Bien, buenas tardes y bienvenidas y bienvenidos todos. Tanto los que estáis presentes en el aula, que somos minoría, como los que nos están siguiendo online, que llegamos a 307 personas inscritas. Con lo cual, bueno, yo creo que el objetivo que teníamos era poder llegar a través de este ciclo de conferencias a pacientes y también familiares, porque la última parte de la última conferencia del ciclo está destinada a... Eso. Sí, sí. Eso. También para familiares, porque el cáncer, como bien sabéis, afecta a todos, al que lo padece y a los que le rodean y están en la misma situación. Bien, esto está en este ciclo de conferencias que hemos organizado, bueno, pues con mucha ilusión este martes, el martes que viene, sobre la gestión de emociones en cáncer de mama, en concreto un cáncer de mama, y ya la última ante el cáncer de un familiar, el 25 de febrero. Bueno, pues están incluidos dentro de la Cátedra de Inteligencia Emocional que hemos creado en la UNED Pamplona en febrero del 2024. Porque nos parece que es muy importante todo el tema de saber gestionar las emociones hoy en día para que situaciones que son cotidianas, cotidianas, pues desde conflictos, relaciones, enfermedad, salud, bueno, problemas laborales, etcétera, no deriven en problemas de salud mental. Entonces creo que ese saber gestionarnos, gestionar las emociones, contribuye a una mejor salud en nuestra sociedad. Y con esa ilusión hemos creado la cátedra y bueno, dentro de eso queríamos también una especie, que es el que tenemos hoy, sobre... sobre el tema del cáncer. Bien, en primer lugar, gracias Carlos Güell por aceptar esta invitación. Una breve presentación, porque ya sé que le queréis oír a él y a mí no, pero una breve presentación. Es psicólogo, pedagogo y doctor en educación. Ha trabajado como profesor asociado durante 15 años en la Universidad de Zaragoza y actualmente, ¿no? Eres profesor eventual en la Universidad de la Experiencia. Sí, nuestra UNED, señor, para que nos entendáis los que estáis aquí. Y en la Universidad de San Jorge. Ha sido funcionario psicólogo-pedagogo en el gobierno de Aragón durante más de 40 años y por suerte, pues ahora se dedica, entre otras cosas, a dar conferencias de este tipo. Él mismo es una persona con cáncer que viene participando desde el 2006 en asociaciones de pacientes a nivel europeo. Y bueno, pues nos va a hablar también, no solamente desde el conocimiento de la psicología, de la educación, de la inteligencia emocional, sino también sabiendo de lo que está hablando. Que yo creo que también es importante. Bien, en una breve referencia, el diagnóstico de cáncer es un hecho que modifica completamente nuestra vida. Aquí tenéis un ejemplo, aquí tenéis el otro. Y entonces, bueno, pues sí que sabemos de qué está y por eso desde esa experiencia de estar en los box, en la sala de consulta con los médicos, etcétera, creíamos que era muy necesario saber gestionar esas emociones que provoca. Porque a pesar de los índices de mejora, de supervivencia y de los diagnósticos precoces, etcétera, pues la palabra cáncer, cuando nos la dicen, asusta mucho y da mucho miedo, por mucho que nos hablen luego de porcentajes y de lo que quieran. Y no sabemos tampoco el alcance final de la enfermedad, si va a haber metástasis o no, de qué tipo de tratamientos vamos a requerir, durante cuánto tiempo, si esto se va a repetir. Bueno, hemos entrado en un circuito que digo… Yo creo que es la de la incertidumbre y lo importante que es y lo difícil que es aprender a gestionar la incertidumbre. Porque estamos en una sociedad en la que más o menos nos hacemos la ilusión, perdónenme que lo diga así, de que controlamos algo. Y el cáncer nos pone delante que no controlamos casi nada, que no depende de nosotros, que has podido llevar una vida sana, que no has hecho tal, que te has cuidado, que tal… Pues nada, ¿eh? Quiero decir, yo tuve la desgracia de tener una experiencia… Dura, con una psicóloga, además, bueno, en una asociación dedicada al cáncer, que me preguntó, ¿tú qué crees que has hecho para tener cáncer? Y yo dije, Dios mío, o sea, ¿qué pregunta tan… en fin, tan poco afortunada en mi opinión? Y yo le contesté, pues yo creo que he hecho muchísimas cosas para tener cáncer. He tenido una alimentación sana, hago deporte, duermo ocho bolas… Duras, cocino como una idiota todos los días, es decir, no como procesado, etcétera. Luego, yo creo que he hecho muchísimas cosas para… Luego, no sabes que esto es una plaga, o sea, que es que a una de cada tres personas le toca hoy en día, es decir, que esto no es una culpa colectiva, no podemos estar hablando en estos términos, ¿no? Entonces me dijo, es que escuchándote no sé para qué has venido, yo creo que no te puedo ayudar. Y digo, pues yo creo que tampoco, efectivamente. Bien, bueno, yo creo que espero que la charla de hoy nos sea útil para aprender a gestionar todas esas emociones que surgen, no solamente con el diagnóstico, sino a lo largo de todos los tratamientos y después. Que no solo es el miedo, es esa incertidumbre total de la que hablaba, la angustia, a veces la rabia, ¿por qué a mí?, ¿por qué ahora?, ¿por qué yo?, etcétera, etcétera, que nos pueden ir surgiendo, ¿no? Yo creo que lo importante, y es de lo que se trata y para qué está el ponente… ...para ayudarnos a darnos herramientas para que todas esas emociones no nos paralicen. No nos paralicen por un lado y por el otro no nos resten la energía que necesita nuestro cuerpo para afrontar todos los tratamientos, porque a veces sí que esa cabeza… Nos va manteniendo un diálogo con nosotros mismos, muy difícil de gestionar, lo sé, pero que nos resta mucha energía para estar fuertes para lo que necesitamos, que es el día a día. Bien, bueno, pues Carlos va a hablar de esa preparación o esas herramientas que por desgracia a veces no tenemos cuando tenemos el diagnóstico, porque hay actitudes que o las hemos preparado antes o no surgen de la nada. Pero es verdad que estamos en fase de aprender constantemente en esta vida, que da igual si las teníamos previas o no. Tenemos que estar abiertos a las enseñanzas que nos va a traer esta situación. Porque nos va a traer… Nos va a traer enseñanzas de la vida. Bien, entonces yo, fijaros, y perdonad, y con eso termino, que a veces cuando me preguntan alguna cosa me he visto diciendo esta frase, y por favor no me miréis con cara muy rara ahí, y digo, gracias al cáncer he aprendido, gracias al cáncer me he dado cuenta de que es verdad que a veces hay que resituar temas, prioridades, etcétera, no sé si Carlos estará de acuerdo, pero la charla la va a dar él. Bien, nos dejo con el ponente. Muchas gracias por vuestra asistencia, gracias a todos los que están desde casa. Va a ser la conferencia muy participativa, espero que vengáis con ganas de hablar, porque me ha dado pavor, digo, ¿cómo que el público va a tener que hablar? Los que estáis en casa podéis intervenir con el chat, que lo están atendiendo desde aquí, y nada, ¿eh? Gracias a todos. Muchas gracias, directora de la UNED de Pamplona. Es para mí un placer estar en tierra. Sí, un placer estar por tierra en Navarra. Aragoneses y navarros siempre hemos sido de la mano, excepto en el fútbol, que entre los Asuna y el Zaragoza siempre ha habido rivalidades. Estoy muy a gusto de estar aquí y de... ¿se me oye bien? Sí, sí, no, yo... Vale, yo me como los micrófonos siempre, además enseño a comer el micrófono, lo que pasa es que muchas veces, como dice mi mujer, que chillas demasiado. Bueno, decía que estaba muy a gusto de estar aquí. Y vamos a hablar de cáncer, pero vamos a hablar sobre todo de inteligencia emocional. Teresa ha dicho que gracias al cáncer yo he aprendido. Pues no, yo en mi caso he aprendido gracias a la inteligencia emocional. Yo era un chico, yo siempre me presento como un adolescente acomplejado con miedo a las chicas. Yo cuando tenía 17 años lloraba muchos días, muchos domingos encima de mi cama porque no tenía con quién salir. Y yo era, y sigo en el fondo, siendo pesimista, introvertido y todo esto. Sin embargo, la inteligencia emocional me cambió la vida. Prácticamente desde 1995, que Daniel Goleman escribió aquel libro de inteligencia emocional, yo me uno a este carro y ahora, pues si me llenáis el sadar, yo mañana doy una conferencia como la que estoy dando aquí. Eso sí, a lo mejor siento humedades en mis pantalones, pero no he llevado a ningún problema. Quiero decir que desde lo más profundo de la tristeza se puede conseguir agarrarse a la vida y llenar la ilusión. Y es lo que vengo a traer esta tarde. Saludo, por tanto, a los que estáis ahora mismo en casa y saludo también a todas aquellas personas que nos vais a ver en diferido. Y vamos a ir comenzando esta conferencia de inteligencia emocional y afrontamiento del cáncer. Y perdón, se me ha pasado la utilización. Es una diapositiva. O no, más bien, o no. Agradecer, lo veremos al final, es una de las mejores terapias que podemos hacer en la vida. Y vamos a hablar de vida, ¿no? Voy a hablar prácticamente de cáncer al comienzo un poquito y después hablaremos de vida, de vida. Gracias, gracias por estar aquí, gracias por invitarme, gracias por estar escuchándome en casa y gracias por haber conectado este vídeo para aprender algo. Pues bueno, aquí en la Universidad Nacional de Distancia, tenemos un señor que se llama Juan Carlos Pérez González, que es el director de esta cátedra, que yo estoy encantado de que haya una cátedra de inteligencia emocional. Nosotros en Aragón llevamos... Yo empecé en Zaragoza en el año 2003. Llego ya más de 20 años trabajando por la educación emocional en todos los niveles. Yo doy cursos a profesores, a médicos, a enfermeras, a empresarios, a jueces, a militares. Porque vivir queremos todo. Todos. Y de esto trata la cuestión. Educación emocional en la salud, en la educación para la salud, es algo que se está comenzando. Y como dice Juan Carlos, dice que todavía es pequeña, como veis ahí, la literatura científica sobre el tema, pero sí que se nota una necesidad de implementación de un modelo de formación para la salud que incluya la educación emocional. Incluso ayer, mejor dicho, antes de ayer, recibí este informe de la UNESCO. Yo soy el coordinador de los coordinadores internacionales que la Red Internacional de Bienestar, Educación y Bienestar, que nació en Barcelona, tiene en todo el mundo. Y entonces mañana, sí, mañana, mañana a las nueve de la noche tenemos una reunión y vamos a hablar de qué, de que la UNESCO ha dicho que la educación emocional está de moda, es necesaria. Es necesaria, pero para todos los niveles de la vida. Sé el que ellos llaman, los americanos llaman Social Emotional Learning, dice, mejora el bienestar, reduce el distrés, La ansiedad y la depresión. Ya solo con esto nos tendríamos que quedar con la inteligencia emocional. ¿Pero qué nos dicen al respecto las investigaciones? Pues nos dicen primero que hay mejora en el ajuste psicológico. Hay otra investigación que habla de la relación entre inteligencia emocional y residencia. Hay otra que habla de la autoestima y la residencia. De esto vamos a hablar mucho. También que las personas con cáncer carecemos de suficiente conocimiento para el abordaje. Y necesitamos estrategias de afrontamiento. Y hay programas, lo que pasa es que en España no tenemos. Tenemos programas en los Estados Unidos y tendríamos que trabajar en este tipo de programas para hacer felices todas las horas del día. De la Asociación Española contra el Cáncer, no sé si alguno de vosotros ha participado. Levanta el brazo si habéis participado en alguno de estos cursos. Sí. ¿Otro por allí? Vale. Tienen estrategias de afrontamiento adaptativas, reducción de la ansiedad. Comento la comunicación. Comento la comunicación, autocuidado físico y emocional y validación de emociones. Pero yo no encuentro un método completo. Y eso es mi aportación. Desde el año 2003 vengo trabajando sobre un método de pensamiento emocional. Al final os diré que hay un libro que trata de esto. Pero cualquiera, me gustaría que hoy existieran otros en que entregarse todas las cuestiones que a nosotros nos hacen ser mejores personas y nos hacen ser más felices. Desde 2010 ya vengo yo participando, dando cursos y conferencias en congresos internacionales. Florida, Chicago, Frankfurt, Bruselas, París, Londres. En conferencias y congresos en España, sobre todo a través del GEPAC, que es el Grupo Español de Pacientes con Cáncer y de la Asociación Española de Cáncer. Y cursos impartidos en Madrid, Zaragoza y muchos sitios. ¿Por qué? Pues porque he visto que la gente... Me acuerdo de un congreso en Zaragoza. A mí me gusta hacer dinámicas. Y esto de estar ahí escuchando, la verdad es que me está imponiendo. A mí me gusta hacer dinámicas. Me acuerdo que uno de los congresos de cáncer de la Asociación Española contra el Cáncer en Zaragoza me dejaron hacer una performance en el desayuno. Y entonces a mitad del desayuno yo hago un corro y hacemos ahí dinámicas, que es lo que me gusta a mí. Y al día siguiente me escribe un matrimonio con su hija que tienen un problema de cáncer de sangre. Y me dice, no, me había reído. Me había reído yo tanto desde hace muchísimos años. Veremos que va de risa, va de reírnos a carcajadas. Este es el último cáncer, el último cáncer, el último congreso en el que participé. ¿Me veis con la guitarra? Bueno, tengo alguna imagen hasta con un viejo rockero tirándome. Yo de clavelitos y de eso no me sacáis. Pero le doy un jaleo tremendo. Y sobre todo lo que hace falta, como veis, la gente, abrazarnos, querernos, relacionarnos. Yo ahora estoy... En una cruzada internacional prácticamente por esta palabra. Hace un año yo estaba... Y yo todos los años doy la primera conferencia a los estudiantes de medicina en la Facultad de Zaragoza. y los estudiantes de medicina de toda España me quieren y me llaman todos los años a un congreso el año pasado me llamaron a Santander era el mes de septiembre y después de hablar la alcaldesa yo hablo con mi conferencia y digo bueno el título no os lo creáis, en definitiva vengo a enseñar a ligar y claro la gente encantada y es lo que a mí me los pido a vosotros de forma presencial y pido a la gente que está allí porque veremos que la vida, porque no estamos hablando de otra cosa, la vida tiene trastornos que son el café pero la vida es vida la vida fundamentalmente es establecer relaciones entre nosotros relaciones positivas que luego terminan donde terminen, que terminen donde sea pero hay que estar juntos entonces yo planteo el método que yo diseño pero planteo si hay otro que tiene que tener estos conceptos primero el autoconocimiento veremos la reflexión el segundo es la autoestima para mí es la base yo tenía muy poca autoestima y veo que hay mucha gente que va por la calle y le dices ¿qué tal? no sabe ni responder no sabe ni empamplona pero a mí me gusta saludar a todo el mundo la resiliencia, ¿qué es la resiliencia? esa capacidad de afrontar lo que venga y motivación motivación veremos bueno yo lo comentaba ayer yo estaba dando un periplo por Murcia y por Andalucía y comentaba digo yo tengo 74 años a mí me quedan 40 años por delante supongo de buen vivir y después ya veremos y la gente como alguna de vosotras también se ríe dice ¿por qué? que me ves ya frito pues a lo mejor no soy yo siendo el más viejo de la sala no soy el primero que se va lo que hace falta es no vivir más y ahora precisamente yo estoy colaborando en dos investigaciones como paciente y ahora lo que nosotros estamos aportando a las investigaciones una de ellas liderada por la universidad de Boston estamos diciendo que nosotros no queremos medicinas que nos alarguen la vida lo que nosotros queremos que nos den calidad de vida ¿estáis de acuerdo con eso? es decir aquello de que los médicos se vanaglorían de que 5 años, 6, 10 años 20 años, estadísticas como decía Teresa no, aquí lo importante es ser feliz ser feliz con un vaso de agua y ser feliz sobre todo con gente alrededor conocer a los demás la comunicación emocional y la empatía creemos que son elementos de este método que voy a desarrollar pero sobre todo después de tantos años y comencé el año 2006 cuando creamos en España Europa Colon Spain que es una organización para los enfermos de cáncer de colon yo tuve un cáncer de colon con 53 años y hace 3 años me diagnostican uno de próstata que según me dijo el mes pasado el urologo hoy está controlado con tratamiento hormonal está controlado y yo estoy genial nada más que no me digan a mí que estoy mal yo estoy fenomenal Sobre todo lo que tenemos que construir entre todos y entre todas es la esperanza, la palabra en inglés hope, la esperanza, la esperanza de vivir plenamente con lo que tengas, con lo que eres, con la gente que te rodea y vivirás lo que vivas. Pero aquí lo importante es la calidad, la calidad de vida y para eso, porque hay distintas formas de actuar. Hay, por ejemplo, hay cosas en las que puedes incidir y cosas en las que no puedes incidir. Javier García Campayo es un médico psiquiatra, que es psiquiatra en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, una persona que ha promovido un máster de mindfulness que os recomiendo en la universidad. Y que habla de, habla de paíntro, me encanta. Nos ha hecho vibrar desde la filosofía oriental. Esto que estamos siempre los occidentales todo el día corriendo, todo el día corriendo, ¿no? Hay cosas que puedes incidir y cosas que no puedes incidir. Si no puedes incidir, a mí, no sé cuál será el grupo vuestro, luego haré preguntas y responderéis con el brazo. Pero no... En mi caso, yo soy una persona que tengo un problema de que no acepto mucho la frustración. Algo voy aprendiendo. Y a lo mejor lo que hago es sobreactuar. ¿Sabéis lo que es sobreactuar? Que cuando no puedes hacer nada, buscas y buscas y buscas en internet. Y pruebas y pruebas y pruebas tratamientos. Eso es sobreactuar. Si no puedes incidir, lo que tienes que hacer es, lo veremos luego, es aceptarlo. Ahí está. Y tira pa'lante. Si puedes incidir, sí. Tienes que estar activo y entonces actúa. Claro que podemos hacer mil cosas. Y si no eres activo, pues simplemente te resignas y aceptas lo que hay ahí. Vamos a ir viéndolo poco a poco. Vamos a hablar de pensamiento emocional. Y me diréis, ¿por qué no de inteligencia emocional? Pues porque la inteligencia emocional es lo que te dieron. En mi casa ya me llegó poco. Como me decía aquel cura en el colegio de jesuitas. Yo pertenezco a una familia de ingenieros de caminos. Sabéis que los ingenieros de caminos aquí tienen algo, ¿verdad? Mi abuelo hizo el viaducto de Teruel. Si habéis ido a Teruel y habéis visto ese puente, lo hizo mi abuelo. Ahí tenéis la placa. Mi padre ingenió caminos, por tanto. Mi hermano, el mayor, ingenió caminos, por tanto. Y me decía, ¿y tú eres hermano? Digo, sí. No lo pareces. ¿Inteligencia? No, es verdad. Es verdad. Cuando repartieron, como yo soy el quinto de los hermanos, ya me llegó poco. Pero me quedé con lo de mi madre. Y yo creo que me ha ido mejor. Porque me quedé con el corazón. Y ahora lo que he hecho es unir. La inteligencia es la que nos han dado. Yo he trabajado con discapacitados intelectuales. Y estos chicos y chicas, a lo mejor, no han tenido tanta suerte como nosotros. Pero una cosa es la inteligencia. Pero el pensamiento es algo... Que todos lo podemos hacer. ¿De acuerdo? Entonces, el pensamiento nos engaña. El pensamiento nos dice, Carlos, ¿no tienes motivos para ser feliz? Y digo, pero si tengo dos manos. Sí, pero como tienes cáncer, ¡pero que tengo dos manos! Nuestro pensamiento, además, potenció. Sí, vamos a empezar a hacer un poco de jaleo, ¿vale? Mira, vais a levantar todos los brazos así. Todo el mundo, todo el mundo así, todo el mundo así, sí. Y mirad hacia el techo, mirad hacia el techo. Vale, bajad los brazos. ¿No has hecho foto ni nada? Ay, que no es que hacer foto, yo ahora tengo de todas. Venga, lo hacemos otra vez. Luego la mandarás a todo el mundo que la quiera. Sí, así, así, mirando para arriba, mirando para arriba. Y ahora bajamos. Muchísimas gracias por vuestra colaboración. Esto es una parte de conferencia. Lo otro es un busto parlante. Vale, os explico. No se están controlando. ¿Dónde está el móvil? Lo tengo aquí. Ya sabe todo el mundo dónde estoy y qué es lo que estoy haciendo. ¿Verdad que sí? Y esos señores, amigos todos del trueno este, que nos están poniendo los nervios, lo que quieren es vender. Para que nosotros, comprar. Entonces, en Zaragoza, la tendencia que tenemos cuando estamos frustrados es que nos vamos al corte inglés y cogemos la tarjeta, pasamos así, casi ocho veces, y nos vamos a casa con ocho bolsas. Las dejamos encima de la cama y llegamos todos contentos. Pero resulta que una vez que las hemos dejado encima de la cama, dices, ¿y para qué? ¿Y para qué? Si no necesito nada. Aquí tengo que nombrar a mi suegra. Algunos de los que le decís, mi suegra dice, ya tengo de todo y en abundancia. Quieren que compremos, quieren que nos aislemos. ¿Sabéis que si estamos aislados en casas cada uno, ¿sabéis que tenemos más lavadoras y más televisores? Ellos lo que quieren es que no nos juntemos. Y yo estoy en contra de ello. Pensamiento emocional es gestionar nuestro pensamiento. Sobre todo hablar de salud. Salud, dice la Organización Mundial de la Salud, que no es la ausencia, que es un bienestar físico, mental y social. Y no solamente la ausencia de enfermedades. De esto va. El método de pensamiento emocional que os voy a presentar se centra, nace, hay mucha ciencia, hay mucha investigación detrás de lo que voy a hablar. Algunos cito, pero otros no, porque si no os aburriría. ¿De acuerdo? Neurociencia, hoy es lo que más, lo más de lo más. Hoy se habla de neurociencia. Yo tengo la suerte de todos los años abrir la primera conferencia a los alumnos de primero de la Facultad de Medicina de Zaragoza y le digo a un chaval, a ver tú levántate, digo, ¿por qué hace 160 años había un chico que se llamaba Santiago de nombre y de apellido Ramón Ispajal y terminó la carrera en mi Facultad de Medicina de Zaragoza? Y ese señor es el padre de la neurociencia. Y todo lo que voy a hablar prácticamente está hinchido de neurociencia. La psicología positiva es un acorriente que ha nacido en Estados Unidos en contra de que los psicólogos solo nos dedicamos a arreglar cabezas, pero podemos también potenciar. Y de esto vamos. Y sobre todo la inteligencia emocional, que todo el mundo habrá oído hablar, de Goleman, de Saloui y Mayer. Entonces vamos a empezar con el cerebro. Aquí también quiero vuestra colaboración, ¿vale? El cerebro tiene tres partes. La parte más animal, que es el cerebro que está por debajo del tronco encefálico, ese no nos interesa aquí porque no podemos hacer nada. Pero sí que podemos hacer con estas dos partes. Cogemos la mano derecha, por favor, todos, cerramos el puño. Os pido, por favor, que lo hagáis. Y ponemos encima esta otra. ¿Vale? Bien. Bueno, normalmente esto es la corteza cerebral. La corteza es lo que está, lo que estamos muy orgullosos de ser seres humanos, no como estos pobres perros. Pero resulta que tenemos debajo, este es el sistema límbico, ¿lo veis ahí? El sistema, ya, dejad la mano. Bueno, si queréis estar así toda la conferencia, no me importa. En casa también os pido que lo hagáis. Porque, mirad, la neurociencia nos dice, yo doy muchas conferencias en Latinoamérica y les pido que hagan... Que hagan cosas como si estuvieran presentes. Porque todo lo que hagas con tu cuerpo lo aprende tu cerebro. Así que, ¿por qué? Porque nosotros somos seres racionales. Pero resulta que las decisiones las tomamos con el cerebro límbico. Y esto yo se lo he dicho en un curso a jueces. Y les digo, ¿sabéis que las decisiones que tomáis son arbitrarias? No me ha vuelto a llamar, claro. Porque siete segundos antes de tomar la decisión aquí, la tomamos aquí abajo. Tenéis un vídeo precioso, no lo he traído aquí. Si alguien quiere que me escriba mi correo electrónico, se lo enviaré. De Ponset. Recordáis que tenía un programa muy interesante. Y una investigación alemana probaba que siete segundos antes de apretar el botón ya sabía el cerebro límbico lo que iba a tomar la decisión a nivel del cerebro. Al final, cuando elegimos un coche, miramos mil coches al final, cogemos el que más nos gusta. O cuando miramos unos zapatos, ¿sí o no? Miramos cientos de zapatos. Al final, ese, yo digo, dice, chica, ¿por qué te has...? Ay, chica, no lo sé. Porque te ha salido el impulso. Y de eso, además, se valen los publicistas. Y se valen los que nos quieren vender la felicidad. Porque ellos van directamente a las emociones. Fijaros las emociones. Hay emociones... En negro no hay emociones. Pero fijaros las emociones que están en azul. ¿Por qué? Porque cuando no tienes energía... Hablábamos antes de las mitocondrias, de las ganas de vivir. Yo pido a la gente, y tengo como norma, psicólogo de la ilusión, yo doy a la gente ganas de vivir. Me acuerdo que hasta en una conferencia de una hora conseguí que una persona mayor de 65 años que iba a suicidarse, déjase de serlo. Me dijo, yo después de esta conferencia quiero vivir, porque merece la pena vivir el rato que sea, pero con ilusión, con ganas. ¿Y qué es lo que tiene más ilusión? Pues fijaros, tiene más ilusión el amor, el amor que llega solo hasta las piernas, pero lo que más es happiness, que lo tenéis arriba, la felicidad. Y esa la podemos comprar todos los días, la podemos comprar todos los días. Inteligencia emocional, Salomé y Mayer. Daniel Goleman, lo aprendemos. El Martin Seligman sería el experto en psicología positiva, porque la idea. Y ya entramos en el método de pensamiento emocional. Tiene siete competencias emocionales. Yo no conozco ningún otro que le dé a todas, para terminar en el liderazgo. La gente me dice, oye, ¿tú sabes que yo no quiero ser jefe? Yo estuve incluso cuatro años de director general en el gobierno. Y la gente me pregunta, ¿tú fuiste director general? Digo yo no. Yo estuve de director general cuatro años, dos meses y un día. Os suena esto como la cárcel. Me obligaron, porque era funcionario, me obligaron a serlo. Pero a mí aquello no me gustaba. Ser jefe no es agradable, pero líder sí. Hoy todos quieren ser influencers. Sobre todo cuando doy conferencias a los chavales. Pero a que vosotros mañana os juntáis a cenar, ocho personas en un restaurante magnífico como los que tenéis en Pamplona, y tú estás todo el rato intentando meter baza y no te escuchan. ¿Eso te gusta? Digo, hacedme con la cabeza, sí o no. No gusta. Pero a ti que te gusta que te escuchen. Eso es ser líder. Líder es el que tiene influencia. Y para eso hace falta empezar por uno mismo. Empezar por conocimiento de uno mismo. Por tu propio conocimiento. Tienes que ir adentro. Me dice Javier García Campayo. Y vamos a hacer ahora una primera prueba. Una primera prueba que viene de Mark Brackett. Este es un autor norteamericano. El libro se llama Permission to Feel. Yo ahora leo todos los libros de psicología. Me los compro, tengo un e-book. Me los compro en inglés. El inglés lo llevo muy rastrero. Pero algo se me pegará. Yo leo dos libros. La mitad de uno y la mitad de otro. Y ya he leído uno. Por cierto, antes de que lo digan, que no lo diga más tarde. A vivir, vivir, vivir dos cosas. Una, ejercicio físico. Y dos, estudiar inglés. ¿Me habéis oído? Que no estoy hablando de quimioterapia. Ni de radioterapia. Ni todas esas cosas. Estoy hablando de vivir. Bueno, pues este señor habla de cómo te encuentras hoy. Y esa es la pregunta que quiero levantando el brazo. ¿Vale? primero, algo que los psicólogos muchas veces no hemos hecho bien ¿qué tal estás? ¿qué nos obliga la sociedad a decir? normalmente ¿qué dices? bien, sobre todo para que no te pregunten ¿verdad? entonces, los psicólogos muchas veces hemos hecho happylismo, ¿sabéis lo que es el happylismo? happy, happy, happy, no, pues mira aquí lo que hay que hacer es ser feliz cuando te apetezca, y cuando no, no y entonces, si estás un día cloth, en azul levantas el brazo y dices que estás deprimido, y no pasa nada estás en azul, que no te encuentras bien que no te encuentres con ganas, no sería la palabra de pibido, pero con ganas ¿vale? la energía está en la parte roja poca energía azul, mucha energía rojo, pero enfadado a la parte derecha es poca energía, tranquilo y mucha energía, feliz entusiasmado ¿correcto? aquí estamos en en petit comité, estamos en familia yo me encuentro muy a gusto con vosotros y con vosotras de verdad que os agradezco un montón que estéis aquí, me gustaría que fuerais sinceros porque lo que más enseño yo es a no tener miedo al ridículo aquí el único ridículo soy yo ¿me acuerdo? sí, era precisamente estaba con con Juan Carlos en el colegio de médicos de Pamplona y nos pusimos los dos una tariz de payaso para dar la charla ¿me explico? las cosas son serias o no son serias tú te puedes vestir de payaso y ser la persona más seria del mundo por tanto vamos a ver ¿quién de vosotros tiene poca energía y no está a gusto? levanta el brazo por favor muy bien, segundo ¿quién de vosotros hoy tiene mucha energía pero está enfadado porque las cosas no le van bien? levantáis el brazo ahora levantáis el brazo aquellos que estáis a gusto pero tranquilos vale y aquellos otros que tenéis mucha energía y estáis a gusto levantáis el brazo pues yo la levanto yo todos los días el problema además no duermo porque esto de la próstata cada dos horas para arriba, para arriba y para arriba pero yo me encuentro genial quizá a lo mejor porque he aprendido a sacarle a la vida zumo decía aquel que si tienes una naranja haz naranjada pero si tienes limones haz limonada y estar bien rica punto número uno por tanto será tener conciencia de ti saber quién eres cerramos un momento los ojos nos ponemos los dos dedos dentro de los ojos si queréis y pensamos ¿cuál es tu mejor cualidad? Gracias. Gracias, gracias. Veréis que esta palabra es muy montaña. Hay dos culturas al menos en esta parte más occidental del mundo. Está la cultura oriental y la cultura occidental. La cultura oriental, todos vosotros habéis estado en la mezquita de Córdoba. Yo estuve hace un mes. ¿Y cómo es? Y todo el mundo me habla de dentro, de los arcos y de las columnas, preciosa. Digo, ¿y San Pedro el Vaticano? ¿Cómo es? Y todo el mundo me habla de la columnata de Bernini, de la fachada tan imponente y de esa cúpula enorme. ¿Y os dais cuenta de qué? Ni sabemos cómo es la fachada de la mezquita de Córdoba, ni sabemos cuántas naves tiene por dentro San Pedro. San Pedro el Vaticano. Los occidentales nos arreglamos, me acuerdo en los años 60, no sé si ocurre, supongo aquí en Navarra también, en todos los pueblos nos dedicábamos a arreglar las fachadas de las casas y las entradas, y la entrada de casa, para que vean que en mi casa no falta. Y por dentro, cuando nos arreglamos para venir aquí, nos hemos arreglado por dentro o por fuera. Para ser feliz, que esto es un camino hacia la felicidad, tenemos que arreglarnos por dentro. ¿Qué nos dice Carlos? Que va a salir mal. Carlos, que va a salir bien. ¿Os suena esto? Cuando a mí me diagnosticaron el cáncer fui con mi mujer y me dijo aquel médico, dice las pruebas han salido mal y yo como médico toda la vida la enseñanza, digo pues si se han salido mal pase tiembre, habrá que repetirlas. Y mi mujer, que es más lista que yo, se desmayó. Dice no, no, no, no, no es que han salido mal las pruebas, es que usted tiene un tumor. Y yo dije no, eso será otros, se ha equivocado, porque yo no he hecho lo que tú has dicho Teresa, yo tal, yo cual, yo cual. Esto es así, la vida es así, y toca esto y toca lo otro. Primero, por tanto, conocernos. La autoestima. La autoestima es para mí la piedra filosófica. Hay estudios que en torno al 40% de los españoles no tenemos apego seguro, luego veremos, que es la madre de la autoestima. La autoestima es quererte. La autoestima no es chulería. Chulería es que tú tienes un chalé, que tú tienes un cochazo, que tú tienes un apartamento en la playa. Cuando tus palabras molestan a otros, eso es chulería. Entre tanto no molesten a otros, yo el que más. Luego veremos. Os voy a... Os voy a enseñar a gustaros. ¿Te gustas? Había un manzano en el que estaban un montón de manzanas rojas preciosas, todas contentas, pero había una que no, porque esa manzana resulta que por las noches veía las estrellas y ella quería tener una estrella dentro de sí y estaba triste por eso. Un día pasó una señora con una niña de seis años, la niña le dio a su madre la manzana y ahora vamos a hacerlo todo. Cogemos. Cogemos la manzana con la mano izquierda, cogemos la manzana con la mano izquierda y con la mano derecha la cortamos, ¿vale? Pero casi todo el mundo no sale a cortarla así. Ella madre la cortó de forma transversal. Con esto quiero deciros que dentro de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de ti, de mí, hay una estrella. Hay muchas posibilidades que podemos hacer todos los días. Lo que pasa es que... Aquí viene la gran palabra. Y yo en mis conferencias, si tenéis algo para escribir, me gustaría que lo hicierais. Al menos hacedlo luego en casa, no lo sé. Escribid la palabra comparación con mayúsculas. En casa, por favor, os pido que cojáis un papel, un lápiz y que escribáis comparación. Comparación con M. Comparación. Y luego la tacháis, la tacháis, la tacháis, la tacháis, la tacháis. Porque siempre nos están... Comparando y siempre nos estamos comparando. A mí me hicieron una infancia no agradable. El otro día, dando una conferencia en Murcia sobre prevención de drogadicciones, de adicciones en los adolescentes, digo a mí porque no me cogieron. Pero a mí me podían haber cogido perfectamente para ser un... ¿Cómo se dice? Un traficante, un trapichero. Porque cuando tú... Tú no tienes... Cuando tú no te quieres cualquier persona, cualquier televisión, cualquier cosa te puede coger y se te puede arrebatar. Y entonces te tienes que mover para adentro lo que hay. Rosenberg nos habla que la autoestima es una evaluación global y positiva de uno mismo. Nos tenemos que evaluar. Sí que tenemos cosas que no son tan positivas, claro que sí. Yo no estoy hablando de ilusión, de ser un iluso, no. Estoy hablando de ilusión, que es teniendo la cabeza muy en el suelo, saber buscar nuevas metas que tú puedas alcanzar. El problema es que nos ponemos cortapisas nosotros mismos. Y esto viene de cómo nos quisieron. El apego. Baldwin habló de apego, de separación y de pérdida. Muchas veces nosotros, el apego seguro es cuando nos han querido de pequeños. Vamos a verlo. Voy a volver luego de esto. Vamos a ver los estilos parentales. Mirad. Si cogemos dos dimensiones, arriba la autoridad y abajo la permisión. A la derecha, poco afecto. Y a la izquierda, mucho afecto. Tenemos estos cuatro estilos parentales. A mí me gustaría que los pensases y que os identificases con uno de ellos. Y yo os diré luego cuál es el mío. Mirad. El primero es que haz lo que quieras. Y déjame en paz. Normalmente se puede dar. Y en el sur, que es donde he estado en Murcia, y en Linares, donde hay familias que tienen muy pocos recursos, porque son familias muy extensas, no como en el norte. Aquí en Navarra, en los últimos 40, 50 años hemos tenido pocos hijos, ¿no? Digo, en Aragón ha sido lo mismo. Pero en el sur, concretamente en Murcia, Andalucía, Extremadura, Canarias, todavía han estado, a lo mejor hace 10 o 20 años que no tienen tantos hijos, pero todavía están no escolarizados. Y hay familias que tienen tantos que no, que no los atienden. El otro día ponía los pelos de punta. Decía una madre a la profesora que se lo lleven a los servicios sociales. Eso aquí en Navarra nos ponen los pelos de punta, ¿sí o no? Pero hay... Entonces, esas personas tienen un estilo negligente. Y allí hay unas carencias. Y luego en la educación, nosotros que somos expertos en educación emocional y vemos el fracaso escolar, la mayor parte del fracaso escolar, tiene que ver con cariño, con afecto. Puede ser que algunos de nosotros también entre las familias muy ricas miran los... Como tenemos dinero, pagamos a no sé quién para que nos tengan a los hijos. Otro estilo es el autoritario. Es mucha autoridad y poco afecto. Este es el mío. A mí me quisieron bien, como me querían en aquel tiempo. Y yo, a lo mejor a mis dos hijas que ya tienen 45 o 47 años, a lo mejor ahora lo haría de otra manera. ¿Me entiende? Es... Porque a mí en casa me enseñaron la perfección. Y tenía que ser perfecto. Aquí y ahí veo gente que también... Come de eso. Pues si alguno come de la perfección, por favor, al salir lo dejáis en la puerta. ¿Vale? No hay nada perfecto. Hay que ser excelente y hay que ser con alta calidad. Pero perfecto no. Porque las personas que queremos ser perfectos machacamos a nosotros mismos y a todos los que nos rodean. Pensad, alguno de vosotros puede ser este estilo. Luego hay otro estilo que es el permisivo, que es el que más se da hoy. Hoy, venga, llegan los reyes, llegan el papá Noel, llegan no sé qué, llegan no sé cuántas. Todos así, así, así. De acuerdo, mi nieto, yo tengo cuatro nietos. El tercero tenía, el año pasó, cuatro años y dijo que el día de su cumpleaños no quería nada. Están ya altos. Lo más caro, el regalo más caro, si sois padres, madres o si sois abuelos y abuelas, es el tiempo. Esto, esto es lo más caro. Los parís. Y dedicar tu tiempo a ellos. Entonces, esos niños que no han tenido límites, si nos ha pasado a nosotros, nos han fastidiado también de pequeños. Y luego el estilo democrático sería el verdadero que compagina la autoridad y la exigencia. Porque la exigencia es parte del amor. ¿Me explico? Si no exiges, no quieres. Es muy fácil darlo todo y decir que sí a todo. Pero no construimos. Yo he trabajado con autistas. Y el autista es el que no tiene referencias. Y si no tienes normas, al final acabas siendo un psicótico de adulto. Nos dice Fredrickson, otro de las autoras de la psicología positiva, que tenemos que tener pensamientos positivos más que negativos. Tenemos que hacer un esfuerzo. Yo, que soy pesimista, os lo he dicho todos los días hago esfuerzos, ¿no creáis? ¿Para qué? Para pensar en positivos. Porque dice que lo que debe ser es tres positivos y uno negativo. No puede ser que no tengas ninguno negativo, no me lo creo. Pero se puede llegar hasta cinco positivos y uno negativo. Y este es mi caso. Yo voy a hacer año que viene 50 años de que me aguanta una mujer. Éramos dos tontos emocionales que nos juntamos así. En las fiestas de un pueblo no nos dimos cuenta. Y el día que se dé cuenta con quién está, igual se va con otro. Por eso que dure, ¿vale? Por eso yo estoy con cinco o con más. La gente me pregunta, ¿de dónde sacas tanta energía? Y lo digo en público. De una mujer que me quiere, de una mujer que me apoya, de una mujer que hace todo. ¿Vale? Optimismo o pesimismo. Levantad el brazo aquí los que sois optimistas. Qué bueno. Levantad el brazo aquí los que sois pesimistas. ¿Vale? Y luego ahí están los realistas, que somos los pesimistas reconvertidos. Ser optimista no consiste, nos dice Seligman, en ser más egoísta ni asertivo, ni presentarte superior a los demás. Es sino hablarte a ti mismo de forma positiva cuando tienes un fracaso. De estas tres frases, ¿sabéis cuál es la que es más optimista? La tercera. Porque las otras son ilusos. Pienso que todo va a ir bien. No. Que no podré. Tampoco. Y pienso que las cosas todas me van a ir mal. No. Hay que tener siempre ese rescoldo de ayuda. Y hay que tener presencia, nos dice Cuddy. Esa presencia es testosterona. Testosterona es algo que tenemos todos, los hombres y las mujeres. Que lo tenemos más cuando somos más jóvenes y luego se va acabando. Pero testosterona es... No he traído aquí, perdón. No he traído aquí un vídeo de los All Blacks. ¿Recordáis la selección neozelandesa de Rugby que hace? Y hay un vídeo precioso que está recibiendo el príncipe de Asturias en el teatro este de Reconquista, me parece que se llama, de Oviedo. Y hacen un ejercicio delante de los reyes. ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Y mirad una de las cosas que nos recomiendan los... Neurofisiólogos. Que vayamos al váter. Yo lo he hecho antes de entrar aquí. Y me he puesto delante del espejo y... ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! Sí, porque te sube. No para machacar, ¿me explico? Sino para ayudar, para ser más feliz, para trasladar ilusión a los demás. Las endorfinas. Las endorfinas, ¿sabéis qué son? Esas hormonas que tiene nuestro cerebro, neurotransmisores que tiene nuestro cerebro, que cuando te das un golpe... y te rompes un hueso, en caliente, ¿te duele o no te duele? No te duele en caliente, porque están las endorfinas. Pero luego, cuando las endorfinas ya se pasan, entonces sí que te duele. Pero las endorfinas las podemos hacer todos los días del año. Les podemos dar de comer. Con ejercicio. Con reírnos. Hay un vídeo que no he traído. Creía que lo había traído. No sé si lo habéis visto. En Alemania. Está en un vagón de metro. Y está uno que está ahí con el móvil y empieza... Y todo el vagón acaba riendo. A mí me encantan esas personas. Yo no tengo esa capacidad. A mí... Yo tengo una sobrina que todo... ¿Y dónde está? ¡Ay! ¡Plona! Allí, hablando. Sí, de cáncer y de inteligencia emocional. Siempre se ríe. Sí. Porque la vida es reír. Claro que hay mal. Luego lo veré. Serotonina también es lo que tenemos que buscar, no la dopamina, que vamos a ver a continuación. Serotonina es decir, ya he llegado, estoy donde estoy, porque la historia me ha puesto aquí. Recuerdo cuando estaba con el gotero y le decía, hombre, hoy que se ha dejado un suerra, no, que ya me lo pusisteis de jamón york y no sabía bien. Ver el lado bueno de las cosas. ¿Recordáis? La vida es la película. La vida es bella. La serotonina, los didefílices, dejar ya de buscar, ya está, ya has llegado. Sin embargo, veremos que la dopamina es venga, venga, venga. La vida es un espejo. Si tú eres alegre. La vida te dará alegría. ¿Cuánto vales? ¿Por cuánto me daríais esta falange? ¿Por cuánto me la darías? ¿Por mil euros? ¿Por diez mil? ¿Por cuánto? ¿Y cuánto vale la mano? Con este segundo cáncer he aprendido a disfrutar de lo que me queda, de lo que me queda, y disfrutarlo. Esta mañana estaba en el oftalmólogo antes de venir aquí, porque hace unos años yo perdí este ojo izquierdo, la mácula. Yo ahora cierro el ojo derecho y a los del frente veo campo visual, pero los de delante no veo y me tengo, porque en la mácula no puedo leer. Puedo conducir gracias al campo visual. Bueno, me ha dicho que está bien, que por ahora no voy perdiendo. Bueno, y ahora yo sí que quiero que me digáis esta frase. Lo digo en todas mis conferencias. ¿Vale? Tú de cero a diez, ¿cuánto vales? Y tienes que decirme, yo valgo diez. ¿Y tú cuánto vales? Cuando yo diga tres, todo el mundo va a decir, camina en casa, aunque estéis solos. Yo valgo diez, ¿de acuerdo? Una, dos y tres. Un aplauso que menos. Claro, ¿y yo cuánto valgo? Diez. Si tengo un cuerpo, lo vais a ver. Yo siempre he complejado con mi cuerpo. Hace seis años dos chicas se suicidaron. Se suicidaron en Zaragoza porque no les gustaba su cuerpo precioso. Tenían anorexia. Hay mucha gente que no se gusta. Me gustaría que mañana hicierais lo que he hecho esta mañana, como lo hago en todos los congresos de cáncer donde voy y en todos los congresos donde haya jueces o haya militares que me es igual. Mañana os ducháis todos y todas desnudos. ¿Sí o no? Y os ponéis desnudos delante del espectro. Y hacéis así, mover. Me acuerdo que esto lo hice en la universidad, dando un curso a profesorado en la Universidad de Santiago de Compostela. Oye, se mueve todo, para arriba, para abajo, para arriba, para abajo. Sí, porque la cosa no está ya como medíamos. Pero nada cae al suelo, de verdad, probadlo. Y ya cuando haces esa terapia todas las mañanas, os juro que sales a la calle y dices, pero ¿qué pasa? ¿Porque Cristiano Ronaldo tiene más músculos que yo? No. Y Angelina Jolie más que tú. Pues ahora cuando vayáis a casa le dices a tu pareja, eh, que no te has fijado, ha venido un psicólogo de Zaragoza y me ha dicho que esa con la que tú babeas, esa, los mismos que yo. Lo que pasa es que yo hago otra distribución. En casa, por favor, haced lo que vamos a hacer ahora, ¿vale? A lo que yo diga tres vais a decir, yo tengo un cuerpo, diez, taca, taca, taca, ta, y un aplauso, ¿de acuerdo? Una, dos y tres. Yo tengo un cuerpo, diez, taca, taca, taca, ta, y un aplauso. Yo estoy a favor de la silicona, pero primero la silicona aquí, ¿me entendéis? Hay que, bueno, vamos a... Ah, bueno, esto era... Es una comparación. Una, cuando yo diga tres vais a decir la frase de abajo. También en casa, por favor. Y la escribís. Una, dos y tres. Yo pregunto a la gente, ¿qué tal cantas? Dice fatal. Muy mal. Y dibujar como el culo. Es igual. Yo canto como nadie, de verdad. Yo cojo la guitarra y, bueno, dirán, este tío, ¿por qué coge la guitarra? Pues porque le gusta cantar y canta como nadie. No os compareis nunca ni os compareis. ¿Hay quien tiene más salud que yo? No, yo tengo mi salud. Los demás me importan un rábano. No os compareis, de verdad. No os compareis. La botella está medio llena. Me dijeron en una conferencia, la botella está llena de vino y de aire. Luego toda llena. Tercer punto, regulación emocional. Esto es lo que más me cuesta a mí, la frustración. Cuando una aspiración es frustrada, todo el ser necesita realizarse de nuevo. Mirad, poned la mano. Una arriba y otra abajo, por favor. En casa también, ¿eh? Que lo estoy viendo. Una mano arriba y otra abajo. La mano arriba es lo que yo quiero. Y la mano abajo es lo que yo tengo, lo que yo puedo. La diferencia entre lo que yo quiero y lo que yo puedo se llama frustración. Ahora, si levantamos más la mano, levantad todos la mano, la frustración es mayor y de eso se encargan los que nos manejan. Me explico. ¿Qué es lo que tenemos que hacer? Pues evidentemente aceptar. Vamos a verlo. Porque cuando nos enfadamos generamos cortisol. Y el cortisol dura seis horas, por lo menos en la sangre. y te pones como una moto Carlos y yo tengo mal genio en casa y además siempre hay un topo en mis conferencias que le van con el cuento a mi mujer, ¿lo has dicho tío? sí, ya lo he dicho porque tú eres muy simpático pero en casa te quiero ir a ver yo hay dos formas de pensar la forma rápida y la forma lenta la forma rápida es la que no sale de ese ámbito si ahora yo voy por aquí, yo que sé por la plaza del castillo y uno de vosotros me toca aquí un poco fuerte la primera reacción va a ser de defensa la forma rápida, el mal jefe es la forma que como respondemos con adrenalina y no adrenalina pero luego está la forma lenta Pedro ¿cuánto tiempo me acuerdo cuando estábamos en Corella? ¿me entendéis? entonces estamos acostumbrados a pensar de forma rápida a actuar de forma rápida y esto nos cuesta solo 125 milisegundos estamos hablando de pensamiento emocional estamos hablando de que las cosas las pensemos con más detalle mirad las consecuencias de pensar rápido mejor dicho, de no pensar nueva fórmula mejorada de los lubricantes duros bueno, los mejores esto no lo he puesto yo bueno, no es tan débil pues esto está ahí, yo no digo nada no suena mirad yo estuve en un centro de director en un centro de discapacitados a ver, a ver esto vale, ahora no se apagará supongo bueno, digo que estuve en un centro de discapacitados dejar de compartir, no me seguís viendo en casa nueva fórmula mejorada de los lubricantes durex ideal, sea cual sea la ocasión paro mirad, a ver si me lo arreglás porque os juro que no Carlos Alcaraz pidió perdón este sábado 17 de agosto por su comportamiento y por romper una raqueta durante el partido del viernes 16 de agosto perdió en el Masters 1000 de Cincinnati frente al Francia bueno, por lo que no lo dejamos así ¿quieres que ponga el video? no, no, no lo pongo o sea, aquí no pongo yo ya dejo yo ya dejo de porque os he dicho que tengo mal genio, ¿verdad? me habéis visto ahora no lo abrí era una forma de expresar os comento, ¿no? como estábamos aquí se ve algo que habrá que aprender a ponerlo arriba del todo son las cosas del directo que dicen bueno, yo he venido con tres cuartos de hora de adelanto no creáis que Cuando la frustración, ¿en qué es lo que hacemos? ¿Y cuáles? Cuando nos enfadamos. Yo estaba de director en un centro de discapacitados y toda la gente tenía técnicos muy buenos. Era un centro que podíamos haber sido puntero en España. Y se dedicaron a hundirlo. A hundirlo con chicos y chicas con discapacidad. Y eso a mí me ponía, ¿no? Y un día ya tan linfado que di un portazo a mi secretaria. ¿Cuántos portazos he dado yo en mi vida? Uno. Pero es una mancha que no hay manera. ¿Me entendéis? Regular nuestras emociones. Regular. Porque frente a esa frustración que todos llevamos puede ser la agresión, puede ser la apatía. La apatía es una respuesta de cáncer. Yo ahora os diré lo que hay que hacer. Muy sencillo. La agresión puede. Puede ser otra. Y veremos que el camino es la etapa. Mira, cuando a mí me diagnostican el cáncer, lo primero que hago es negarlo. Luego el miedo. Luego el enojo. Llega un momento de depresión. Pero hay tres palabras en la subida que tendréis que escribir. Me gustaría que las escribierais. La primera es la resignación. Carlos, te ha tocado. Te ha tocado. ¿Y por qué a mí? Pues porque eres un ser humano. Nada más. Te ha tocado. Y entonces yo acostumbro a dar patadas. A un radiador, por ejemplo. Hombre, si le dais a otra cosa, a lo mejor... ¿Vale? Y eso dura un poco. Y tienes que defecarte en lo más sagrado. ¿Me explico? ¿Me entendéis? Esa rabia la tienes que sacar. Dos. Aceptación. Luego te enteras de que cáncer tiene mucha gente. Que no eres el elegido. Aceptarlo. Porque tu condición humana, Carlos, es así. Y tercero. Encuentra sentido. Motivación. Yo entré al quirófano estudiando inglés. Repasando inglés. ¿Y para qué repasas inglés? Para salir. Como decía aquel. Mire, me he cirujano como si fuera a vivir. No como si me fuera a morir. Y entonces veremos que el punto siguiente, que es la motivación, es el hacer cosas lo que nos va a saltar. ¿Cómo podemos regular nuestra emoción? Nuestras emociones. Primero haciendo ejercicios de respiración y ejercicios de relajación. Aquí lo vamos a hacer, lo que es la respiración cuadrada. Veréis que yo inspiro en cuatro tiempos, mantengo en cuatro, suelto en cuatro y mantengo en cuatro, ¿vale? Inspiro, ¿de acuerdo? Lo hacemos todos con la mano también, ¿vale? Inspiramos uno, dos, tres y cuatro. Mantenemos uno, dos, tres y cuatro. Soltamos uno, dos, tres y cuatro. Mantenemos uno, dos, tres y cuatro. Sería muy largo hacer ejercicios de este estilo, pero yo cuando tengo un problema, si tengo que ir al oncólogo, lo que hago es primero irme al baño, segundo respirar, tercero relajarme, ejercicios de relajación. Esta es una música que además no me ha funcionado antes, que es relajante. Y tienes que aprender, yo cuando tengo tiempo hago una relajación de surf, es empezar por los pies y ir relajando, relajando el cuerpo hasta que te quedas frito y después retomas el tono muscular. Y cuando, por ejemplo, entras a una sala de operación con el cuerpo relajado, yo creo que no debe ser lo mismo. La vida es lo que es. Por cierto. Mirad, ¿no os importa que diga la palabra mierda? ¿No os importa? Mirad, a mí me gusta mucho la fotografía. Yo soy de Aragón, si no habéis estado en el Pirineo Aragonés, el Navarro es muy bonito, pero no tiene la fuerza del Pirineo Aragonés. ¿Queda eso claro también? Vale. Estaba yo en Ordeza haciendo una foto y me pongo delante de una caca de vaca y me ve mi mujer y me pregunta, ¿qué haces? Digo, una foto, una caca de vaca. ¿Y para qué? Digo, para mis conferencias. Y... ¿Y con qué sentido? Me pregunta ella. Digo, porque cuando te diagnostican un cáncer, cuando tú pierdes a un hijo... Mis consuegros han perdido a un hijo con 32 años. Y ahora vas y les dices, ah, psicología positiva, tal, tal, tal, tal. Y perdonad la palabra, si no os gusta. Esta vida en esos momentos es una mierda. ¿Me habéis entendido? Y una mierda de vaca. A ver, poned la mano como son las mierdas de vaca. Me explico que son así. ¿Qué? Hay momentos en la vida que es así. Era agosto. Nueve meses después, en abril, me cojo otra vez mi mujer haciendo la foto también a una caca de vaca. Me pregunta, ¿para qué la haces y a quién es otra? Digo, porque yo te digo, esta vida es una mierda, como las vacas. Pero los mejores nutrientes para la vida, como para las flores, es la materia orgánica de las heces de las vacas. Si os fijáis, en primavera, esas vacas tienen flores amarillas y moradas. Y duran una semana en la vida. Lo bueno dura una semana. Y tienes que estar mirándolo. Pero si estás ahí diciendo, ¿me habéis entendido? Lo veremos al final de un vídeo. Y también está el control mental. Hay cosas que no puedes controlar. Por ejemplo, la enfermedad. Jefe, y a tu suegra, y a tu mujer, justo te viene para arreglarte todo. Pero vamos a cambiar el pensamiento. Vais a leer todos conmigo, también en casa, por favor. Vais a leer conmigo estas frases. Empezamos arriba. Una, dos y tres. Esta situación es insuperable. Es absurdo pensar que vamos a salir de esto. Tenemos que rendirnos y dejar de luchar. Se equivocan quienes creen que todo este esfuerzo merece la pena. Con este pensamiento, ¿cómo nos quedamos? Y si ahora lo leemos al revés, a lo que yo diga tres. Todo este esfuerzo merecerá la pena. Se equivocan quienes creen que tenemos que rendirnos y dejar de luchar. Vamos a salir de esto. Es absurdo pensar que esta situación es insuperable. La vida es bella. Y no quito la caca. A ver, me explico. No quito la caca. Pero voy a ver si vemos este vídeo. Muchas cosas así de broma. Estoy tolea pensando. Bueno, esta es muy fuerte pero la voy a contar. Cuando tuve... Sí, cuando tuve... Me diagnostican cáncer de tiroides. Entonces me operan y la tiroides es un órgano que segrega hormonas. Y entonces me dijeron que me podía cambiar el estado de ánimo. Y a mí me da mucho miedo que todo lo que había conseguido el positivismo, la energía, el ver la vida con humor, el ver la vida así divertida, se me fuera. Digo, a ver si me van a operar y esto se va a acabar. Fijaros que no tiene pies. Te llevan a una sala que es de reanimación cuando estás expulsando la anestesia. Entonces estás ahí como medio dormido. Entonces viene el enfermero y yo no podía hablar casi, ya muy bajito. Entonces vino y digo, ven, ven. Entonces viene y digo que se han confundido. Y me mira y digo que me han cortado los pies. Y entonces, claro, el enfermero se puso blanco y fue a mirar los pies de la cama donde está el informe. Entonces, claro, que se han confundido, no eran los pies. El hombre no sabía dónde meterse diciendo, Dios mío, que la han metido al quirófano y me la han cortado los pies y no era de eso lo que tenía que operarla. Y entonces ahí apareció mi médico y le dijo, que te está tomando el pelo, déjala. Y entonces yo dije, ay, puedo descansar, no sé si me ha ido el sentero. Y luego le pedí perdón, pero ya no apareció. O sea, le pedí perdón y ya me pusieron otro enfermero. Y yo creo que el humor es clave porque te da alegría y sobre todo lo que decía, ver lo bueno en lo malo. Siempre hay cosas buenas. En un hospital también. Yo me acuerdo, que hacíamos un culo de la comedia que no voy a contar aquí porque hablando de colon y de exploraciones ya sabéis de qué va. Pues no conviene, ¿vale? Pero nos lo pensábamos decir. Cuatro, motivación. ¿De cómo se sale? Pues se sale con proyecto hacia adelante, con proyecto hacia adelante. Pero ojo, cuando os metéis en algo, meteros en algo que gustan los demás. La gente me dice que el éxito depende de si yo quiero, puedo. No. Yo soy gladiador en Zaragusta, en César Augusta y no me contratan. Y aquí en Pampeluna tampoco. ¿Por qué? Pues porque me he equivocado veinte siglos. Me explico. Tienes que hacer cosas que te gusten. Entonces, yo en el momento que estuve como director genealógico tuve más tiempo y entonces yo dije dos cosas. Me hice un dazo y digo, a ver, a mí me gusta la investigación en psicología, pero si yo me pongo ahora a dar aquí investigaciones, ¿os aburrís y os vais? ¿Sí o no? ¿Os gusta más la inteligencia? Emocional, ¿correcto? Entonces me dediqué a aquello que me gustaba un poco menos, pero que tiene éxito con los demás. Y desde entonces no paren de llamarme de todos los sitios. Tenemos que hacer cosas que gusten. Y eso lo tenemos muy fácilmente en la cocina. Cuando hacemos un guiso, por ejemplo, si a mí me gusta retortilla patata con mucha cebolla, pero lo hago en casa y no les gusta a los que vienen a comer, al día siguiente no lo haré con toda cebolla, ¿verdad que no? Pensad en cosas, pensad en algo. Yo siempre digo, ¿tú cómo te ves dentro de 10 años? Cierra el momento los ojos. ¿Cómo te ves? ¿Cómo te ves dentro de 10 años? Y yo me veo dentro de 10 y de 15 dando conferencias y quiero hacer un programa de televisión, crearlo y tengo ya bocetos y mil cosas. Y si ahora me llaman, pues me habrán llamado. Pero para ellos que se lo perderán, ¿entendéis? La dopamina es ese neurotransmisor que nos hace estar infelices, pero también nos mueve a hacer cosas. Nos mueve. Dejemos un poco de buscar, de buscar algo. Pero siempre con mentalidad de crecimiento. Nos habla de mentalidad fija y mentalidad de crecimiento. Las cosas siempre se han hecho así. A mí me gusta perderme por todos los sitios. Y yo he venido por un sitio y ahora iré por otro. Y a lo mejor acabo en otro hotel. Bueno, es igual. Ya acabaré. Pero a mí me aburre lo de siempre, me explico. Cuando haces cosas nuevas te olvidas si tienes cáncer o no tienes cáncer. Porque todos tenemos cáncer, señoras y señores. Todos. Unos lo tienen escondido y a lo mejor el otro se nos ha manifestado. Pero sobre todo con lo que te queda no tenemos nada. Dice el Hugo Minsky que el 50% es la herencia. El 10% la educación. Pero a ti te queda el 40%. Decidme si hay aquí, en Pamplona, algún banco que me dé el 40% de rédito. ¿Hay algún banco que me dé el 40? Aquí quedan el 2. Rapao. Fíjate lo que es el 40, que puedes crecer cada día más. A mí me gustaría que hicieses un proyecto de vida. Si alguien quiere esto, que me escriba mi correo y yo le ayudo, ¿no? ¿Quién eres tú? Yo esto lo hago también con personas adultas. Me acuerdo el año pasado en la Universidad de Panamá. Les pedí que me hicieran un proyecto personal. ¿Quién eres tú? ¿Cómo te ves? ¿Con quién quieres convivir? A lo mejor los amigos los has perdido. ¿Qué acción profesional quieres realizar? ¿En qué empleas tu tiempo libre? Y luego, ¿qué devolver a la sociedad? Yo estoy metido en no sé cuántas asociaciones. Y soy feliz, claro. Porque... No estoy dando... No estoy dándole vueltas. Si no, estoy mirando para adelante. Y luego la creatividad. Me gustaría que os juntaseis, por lo menos. Tú haces pareja. Vosotros hacéis pareja. Vosotros hacéis pareja con el de atrás. Vosotras dos atrás. Vosotras dos. Haced... Tú vosotras dos. Haced pareja. Tú os juntáis. O hacéis ahí trío, lo que queráis. Y ahora con las manos hacéis una flor hacia arriba. Una flor entre vosotros. Y yo voy a hacer desde aquí fotos. Así, así. Una flor que sea distinta. Distinta cada uno. Cada uno que sea distinta, ¿vale? Estamos haciendo flores. Esto es. Perfecto. Ahí está. Vale. Genial. En casa también, ¿eh? Si estás solo, lo haces tú solo. Haces una flor con tus manos. Esto es. Perfecto. Muy bien. Muchas gracias y un aplauso, por favor. Mirad, cuando hacemos cosas... La cabeza está... Está en otro sitio. Quinto, conocer a los demás. Tenemos neuronas espejo. Miraros así más o menos como estáis en parejas. Mirad a los ojos unos a otros. Sí, mirados. Y ahora mirad al techo. A que os gusta más la mirada del techo. Por eso yo estoy en una cruzada por enseñar a ligar. Una investigación norteamericana de Chicago. En Chicago es una ciudad que tiene todo alrededor. Y van 30 minutos en tren. Y van y vuelven. Y yo me veo contigo todos los días. Pero como no nos han presentado, no te puedo decir nada. Y se hizo un grupo. Este grupo saluda a la persona que no conoce. Y este grupo no. Se midió la felicidad de ellos dos. Y puntuaron mucho más este grupo. Yo he pedido a Adif. En el AVE hay un vagón. Yo he pedido a Adif. No me han contestado. Donde haya un vagón para cascar como me acuerdo en los trenes de mi infancia. Y a mí me gusta saludar a todo el mundo. Tenemos que aprender a conocer a los demás. Pensad en una persona, ¿vale? Estáis pensando en una persona que conocéis y ahora escribid de esa persona un adjetivo. En casa también, por favor. Pensad en una persona y escribid un adjetivo. Positivo, por favor. Ahí hay muchos, pero elegid los buenos. Estás con una persona trabajando y ¿qué dices? ¿Cómo es Daniel? Chaval majo. Dime algo más. Majo, un chaval majo. No sabemos describir a la gente que está con nosotros. Y cuando a nosotros nos describen mira, Carlos está alta, alta, alta. Te pones hueco. La comunicación, lo importante en la comunicación lo vamos a ver aquí. Os juro, os juro que no entiendo esas risas. No las entiendo. Ella le dice a él mete tu dedo índice en mi café y revuelve el azúcar. Así se lo ha dicho. Damos por supuesto, ¿leéis esa frase? Que la otra persona nos va a entender. Yo me digo también en la empresa ¿cuánta falta de comunicación en la empresa que hace que la empresa no sea competitiva? ¿Cuánta falta de comunicación en la pareja? Entre los amigos. En las asociaciones de cáncer. Tenemos que comunicarnos. Las personas las personas con cáncer muchas veces tendemos a ser pasivos en la comunicación o agresivos. Pero tenemos que ser asertivos. Las personas con cáncer y yo me acuerdo ya en Frankfurt en un congreso de cáncer yo dije ya no voy a hablar más de pacientes. Yo voy a hablar de personas. Yo soy una persona. ¿Vale? Yo no soy un paciente. Luego soy paciente, claro que soy y también soy conductor de coche. Pero yo no me presento como conductor de coche. Yo me presento como persona. Persona que se comunica a igual nivel con otras personas. Esto es importantísimo, fijaros. Estoy en la campaña por la tolerancia en el mundo. Vosotros aquí en Pamplona ¿veis ese cilindro? Ese cilindro tiene dos luces que proyectan y vosotros aquí en Pamplona siempre habéis visto el círculo azul. Y en Zaragoza siempre hemos visto el cuadrado naranja. Y entonces yo digo el cuadrado es naranja y vosotros decís que es. Que es naranja. Pero no le dices que es naranja. ¿Me entendéis? La tolerancia es entender que todo el mundo tiene la razón. Todo el mundo da la razón. Entonces yo estoy haciendo una nueva pedagogía por la discrepancia. Yo estoy muy a gusto, de verdad. Estoy muy a gusto. No sé si se me nota. Estoy muy a gusto. Estoy con vosotros que creo que probablemente nos identificamos en un 80-90%. Bueno, pues hay que ir a buscar en dónde discrepamos. ¿Para qué? Para que discrepemos en lo intelectual pero sigamos siendo piña para hacer un mundo mejor. Siempre queremos convencer al otro. ¿Verdad que sí que lo has entendido? Y el otro dice, sí. No podemos convencer a nadie. Tenemos que respetar a todos. Yo recuerdo en Montoya que era un gitano que mató a una chica maestra joven que fue a Huelva de Salamanca y el primer día de clase primero se la benefició y luego la mató. ¿Yo he vivido la vida de este señor? Pregunto. Yo he vivido una vida cómoda con mi trabajo, claro que sí. Todo lo que me he hecho yo a fuerza de taca-taca. Pero a ti te dieron primero una salida. ¿Vale? Hay mucha gente que se les ha negado todo. Si ha hecho un crimen llévalo al juez. Pero tú no lo juzgues. La empatía es la base de la comunicación humana. Es la oxitocina. ¿Os suena la oxitocina? Hoy está un poco más de moda, ¿no? La oxitocina es aquello que nos hace lo que habéis sentido mirándoos. Os he visto ya acaramelaos. Luego lo que hagáis no lo sé. La oxitocina es cuando ves algo bonito. La oxitocina es cuando te enamoras del mundo. Hoy venía en el tren y me he enamorado de todos los paisajes. Fijaros, en el tren. ¿Sabían que yo he venido? Las ventanas, las ventanillas eran como mi móvil. Y yo hacía scroll. Y pasaba el paisaje haciendo así. Luego me he dado cuenta que no hace ni falta que pasase así. ¡Es que el mundo tiene su scroll! Es cierto. Hay una investigación que se ha hecho en España que los españoles por culpa de Netflix hemos perdido hora y media de sueño. Ahí lo dejo. La empatía verdadera no es la que entiende a ti. Tú me cuentas un problema. Lo he entendido. Tú me cuentas un problema y me emociono negativamente como tú estás triste. Es la compasión. La compasión. Compassionate, Empathy Significa que la verdadera empatía Es cuando alguien te cuenta Que tiene un problema Es que si tú en el hospital tienes Porque te ha contado que tiene un cáncer Y ha sentido que tú estás emocionado Pero tú tienes un contacto en el hospital Ayúdale Cuando ayudas es la verdadera empatía Entretanto estás mintiendo ¿Cuántas veces no hacemos así, verdad? Cuenta, cuenta O estás con el teléfono Y estás en el ordenador ¿Cómo se aumenta la empatía? Agradeciendo, por ejemplo Deciros gracias En parejas deciros gracias Arríe también Aunque estéis solos en casa Decir gracias a todo lo que se mueve Y felicitar Felicidades, deciros felicidades Felicidades, felicidades Y finalmente para mí lo más bonito es El piropo Yo no me quito esa palabra El piropo sucio es un acoso sexual Pero el piropo bonito Yo lo quiero recuperar Tiene tres características Es una palabra que te gusta a ti Segundo Cuando te guste a ti Y tercero Que siempre sea verdad Me gusta la camiseta que llevas a rayas ¿Te gusta a ti? Es piropo Así deciros piropos Ahora mismo Si no sabéis decir nada Deciros guapo y guapa ¿Vale? Y tu mirada, tus ojos Finalmente Finalmente terminamos Con el liderazgo Hemos dicho que el líder El método de pensamiento emocional Tenía conocernos Autoestima Regulación emocional Y motivación Y dejar a los demás Conocer a los demás Empatía con los demás Y finalmente el liderazgo El liderazgo es pensar en los demás Y pensar en ti mismo Yo os tengo que decir Que esa tarde estoy en Pampruna Por puro egoísmo Y es que A mí la verdad es que me importáis muy poco ¿Por qué? Porque yo sabía que Hasta ahora no he tenido ningún fracaso Que ibais a pasarlo bien ¿Sí o no? ¿Sí? Os he visto sonreír Y para mí eso es el mejor regalo que hay Luego yo he venido A mí Eso es el líder Líder es Poner la mano así Líder es una moneda Yo soy una moneda Que tiene cara y cruz La cara soy yo Que soy el más importante aquí Y no os preocupéis No os creáis Pero resulta Esa cara Es feliz Gracias a que estás tú Tú y tú y tú y tú y tú y tú y tú y tú y tú Y tú Entonces yo quiero hacer más grande La cara de mi moneda Yo no puedo hacer más grande de mi moneda Más grande si no te hago grande a ti Si no he conseguido en esta hora y media hacerte un poco feliz, para mí habrá sido un fracaso. Pero si he conseguido, yo me voy a ir a casa. ¿Entendéis? Influir en los demás es conseguir que la otra persona sea cada día más. Y eso es lo que tenemos los maestros, los docentes, los que nos dedicamos en las asociaciones de cáncer a ayudar a otros. Cuando ayudamos a otro a ser más, tú te vienes arriba. Dopamina, oxitocina, serotonina, endorfinas. Es la clave de la felicidad. Y para ello he desarrollado este método. Porque aunque hay pocas investigaciones, se ha demostrado la importancia de la inteligencia emocional. Nos decía Juan Carlos. En esta conferencia hemos expuesto el método de pensamiento emocional. Que se reduce a estas dos cosas. Y me gustaría que en casa también lo hicierais. Porque todo que hacía o que hace el cuerpo, lo recibe el cerebro. Lo primero que nos tenemos que querer. Daros un abrazo. Daros un abrazo fuerte. Sí, daros un abrazo. Incluso podéis daros besos cochinos. Porque nadie puede querer al otro si no se quiere a sí mismo. A mí me enseñaron a querer a los demás. A querer a los demás. Y no era ese el camino, señores. Es primero quererme. Pero cuando estás lleno de amor, ¿qué es lo que haces? Pues dar un abrazo, una caricia, un tocamiento. Haceros, toquetearos un poco de cariño, con cariño. Porque la empatía es la otra pata. Esto está en un libro que ya es viejo. Probablemente esté en la biblioteca de la UPE. A lo mejor aquí lo podrías adquirir para la biblioteca de la UNED. Se llama Pensamiento. Pensamiento emocional. Un método para el desarrollo de la autoestima y el liderado. Es un tocho. Que si os vais a la playa lo ponéis debajo de la cabeza. Ahí va fenomenal. Pero para leer es de trabajar. Trabajar y trabajar y trabajar. Nos veremos en mayo, ¿verdad? Teresa, en Zaragoza tenemos un congreso. El sexto congreso de inteligencia emocional y bienestar. Si no lo encontráis por las redes, congresointeligenciaemocional.com Si no lo encontráis, me escribís a mi correo electrónico. Allí tenemos secciones sobre todo de educación, pero también de salud, de trabajo, de deporte, etc. Y lo pasamos bien. Yo no voy a sufrir más. Estoy a poco mayor. ¿Vale? Como no he venido aquí. Escarricasco. Gracias. Os quiero. Son las ocho y media. ¿Podemos hacer algunas preguntas? ¿Hay alguna pregunta en el aire? Sí, por favor. Con el micrófono para que oigan. Sí. El déficit que hay entre el personal sanitario, incluyo, y tú sabrás mejor si has padecido un cáncer, en estos aspectos. Claro. El tratamiento estará estupendo, será el último más puntero del mundo, una eficacia del 85%, pero con eso no basta. Te pregunto tu profesión. Médico. Médico, vale. O sea, me doy cuenta, ¿eh? No, tú, bueno. Como médico, lo siento, pero eres poco médico. ¿Me entiendes? Sí, soy más paciente. No, no, no. Yo tengo una hermana, ya ocho años mayor, oftalmólogo, ya jubilada, que era muy poco médico, pero todo el mundo la quería. Yo doy muchos cursos en mi hospital, me operaron a mí, ahora me llaman de otro hospital, voy a sectores de salud a dar, mañana doy una conferencia. A geriatras, me han pedido el Miguel Servet, y con médicos, enfermeras, auxiliares, doy al personal sanitario. Y yo les digo, mirad, lo único que tenéis que hacer, desde el punto de vista del paciente, porque los cursos esos los pagan a favor del paciente, no a vuestro favor, cosa errónea. Digo, si tú a mí me intervienes, o sea, yo es lo que pido cuando entro en un quirófano, que se lleven mal lo que se lleven bien. El equipo clínico. Que se lleven bien, y si es posible que hagan algún chiste, y si no, a mí me costa mejor. Por respeto, me explico. Yo todos los años, desde hace diez, en la Facultad de Medicina de Zaragoza, tengo la suerte de ser el único médico, soy doctor en Ciencias de la Educación, pero no soy médico. Y les doy la primera charla, y la gente me quiere, y dice... Cuando me llaman de la Asociación Española de Estudiantes de Medicina, he estado por toda España prácticamente, y dicen, es que tú no nos lo dan en las Facultades de Medicina. Pero... ¡Claro! Porque el 50% es la empatía. Si tienes cinco minutos, les decía a médicos en Alicante, digo, si tienes cinco minutos para atender a tu paciente, por lo menos el primero, mírale a los ojos. Directamente. ¿Y los otros cuatro al ordenador? En Murcia me decían, también médicos de atención primaria, digo, el 70% aproximadamente de las consultas de atención primaria son de carácter psicológico. Y dice, no, aquí alcanza el 90%. Si yo tengo una hija en Barcelona que no me llama, no me escribe, no me dice, ¿a quién le cuento hoy en Pamplona esa tristeza que yo soy viudo y que estoy solo? ¿A quién se lo cuento? Al médico que tiene que aguantarme. Entonces yo estoy ahora con la directora de salud del centro de salud de Aragón. Voy a ver si se lleva a cabo un programa que ya está en Reino Unido. Que es, en Reino Unido cuando tú estás malo, si ven que estás solo, sabéis que el aislamiento es la peor enfermedad, entonces te manda a un experto que hay ya en el centro de salud para ligar, ¿me entiendes?, para ligar, para establecer relaciones con vecinos, con asociaciones, con tal. Pero esto no, y yo lo llevo hinchando, me llevo hinchando, hinchando. He conseguido. He conseguido, ¿eh?, en la facultad de medicina dar charlas a médicos, a profesores, ¿no? Muy interesante tu pregunta, gracias. Otra pregunta más. ¿Alguna más? La sé, la sé. Aquí hay un micrófono. No soy médica ni enfermera ni nada, pero llevo muchos años de voluntaria. ¿En dónde? Soy voluntaria de San Juan de Dios del hospital de Pamplona. Qué bueno. La orden de San Juan de Dios, chajo. No, la verdad se ha dicho que para mí... Ha sido un aprendizaje, sobre todo lo que te estás refiriendo tú, en el conocerme yo para poder atender a... ¡Claro! ...lo que acabas de decir. Yo creo que falta humanidad y en los hospitales mucho. Y, por ejemplo, hay mucha soledad y mucho abandono. Claro. Y entonces el ser humano no quiere más que tú le cojas la mano y le estés escuchando y mirándole a los... No hace falta nada más. Y otra cosa muy importante es el no juicio. Ah. Los seres humanos siempre tendemos a enjuiciar a la otra persona. Me has oído, ¿verdad? Sí, no, sí. Y para mí, por ejemplo, me quedo con las miradas... Yo acompañé a una persona que estaba en final de vida y cuando estaba con los hijos, la habitación era toda oscura, toda triste y cuando estaba conmigo estábamos cantando mexicana. Pues eso es lo que hay que hacer. Yo me quedo con eso. Hay que cantar mexicanas. No es nada de esto, sino es una satisfacción, es un orgullo porque... Me gustaría que si el día de mañana, que me echarían una mano en ese sentido. México lindo y querido... Pues muy bien, muchas gracias, encantado. Hay preguntas en línea. Vale. ¿Pero no tenéis casa o qué aquí, Pamplona? Colin. Vale. Una conferencia se va a uno por la primera media hora, coño. Vale. Pregúntame, Flores, ¿cómo pueden los pacientes con cáncer mantener relaciones sociales saludables durante el tratamiento? Durante, antes y después del tratamiento. Las relaciones sociales, lo he dicho, he hablado de la palabra ligar, es establecer relaciones positivas con todo el mundo que puedas. El problema es que las personas, yo tengo la suerte, y lo he dicho, de haber estudiado psicología, y segundo, de haber, desde el año 1995, haberme unido al movimiento de la inteligencia emocional. Pero si eres pesimista, introvertido, y además te diagnostican un cáncer, a mí alguien, cuando le digo... Le di la mano y le dije que tenía un cáncer, se echó un metro para atrás. No estar bien visto, tener cáncer, así de claro. Pero claro, si además eso es un estigma social, y si tú no tienes recursos personales, va a ser muy complicado establecer relaciones sociales. Por lo tanto, lo primero, de verdad, autoestima, valerte, piensa, escribe. Escribe. Yo en mi libro tengo mil ejercicios de reforzar tu autoestima. Yo siempre he tenido complejo de feo. Era muy delgado. Yo me casé con 54 kilos. Bueno, yo me caso con mi mujer. Pero yo me llamaba en la radiografía de un silbido. Entre mis compañeros era Fideo de Mileto, que era el más abominable de los protagonistas de un TVO. Y todo eso para dentro, para dentro, para dentro, para dentro. ¿Cómo voy a ayudar a los demás? ¿Y cómo voy a establecer relaciones positivas contigo? Si no me... Lo primero, mírate al espejo. En Zaragoza hay una fábrica de espejos que ponemos esto y te dice, cuando tú te metes, espejito, espejito, ¿hay alguno más guapo que yo? Y dice, ¿qué va? Y ya está. Te tienes que ver bien. Te tienes que querer. Claro que yo no tengo el cuerpo del Richard Gere este, que no sé qué tiene el Richard Gere que no tenga yo, porque músculos los mismos. Pero claro, mi mujer, cuando está el Richard Gere, a mí me mira poco. El problema, lo explicaba el otro día, entre dopamina y serotonina. Dopamina es que es ese neurotransmisor que nos pone, que nos llama. Tú ves unos zapatos y ahí estás como un loco. ¿Vale? Y la serotonina es, ya he llegado, ya lo tengo todo. Yo voy al corte inglés y no sé qué comprar. Así de claro. Esta chaqueta no sé cuántos años tiene, esta camisa no sé cuántos años tiene, no sé qué, no sé cuántas. Mi mujer, anda, ponte esta bufanda que es más nueva. ¿Qué más me dan? Ni nueva ni tal. Perdón la palabra, pero un gilipollas vestido de Armani sigue siendo... No, igual, igual. Entonces, ¿qué es lo que tienes que hacer? A esos que todo el día te están manejando, a esos que te están manejando... ¿Otra pregunta? Vale. ¿Hay muchas más? Dos más. Dos más y nos vamos, ¿vale? Vale. Per Solave quiere saber si es usted consciente de la decisión de la Asociación Española contra el Cáncer de retirar las sesiones de yoga y meditación, cuando eran de una gran aceptación y una gran adecuación. Según la EECS son pseudociencias y por eso decidieron retirarlas. Bueno, vamos a ver. Ah, porque hablaban de que eran pseudociencias. Yo no voy a criticar para nada la Asociación Española contra el Cáncer. Tiene sus científicos. ¿Y qué? Tienen sus cosas. Nosotros en España estamos en un sistema racional de medicina. Y es así. Hay otros sistemas de medicina en el mundo. Pero, en teoría, el sistema español de salud está basado en ciencia, en la ciencia occidental. Y entonces algo han hecho. Yo, desde luego, a mí me gusta el yoga, me gusta Pilates, me gusta todo lo que sea. Y, sobre todo, salir de casa, salir de casa y salir de casa. Más. ¿Quién quiere saber el título de su libro? El título de mi libro es Pensamiento emocional. Con eso lo podéis encontrar perfectamente. Y con mi apellido, que es francés, es muy difícil que encontréis otro como yo, ni más feo ni más guapo. ¿Os había dicho que yo canto como nadie? ¿Y escribo como...? ¿Y dibujo como nadie? Y tengo la suerte de tener gente diez en frente de mí, con unos cuerpazos diez. Gracias, gracias, gracias. Y gracias también a las personas que estáis en casa y a aquellas personas que me estáis viendo en diferido. Gracias y hasta siempre. Y, ojo, sed muy felices. Y haced felices a la gente que tenéis alrededor. Bueno, ¿ha ido bien?