Las personas que estáis aquí en la sala, sobre todo aquellas personas que en un número importante de 180 nos están viendo por Internet en este momento en distintos sitios de España y de afuera también. Bueno, para mí es todo este ciclo. Como le decía antes a Alfredo, son grupos de personas que tienen una relación personal conmigo y en este caso, pues, Alfredo también hace años. La verdad es que hablábamos que los últimos años no nos veíamos, pero yo lo dejé como estudiante de Derecho. Desde mi casa se me contaba que él... ...que él cada vez era una persona más conocida en el teatro. Y bueno, en estos momentos yo creo que la relevancia es muy clara porque el lunes se fallan los Max, los premios Max, y él está nominado nada menos que para ocho posibles premios. Esta conferencia está enmarcada dentro de un grupo que le he pusido... ...llamado Las Otras Crisis, dirigido por Amparo Tuñón, que es catedrática de Periodismo y la Cultura de la Universidad Autónoma de Barcelona y por mí mismo. Y de alguna forma el sentido que tenía, que tiene este grupo de conferencias, es hablar de algo... Uno ya se cansa de oír, de escuchar en los... de leer en los periódicos, de escuchar en la radio la crisis, la crisis, la crisis. Lo que buscábamos es reflexionar sobre las otras crisis. La crisis... Alfredo... ...me hablaba hace un ratito, ¿no?, de la angustia de una obra que él está presentando en Barcelona. La angustia de la crisis, las reacciones ante la situación de la crisis, de cómo muchas personas nos encontramos en una situación que, bueno, pues no estamos en el paro, no estamos tal... ...pero estamos angustiados por lo que pueda pasar. Una especie de crisis filosófica, de crisis social, de... Y nos falta un punto de referencia, ¿no? Y entonces, en ese sentido... ...bueno. Me ha llamado mucho la atención hablar con él de sus reflexiones. Alfredo hizo derecho, como decíamos, y después hizo lo que más le gustaba, que era a partir de que de niño él escribía distintos cuentos, narrativa, etcétera, encontró, como explicaba hace poquito en el teatro, su forma de expresar todo. Le gustaba, decía hace poquito la periodista, le gustaba el deporte, le gustaba escribir, le gustaba reflexionar, le gustaba el conocimiento. Es un gran lector. Y en el teatro encuentra algo que de alguna forma decías, esto es lo mío, esto es lo que yo quiero. Se tituló en dirección de escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático y empezó ya hace más de 14 años. Dirigiendo, como los griegos, de Steven Berkow, nominado a Mejor Espectáculo Revelación ya para los premios Basel en el año 2000. A lo largo de todos estos años he escrito y dirigido en ese doble papel de escribir y dirigir una veintena de obras como Cuscús y churros, Carrusel Palace, Living Lavapiés, Móviles, Caleidoscopio, Cómo levantar piedras sin hundirte en las aceras, Risas y destrucción, La cabeza del bautista, Días estupendos o delicades. En el año 2012 dirigió La importancia de llamarse Ernesto para el Teatro Gallerra en Pamplona y recientemente en abril de este año Esperando a Godot en el Centro Dramático Nacional. Ha impartido cursos y talleres en la Casa de América, la Casa Encendida, el Teatro Nacional de Bogotá, la Casa Beckett, Matadero Madrid en la Escuela Navarra de Teatro. Tiene muy buenos recuerdos y relación con la Escuela de Cine de Madrid. Me comentaba que la semana pasada estuvo en Nueva York y estaba cansado y te agradezco especialmente que hayas venido, aunque me digas que esto para ti es descansar. Pero te agradezco especialmente que hayas venido y que estés aquí presentando estas cosas. Muchas gracias. Bueno, una cosa que sí que quiero decir, y es que su padre estuvo aquí hace años también presentando un libro, y para mí es un orgullo que hayan estado los dos. Pues muchas gracias, Luis. Muchas gracias a la UNED por favorecer este tipo de encuentros que creo que son muy importantes porque nos ponen en contacto simplemente y sirven para que intercambiemos ideas y pensamientos y cosas. Bueno, este año en otoño he estrenado una obra en Barcelona que se llama Aventura. La he estrenado con la compañía T de Teatre, con la que hice también Delicadas, y se ha estrenado en el Teatre Llura. Y Aventura es una obra que está enmarcada en el contexto actual de la crisis. Es una obra en la que he intentado poner sobre el escenario todos los fantasmas y todas las angustias Y es una obra que me ha estado produciendo la situación actual. Es una obra que aunque se ha estrenado ahora a final de 2012, yo vengo elaborando en la cabeza desde el año 2010. Y tiene el origen, el motor, es precisamente ese, es el de la angustia, es el de la ansiedad que produce la inestabilidad de la situación. Yo le decía a Luis que hay una... Hay una falta de imagen del futuro, o una falta de imagen... No porque tenga que tener cada sociedad una sola imagen del futuro, sino que las sociedades se suelen dividir en grupos en función de las personas que imagen o cómo quieren que sea el futuro de su comunidad. Pero es que ahora no tenemos ni un conflicto de imágenes de futuro. Simplemente no hay nada. Hay una especie de lo mejor que podemos pensar es que no estemos peor de como estamos ahora, que es un pensamiento muy básico, muy poco creativo, muy poco generador. Entonces a mí había otra cosa también que me preocupaba mucho que era... ...cómo colectivamente estábamos enfrentando o estábamos viviendo la situación. Colectivamente me refiero a cómo pensamos en grupo. De qué manera articulamos un pensamiento a través de los medios de comunicación, a través de este tipo de encuentros, a través de los que se dedican profesionalmente a pensar, como son los indígenas. Los intelectuales, los filósofos, los profesores. A través del arte, a través de la literatura, cómo estábamos pensando sobre la crisis. Y entonces por eso... ...además sumado también... ...perdonad que sea muy caótico al hablar, pero voy un poco... ...yo creo que si hago teatro es porque suelo tener como a seis personas hablando a la vez en la cabeza. Entonces luego el teatro viene bien porque tienes personajes y solamente puede hablar uno y luego el otro le contesta. Pero cuando estás hablando y estás hablando los seis a la vez, parece que están hablando los seis a la vez y bueno, es real. Pero suele ser algo caótico. Imaginar que hay seis personas hablando a la vez aquí y... ...no, es broma. Entonces, ha habido otra cosa también que para mí era muy importante que es el miedo. El miedo. El miedo aparece... ...aparece y tiene... ...una fuerza, va tomando una fuerza muy grande. Yo creo que a partir del 2011, una cosa así, ¿no? Porque en el 2008 es cuando comienza a aparecer la crisis de una manera ya semi-oficial. Porque el presidente del gobierno entonces aún negaba que existiera. Pero luego ya, una vez ganadas las elecciones en el 2008, ya se presenta casi de manera oficial, ¿no? A los pocos meses. Y enseguida luego ya aparecen los brotes verdes. Y se comienza a producir una espiral extraña en el que comienzan a aparecer los primeros despidos masivos. Y el miedo va cogiendo forma, ¿no? Entonces yo cuando comienzo a escribir aventura, el miedo está instalado. Ya de una manera real y clara. ¿Por qué? Porque la realidad lo demuestra. Y también... ...porque el ambiente social que se ha generado ya es de muchísima incertidumbre. Entonces, por eso aparece en mi cabeza un grupo de personas, que es un grupo de socios, que tienen una empresa en Barcelona. Que son seis socios. Son cuatro mujeres y dos hombres. Y esta empresa no les va ni bien ni mal. No quería que fuera mal porque... ...en el caso de que fuese mal, pues estaríamos hablando de algo muy concreto, de algo práctico. Y tampoco quería que les fuese muy bien para que no se convirtieran en locos. Sino que no les fuera ni muy bien ni muy mal. Que es como más o menos yo sentía que la mayoría de la gente que tenía alrededor estaba. Entonces estos socios reciben la oferta de una empresa china que quiere comprar la empresa. Que quiere comprar su empresa. Y a ellos les encanta la idea. Dicen, vamos a coger el dinero y nos vamos. Entonces piensan que la oferta que les hace la empresa china no es muy buena y que estaría bien subir esa oferta. Entonces invitan a los chinos a pasar un fin de semana en Barcelona. Entonces hasta que vienen los chinos vemos cómo esos seis personajes están viviendo la disolución de la empresa. Cómo están pensando en cerrar la empresa. Pero esa disolución de la empresa se convierte en metáfora de cómo están pensando en cerrar casi sus vidas. O en cerrar la vida tal y como la entendían hasta ese momento. Hay mucho pensamiento de irse fuera del país. Pero lo hacen de una manera desorganizada. Hay una pareja que quiere irse a vivir a Alemania pero no sabe en alemán. Hay otro que está pensando en irse a Canadá. Pero no quiere dejar sola su casa. No quiere dejar a su madre. Hay otros dos que pasan los fines de semana en Extremadura. Una especie como de evasión. Y mientras está pasando todo esto llegan los chinos. Y entonces los chinos lo que hacen es decir que no pueden subir el precio de la compra y que además tienen que bajarlo. Porque a ellos también les está afectando la crisis. Y pasa una cosa. Que es que uno de los chinos se enamora de una de las socias. Y la invita a pasar unos días en Shanghái. Entonces, claro, estos se quedan planchaos cuando reciben la noticia de que no van a poder subir el precio de ninguna manera. Pero esta socia acepta la invitación de este empresario chino y se va a Shanghái. A pasar unos días. Y cuando vuelve viene con un plan. Que ofrece a sus socios. Y es que ella se queda a vivir en China con el empresario chino. A cambio de que el empresario chino pague a cada uno de los socios doscientos mil euros. Y además se pueden seguir quedando con la empresa. Es decir, que para el empresario chino ya deja de interesar la empresa y lo que quiere es quedarse con ella. Entonces, claro, los socios de esta mujer cuando reciben esta noticia le dicen. Bueno. Que ni hablar del asunto. Que qué se ha pensado ella. Que cómo van a poder aceptar eso ellos. Que qué ideas tiene. Que si está mareada. Que esta situación nos está llevando a la locura máxima. Se asustan realmente, ¿no? Ante esta propuesta, ante este plan. Y lo que hacen es mandarla a la cama a dormir directamente. Entonces hay un tercer acto que a mí me encanta. Que es en el que vemos cómo este grupo comienza a dar la vuelta a la tortilla. ¿No? Comienza a crear una estructura de pensamiento. Comienza a crear una nueva ética. Porque uno de los problemas que tenemos es ético, ¿no? En función de qué nos comportamos. Comienza a crear una nueva ética en la que se comienza a justificar. Que el plan al fin y al cabo no está tan mal. ¿No? Que no está mal que ella se vaya allí a cambio del dinero. Es un acto que a mí me encanta porque los personajes no se atreven a verbalizar de una manera clara y directa lo que están pensando, ¿no? Tienen que hacerlo de una manera tangencial para que los otros sepan de qué están hablando pero no lo digan. Porque claro, es algo tabú. Es vender algo. Vender a alguien como concubina, ¿no? Vendar a alguien como esclava. No sé. Entonces llega un momento en el que los cinco se ponen de acuerdo y le dicen a su socia que se lo han pensado mejor y que les parece bien este plan. Y entonces ella, claro, se queda muy sorprendida y dice, bueno, pero yo esto ya me lo había quitado de la cabeza. Y entonces ellos comienzan a presionarlas sutilmente para que lo vuelva a repensar. Y ella se siente de alguna manera... Responsable de sus propias palabras, de un compromiso que ha tomado y acaba aceptando. Diciendo, vale, pues voy a ir a China. Y dice... Y yo os cuento el final. A mí me gusta contar los finales. Ya lo siento. Pero si vais a verla no os va a salir igual de bien. Y no se lo he contado a Luis tampoco antes. Ahora os lo vas a ver. Y dice ella, vale, muy bien, voy a ir a China. Pero ahora habrá que comentarle a Ali. A ver qué le parece el asunto. Y entonces ellos cuando dicen, ¿cómo que hay que comentárselo a Ali? Pero esto no es idea del chino. Y dice, no, no, no, esto es idea mía. Una idea mía que a mí se me ha ocurrido para que comentárosla a vosotros y a ver qué os parece a vosotros. Porque no le voy a ir a comentar al chino una idea antes de saber que vosotros no estéis de acuerdo con ella. Entonces ellos se quedan, claro, hechos polvo. Porque ven que aún queda mucho, mucho trecho. Porque hay que convencer ahora al empresario chino de... de que la compre pero ella coge y se va a China y hay una última escena en la que en el encuentro entre ella y el empresario chino el empresario chino le dice qué maleta tan pequeña atrás y dice ella, es que me lo voy a comprar todo nuevo y queda ese final abierto ahí entonces para mí era muy importante que el empresario chino no tuviese ni idea de todo esto número uno, porque entre otras cosas tenemos muchísimos prejuicios acerca de la sociedad china porque es muy lejana y nos resulta de alguna manera amenazante entonces era un poco cliché no crear un personaje chino que estuviese dispuesto a comprar una occidental segundo porque me interesaba reforzar el lado delirante de esta mujer que llega a pensar que puede haber alguien que la compre a cambio de ese dinero y que esté dispuesto a hacerlo y luego porque había un elemento muy importante que era el del sacrificio dentro de la obra creo que es lo que va a poder trascender a la coyuntura de la crisis que es que esta mujer se ofrece de alguna manera como un sacrificio al poderoso y eso sí que lo tenemos dentro de los arquetipos sociales, es algo que reconocemos calmar al dios poderoso incontrolable que puede llegar a a destruirnos sacrificando a una de nuestras mujeres eso es algo que tenemos ahí dentro de los arquetipos y bueno entonces a través de esta historia yo me encontraba antes de escribirla me encontraba peor que después de escribirla, de alguna manera he colocado a través de los personajes las ansiedades, las inseguridades, las fantasías y visualizarlas me están permitiendo ser más fuerte o vivir mejor de alguna manera no por eso desaparece el miedo ni desaparece la ansiedad pero sí que he podido cristalizarlas ¿no? de alguna manera he podido darles límite un límite, una forma creo que en ese sentido el teatro es importante, es esencial a la hora de dar forma a lo que no tiene forma ¿no? tenemos fantasías tenemos miedos, tenemos sueños que de alguna manera son confusos son caóticos son sensaciones y el poder verlos sobre el escenario nos permite vernos también a nosotros mismos ¿no? la experiencia está siendo muy buena con el público yo creo que por las dos cosas que he dicho por la coyuntura de crisis y también porque toca temas más de núcleo, más estructurales de la naturaleza humana claro estos personajes Se comportan de una manera que yo considero que no es inteligente. De alguna manera, reconozco que me estoy poniendo por encima de ellos porque los estoy juzgando, pero de alguna manera también me reconozco a mí mismo, también me juzgo a mí mismo. Soy muy crítico conmigo mismo. Y creo que no lo hacen porque hay una cosa muy importante que es la red de solidaridad entre nosotros. La solidaridad, leí un artículo que creo que se lo estoy atribuyendo a Daniel Inenarity, aunque si me escucha Daniel, que no se enfade si no es de él, se lo estoy atribuyendo a él, pero era un artículo que hablaba sobre la solidaridad de los poderosos. Y tenía un link que remitía a otro artículo más extenso, que no recuerdo de quién era, que hablaba de la solidaridad de los no poderosos. Entonces, los poderosos, decía este artículo, actúan con una red de solidaridad muy buena. Es decir, los poderosos, me refiero no solamente a los poderosos mundiales, sino también a los que tienen el poder en España ahora, por hablar de cosas concretas. Entonces, si os fijáis, la red de solidaridad hace que pasen cosas inexplicables, como digamos, cómo puede ser que con todo lo que está pasando no se estén produciendo juicios más rápidos, no se estén produciendo dimisiones, no tengan, vuelvan a ser reelegidos en sus partidos, etc. ¿Por qué? Porque la red de solidaridad con la que actúan funciona muy bien. Es decir, que a cambio de que yo te apoyo aquí, tú me apoyas allá, yo te apoyo aquí, tú me apoyas allá, yo te apoyo aquí, tú me apoyas allá, eso crea una red fuerte. La única manera que tenemos para poder... Entonces, ¿qué es lo que nos pasa a nosotros? Tenemos una red de solidaridad débil. No podemos enfrentar, no tenemos poder... Porque no tenemos solidaridad entre nosotros. Entonces, este artículo hablaba de esa red de solidaridad necesaria. Como, por ejemplo, una cosa muy sencilla, que es crear un gran fondo social que permita iniciar una huelga general indefinida. Parece algo muy claro, muy concreto, pero uno de los problemas de una huelga general indefinida hasta que no se produzcan una serie de cambios es que, simplemente, económicamente, los trabajadores... los trabajadores no nos la podemos permitir, ¿no? Pero una red de solidaridad permitiría crear una estructura que diera lugar a esa huelga con una serie de condiciones. Estos personajes en aventura están actuando de esta misma manera, no de una manera solidaria, porque ni siquiera pueden imaginar que esa solidaridad pueda funcionar. Entonces, actúan... intentando buscar cada uno una salida. El miedo produce disgregación, ¿no? Hay que pararse y pensar para poder crear esa estructura, ¿no? Y el miedo lo que produce es precisamente una especie como de fuerza centrífuga, que hace que salga todo desperdigado. Y estos personajes actúan así porque las... las voces dentro de mi interior tiraban hacia ese lugar, ¿no? Yo, de hecho, tengo una fantasía recurrente que es emigrar, ¿no? Es decir, ¿cómo soluciono yo todo? Yéndome de aquí. Es muy fácil. Digo, si el problema es la sociedad en la que vivo, busco una sociedad mejor y me voy a ella. Ya está. Es... Pero es una... Pero es... una manera de pensar que a través de la acción de los personajes descubres que es errónea. Porque el lugar al que emigras vas a encontrar el mismo problema. Es decir, vas a tener que elegir entre crear una red de solidaridad o seguir viviendo de una manera individual. De alguna manera puedes convertirte en una especie de... de huida constante hacia adelante, ¿no? Bueno, pues he dicho... He dicho un poco la base de cómo he estado... Cómo he vivido yo, de alguna manera, la crisis y el producto, la forma que ha producido esto, ¿no? Con los actores el trabajo ha sido muy interesante. Porque... Yo creo que... Yo creo que pocas veces había creado un texto que estuviera tocando un problema que estuviera pasando al mismo tiempo. De alguna manera era construir la realidad y la ficción al mismo tiempo. Recuerdo que una de las actrices un día me comentó que... Que, bueno, que su marido también estaba siempre con la fantasía de... de emigrar, ¿no? Y ya está. Y largarse, ¿no? Y su personaje precisamente se correspondía con su realidad. Yo no lo sabía eso, ¿no? Pero son momentos en los que la propia... La ficción se va construyendo con la realidad. Y la realidad va construyendo la ficción. No sé, son momentos especiales, ¿no? De creación de un espectáculo. Hay otra fantasía también que se está... Produciendo ahora que es la... La volver al campo, ¿no? También está dentro de la obra... Eso dice... Hay un momento en el que un personaje le dice a otro... Porque en las épocas de crisis parece que en... En el campo nos sentimos más seguros. Y dice, sí, porque ves cómo sale el alimento de la... De la tierra, ¿no? Hay una vuelta... La tierra sirve de refugio, ¿no? El saber que al menos voy a poder comer eso, ¿no? Ahí es importante dentro también de la función. Y luego aparecen elementos que a mí me sorpre... Aparece un dolmen en la función. Porque cuando estaba escribiendo Aventura, bueno, fuimos a pasar unos días a Extremadura, a un lugar en el que hay bastantes dólmenes. Y entonces... Bueno, cuando ves que... Cuando ves que esas piedras llevan ahí 10.000 años, ¿no? Y las tocas, y estás tocando las mismas piedras que han tocado los hombres hace 10.000 años, y estás en un momento en el que las cosas tienen esta sensación de inestabilidad, ¿no? Y de repente reconoces como propia una estructura de piedras que han construido otros hombres hace tanto tiempo, en un momento tan diferente, también da sensación de estabilidad eso, ¿no? Dices... Es como si conectaras en el... El día a día es tan trepidante que al poder conectarte con un elemento de hace tanto tiempo, produce un sosiego, ¿no? Entonces el dolmen aparece también en la función. Hay escenas en torno al dolmen. Y además uno de los personajes descubre Los dolmenes son tumbas, como me pasó a mí, que no lo sabía. Yo pensaba que eran como unos templos muy bonitos, pero son tumbas, ¿no? Y bueno, son cosas que conectan de alguna manera con arquetipos, ¿no? Son cosas que no sabes de dónde vienen, pero que las reconoces, ¿no? Yo, si os parece, le querría hacer una pregunta y abrimos un turno, si te parece. Sí, Alfredo. Yo llevo hablando con él un buen rato de esto. Yo te quería hacer una pregunta que ya la hemos hablado, pero... Evidentemente, para ti el teatro ha tenido un factor curativo de muchas cosas, ¿no? De la ansiedad que decías de la crisis, de alguna forma la cristalizas en la obra de teatro y tal. ¿Crees que también ese factor existe en el teatro? En el público que le ve. Es decir, yo creo que es muy frecuente en los actores, en los directores y tal. ¿Qué pretendes hacer? Aparte de que te sirva a ti, ¿qué pretendes que dé al otro? Sí, bueno, hay un acto de comunicación primero de compartir un pensamiento o un estado emocional. Y ese acto de comunicación generalmente antes de que se convierta en obra de teatro, cuando la estoy escribiendo, y estoy hablando del argumento, y estoy hablando de las ideas y de los personajes y de las historias, vi que tenía una repercusión en quien me escuchaba. Veía que lograba atención. Para mí es como la primera prueba que hago a una historia o a un espectáculo, que es contar el argumento o contar lo que estoy planeando a mis amigos, a la gente... Bueno, a los actores, lo cuento mucho. Y dependiendo de cómo reaccionan, veo si lo que estoy contando tiene algún interés o no. Y luego cuando sigo escribiendo, sigo contándolo mucho. Y cuando estoy ensayando, también. Sigo contando cómo van los ensayos, hablo mucho de lo que estoy haciendo. Intento no ser demasiado pesado también. También cuando veo que los otros ya pierden atención, ya cambio de tema. Pero me sirve mucho de termómetro. Y luego yo creo que el espectáculo final es el resultado final de todo ese ejercicio de comunicación. Es como si todo ese intento de comunicar tuviera forma ya definitiva y fuera la máxima expresión de esa comunicación. Entonces, claro, produce un placer el que el público devuelva con su reacción. De la misma manera que cuando estoy contando los ojos de atención te van también sirviendo para conocerte a ti, en función de lo que estás contando. La reacción del público hace que tú entiendas lo que has contado. Y para ellos es terapeutica también. ¿Tiene esa parte? Yo creo que sí, claro. Luego no puedes hablar con el público, con todo el mundo. Y a veces es complicado evaluar cuál es la reacción del público. Pero yo creo que sí porque hay algo que es muy definitorio del público que es la energía que producen al salir de la representación. En función de cómo se encuentren. Y es una energía muy poderosa porque claro, trescientas personas, generan un tipo de atmósfera, y esa atmósfera al salir por la puerta a mí me gusta mezclarme con el público para notar qué energía es esa y la notas. Y entonces es una energía que tiene fuerza, que es limpia. Yo creo que sí que te sientes mejor. Para mí es muy importante como espectador también sentirme mejor. Sentirme más despierto, sentirme más alegre. Sentirme más ilusionado. De una manera profunda, no es la superficialidad del entretenimiento que produce cierta sensación de nostalgia. A veces el deporte como espectador, un partido por ejemplo, produce una buena sensación pero tiene algo de nostalgia. Es como, no sé, necesitas más. Tiene algo de adrenalina. Necesitas saber quién va a ganar o quién va a perder. Pero ya cuando sabes quién ha perdido ya está. Entonces ese vacío no me acaba de gustar. El teatro o el cine, la ficción, las historias aunque también estás pendiente de qué es lo que va a pasar quién va a ganar o quién va a perder en realidad es la excusa para estar ahí. Porque a través de eso de quién va a ganar o quién va a perder estás teniendo tiempo para ver y para aclarar tu vida tus emociones tus sentimientos. Y eso es lo que creo que da fuerza tener ese tiempo de contemplación. Y yo creo que Aventura lo permite al público le da tiempo para reordenar Es como una especie de reseteo De hecho hay muchos momentos de silencio con música Hay un gran momento cuando vuelve la socia que ha ido a China vuelve a Barcelona y entonces está en el avión sentada pensando y hay casi un minuto creo que es un minuto es largo de tiempo en el que ella está mirando con la mirada perdida y hay música de fondo y solamente pasa eso. Y yo creo que ese momento es muy importante para el público porque le da tiempo también al público como a ella, de pensar de pensar en el buen sentido no de obsesionarse no de colapsarse no de angustiarse que es que construye y hay otro pensamiento que solamente queda una especie como de hámster Si la imagen del hámster la usé para hacer la música El músico me decía pero bueno, ¿qué quieres transmitir? ¿Qué quieres contar? Y digo, yo creo que los personajes son como como un hámster metido en una rueda Estos personajes tienen algo de y a veces también me noto socialmente parece que estamos metidos en una rueda vuelves parece que estás avanzando pero vuelves a notar lo mismo vuelves a notar lo mismo ¿Puedo? Sí, claro Un segundo, te van a dar un micrófono para que nos oigan todos en internet Me he quedado un poco enganchado con el guión no he entendido bien vamos a ver Chino va a Barcelona y tiene una relación con una de las socias entonces ella cuando vuelve a Chile, cuando va a Shanghai ella hace prepara su historia para poder ofrecérsela a los socios ¿Es puro sacrificio de ella hacia sus socios o en ella también existe una cierta se siente agradablemente sorprendida con el chino si está a gusto con él si no es todo todo sacrificio sino que ella de esa forma también aparte de solucionar a sus socios se soluciona ella la vida tanto en el aspecto amoroso en el aspecto del trabajo del futuro me he quedado que no sé si lo has dicho pero Sí, es que está muy bien hecha la pregunta porque realmente no lo he querido aclarar en la ficción tampoco creo que es parte de la importancia de cómo he construido la historia y es que todos somos espectadores los socios de ella el público e incluso yo mismo de ella yo no sé en última instancia qué es lo que está pensando ella de alguna manera no he querido decidirlo lo dejo de una manera ambigua sí de hecho uno de los personajes femeninos no se fía nada de este acto de generosidad cree desde el principio que hay alguna razón por la que quiere hacer esto y esta reacción además la cree a partir de cuando estaba construyendo la historia y la contaba una amiga me dijo ¿cómo? pero ella creía que iba a sacar y les va a dar luego el dinero a ellos dice que se vayan ellos a China yo no os lo daría entonces a partir de ahí comencé a pensar en esas diferentes visiones la desconfianza frente a ese acto de generosidad claro es además algo que la generosidad es una fuerza que necesita de la confianza porque si en última instancia piensas que un acto de generosidad se realiza por un acto oculto de egoísmo pierde su valor social entonces eh por eso son siempre tan sospechosas las donaciones y los regalos un segundo voy a meter una pregunta a internet más que nada porque están pasando tantas y luego una pregunta que dice que nos plantea ¿En el teatro los temas deben cambiar para corresponder de alguna manera a la realidad o tener presente la realidad no es siempre favorable de cara al público? Bueno, yo creo que las combinaciones son infinitas. Creo que se puede escribir con temas que son de actualidad, creo que se puede escribir con temas que son de hace dos mil años. A veces es necesaria la distancia de los hechos para poder hablar de ellos. A veces es necesario escribir... A veces es necesario escribir de manera inmediata para no olvidarlos. Yo no me atrevería a dar una respuesta hacia un lado o hacia otro. Creo que son muy variadas las posibilidades. Ahora, algo que es inevitable es que cuando hablamos del pasado, del presente o del futuro, porque también la ciencia ficción es una manera de huir hacia adelante, hablar de hechos que ni han pasado ni están pasando, sino que imaginas que pueden llegar a pasar. En cualquier caso, siempre estamos intentando resolver un problema que nos ocupa en el presente, en el momento de la escritura. De eso sí que no podemos desvincularnos. Sí, sí. Yo voy a ser un poco menos filosófica, voy a ir un poco más a la obra. Hablabas de ese efecto desagregador del miedo, que produce el miedo. Me gustaría, no sé si podrías hablar... Hablábamos de cómo se palpa eso dentro del mundo del teatro, ahora mismo en este país. Hablabas de una red necesaria de solidaridad. No sé si existe esa red en el teatro español y si has planteado alguna solución o algún tipo de red, si tú tendrías alternativas para que eso pudiera suceder. Bueno... Precisamente dentro del sector teatral... Debido a que comenzamos a trabajar todos como aficionados, sin recursos económicos, estamos muy acostumbrados precisamente a no recibir un beneficio económico inmediato. Estamos bastante acostumbrados a compartir, estamos acostumbrados a trabajar en proyectos sin cobrar. En ese sentido, creo que las gentes de teatro tenemos esa fortaleza y esa flexibilidad. No estoy diciendo con eso que el mundo del teatro sea la panacea de la solidaridad ni... Por supuesto que existe, como en todos los sectores económicos, todos los defectos del ser humano. No estoy diciendo eso. Pero sí que es verdad que hay un entrenamiento de base. Es decir, porque el arranque de nuestra actividad está vinculada con la afición. Yo creo que simplemente por eso. Respecto a crear una red más estructurada... Sí que lo hemos pensado. Entre varios, cómo se podría hacer. De hecho ya mucha gente lo hace. Es frecuente entre compañías compartir material, espacios, etc. Y sí que es verdad que son una serie de actividades que en otros sectores económicos de alguna manera son más difíciles. Y que en teatro se suelen hacer en ciertas partes de la profesión, no en todo. internet, ¿cree que el teatro es por sí mismo una herramienta reivindicativa? O en el caso de tu obra, dicen, ¿cree que es posible fomentar la solidaridad? Bueno, bajo la palabra reivindicar, claro, es muy amplia y entran muchas es reivindicativo desde una manifestación a un poema. Reivindicar es traer la cosa hacia uno, ¿no? La res. Es decir, aquello que vemos que se está alejando que es nuestro, decir oye, perdona, pero te estás llevando mi bicicleta, ¿no? Eso es reivindicar tu bicicleta, ¿no? En ese sentido yo no escribo cuando hago teatro no estoy pensando igual de una manera tan concreta en eso, ¿no? Pero desde luego que de manera tangencial siempre aparece porque es una actividad que de manera natural hacemos. Aunque también es verdad que cuando las condiciones sociales son más de opresión o condiciones sociales en las que no se puede producir esa reivindicación a cien por cien es una actividad más tímida. El teatro puede convertirse en un lugar en el que hacerla. También, sí, porque ¿por qué no? Pero en mi caso creo que forma parte de algo tangencial que aparece de una manera no como objetivo primordial. Es más fácil escribir sobre el pasado, o sobre lo que acontece en el presente. Primera pregunta. Y dos, ¿puede aparecer algún indicio de censura en el contenido de la obra para que pueda ser publicada? No. Bueno, primero sobre el pasado y el presente. Bueno, es un poco lo que he contestado antes y que tiene que ver con... Bueno, es un poco lo que he contestado antes. Y luego, con respecto al tema de la censura, no existe una censura real, claro, o sea, real externa, pero sí que me preocupa mucho la autocensura. Es decir, lo que yo me censuro. Entonces, ¿por qué me preocupa? Porque hay algo que intento hacer siempre que es que intentas agradar de manera inconsciente. Es decir, todos intentamos agradar. Incluso los que intentan, cuando dejan desagradar, están intentando agradar a esa imagen que tienen de ser desagradables. De hecho, cuando dejan de desagradar, parece que pierden interés. Entonces, la autocensura es muy difícil de controlar. Es muy difícil. Porque existen siempre, te puedes poner siempre muchas excusas para no decir o para que un personaje, mejor dicho, no diga o haga lo que quieres que diga o haga. Yo intento encontrar las maneras de poner todo sobre el escenario. Pero, desde luego, no me voy a poner la medalla de pensar que he acabado con mi propia autocensura. Yo creo que es un trabajo que los creadores tenemos que hacer día a día. Tenemos que ser muy conscientes de que existe. ¿Crees que tienes que limitar, como ha habido muchos autores a través de muchísimos años anteriores a estos, a escribir por puro entretenimiento para el público? ¿O te crees en la obligación moral de ofrecer ese entretenimiento y algo más que mueva conciencias en también la situación del momento? Es una pregunta que me he hecho durante mucho tiempo y me he inventado una respuesta que no sé si es verdad o mentira. La respuesta que he inventado es que yo necesito hacer aquello que cuando el día del estreno lo veo lo reconozco como propio. Y es decir, lo reconozco como propio en el sentido de que he dado y he puesto todo lo que tengo. No me he guardado nada. Y hay autores que logran ser mejores que yo y tener más profundidad que yo y hay otros autores que logran ser más divertidos que yo, siendo a lo mejor más frívolos pero logran un entretenimiento que también es necesario y que ellos reconocen ese producto como suyo también, ¿no? Quiero decir que dependiendo del autor dependiendo de la personalidad del autor se produce una obra diferente. Pero creo que son necesarias todas las voces. Creo que es yo eso lo veo en las cuadrillas de amigos hay uno que es más meditabundo lo toma todo más en serio hay otros que no dicen más que chistes y hace que los demás se rían hay otros que son más nostálgicos todas las voces son necesarias y el autor en ese sentido no es más que otra persona que está intentando contar algo. El problema viene cuando no reconoces en el espectáculo cuando no te reconoces a ti mismo es decir, cuando estás haciendo algo que se espera de ti que no es ahí sí que yo no dormiría bien y sí que tiene que ver con pero la de alguna manera el principio ético que uso es ese el de reconocer mi voz interior ahí pongo el esfuerzo ese es mi mi compromiso Sí, pero no lo vamos a ver tú con tu forma de escribir no estás en la obligación moral de mover conciencias de ofrecer algo más que la mera sonrisa ir un poco más allá buscar los valores de la persona que esta sociedad por diferentes causas no nos ofrece entonces tú como autor puedes menear los hilos y moverte en una situación en escena que haga pensar al que está sentado no solo sonreír sino sonreír efectivamente y pensar entonces no va unida una cosa a la otra porque dices tú vete yo cuando me quedo satisfecho de lo que escribo es cuando pero tú te sientes satisfecho ofreciendo ese entretenimiento y ese algo más Sí en mi caso me gustaría que fuese así ojalá lo que pasa es que pienso que uno tiene que moverse en esos terrenos en un reto en un centro y decir un poco más adelante que lo que la sociedad y los que nos mandan, nos ofrecen sí bueno también es verdad que en algunos momentos que me imagino que también te habrá pasado a ti pues igual necesitas un entretenimiento más superficial y también es importante ese tipo de entretenimiento por eso yo creo que por eso digo que es necesario todo que es necesario todo. A veces no sé yo hasta qué punto yo he elegido escribir de esta manera como escribo o elegir cómo soy o quién soy. Hay muchos condicionantes previos que determinan lo que es uno. Bueno, varias personas por internet hablan de que es difícil ir al teatro cuando están en paro, la situación actual. También alguno dice que a veces es fácil hablar de estas cosas de una de personas que no estamos. ¿Qué elemento de ayuda puede ser el teatro en ese sentido? Una de las cosas que él comentaba antes con la periodista es que, respecto a la política, o sea, que la inversión en cultura es mucho mayor a los cuatro años de vida de un político, que tiene que ser reelegido a los cuatro años. Y la inversión en cultura tiene que ver también con inversión en capacidad general para hacer cosas, para trabajar. No sé, Alfredo, tú eres una persona que piensa mucho. ¿Qué piensas que el teatro puede aportar a estas personas? No sé, desde el punto de vista de que vayan y se rían de la situación, que ayude, pues como a ti te ha servido, a limar esa angustia, etc. ¿Qué papel puede tener? No sé si te hago preguntas muy difíciles. Me perdonarás, luego me dirán. No, claro, es que una persona que está en el paro, su principal problema es encontrar trabajo. O sea, creo que esa es una realidad que es muy complicada, que exige una solución inmediata y probablemente va a ocupar, que exige una solución inmediata y probablemente va a ocupar el 100% de su pensamiento. Si puede encontrar en el teatro un lugar en el que encontrar nuevas maneras o formas para lograr ese puesto de trabajo, o fuerza para tener paciencia, o un lugar por el que canalizar las emociones que en ese momento están produciendo, pues ahí el teatro se convierte en algo... en algo útil para ella, o simplemente olvidarse durante dos horas de todo, también, es decir, que... Sí, en internet decían que hay muchas obras de teatro gratuitas últimamente. ¿Esto es así? ¿Tú lo ves? Algunas de las personas lo preguntan. Bueno, el teatro yo creo, el teatro siempre se ha movido en una increíble franja de precios. Desde el gratis a los 300 euros que cuesta una entrada en la fila 3 del Teatro Real. Y no sé por qué, pero es así, ¿no? No es algo nuevo el que puedas ver teatro gratis y a veces... Teatro por... Teatro muy bueno, porque a veces en Madrid yo he visto espectáculos en bares que son buenísimos y te cuestan una cerveza, ¿no? Yo creo que tiene que ver con que para hacer teatro lo que hace falta es que el actor esté en el mismo sitio en el que estás tú. Y esa es la fuerza del teatro, ¿no? Sí, porque el resto de preguntas que estoy viendo son reiterativas. Si desde aquí queréis hacer alguna más... Yo quería preguntar si considera que al mismo tiempo puede suponer una obra de tantos artistas. En el teatro podemos plasmar la realidad desde distintos prismas. Entonces, mi pregunta es esto. ¿Puede ser? ¿Puede entenderse? ¿O se está entendiendo también como una oportunidad para la creatividad? Bueno, para mí... A ver, es que la pregunta... Tiene migas, sí. Primero, es verdad que para ser creativo yo necesito cierta comodidad o cierta tranquilidad. Esto no quiere decir que tenga que estar en el Hotel de los Reyes con catorce camareros, pero sí que necesitas al menos poder tener la mente ocupada en esa actividad al 100%. Entonces, estas situaciones de... ...de crisis hacen que tengas que tener la mente, que la ansiedad te ocupe la mente en otra serie de cosas que dificultan esa creatividad. Tienes que hacer un esfuerzo mayor a la hora de poder dedicar toda la energía a la actividad de crear. Pero también es verdad que estas situaciones al... ...al mover tantas emociones hace que generen la necesidad de expresarlas. Y, por lo tanto, también se convierten en impulsos o motores de la creatividad. Ahí se suele decir que a veces la necesidad despierta el ingenio, ¿no? Y, pero yo no estoy muy convencido de, creo que hay ciertos tipos de ingenios que despierta la necesidad y el ingenio de la creatividad quizás necesita, no tanto necesidad, sino lugares más reconfortantes, ¿no? De hecho, los artistas siempre han buscado a los mecenas. Siempre han buscado las ciudades. En las que existe un apoyo a la creatividad, en la que a los investigadores, a los artistas necesitan tiempo, ¿no? Para poder equivocarse, para poder desarrollar su actividad, ¿no? Entonces, en el caso español, debido a que el siglo de oro de las artes se produjo una época de crisis económica, siempre se ha asociado de alguna manera la crisis económica con el florecimiento de las artes. Y como en este momento estamos viviendo una situación de crisis económica y las artes de alguna manera están en una buena situación, a veces se hacen asociaciones, ¿no? Pero a mí me gusta recordar que el siglo XVII tuvo ese momento tan floreciente porque veníamos, de una situación económica muy buena, que había permitido el que los hidalgos dieran tiempo a sus hijos para poder dedicarse a las letras y a las artes, ¿no? Que es lo mismo que ha pasado en esta época, ¿no? Venimos de una época en la que la clase media, la clase media trabajadora y la clase media más burguesa empezaron a tener para que sus hijos pudieran dedicarse a las artes y a la creación y a la investigación. Y ha habido el apoyo público que ha permitido que haya habido una generación que haya tenido tiempo, ¿no? Para dedicarse a esto. Y ahora estamos viviendo los frutos de eso, ¿no? Dentro de 20 años... Si la clase media no puede permitir que sus hijos tengan el tiempo necesario, sino que los hijos de la clase media tienen que dedicarse a producir inmediatamente para poder alimentarse, para poder pagar las cosas, no va a haber un florecimiento de las artes dentro de 20 años, ¿no? Se irá... Le decía antes a la periodista que... Que las sociedades... La sociedad es como las plantas estas que tienen memoria de falta de agua, ¿no? Que igual no la riegas durante 20 días y la planta está perfecta, pero el día 21 comienza a secarse, que es justo cuando comienzas a regarla, ¿no? Y dices, ¿qué ha pasado? Solo tienen memoria de sequía. Yo creo que la sociedad tiene memoria de sequía. Las crisis yo creo que no son buenas. Se mire por donde se mire. Sí, sí, quiero... Pero quizás... Bueno, aquí tengo... Sí, va mucho la pregunta, pero tengo inquietud por saber tu opinión. Así como en el cine, o sea, una misma obra, en el cine, el artífice del éxito, yo pienso que es, en primer lugar, antes que el actor, el director, incluso el montador, en el cine. En el teatro, ¿piensas que esa relación no es igual? ¿Tiene el actor más importancia? ¿Tiene que ser mejor el actor? En una palabra, en el cine con un mal actor se puede hacer una buena película, dependiendo del director. Sin embargo, en el teatro, ¿vale también para el teatro eso? ¿O el actor es cuando en el teatro se realiza de verdad y hace valer a la obra? ¿Es más importante el director en el cine o en el teatro? Claro, es que son dos tipos de lenguaje diferentes, ¿no? Entonces, claro, las comparaciones... El director cumple labores diferentes en el... Pero muchas veces los actores son el mismo actor. Sí. El mismo actor en el teatro o en el cine. Sí. ¿Quién mueve los hilos mejor para que la obra quede redonda? En el cine, el director. ¿Es el dueño de la situación en el teatro? ¿No es el actor? Bueno, el actor es el que en un último momento tiene el contacto con el público. Pero en mi caso intento pactar con los actores hasta el último gesto que pueda ser significativo con el objetivo de producir un mensaje... Un mensaje coherente. Entonces, el trabajo del director es diferente, pero creo que es igual de importante, ¿no? Desde luego, en el teatro es el actor el que se queda a solas con el público. Y en el cine queda fijado eso. Pero sí que es verdad. Es verdad que en el teatro se intenta que lo que hace el actor esté dentro de un contexto que tiene que ver con lo que hace el resto de los actores. Tiene que haber un acuerdo de juego a la hora de contar la historia. Son dos lenguajes diferentes. Hola. Una pregunta que te he hecho. Entonces, tú cuando trabajas y has dirigido tu obra, ¿has dejado que los actores corten mucho o has sido un dirigido y has dicho yo marco las pautas y no has dejado que ellos expresen ni den algo suyo a tu obra? Bueno, yo creo que queda mejor decir que se han expresado. No, no, en serio, sí, ahí siempre el acto de creación, hay un autor, un dramaturgo de origen libanés que es franco-canadiense que se llama Wajimu Abad al que le preocupa mucho este tema porque en el teatro es el lugar en el que tienes que entrar en el imaginario del otro para poder construir un imaginario común. Entonces eso exige un tipo de escucha muy especial y uno de los trabajos más difíciles es entrar en la imaginación de otra persona porque normalmente juzgamos. La imaginación de los demás, juzgamos las fantasías de los demás, las medimos en función de nuestro propio imaginario y como director tengo la necesidad de entrar dentro del imaginario del actor para poder construir algo en común con él y él también con yo. Y como director también tengo la necesidad de hacerlo con el resto del equipo artístico, con el músico, con el escenólogo. Con el escenógrafo, con el iluminador. Y es un problema que nos toma mucho tiempo porque escuchar al otro, no solamente escuchar en el sentido de que el otro esté hablando y tú le estés escuchando, sino cuando el otro está haciendo, cuando un iluminador comienza a iluminar y comienza, y comienza a un espacio que hasta ese momento no tenía más que la luz de trabajo, comienza a tener una atmósfera. Esa atmósfera tienes que escucharla para poder entender qué es lo que está queriendo contar él y para poder decirle yo lo veo esto más por aquí, yo lo veo más por allá. Pero sí que es un trabajo necesario para que luego el resultado final tenga su propio imaginario. Quiero decir que la obra de teatro sea un ente orgánico que produzca sus propias imágenes. Porque luego eso va a ser lo que va a recibir el público como un organismo vivo y lo que va a impresionar al público. Bueno, pues con esta pregunta terminamos. Muchas gracias a todos los que estáis aquí, a todos los que nos están viendo en Internet. Ha sido... De hablar entre ellos y de hablar de la crisis en general. Le agradezco especialmente a él que haya hecho esto también y lo quiero avisar de forma altruista. Espero que vengas más veces, Alfredo. No conocía a Tudela a pesar de haber vivido 20 años muy cerca. Increíble, pero cierto. Pero es así. Y espero que no... Ha sido la primera que no sea la última. No, pienso volver. Muchas gracias, Oliver. Muchas gracias.