. No que fuese un hijo de su santa madre, ¿no? Por decirlo así. No, es un poco estrechoca, ¿no? Porque él... Y todo un discurso filosófico detrás, que no tenemos tiempo. El libro os comenta algo, es bien. Por lo tanto, ¿qué es importante en Sócrates? Todos los valores se sitúan en nosotros, en lo que es el alma. Es decir, en el ser humano. Todo está ahí. Nosotros empezamos a adueñarnos del mundo. No somos un... gajo de materia que está aquí. Sino que somos algo más. Los presocráticos y todo esto que buscaban. No, somos como el aire, somos como el agua, somos semillas, somos como tal que se juntan, se separan por amor o odio o por lo que sea. No. Nosotros somos el centro del universo. Eso es el ser humano. Y ahora vamos a analizarnos a nosotros. Esto lo voy a con las religiones, que no solo el cristianismo, pues cambiará, ¿no? Vale. Os dejo lo de la paradoja ética, que es esto que os he dicho. Fijaros que, pues simplemente para Sócrates y los pensadores griegos en general, el pecado se reduce a un error de la razón, una ignorancia de lo que es el verdadero bien. Os he puesto un poco de lógica. Lo miramos, lo miráis y no tiene mucho más. En cuanto a la libertad, ¿qué es la libertad para el mundo clásico? Es quien domina los instintos. Es decir, es un concepto, si queréis, un poco ya más moderno en este sentido porque ¿qué hace en la época medieval o más adelante el mundo religioso? ¿Qué hace un asceta? ¿Qué hace alguien? Aquel que domina sus pasiones, aquel que se... Se eleva. Este concepto lo hemos de tener claro que ya para toda la historia y a la filosofía. Por lo tanto, es así. El que domina sus instintos, domina su cuerpo. Por lo tanto, es libre. Lo más claro que tenemos es hoy en día. Si alguien por desgracia se engancha a lo que sea, es libre esa persona. Porque acabar es acabar desgraciado por lo que ha hecho. ¿Por qué? Porque en aquella época... Veremos más adelante un emperador, Marco Aurelio, y el hombre debía ser medio yonqui. Lo que pasa es que como era el emperador no le faltaba nunca. Porque tomaban ciertas sustancias, como siempre el ser humano siempre las ha tomado, unos para elevar el espíritu, otros para lo que sea. Conocían algunas sustancias y las consumían. Pero no solo ellos, sino muchísima gente. Pero claro, si dependes de eso, no es libertad. Es decir, la libertad es estar por encima de lo que te pide el cuerpo, por decirlo rápido. Por lo tanto, aparece el concepto de autarquía. Autos sería, esto estaría compuesto por la palabra auto. Más, que es poder, gobierno. Un automóvil es algo que se mueve por sí mismo. Entonces, la autarquía significa el gobierno por mí mismo. Nada me gobierna. Eso significaría autarquía, que sería nosotros lo tratamos por autonomía. Muy bien. Y si esto es así, ¿qué necesitamos para ser feliz? Me he de comprar, yo qué sé, un Porsche Biturbo. He de tener una casa de 7.527 metros cuadrados con cuatro piscinas, dos aviones y tal para ser feliz. No. ¿Qué decían los clásicos? Si yo estoy por encima de todo eso, para ser feliz, para no acabar desquiciado, lo único que me hace falta es la razón, el pensamiento. Porque el pensamiento lo domina todo. Si domino todo, no tengo ninguna necesidad de no ser feliz. Si nos dejamos llevar por la compra y demás, pues malo. Luego otro concepto, la eudaimonía o felicidad. Eudaimonía, daimon, no es el de los dibujos, sino que daimon es demonio. Eu en griego, la palabra euforia, ore es alegría, mucha. Eudaimonía es un demonio bueno. Bueno, vendría a ser no un demonio, esto siempre lo comparo, lo típico del cristianismo que tenemos el angelito y el diablo. Eso era el daimonium griego. No era el demonio que creéis, no, era el daimonium. Es decir, y ese daimonium era el que garantizaba ese destino más o menos favorable. Vale, ¿qué ocurre? Que para que eso sea favorable pensaban ellos, que el alma solo era feliz cuando estaba ordenada y el orden lo llevaba a la virtud. Ordenada, cosmos, todo correcto, todo en su sitio. No iba despiciada y eso le llevaba a ser virtuoso, es decir, estar por encima del resto. Vale, por lo tanto, el destino sí que puede ser virtuoso en este sentido. Son dos conceptos que vamos muy rápido. Pero tenéis un resumen de los cuatro puntos y empezaremos. Y una cosa que encontré por internet, a veces os pongo algunas de las que veo, que considero que como resúmenes están bien. Aquí, los sofistas, el resumen. Aquí tenemos el contexto histórico, principal representante, lo que vimos, Gorgias, Protágoras y demás, los demás los citamos muy rápido, y lo que es eso. Entonces, esto sería un poco su planteamiento. Muy bien. Sócrates, un buen día, se bebe la cicuta y su discípulo Platón se queda sin su jefe. Poco a poco va a empezar una escuela porque todos los discípulos de Sócrates, cada uno creó una escuela filosófica, ¿no? Más o menos era el maestro y cada uno pues tiró por donde pudo. Bien. ¿Por qué es importante este buen hombre? Platón. Empiezo siempre con el renacimiento italiano. Esto es la estancia de la asignatura del Vaticano. Si alguna vez uno pudiera visitar las estancias vaticanas, se va a encontrar en una de las estancias porque cada estancia tenía una función determinada. Y Rafael. Pintó esta imagen. Están representados los filósofos hasta el renacimiento. Desde Hipatia hasta Parménides, este es el señor del tonel y a mí lo que me interesa son los dos del centro. ¿Por qué los representó así? A ver, púbisos, aquí. Y encima la lupa, no hombre. La lupa ya no va de banda. Estos dos. Fijaros. Tendré que quitarla porque si no, bueno, lo haremos aquí abajo. Bien. Tenemos a Platón, que sería el de, como a vosotros, el de la barba blanca. Y fijaros los tonos que tiene. Tiene un tono como morado y como color medio púrpura, ¿no? Mientras que el más joven que está a su lado, también con un libro, veis que cada uno va con un libro. Bien. ¿Y qué colores tiene? Tiene color cielo y color tierra. Azul y marrón. Estaba representando aquí la teoría de cada uno de ellos. Ellos lo que hicieron fue coger a Sócrates, hemos visto el concepto de alma, la inmortalidad y todo eso, y no les quedaba otra que intentar explicar cómo puede ser. Y aquí volvemos un poco atrás a Parménides, Hierarquía, Panta Reina. Todo fluye. Y Parménides decía, no, nada puede cambiar. ¿Cómo lo hacemos? Sócrates de alguna manera lo intuyó y decía que el alma sería esa parte eterna y el cuerpo lo otro. Pero vale, muy bien. ¿Cómo lo podemos hacer? Entonces Platón empezó con su famosa teoría de las ideas. Las primeras obras de Platón son los diálogos socráticos. Siempre hace hablar a Sócrates. Sócrates nunca sirvió nada. O sea, él no lo dictaba. Lo que conocemos era que lo guardaban los discípulos y demás. Y él empezó con la enseñanza de Sócrates plasmándola en sus diálogos. Los diálogos de Platón tienen una característica. Es como si nos vamos a un café y estamos hablando del tiempo. solo que en lugar de hablar del tiempo a hablar de la virtud el bien no sé qué todo eso no hoy en día te encuentras alguien así después qué nivel bueno pues esto herramienta si no quiero la lupa hombre pues haremos una cosa cambiaremos la herramienta y pondremos el ámbito bien pues tenemos aquí toda una serie de filósofos aquí tenemos a hipatia tenemos una serie de personajes esta imagen la tenemos en un marco que esto sería el vaticano sería una representación ideal de lo que se estaba construyendo esto aquí en medio sería la cúpula del proyecto del vaticano luego cambió bien pues lo que os digo tenemos a platón y aristóteles tiene unos colores digamos de fuego celestiales porque el pensamiento de platón sitúa todas las cosas fuera del mundo materia la verdad no está en esto todo lo que es eterno y inmutable aquí no puede estar porque aquí la cosa cambia entonces o no pues no hemos de buscarle hemos de buscar un cajón para esto y estaría en donde es lógico el universo es ordenado Que rige más o menos, ellos ya conocían las leyes. Entonces, ¿dónde estará eso? Donde hay orden. Estará allá arriba porque es siempre lo mismo. Hoy en día sabemos que el universo es un caos, pero para ellos era la orden total. Ese sería un poco la imagen. Mientras, y entonces el conocimiento de dónde nos vendrá. De arriba. Ahora lo recuerdo. Pero yo es que aquello no puedo verlo. Yo no puedo acercarme al mundo ese superior. Lo único que puedo hacer es, a partir de cualquier cosa material, yo que sé, el mouse este mismo, empezar a analizarlo y deducir de dónde viene. Eso es el principio de la ciencia. Por eso el mundo aristotélico es el mundo científico. Y el mundo platónico es un mundo más dedicado al espíritu. Y esto tiene mucha relevancia, sobre todo lo veremos en la Edad Media. Cuando se peleen los platón, los aristotélicos, con Averroes y todo esto en estas cuestiones. Bien, dicho esto, las influencias platónicas. Lo veremos rápido que si no, no acabaremos. Tenemos, por un lado, de Heráclito lo hemos visto, el cambio. Lo hemos visto Pantarré y todo fluye, tenemos el cambio como una realidad. De Parménides, nada cambia. ¿Y cómo lo mezclamos? A ver, yo siempre digo que los filósofos muchas veces es como el mago que saca al conejo de la chistera. A veces es encontrar una, ostras, y si es esto, que siguen investigando, ¿no? De los pitagóricos, el hombre es cuerpo y alma. ¿Os acordáis que lo vimos ya que los pitagóricos, mucha secta y mucho tal, pero sí que pensaban a través de estos misterios y demás que éramos algo más que pura materia? Muy bien. Otro concepto fundamental, inmortalidad del alma. Porque los griegos pensaban una cosa, por culpa de estos dos. Lo hemos de aclarar. Si algo se mueve, es lo mismo de antes. Puede que eso sea lo mismo, pero ya no está en el mismo sitio, por lo tanto, realmente ya no es lo mismo. No tenían internet, ni tele, ni nada. Se divertían de esta manera. Es decir, este es un problema. O sea, ¿qué es realmente lo que no se mueve? ¿Qué es la eternidad? ¿Qué es algo tal? Entonces le daban vueltas. Si se mueve, ya no es lo mismo. Pero ya no está en el mismo lugar y ya no es lo mismo. Porque esto tiene un espacio en el cosmos. Tiene un lugar en el orden del mundo. Si yo la pongo aquí, ya es otro lugar. Entonces, ¿esta botella sigue siendo la misma? Bueno. O sea, discusiones de estas, las que queráis. Muy bien. Bien. Pues, de los pitagóricos nos interesa recordar estas dos partes. Cuerpo y alma y la inmortalidad del alma. Esto es fundamental. Porque Aristóteles dirá que el alma no es inmortal. Y esto en las religiones sienta fatal. Lo veremos cuando veamos la época medieval, ¿no? Los pluralistas. Los objetos sensibles tienen un origen múltiple. Llámelo semillas, llámelo lo que quieras. O sea... Los objetos estaban compuestos de múltiples cosas, ¿no? Átomos, semillas, lo que sea. Por lo tanto, el mundo es múltiple. Bien. Y de Sócrates, la parte política. Y la inducción es así. Y luego otro concepto que vamos a ver un capítulo, que son las ideas universales. De momento solo recito y arriba. Bien. Pues esto es básicamente... Lo tenéis un par de páginas en el libro. Los puntos en los que Platón va a coger todo esto. Le va a salir un daiquiri o un cubalibre. Yo qué sé lo que le va a salir ahí, ¿no? Vamos a ver qué hizo con todos los ingredientes en la cortenera. Muy bien. En primer lugar, para... Platón dice una cosa. ¿Podemos conocer la verdad? Porque si digo que no, ¿a qué voy a pensar? ¿Hago eso tan mayor, kinder, monfot? Y ya está. El menfotismo ilustrado, que ya veremos en la escuela esta. Bien. Sí, creo que puedo conocer la verdad. ¿Cómo la puedo conocer? Pues siguiendo a mi maestro Sócrates y su mayéutica, esa forma de sacarte la verdad, en primer lugar, quitarme todo lo que sea doxa, todo lo que sea opinión, todo lo que no sea real. Una verdad. Muy bien. Una vez me he quitado eso, ¿en qué me fijo? ¿En la naturaleza o en ese mundo que se supone que es eterno, inmutable y demás? Que sería el mundo de las ideas. El mundo de las ideas. Muy bien. Ahí estaría todo. Vale. En el mundo metafísico, ¿qué será? La nueva... La nueva realidad. Porque Platón lo que hace es simplemente, tenemos un mundo material que todo cambia, pues vamos a ponerlo todo en un sitio que esté estable. Y ahora tenemos un problema. Houston, Wisman, a problema. ¿Cómo este mundo que es eterno y demás llega hasta el suelo? Hasta nosotros. Pues está muy bien. Hay un mundo que cambia y otro que tal. Vale. ¿Y cuál es la conexión? Y eso es su teoría. ¿No? La teoría, ¿qué va a hacer? ¿Cómo lo puedo yo conectar todo esto? Muy bien. Lo presentó en forma de diálogos. Interrogación como confesión de ignorancia y demás. Participan siempre entre 5 y 7 personajes reales, pero normalmente no vivos, que reflejan la sociedad griega, porque de hecho salen compañeros suyos cuando estaba con Sócrates, aparecen familiares, aparecen gente así, que los utiliza, no había derecho del autor, entonces ahí nadie lo iba a demandar por usar su imagen, y ya está, ¿no? Muy bien. El libro os habla de las fases de la evolución de la teoría de las ideas. En un primer lugar, Platón, para explicar esto, en esta imagen que veis aquí, que está este aquí arriba, esto sería el mundo de las ideas. Entonces él, ¿qué hacemos cuando tenemos que explicar algo que no tenemos ni idea de lo que es? Contamos una historia, intentar explicar, pues esto es la historia. Simplemente, estos somos nosotros, el ser humano. Que lo único que ve son unas imágenes que tampoco son reales, porque lo que está viendo es esto, pero la gente que lo pasa no lo ve. Por lo tanto, ¿nosotros qué conocemos de la realidad? Realmente nada. Yo cierro los ojos y me desaparece todo. ¿No? Vale, muy bien. ¿Quién sería el sabio? Bueno, el sabio sería uno de estos... Que viendo que hay luz un poco más arriba, indagaría para ver qué es esto, se daría cuenta de la realidad del mundo y intentaría alcanzar la verdad. El mundo de las ideas. Eso es la teoría de las ideas. Básicamente es eso. También acaba la teoría diciendo, ¿qué pasa cuando este vuelve y se lo cuenta? Que se encuentra con un andallana. Que nadie se lo cree. O sea, es así. Vale, muy bien. Pues si tenemos un mundo superior, y aquí estamos nosotros los peringaetes, que nos estamos creyendo todo como funciona, se plantea un problema. ¿Cómo puedo conocerlo? Porque yo lo que veo con los sentidos no me río. Es un problema de conocimiento. Realmente lo que veo es verdad. Se supone. ¿No? Entonces. Él piensa, si no puedo estar seguro de eso, la verdad estará aquí arriba. ¿No? Entonces, ¿cómo? Vale, muy bien. Acepto esto. ¿Cómo llegará esa verdad hasta mí? O sea, ¿cómo puedo yo conocer esa verdad? Porque ahí tenemos el problema. Vamos a ver. Bien. Básicamente, en la fase acrítica, que es cuando comenta lo de Sócrates, las ideas han de tener una realidad. ¿Mmm? En un mundo inteligible. Es un mundo que no es material, pero que tiene que existir. Entonces, la frase clave para conocer a Platón es esta, la anámesis. Conocer es recordar. Básicamente, lo veremos ahora, lo que dice es, yo cuando veo algo, recuerdo ese algo. Como digo yo siempre un poco así en plan cachondeo, según Platón, por fortuna, para los que se dedican a la investigación, no se puede hacer nada. En la enseñanza, nos dedicamos a la enseñanza. Cuando nacemos nos olvidamos de todo que antes lo sabíamos. Eso es la idea. Claro, si nuestra alma es eterna y está en este mundo de aquí arriba que lo conoce todo, ¿por qué narices cuando nacemos no sabemos nada y no podemos aprenderlo todo? ¿Cómo es ese proceso? Pues él dirá que es la anamnesis, es el recuerdo. Yo cuando veo una silla, se me enciende una lucecita de cuando yo lo sabía todo, digo anda, eso parece una silla. Veo un caballo, anda, parece un caballo. Y poco a poco así el ser humano va dando nombre, porque si nos fijamos también cuando aparece algo, tendríamos que hacer una chorrada. Pero en aquella época el ir nombrando y dando nombre a las cosas o a la realidad, también tiene su misterio, ¿no? Pues él lo hacía así, ¿no? Muy bien. Por lo tanto, recordar para conocer y el alma es eterna. Esto irá muy bien para las religiones del libro. Cristianismo, judaísmo, todo esto, el mundo musulmán, después en el siglo VIII también las va a tener, lo veremos rápidamente, pero lo veremos, va muy bien porque el alma es eterna. No mueres. Y eso permite la salvación del alma que predican las religiones del libro. Aristóteles va a decir que no, porque Aristóteles considera que no puede haber nada si no tiene materia. Platón acepta que haya esencia sin materia. Que esto también están hoy en día discutiendo los físicos de estos tal, no, pero la materia existe, pero hay que no existe. No saben qué decir en este sentido, ¿no? Entonces, eso irá muy bien, ya lo veremos para el mundo de la religión. Muy bien, esto es una primera fase. Me creo la teoría de las ideas, la explico muy bien, pero tienen un problema. Les gusta ir comprobando que eso es verdad. Siguen pensando. Bien. En la fase crítica a una obra llamada Parménides, curiosamente, como el filósofo, donde analiza esta cuestión del ser, lo que no es, no es y lo que es. Entonces, se encuentra con un problema en estas. Muy bien. En primer lugar, ¿cuáles son los límites del mundo de las ideas? Ni idea. Como hoy en día, ¿cuál es el límite del universo? Tiene tantos mil millones de no sé qué nombre le han puesto a los años más. Muy bien. Vamos con el metro y nos vamos a dar una vuelta tú y yo a ver si llegamos a verlo o no, porque lo dicen así. Muy bien. Tenemos un problema. ¿Cuál es el límite de este mundo de las ideas? Ni platos. No lo sabes. Por lo tanto, segundo punto, ¿cómo participa el concepto de participaciones? ¿Cómo están relacionados el mundo material del mundo de las ideas? Bueno, claro, este mundo de las ideas está ahí arriba, se supone, pero si no son materiales, ¿realmente existen? ¿Hay un icono de un caballo que sobre ese se van a hacer todos los caballos del mundo? ¿O es algo que es un concepto? Si es un concepto, no tendría realidad como esto. Entonces empieza a pensar en todas estas cuestiones. Y esto nos llevará al problema de los universales. Poco a poco, hablando de ellos, irá entrando esto. No os preocupéis. Muy bien. ¿Cómo podemos conocer estas realidades? ¿Las podemos conocer empíricamente? No, porque no las podemos tocar. Que ahí es por donde entrará Aristóteles y hará la ciencia. Luego, en estas cuestiones propone la teoría tomista de Demócrito y demás. En el sofista y tímeo algunas soluciones que tampoco pone mucho más. Muy bien. Reorganización dialéctica. En esta fase, Platón debía tener un discípulo tocanarista. Un narices llamado Aristóteles, que le debía estar diciendo a la maestra que esto no funciona así, y no sé qué, venga, dale la mano. Entonces empieza a reorganizar todo esto. Bien. Claro, tenemos un problema. Si hay un mundo eterno que no se mueve, que no es nada, que no puede cambiar, ¿cómo narices aparece todo lo demás? Porque según ellos, hemos visto en Heráclito y Parménides, lo que es, es, y es eterno y mutable. Si hace algo, cambiará, y ya no es. Entonces, sacaron todo un sistema que no viene a cuento, que pone dos líneas en el libro, que era la figura del demiurgo o dios creador. Que procedía directamente de ese mundo, pero él, al no ser perfecto, ya tenía capacidad de movimiento y podía hacer todo. Conejito de la chistera. Muy bien. Ya tenemos otro. ¿No? Muy bien. Aquí se plantean otras cuestiones, cómo se comunican las ideas para generar conocimiento. Yo creo que eso es muy rápido. Muy rápido. Y última fase, el tímeo para. De todo esto, ¿qué nos interesa? Lo veis y demás, está el punto B, para lo que veremos posteriormente. El conocimiento filosófico plantea Platón como liberación. Solo a través del conocimiento inteligible de las esencias podemos alcanzar a Dios. Si en lugar de poner el ser inmutable, os hablo de Dios, ¿entendemos? Si eso cambiamos eso y decimos, solo a través del alma llegamos a Dios, pero está diciendo lo mismo. Porque esto lo van a coger las religiones del libro y van a decir eso. Porque si nos fijamos, lo veremos, Platón va muy bien para casar el cristianismo. Ahora cuando veamos a San Agustín, vamos, le va teniquelado. Tiene problemas. Tiene problemas de doctrina y demás, pero irá muy bien por eso. Porque el alma es inmortal, Dios es eterno e inmutable, todas estas cuestiones. Entonces, esta frase cambiarla por el alma y Dios, y lo entendemos perfectamente. En la filosofía griega, sobre todo Platón y Aristóteles, si cambiáis y ponéis conceptos cristianos, que son los que nos ha tocado a nosotros, o musulmano al que sea musulmano, o judaico al que lo sea, se entiende mucho. Porque lo que hicieron fue asimilar estas ideas. ¿No? Es así. Muy bien. Básicamente es esta parte, porque si no, no nos dará para explicar más. Muy bien. ¿Qué ocurre? La teoría de las ideas, a ver, con Platón se inicia una cuestión que era un nuevo camino. Sócrates, habíamos llegado al alma, esa división. Y Platón lo dio a conocer como una segunda navegación. Hemos cogido el barco, hemos tocado estos puertos y aquí no hay nada que esperar. Vámonos por otro rumbo. Ese rumbo es el rumbo del alma. El rumbo de este mundo superior. Eso es su segunda navegación. Muy bien. Esta segunda navegación, tenemos dos planos. Uno fenómeno, phaenomenon, en griego significa lo que puedo ver y tocar. Lo que sería, lo pondremos en latín, phaenomenos, frente a noumenos. El menos es el mismo, phaen es que lo puedo tocar, nous es mente. El noumeno es algo que no tiene realidad. Entonces, hay un mundo visible, que es el que vemos, tal, que podemos tocar, que tiene materia y todo eso, y uno que va más allá de la materia, que sólo podemos entender con la mente. Concepto de Dios o de lo que queráis. No podemos ir y coger y traerlo de la barba, sino que sólo podemos entenderlo con la mente, si es que tiene barba. Bueno, a lo mejor resulta que está ahí todo divertido y tiene 87 brazos y 43 piernas. Nunca se sabe. ¿No? O sea, porque esto es otra cosa también. Heredamos de los griegos esta tendencia que tenían ellos a representar a sus dioses con forma humana. Que también había alguno que decía, bien, y si los caballos pudiesen escupir a sus dioses, escupirían caballos. Tampoco sabemos eso, ¿no? Entonces, incluso la imagen. La imagen de Dios, Padre, con la barba blanca, es Zeus. El Zeus clásico, ¿no? Bueno. Por lo tanto, la dialéctica simplemente será un método racional. La dialéctica es eso, la relación es un método racional. Es un impulso erótico. Aquí que no se malpiense nadie. Que el Eros platónico... Tiene una cierta tendencia a lo que es. A ver, el amor platónico, en el mundo material, se entiende aquello que nunca llegarás a tener. ¿No? Porque tienes ese Eros. Eros, en griego, es tendencia. Impulso. Tienes ese impulso a algo que nunca vas a ver. ¿No? Entonces, el impulso erótico es un mundo que a través de la belleza del mundo material, que hay cosas bellas, nos impulsa a pensar que tiene que haber algo que es totalmente bello, que tiene que existir lo bello. A través de la naturaleza nos impulsa a pensar que hay algo más. ¿No? Vale. Por lo tanto, ¿qué conocemos? Tenemos dos tipos de conocimientos. Uno, que sería la doxa, en griego, que es la opinión. Y eso, ¿por qué le llamo opinión? Porque no hay certeza de que sea así. Es el mundo sensible. A través de los sentidos vemos algo, pero no tengo yo nada que, según él, no tengo nada que me afirme que eso es así. Por lo tanto, no pasa de ser opinión. Mientras que el episteme o la ciencia, ¿cómo lo conocemos? ¿A través de qué? ¿De los sentidos? No, de la razón. ¿No? Bien. Y aquí ya tenemos una primera escuela. Y esto nos servirá, por ejemplo, cuando veamos a Descartes en principio del curso siguiente, Descartes se rige por la razón, el cogito ergo sum, pienso lo que existo. La razón es la verdad, frente a Hume, que seguirá Aristóteles y dirá, no, yo no pienso nada, yo tengo el disco duro en blanco, yo solo puedo conocer a través de mis periféricos, que son los ojos, los oídos, las manos y todo eso. Porque el ser humano incluso en informática no ha inventado nada, porque al fin y al cabo es una imagen nuestra. Vale, pues tenemos dos formas de conocimiento, la doxa y el episteme, la opinión y la ciencia. Muy bien. Por lo tanto, diferenciamos dos cosas, el pensar de dónde viene, de la razón, y la razón es el alma, porque es inmaterial, mientras que el percibir, el darnos cuenta de las cosas, sí que viene de las manos, los oídos, lo que sea. Muy bien. Entonces, el verdadero ser, el mundo superior, ¿lo puedo percibir? Sí. ¿Pero lo puedo tocar? No. ¿Cómo me llegará? Desde el conocimiento matemático y la ley moral. ¿Por qué las matemáticas? No hemos dicho que sería Pitágoras el número, esto, pues eso es lo fundamental. Eso me explica el universo. Y como ser humano completo, tengo una parte matemática que me explica todo esto, más complejo, pero esto basta y sobra, ¿eh? Y luego la ley moral, cómo comportar. Porque si hay un mundo perfecto, moralmente yo me voy a comportar a imagen de esa perfección. ¿Por qué? No puedo ser un, con perdón, capullo ni cosas de estas, que se los saltaban por las narices, ¿no? Pero bueno. Muy bien. La solución de estos problemas le llevó, hemos visto la teoría de las ideas, ¿no? Sobre lo que es el bien absoluto y estas cuestiones, tenéis la teoría explicada allí detrás. Y muy bien. ¿Qué pretende con la teoría de las ideas, Platón? Con el cuento este, porque tiene otros en cada lado, lo explicaba de esta manera, el alma y demás, ¿no? Muy bien. Respuesta a tres grandes problemas. ¿Qué es el ser? El ser es, hoy ha salido por la tele un par de veces el monstruo. ¿Es esto o es algo más? Porque la auténtica realidad es lo que no es material, serían las jaidos, las formas. Las ideas. ¿Cómo saberlo? Ahora lo veremos, la anamnesis, el recuerdo, que ya hemos comentado, yo lo sabía y lo reconozco. Y luego, cómo obrar, que esta es la parte de Sócrates, tengo que obrar también lo más perfecto posible a imagen de ese monstruo. Y con esto ya puedo ir por la vida. Bueno. Vale. Esto es un poco lo de antes, lo veis tranquilamente. Bien. Para Platón, el alma recibía su verdadero saber, esto que os digo, lo que era el conocimiento, antes de esta vida. Luego se nos borra. Todo saber y conocimiento solo puede ser una reminiscencia de los que vivimos en el paraíso. Si ponemos paraíso en lugar de ese mundo hiperurano, es así. Muy bien. Por lo tanto, si eso es la verdad, las verdaderas causas de las cosas materiales son inmutables. Parménides. Ya tenemos a Parménides. No cambian. Bien, ya hemos encajado Parménides y Aráclito. Ya se pueden dar la mano. Ya están ahí. ¿Y dónde estaría eso? Conformarían el hiperurano. Uranio, ya lo comentamos el primer día, la creación del universo de Siodo, ahora que Urano y Gea se unieron. Urano como la parte nómade. Eso estaría en ese mundo no material, pero más allá todavía. Más lejos. Toma por ahí un poquito. Bien. Pues ya tendríamos explicado un poco eso. Muy bien. Tal conocimiento se despierta al contemplar objetos que presentan cierta semejanza con las haidos. Las ideas, hace muchos años me hacía siempre mucha gracia, en los TVO, TVO famoso, en la página de atrás, en 13 Ruth del Percebe, siempre estaba en una esquina carpanta soñando con pollos. Porque era una imagen, un reflejo de la España de los 50-60. Había gente que solo comía pollo el día de Navidad, el que podía. Era eso. Pues eso sería una idea. idea en el sentido no de pensamiento sino de de forma como le ponían el pollo no por una palabra pollo dibujaban o sea los hay dos estas formas tenéis que pensar que serían como un icono como una cosa que sería eso y a partir de ahí aparecería todo lo demás lo que se ha dicho el icono del caballo perfecto luego tienes desde polis a percherones hay que explicar eso y cómo funciona eso por interferencias básicamente sería eso no es que el caballo perfecto está allá arriba pero claro como hay mucha distancia media que va bajando empieza a fallar y sale más grande más pequeño total básicamente sería eso no bueno por lo tanto las ideas son la esencia de las cosas si esa idea la convertimos en dios dios en la esencia de nuestro ser tenemos las colas estoy avanzando para más adelante que vayan saliendo muy bien las ideas son en sí y para sí con esta frase lo que quería decir es que no tengo ni idea cómo explicarlo pero bueno el amor platónico no es más que el anhelo del alma hacia lo eterno porque lo eterno es la verdad por lo tanto tengo que conocer esa verdad que no la vas a conocer pero en fin de acuerdo luego tenemos la parte ética y política para ir con esto como siempre esperamos un poco corto muy bien vale y La naturaleza y partes del alma tenemos el mito del carro lado. El carro lado simplemente tenemos un carro y tenemos una origa y dos caballos, uno blanco y uno negro. La parte concupiscible y la erastible, es decir, la parte buena y la mala. Y nosotros somos el auriga que llevamos todo eso. Por eso, si gobernamos bien y compensamos nuestros vicios y nuestras virtudes, el carro irá hacia arriba. Si se desboca el carro por alguna cuestión, nos pegamos el chufo y pegamos el suelo. Muy bien. Y todo nos va a comenzar. Y vuelve a intentar ascender y todo esto muy rápidamente es esto. Muy bien. ¿Por qué? Porque según Platón, ¿cómo conocemos? El alma cae al mundo sensible a causa de un desequilibrio entre las tres partes del alma, irascible, concupiscible y demás, y cae al suelo. Entonces aquí tenemos que hacer toda la labor de esforzarnos y demás para ir más allá. ¿Veis que esto tiene un cierto aire a filosofía budista o algo de eso, de los ciclos? Bueno, aquí os dejo el mito del carro. Lo leéis y demás. Según la calidad de contemplación... Según la calidad de contemplación de las ideas, pues el sabio está por encima del rey y el rey justo está por encima de los políticos, los atletas están por encima de los iniciados o los poetas, los sofistas. ¿Veis dónde los pone? De los últimos junto a los tiranos. O sea, no los tragaba a los sofistas. Sí, por eso, los sofistas de Magó, o sea, que era la idea que tenían ellos. Es así. Bueno, lo leéis un poco con lo que tenéis en el libro y ya está. Y en cuanto al Estado, ¿cómo sería este Estado? Muy bien. La política. ¿Qué es la política para los griegos? Cuando Alejandro Magno se haga con el control de todos los griegos, las polis, las ciudades desaparecen, desaparecen sus leyes. A partir de ese momento solo hay las leyes que digan qué. Y ahí se acaba la filosofía metafísica. Empieza el del mismo. Ya veremos. Claro, un griego, la polis era su razón de ser. De hecho, entre ellos, uno que estuviese en Tebas, llegaba a Atenas, que tampoco hay tanta distancia, y era un bárbaro. Era un extranjero. Porque eran... Bueno, pasa aquí en Mallorca. Tú, Donetsk, de Llorito, de Madrid. Y estás en el pueblo de al lado. Todo sigue funcionando. Pues imaginaos en un mundo griego en que todo era montaña, se cambió de ese Estado. Esto funcionaba. ¿No? Pues, bien. La política es el arte que cuida del arte. Porque con la polis, con las normas de la polis, yo puedo estar tranquilo. Yo sé lo que me pasará si hago algo. Mientras que si tengo un rey o un tirano por encima, estoy a sus expensas. Entonces, esto me permite intentar ser virtuoso. La virtuos que hemos hablado antes. Porque si yo soy virtuoso, la ciudad será virtuosa y seremos todos felices. Básicamente es eso, ¿no? Muy bien. Entonces, para él, solo si el político era filósofo o el filósofo se dedicaba a la política, se podría construir una ciudad fundado en la justicia y el bien, que son los dos conceptos clave del mundo aquí. Lo justo y el bien del conjunto. ¿Por qué Sócrates se muere? Porque él respeta las leyes. Aunque sean injustas, lo justo y lo bueno y lo verdadero es respetar las leyes aunque no sean justas. Por eso no salió por piernas, sino que se tomó la cicuta. Lo había predicado toda la vida y ahora que me toca, pues dice, pues no. Muy bien. Para Platón, el Estado es necesario. ¿Por qué? Porque es una organización social y hay tres niveles que se mantendrán en la época medieval. Uno, las clases bajas, que son los servicios, campesinos, comerciantes, artesanos, o sea, los curritos en general. Unos que serían la parte militar, guardia y defensa de la ciudad, y otro que serían los gobernantes. Los gobernantes. Los gobernantes, pero claro, los gobernantes, según Platón, tendrían que ser filósofos. Porque si no, la ciudad sería tambú. Y luego os comenta cada uno lo que da. En el primer grupo de gente, digamos, del día a día, predomina el aspecto concupiscible del arma, es decir, la juerga y todas estas cuestiones. Por lo tanto, no hace mucho. En el segundo del ejército, la fuerza irascible del árbol. Son irascibles por ser y también una parte noble, porque se enfrentan con bravura para salvar a sus conciudadanos. Y luego los terceros, los gobernantes, serían lo que ellos serían la fuerza racional, porque son los que tienen que pensar en la acción. Eso sería un poco el planteamiento. Y después, y el Estado, evidentemente, estas tres partes de alma lo divide en tres partes del Estado. El Estado ideal sería un Estado aristocrático. Pero Aristos es el mejor. Hoy en día entendemos aristocracia como un grupo de gente que se lo dice y se lo come. Pero en griego, Aristos. Aristos es el más óptimo, el mejor. Lo que en griego se llama la acción sería óptimo, es el mejor. Entonces, esta aristocracia sería el gobierno de los mejores. ¿No? Y no de unos cuantos... Porque eso sería, si fuese lo que pensamos, él le llamaba oligarquía. Oligos, unos pocos, que son los que tienen todo. La aristocracia sería el gobierno de los mejores pensantes. La timogracia, hay tres formas de generativo. Gobierno por honor o prestigio o por conquistas. Estos acaban haciendo esas tres. Y luego, fijaros qué pensaba de la democracia. Gobierno de todos. Predominan las pasiones, los abusos y la demagogia. ¿O no? ¿Eh? En esas estamos. Que, de hecho, hasta que el espíritu de la ley en la Ilustración no puso la separación de poderes, habría que hacer primero los políticos intentar romper la separación de poderes, ¿no? ¿Por qué? El gobernante tiene tendencia a saltarse las leyes por el foro. Es así, es algo natural. Entonces, la única forma en democracia que hay de salvar eso es que esas leyes las gestionen gente independiente, que sería el poder judicial. Pero ellas se encargan de poner a alguien que mande que haga lo que hagan de hacer, pero bueno. Y lo demás. También la ciudad perfecta estaría armonizada por estos puntos y la justicia. ¿Cuándo es una ciudad justa? Cuando cada ciudadano es justo. La suma de gente justa hará una ciudad justa. ¿No? Es así. Bien. Bien. Esto es básicamente, ya veis, muy rápido. Y la educación es un poco cafre. El estamento inferior, es decir, comerciantes y demás educados, ¿pa' qué? Que aprendan a trabajar y tiren luchas. Ya está. Pero era el mundo que tenían ellos. Los gobernantes, en filosofía hasta los 50, y a partir de ahí servirían para apoyar la ciudad. Esto sería un poco... El planteamiento, ¿lo sabéis? Un resumen muy rápido de todo lo que es Platón, pero ya con esto ya lo vais leyendo y ya vais entrando. ¿De acuerdo? Bueno, pues muchas gracias por estar ahí. Nos vemos la próxima semana con una sesión aristotélica. La semana que viene el viernes no es fiesta, sí. El día 1 tenemos la otra semana, acordaros que tenemos el 4, el lunes 4, no día 8. ¿De acuerdo? Vale, muchísimas gracias. Buenas tardes.